15. La torre luminosa
Una vez que la niebla fosforescente se hubo disipado, Marco Plauto avanzó unos pasos hasta detenerse en el borde exterior del círculo de piedra.
—Seguimos en el mismo sitio —dijo, a sus espaldas, el legionario Isquirión.
Marco Plauto pensó que el soldado tenía razón: aún se encontraban en la isla. El perfil de la costa, las piedras del círculo, el bosque, todo era igual… y, sin embargo, parecía a la vez distinto. En algunas zonas el terreno estaba levantado y removido, y las piedras del megalito tenían una apariencia más vieja.
Un intenso resplandor iluminó fugazmente el contorno del acantilado. Marco Plauto, intrigado, caminó hacia allí y descubrió con asombro la construcción que se alzaba al borde del mar. Se trataba de una torre circular, en cuya cúspide centelleaba intermitentemente una luz tan intensa como la del Sol.
—¡Por Júpiter! —exclamó el centurión—. ¿Qué es eso?
—Parece un faro… —murmuró Cornelio Izhak.
—¿Y esa luz? No es fuego, es… como el fulgor del relámpago —Marco Plauto permaneció unos instantes silencioso, observando con desconcierto la torre luminosa; luego se volvió hacia sus hombres—: Algo ha salido mal. El círculo de piedra nos ha devuelto al mismo lugar. Tendremos que intentarlo de nuevo mañana. Así que volveremos a la casa de los sacerdotes para pasar la noche allí —y, mirando con intención a Aufidio Décimo, añadió—: Si es que después del incendio todavía permanece en pie.
Pero del monasterio no quedaba más que un arco cubierto de hiedra. El resto eran piedras desperdigadas por el suelo, medio ocultas por la densa vegetación que cubría todo el terreno. No había rastro de los sacerdotes.
—Esto no lo ha hecho un incendio —murmuró Marco Plauto.
Eso era evidente; las llamas no podían devorar una casa de piedra hasta los cimientos, y además no había cenizas, ni olor a humo.
—Esas ruinas parecen tener siglos —observó Izhak.
El centurión sacudió la cabeza y se volvió hacia Aufidio Décimo.
—Sargento, dispón la guardia. Pasaremos la noche aquí y mañana al amanecer intentaremos averiguar qué es lo que ha ocurrido y dónde estamos.