Mi más sincero aprecio a todos aquellos que me han acompañado en este largo camino.


Un agradecimiento especial a mis padres, que siempre me han brindado su apoyo incluso en mis proyectos más extravagantes; a Lucía González Lavado, por todas esas noches compartiendo historias y las que están por venir; a Marcos Padilla, por su entusiasmo y por resolver tantas de mis dudas; a Mike Ratera, por su apoyo incondicional y sus consejos; a Manuel F. Bueno y Aurora, que aunque estén lejos, siempre han estado ahí para mí.


Y a todos esos amigos con los que he compartido tantas cosas; aunque no os nombre a todos, nunca os olvido.