
La botadura del Caird
«Tuvimos muchos problemas para mantenerlo alejado del laberinto de rocas y escollos que abundan en esta traicionera costa». (Hurley, diario). El Caird llevaba dos mástiles, y aunque no existen fotografías ni descripciones de sus velas, se cree que eran velas al tercio, o sea, de forma trapezoidal, que se mantenían apartadas del mástil con un peñol oblicuo.