(Una pareja de comediantes semihambrientos, con una chiquilla de cinco años y un niño de pecho, llegan a una plaza donde un gentío, en parte disfrazado, espera el desfile de carnaval. Los dos arrastran atados de ropa, un tambor y otros utensilios.)
El cantor de baladas (con redobles de tambor). - ¡Honorables vecinos, damas y caballeros! Antes de que comiencen a desfilar las comparsas de los gremios en esta noche de carnaval, ejecutaremos la última canción florentina que todo el norte de Italia canta y que nosotros hemos importado hasta aquí a pesar de los enormes costos! Se titula "La horrible teoría y dictamen del señor físico real don Galileo Galilei" o "Una prueba de lo que vendrá". (Canta:)
El Todopoderoso con don creador
dar vueltas a la tierra al sol ordenó
y una lámpara grande a su vientre colgó
para que girara como un buen servidor.
Porque era su deseo más ferviente
que en torno al señor rodara el sirviente.
Y así comenzaron los menesterosos tras los poderosos,
los traseros tras los delanteros,
así en la tierra como en el cielo.
Y en torno al Papa los cardenales.
Y en torno al Cardenal los arzobispos.
Y en torno al Obispo los tribunales.
Y en torno al Tribunal los secretarios.
Y en torno al secretario los artesanos,
y en torno al artesano los servidores.
Y en torno al servidor los ganapanes, las gallinas, los pobretes y los canes.
Éste es, distinguido público, el orden consumado, ordo ordinum, como dicen los señores teólogos: regula aeternis, la regla de las reglas. ¿Pero qué sucedió, apreciado público? (Canta:)