TRECE
La agudeza de la nariz de Pierre Laney nunca había sido objeto de tal inusual utilización. Su órgano infalible atrapó los sutiles matices de la producción de feromonas de cada reina, las variaciones menores de los aposentos, de manera que cuando los detalles se replicaron en los cien sitios diferentes que habían estado disponibles en el continente principal, las reinas no fueron molestadas. Es decir, hasta que los trabajadores fueron enviados a cultivar los campos que habían quedado atrás y sólo se encontraron con tierra removida en lugar de cultivos listos para cosechar.
—Vamos a añadir sólo una pizca —dijo Pierre al capitán Osullivan, pellizcando juntos pulgar e índice— de la esencia tan única del mundo que el Primero Thian exploró. Este ingrediente puede, a largo plazo, ser lo que se necesita para neutralizar los agresivos y convertir a las… beligerantes reinas en mininas domesticadas, como la suya.
Miró cautelosamente a la navegata tricolor del capitán, Tabitha, dormida en el almohadón en la esquina de la sala de espera de Osullivan.
Osullivan resopló.
—Sólo la ha visto dormida, Pierre —dijo.
—Asi es como queremos que estén nuestras reinas, dormidas. Si mi olorcillo tiene éxito, utilícelo como un aerosol, cayendo como una lluvia suave sobre el lugar. —Sonrió beatíficamente hacia Osullivan, quien trató de recordar el origen de lo que obviamente era una cita.
—Délo por hecho —dijo ambiguamente y le indicó a Pierre que continuara.
—Y puede ser aplicado en cualquier momento a la superficie. Y renovado según sea necesario. ¡Vamos a infectar todos los mundos ocupados por Colmeneros con la serenidad de los más antiguos de la Colmena en esta parte de la galaxia! —Su voz vibrante despertó a Tab, que lo miró medio dormida por un momento, y luego volvió a su siesta. Sus manos alzadas indicaban su exaltación ante el descubrimiento de una respuesta a la pregunta fundamental de cómo mantener las reinas donde estaban.
—Una excelente noticia, Pierre —dijo Osullivan, dándose cuenta de que la alabanza por tal resolución, —si funcionaba— estaba en orden—. ¡Excelente! —Se levantó de su escritorio y le dio la vuelta, palmeando a Pierre en la espalda y aceptando el abrazo galo con su aplomo habitual—. Vamos a darle la buena noticia a nuestro equipo y hacerla remitir al Primero de la Tierra y el Alto Consejo. Debo decirle —puso una mano en la espalda de Pierre para guiarlo al salón de los Talentos—que tenía mis dudas sobre tan simple respuesta a un inmenso problema. ¡Pero lo ha hecho!
—Yo vivo en la esperanza —dijo Pierre con un encogimiento de hombros muy galo, un cambio completo de su exuberancia anterior.
Para efectuar la Operación Conmutador, Perry pidió más Primeros y tantos T-2 cinéticos fuertes como se pudiera prescindir durante los varios días que tomarían las transferencias. Después de todo, no eran sólo las reinas, sino todos sus trabajadores, asistentes y huevos que tenían que ser trasladados. Damia permitió a Afra, así como a Kaltia y Morag, ser nominadas para los equipos.
Va a ser una buena experiencia y esto no va a tomar mucho tiempo, ¿verdad? le preguntó Damia a su padre. Estamos entre cargas y nuestros aprendices pueden manejar cualquier cosa que pueda venir conmigo como fusión.
Estoy enviando a Gollee también, por cierto. Él necesita un descanso.
¿Esto será un descanso? preguntó Damia con cierta aspereza.
Su padre se rió entre dientes.
Tomé prestada a Zara también, pero Elizara me ha dicho que su… trabajo… está en su fase final. Así que dijo que venía ella. Ella puede dar peso a una fusión. Está profundamente interesada en el proyecto. Ofreció a su hija menor, una fuerte cinética T-2, para una oportunidad única de conocer a muchos de sus compañeros. ¿Qué edad tiene Pietro?
La suficiente…
Hubo una breve pausa.
La misma edad que Barry, tu abuela acaba de informarme con aspereza. Estoy pidiendo prestado a Rojer y Asia de la Segunda Flota.
Oh, va a ser tan agradable para los niños. Los echamos de menos. Y no te atrevas a decir: “Sólo a un pensamiento de distancia”, añadió en un tono feroz.
No me atrevería, respondió su padre.
Casi me gustaría poder unirme a ellos. ¡Pero no puedo y eso es todo! dijo Damia. Espero que valga la pena el esfuerzo.
Podemos esperar y ver. Xh-33, al menos, nos permite probar la teoría de que la alteración de las feromonas locales tendrá el efecto deseado.
¿Están dándote más problemas los militantes? ¡Oh, ellos! Si podemos probar que tenemos las reinas confinadas en su planeta, y liberar suficientes de los mundos de tipo Mi recién descubiertos, van a encontrar algo más que quejarse. Damia casi podía ver a su padre encogiéndose de hombros. Quería recordarle que él no era, como a veces suponía, invulnerable.
No lo soy, ya lo sabes, contestó. Pero casi. Y nunca reclamé ser infalible.
No con Madre para mantenerte en puntas de pie.
Una risa se desvaneció en el silencio
El planeta Xh-33 no estaba en el otro extremo de la galaxia, pero con la ayuda de los ocupantes y sus Torres, los diversos transportes de personal aterrizaron en forma ordenada en las bahías de botes de los distintos buques de la Cuarta Flota que iban a alojarlos. Perry y Adela en la Asimov albergarían a Elizara y su hijo menor, Pietro. Gollee Gren y Barry Raven llegaron a la Beijing para ser recibidos oficialmente por un alegre capitán Smelkoff. Afra, Morag y Kaltia fueron a la Nueva Escocia y a una acogida entusiasta por la capitán Ellen Hogarth, mientras que Rojer, con sus 'Dinis y Asia, apareció en las cubiertas de la MS HGHL para el deleite de capitán Ghl. Xahra iba a ser una invitada de la clase galaxia Strvngbow y fue inmediatamente impresionada por el capitán Halsted, que había renunciado a sus cuartos como los únicos adecuados para un Primero en su barco más pequeño.
Tan pronto como todo el mundo hubo llegado y tenido la oportunidad de mirar el calendario, los Primeros y T-2 se reuniron para una sesión informativa sobre la Asimov en el salón de los Talentos.
No es tan grande como el de la Washington, comentó Rojer a Asia.
Más grande que la de la Columbia, sin embargo, dijo Asia, y Rojer le dirigió una rápida mirada ante su tono repentinamente manso.
No te atrevas a ponerte modesta y nerviosa conmigo.
Oh, no lo haré. Ella le sonrió y tomó su mano, apretándola. Pero es más grande… Oh, ¿es esa magnífica mujer Xahra?
La hermana de Perry. Ella está haciendo un mohín. No, está sonriendo.
Ella me mira con altivez.
Oh, ella es eso también, acordó Rojer. Y Xahra era sin duda impresionante en una manera exótica. Era extraño que ella fuera la impasible hermana de Perry. Él prefería la tranquila belleza de Elizara.
Vaya, gracias, Rojer, dijo Elizara, empujando al muchacho a su lado.
—Ven, Pietro, quiero presentarles a Rojer y Asia Lyon.
Pietro podría ser de la misma edad que Barry Raven, pero tenía mucho más aplomo que el Denebiano.
El resultado de tanta exposición a los Talentos en Blundell, respondió Elizara, sonriendo amablemente, y es pronto para obtener una asignación de Torre. Ah, suspiró su tono mental. Crecen tan rápido en estos días.
Llegaron Morag y Kaltia, gritando emocionados de ver a su hermano con Asia y se lanzaron sobre la pareja.
No todos lo hacen, respondió Rojer como cualquier hermano mayor nada impresionado, abrazando primero a Morag y luego a Kaltia porque estaba contento de verlas y realmente no podían ser clasificado más como niñas. Trabajar en Clarf con Laria les había alterado sutilmente, a pesar de su reversión a la exuberancia juvenil. Su padre tenía una leve sonrisa en su rostro mientras miraba a los Talentos que ya estaban presentes. Adela, asistida por los comisarios de la Armada, estaba sirviendo canapés calientes y viendose un poco nerviosa.
—Nunca pensé que sería capaz de acercarme sigilosamente a ti, Afra. —Afra se volvió para agarrar la mano extendida de Gollee Gren, saboreando una vez más la esencia del hombre que había sido una parte tan importante de su vida profesional.
Luciendo tu edad, finalmente, ¿verdad? dijo Afra, señalando el gris de plata en el pelo oscuro del T-2 y las arrugas alrededor de los ojos de color verde claro.
En realidad, es la proximidad constante a los descendientes Gwyn-Raven y los rigores de lidiar con todos aquellos jóvenes talentos ansiosos.
¿Así que este es el trabajo, tan bueno como jugar? preguntó Afra. Gollee puso los ojos en blanco.
Un poco de ambos, y de hecho un momento de prueba para Barry, Pietro y… Hizo una pausa para hacer una mueca ligera… Morag y Kaltia.
Morag tiene edad suficiente, dijo Afra con un leve movimiento de cabeza. Lo hizo bien en Clarf durante la emergencia.
Ambas lo hicieron. Tienes una gran familia para estar orgullosos. Ah, y Rojer sigue protegiendo a Asia, ya veo.
Afra se rió entre dientes. Ella es muy capaz para que él piense así.
El intercambio había tomado breves segundos, y ahora oyeron voces 'Dini detrás de ellos, cuando Trpl de Afra y Gil y Kat de Rojer vinieron por el pasillo.
Trpl era más alto por una cabeza completa —cabeza humana—que los dos de Rojer, y obviamente estaba regalando a los jóvenes con el papel que había desempeñado en cuidar a las cuatro víctimas del desastre Clarf. Voces humanas más apagadas hacian eco respetuosamente cuando llegaron los Talentos navales que formarían parte de la fusión.
Un buen equipo, dijo Gollee, asintiendo cuando fue reconocido por los talentos de la Flota, y aceptó sus saludos con un gesto de la mano. Una de las mujeres se veía preocupada.
—No van a morder, Mimi, estoy aquí para protegerte.
—Entonces no tenemos nada que temer —dijo un alférez, sonriendo.
—Asaf Katzin, ¿no? —respondió Gollee. Un buen cinético T-3.
—¿Sabe lo que somos todos? —preguntó Asaf, deteniéndose sorprendido.
—Mejor que lo haga o el Primero Raven lo reemplazará con uno de ustedes —dijo Afra, tan solemne, que el Alférez Katzin se desorbitó ligeramente hasta que la sonrisa de Gollee lo tranquilizó.
—Pero usted no habrá tenido la oportunidad de conocer a Afra Lyon de Auriga —dijo Gollee.
—Creo que puedes decir quien es un Primero aquí sin dar nombres.
—No le hagas caso —le aconsejó Mimi a su compañero de tripulación, guiñando un ojo coquetamente a Gren, quien le devolvió el guiño.
—Si estamos todos aquí —dijo Perry cuando hubieron entrado en la sala—, me gustaría seguir con la sesión informativa. Estamos haciendo esto en cuatro equipos, con un Primero como fusión, con la asistencia de los Talentos navales. Dado que todos podemos estar en contacto, podemos utilizar cada los generadores de nuestros barcos de acogida. Xahra, estoy poniendo a Gollee y Pietro contigo en la Strongbow. Rojer tendrá a Barry y Asia para respaldarlo en la HGHL. Afra se funde con sus hijas. He extendido los talentos más fuertes de la Asimov. —Asintió con deferencia hacia el capitán Osullivan—. Elizara y yo vamos a conducir al equipo Asimov. Es posible que necesitemos hacer algún cambio después de nuestro primer día, pero eso es de esperar cuando ninguno de nosotros ha hecho nada ni remotamente parecido a lo que estamos a punto de hacer.
Incluso Xahra asintió su acuerdo con eso, ligeramente divertida por las instrucciones de su hermano.
—Tengo archivos de datos de todas las reinas que estamos transfiriendo y visuales de los barrios del continente principal que van a habitar. Afortunadamente para nosotros, los patrones invariables de los Colmeneros son de desordenada ayuda para nosotros. —Se golpeó el pecho, sonriendo—. De acuerdo con nuestro experto, Pierre Laney —hizo un gesto a la Nariz, que escuchaba con avidez la sesión— los cuartos de cualquier reina individual podrían oler un poco diferente…
—Indudablemente, lo hacen —dijo Pierre, tocándose la nariz con una expresión sabia en su rostro.
—Sí, pero el diseño de cada instalación es exactamente el mismo. Tenemos visuales en cada instalación separada, pero todas son más de lo mismo. Nuestra gente de comunicaciones ha podido transferir las pantallas de pared. Al menos así lo esperan. —Perry hizo una mueca ligera—. Pero no han descubierto cómo o dónde encenderlas o apagarlas.
—Tienen muy pequeñas criaturas que hacen eso —dijo Rojer— como descubrimos cuando pusimos en marcha la esfera en Base Lunar Fobos.
—¿Qué tan pequeñas? —dijo Perry, parpadeando por la sorpresa.
Rojer indicó las dos primeras articulaciones de su dedo índice.
—Sus túneles corrían por todas partes en la esfera. Dudo de sus agujeros fueran visibles.
—Lo son, pero parecían no ir a ninguna parte —dijo Perry, mirando su bloc de notas y comprobando algo—. Vamos a ver qué pasa. —Luego miró a su público—. Tenemos la esperanza de que hayamos hecho nuestras… renovaciones… tan bien que las reinas no lo notarán. Sin embargo, notarán los campos. No podemos transferir los cultivos. Somos buenos, pero no tan buenos. —Su risa fue respondida por sonrisas. Xahra puso los ojos en blanco ante el intento de su hermano de humor—. Por lo tanto, si hay alguna pregunta acerca de los procedimientos, yo —y los funcionarios oficiales—, estamos a su disposición.
—¿Pesos corporales? —preguntó Afra.
—Buen punto, señor —dijo Perry, señalando con el lápiz óptico al Capellano—. Hemos estimado que estará levantando el equivalente de un gran dron con las reinas, así mismo con cada establo de sus trabajadores.
Se encogió de hombros.
—Pero es carga animada —dijo Afra.
—Es por eso que hemos formado equipos. Miren sus remotos y tomen tantos asistentes de la reina como sea posible en la primera teleportación, y recojan el resto en un segundo viaje, si es necesario —respondió Perry—. Ustedes pueden tomar los trabajadores por filas…
—Lo hacen bastante fácil —dijo Rojer, preguntándose si las criaturas siquiera sabrían que habían sido levantadas.
—¿No serían frágiles los huevos? —preguntó Xahra.
—Los que están en con la reina Heinlein tienen una capa externa gruesa —dijo Rojer—. Una precaución razonable es todo lo que necesitas.
—Están en un tubo de almacenamiento, en la parte de atrás de los aposentos de la reina —dijo Perry, y trajo la visual.
—Una vez que reconozcan la forma, teleportan eso. No se agrietan. —Sus maneras sugerían que los Primeros eran más que capaces de manejar la transferencia.
—¿Dijiste que había pequeñas criaturas, Rojer? —preguntó Gollee—. ¿Qué pasa si algunas se quedan atrás y vienen en busca de mamá?
—Ustedes, por supuesto, comprobarán en cada una de las instalaciones para asegurarse de que ninguno se quede atrás —dijo Perry, un poco en su dignidad.
—La reina hará más si perdemos unos pocos —dijo Rojer.
—Las reinas heridas han ido sustituyendo progresivamente a los asistentes que fueron asesinados en la guerra —dijo Perry—. Según el informe de Thian, cuando removió especímenes para estudios, la reina contaría…
Se interrumpió y lanzó una mirada a Pierre Laney, quien le devolvió el guiño cuando Perry no terminó la frase.
—Narices, es lo que cuentan —dijo Pierre alegremente, con los brazos cruzados sobre el pecho, donde se sentó junto al Capitán Osullivan.
—Narices es entonces —dijo Perry con una ligera sonrisa—. Ellas no parecen estar interesadas en la forma que se estaban perdiendo asistentes, y los reemplazaron rápidamente.
—Es el campo y los cultivos en que van a arrojarlos, ¿no? —dijo Elizara.
—Sí, pero no hay nada que podamos hacer al respecto. Y algunos de los campos que van a poseer estará en mal estado —copntinuó Perry—. Tenemos la esperanza de que las reinas irán sólo —se encogió de hombros— a replantar o cosechar o lo que sea. Una vez más, su apego a la tradición incluye sus plantaciones. Los mismos cultivos aparecen una y otra vez. Por supuesto, no en el mismo orden, porque algunos de los vegetales requieren diferentes suelos y/o más riego. Pero eso debe ser un desafío para cada reina, poner su dominio individual en orden tan pronto como sea posible.
—Bueno, esperemos que asuman el reto con el espíritu con el que se presenta, y más espacio para expandirse —dijo el capitán Osullivan—. ¿Alguna pregunta más? —Miró alrededor de la habitación.
Como no había ninguno, el Capitán Osullivan se levantó.
—Entonces vamos a proceder al hangar principal. La Washington es una nave grande, pero queremos que todos nuestros Talentos esten sentados en la misma cámara para la fiesta de esta noche. ¿O sería más fácil que ustedes mismos se teleporten abajo?
—Aquellos de nosotros que pueden que lo hagan —dijo Perry— dejando a los ascensores para aquellos que no pueden.
Tomó la mano de Adela en la suya y desapareció. Inmediatamente la mitad de la asamblea siguió su ejemplo.
—Podría llevarlo, capitán Osullivan, si no le importa el tipo de transporte —dijo Elizara—, y Pietro le puede transmitir, Sr. Laney.
—Pierre, por favor, Elizara.
Entonces la Nariz se volvió a Pietro y extendió las dos manos.
—Cuando estés lis…
—Perfectamente hecho —dijo Osullivan con una sonrisa.
—Presumido —dijo ella, pero al instante siguiente se enfrentaba a Osullivan en la cubierta del hangar principal, donde estaba dispuesta una formación en U, con mantelería blanca que brillaba bajo las luces del techo, colocada para los muchos comensales. A un lado, en una línea recta, los capitanes y oficiales ejecutivos de los otros barcos esperaban la llegada de los invitados con Talento. El hangar principal había sido limpiado de su grasa y aceite de costumbre y estaba impregnado de aromas que activaron las glándulas salivales de todos.
—¡Ah, excelente! —dijo Pierre, levantando su mano, uniendo el índice y el pulgar, y luego inhaló profundamente.
—¡Magnífico! ¿Puedo acompañarte a tu asiento, Elizara?
Y fue una magnífica comida. El capitán agradeció varias veces a los Primeros por traer las materias primas frescas: carnes, pescados, verduras, quesos, frutas y dulces que la cocina de la Washington había transformado en una elegante comida.
Una vez que se terminó la comida y todo el mundo estaba saciado con buena comida y vino, Perry se puso de pie y sugirió que una buena noche de descanso sería fundamental para el esfuerzo de la mañana.
Los invitados fueron escoltados a los transportes de personal en las bahías de botes más pequeñas y regresaron a las naves que los alojaban.
A la mañana siguiente después de un desayuno sólido para sostenerlos en sus labores, los talentos se reunieron en las cabinas designadas para su uso: sofás conformables, pantallas, un expedidor y un ingeniero, así como asistentes para realizar un seguimiento de los avances en la pantalla y en las anotaciones. A un lado de las pantallas grandes estaba un gran esquema de las instalaciones de una reina y el mapa que mostraba que reina iba a ser transferida a que lugar en el continente principal. Los objetivos de cada uno de los cuatro equipos eran de un color diferente.
—Muy organizado —fue el comentario de Xahra cuando el capitán Halsted la llevó a la sala comedor de la Strongbow, que había sido convertido para este uso.
—Muy bien hecho —acordó Gollee Gren cuando él y Pietro la siguieron—. Tan bueno como tengo en Blundell —añadió amablemente, y atrapó pensamientos asustados de ambos T-1.
Xahra sonrió mientras comprobaba los otros servicios. Hubo un toque cortés en la puerta antes que los cinco Talentos menores a bordo de la Strongbow reportaran estar listos para el servicio y se pusieron en posición de firmes cerca de las sillas acolchadas dispuestas detrás de los tres grandes talentos.
—¿Debo permanecer aquí? —preguntó cortésmente Halsted.
—No nos va a molestar —dijo Xahra, y tomó asiento, haciendo un gesto para que todos pudieran sentarse—. ¿Tiene el orden de… transferencia, expedidor?
—Sí, señora —fue la respuesta inmediata.
—Ingeniero, prepárese para efectuar la gestalt. Gollee, empecemos la Operación Conmutador… para el número cincuenta y cuatro verde.
El expedidor destacó el número cincuenta y cuatro en el mapa, y su destino en el continente principal, y los dos aposentos aparecieron en pantalla: el que tenía sus ocupantes aseando su reina, el otro vacío y listo para recibir a sus nuevos inquilinos. El zumbido del generador aumentó.
—Gollee, fusionar. Pietro, Sam, Jennifer, Elías, Amós, Kathleen … — Xahra se detuvo justo en el momento de reunir las mentes fusionadas con ella, entonces:
—¡AHORA!
Un profundo ruido repentino en los generadores y luego la reina con todas las criaturas, fue transportada desde sus locales originales a su nuevo dominio.
—Vamos a esperar por ella —dijo Xahra, con los ojos pasando de una pantalla a otra—. Uuups. Uno acaba de entrar, a la derecha del escenario —dijo ella, y lo arrojó a su nueva sede. Se oyó claramente un chillido.
Durante un largo momento, la reina se quedó quieta, luego, lentamente, majestuosamente, se irguió sobre las extremidades traseras, mirando al frente de ella.
—Ajá —dijo Gollee— ¡se dio cuenta de que la pantalla no es la suya!
De debajo y alrededor de ella, podría ser visto el movimiento, pero incluso con los remotos ajustados para recibir imágenes en la oscuridad habitual de una Colmena, los observadores no pudieron decir dónde y qué fue enviado. Entonces, de repente, un resplandor verde perceptible bañó a la reina. Ella se sentó de nuevo.
—Sospechó simplemente un corte de energía —dijo Gollee, riendo. La reina apenas se había instalado de nuevo cuando se levantó y revolvió a una velocidad inesperada por su túnel… más allá del alcance del remoto.
—¿Podemos obtener un arreglo externo de la transferencia cincuenta y cuatro? —preguntó Xahra.
—Estoy trabajando en la transferencia de pantalla, señora —dijo el expedidor—. En la pantalla tres.
Esta mostraba el exterior del punto de recogida. La reina, corriendo con una velocidad vertiginosa y seguida por sus acompañantes masculinos, corrió a la cima de su instalación y se levantó, girando lentamente para inspeccionar los campos. Movió sus extremidades inferiores.
—La reina de todo lo que ella vigila —comentó Gollee.
—No creo que le guste lo que ve —dijo Pietro.
—Ni un poquito —acordó Gollee.
—Vamos a poner sus trabajadores en su lugar, ¿de acuerdo? Ella va a estar llamándolos y será mejor que respondan o habremos arruinado la maniobra —dijo Xahra, y los generadores aceleraron.
—Expedidor, vamos a ver los garajes allí.
Las pantallas se dividieron en varias secciones más pequeñas. Rápidamente Xahra se apoyó en la combinación y una establo tras otro, los trabajadores fueron trasladados de un centro a otro. Inmediatamente, las filas comenzaron a moverse.
—Lo conseguimos a tiempo.
Gracias por la advertencia, Xahra. La voz de Perry vino a ellos. Creo que cogimos la número uno en su siesta matutina. Ah, ahora ella está despertando a la conmutación. Maldita sea. ¿Por qué no hemos transferido sus diseños de pantalla también?
La número cincuenta y cuatro está enviando a sus hijos en hordas, dijo Gollee cuando las filas salieron rodando del edificio, de dos en dos, cada fila turnándose hasta los campos. Si ella los está poniendo a trabajar, parece estar instalándose en sus… nuevos barrios bastante bien.
Los campos pisoteados estaban más lejos de los aposentos de las reinas, ya que cada uno había intentado proteger sus tierras hogareñas.
La reina se mantuvo en su posición, girando lentamente para asegurarse que los trabajadores estaban llegando a los campos dañados antes de que ella bajara sobre todas las patas y descendiera a la oscuridad interior y volviera a su colmena. Ella llegó y pudo ser vista poniendo su cara cerca de la pantalla, antes de que retrocediera y volviera a la posición en la que había sido vista primero.
—Uno menos y cincuenta y tres más por hacer —dijo Gollee.
—Tenemos que hacer primero los huevos, ya sabes —dijo Xahra—. Vamos a ver si podemos ponerlos en la misma canasta.
Esa fue la parte más difícil, como todos ellos admitieron, tratando de mantener los ovoides sin deslizarse fuera de su teleportación. La primera vez que lo intentaron, la mitad de los huevos eludió su agarre. Otra parte cayó a la pista abandonada de la Colmena de la reina. Estos tuvieron que ser recogidos.
Tomen los lados, Gollee y Pietro, tomaré arriba y abajo, dijo Xahra.
¿Por qué, dijo Pietro, no pensamos en un manguito alrededor de ellos para que no puedan escapar?
Eso no es un mal concepto, acordó Gollee.
Una media es mejor porque tiene dedos y nada puede deslizarse por la parte inferior, fue la enmienda de Xahra.
Mejor que mejor.
Entonces vamos a hacerlo. ¿Listo? preguntó Xahra a su tripulación.
—Cuando esté lista, señora —dijo Amos, que era el telépata receptor.
Esta vez la transferencia funcionó sin problemas.
—Whee, esto es una teleportación y media —dijo Gollee.
—Estás fuera de práctica —dijo Xahra con un desprecio burlón en su voz—. Expedidor, podemos tener las coordenadas para el número cincuenta y tres.
—Sí, señora.
No seamos tan descuidados esta vez. En el doble, la reina y su pandilla en primer lugar, los trabajadores en segundo y los huevos en tercero. Entonces podemos ver la reina reaccionar, dijo Xahra.
Ahora, ahora, tenemos que aprender los trucos de hacer estas teleportaciones masivas, dijo Gollee alegremente. Xahra le lanzó una mirada de asombro.
¿Qué quieres decir?
Quiero decir que si esto tiene éxito en prevenir otra guerra en Xh-33, seremos aptos para hacer esto en otros planetas ocupados en los que debemos evitar matanzas similares.
¿Lo somos?
Pietro parecía encantado con la perspectiva aunque Xahra no.
Habla por ti, Gollee, dijo ella más bien con aspereza.
Oh, lo hago. Y todos nosotros obedecemos al Primero de la Tierra. Un toque de reprimenda su tono, pero cuidadosamente había hablado sólo a Xahra. Pudo ver el rubor en sus mejillas.
—Vamos a manejar el número cincuenta y tres, ¿de acuerdo?
Y lo hicieron, con expedición y eficiencia, sin que faltara ni un huevo o un minúsculo corredor.
Señor, dijo el Primero Thian al Primero de la Tierra desde la Washington, en órbita alrededor de su segundo planeta objetivo ocupada por Colmeneros. Éste tiene doce instalaciones vacías. Fue uno de los que enviaron su esfera detrás de nosotros… o más bien, salió para unirse a la esfera en dirección al sistema con el tipo correcto de primaria.
¿En serio? respondió Jeff Raven con interés repentinamente activo. ¿Sólo doce? ¿Has estado abajo en la superficie ya?
Hemos hecho pruebas iniciales, señor, y podemos investigar si lo desea. Parece que hay una gran cantidad de tierra cultivable para que se expandan hacia ella.
Necesitamos tener lecturas GC en al menos doce colmenas para estar seguros de lo básico… por decir, la salud y el bienestar… de las reinas. Cuantos más datos tengamos para comparar, mejor podremos planificar la contención de las reinas Colmeneras.
Thian rió.
Como desee. Y, ah, ¿cómo está la Operación Conmutador?
Jeff Raven se echó a reír.
Con el poder masivo de ocho finos Primeros, la conmutación va muy bien. Tenemos dos días más de desplazamiento por hacer. Hacen un promedio de alrededor de diez al día. Algo complicado pasar esos huevos de una canasta a otra. El joven Pietro pensó en una manga y Xahra elevó esa noción a una media justo en el momento que Elizara pensó en un vendaje tubo.
Sí, respondió Thian recordando cómo habían sido almacenados en la Gran Esfera, eso sería difícil. No hacen un paquete prolijo, como hacen los trabajadores. Sin embargo, los que cayeron fuera no parecen haber sido dañados, ni tampoco su caida preocupó a las reinas.
Tenían más en sus mentes que huevos tambaleantes bajo los pies. Jeff Raven envió a Thian un destello de un informe de los trabajadores enviados por las reinas a los campos.
Tu padre, tu hermano y tus dos hermanas se han desempeñado muy bien, me dice Gollee.
¿Tú enviaste a Gollee Gren por ahí?
¿Por qué no? Un cambio es tan bueno como un descanso. Amplía su visión de la vida. Hubo una pausa. Tu abuela me informa que la perspectiva de Gollee Gren es bastante amplia. Tráeme algunas lecturas GC y datos para comparación, ¿quieres, Thian? Queremos intentar la suave lluvia de Pierre Laney en ese planeta y ver si es tan eficaz como esperamos que será en Xh-33. El olfato puede ser más poderoso que un misil después de todo. Una risa. La disuasión del futuro, altera las perspectivas alterando el olor del ambiente. Ojalá pudiera aplicar eso a ciertos elementos de la Tierra.
Entonces, el toque de la mente de Jeff Raven dejó a Thian.
—¿Algo no está bien, Thian cariño? —le preguntó Alison Ann Greevy.
—Más gatear túneles —dijo con un suspiro—. Para llegar a comparar pestes y todos los datos que podemos encontrar.
Ella se rió, desgreñando su pelo.
—Tú sabes que amas cuando te paras justo enfrente de una reina y ella ni siquiera da un grito.
—Me gusta esa parte. —Thian se alisó el pelo—. Es ese maldito traje de materiales peligrosos… y la descontaminación y desodorización después.
—Sí, pero ese traje mantiene el aguijón-pzzt fuera, ¿no? —dijo Gravy.
—Lo hace. —Se levantó del sofá y dio las cuatro grandes zancadas a la puerta al puente—. Mejor le digo al Almirante. Ah, dulce, la Operación Conmutador va bien.
—¡Las maravillas nunca cesarán!
—Espero que no.
Thian hizo, sin embargo, reducir el tiempo de la onerosa asignación organizando doce equipos, todos ansiosos por la oportunidad de hacer una inspección en directo de una instalación Colmena. Había suficientes T-3 y T-2 en la Primera Flota para acompañar a cada equipo en caso de problemas. No es que uno esperara nada de las reinas distantes, pero él no estaba dispuesto a tener a nadie bajo su guía convertido en una víctima. Se preguntó qué podría provocar a una reina Colmenera a la acción… además de la comprobación de sus campos. ¿Seguramente debía haber habido algún tipo de reconocimiento entre las reinas en Xh-33 que habían sido retirados de sus aposentos originales?
Gravy fue con él esta vez, y ella estaba bastante más impresionada de lo que había estado por los elementos visuales y todos los informes que había hecho.
—Claro, una cosa es escuchar y otra ver —comentó ella, después de haberse aferrado a su mano cuando entraron en los aposentos de la reina.
Con la familiaridad de muchas de tales visitas, sus equipos recogieron las muestras de aire y suelo, tanto dentro como fuera de la instalación, contaron los trabajadores, comprobaron para estar seguro de que ninguno de ellos lucía nuevos accesorios tipo maza en sus extensiones y regresaron a la Washington. A media tarde, Thian pudo enviar el transporte con las muestras cosechadas y detalles de nuevo al Primero de la Tierra. Recibió la fórmula de la feromona “lluvia suave" que se estaba utilizando en Xh-33. Esta iba a ser difundido en un aerosol sobre las tierras, para dispersarse a través del suelo y por lo tanto en la comida y las Colmenas.
—Tendríamos que revisar periódicamente —dijo el almirante, sacudiendo la cabeza como si no acabara de creer que tal expediente fuera suficiente.
—Espero que sí, señor —aceptó Thian amablemente—. Pero eso no tomará más que uno de los exploradores rápidos, con un T-2 a bordo, en lugar de una flota.
—Cierto, cierto —dijo Ashiant, todavía no realmente convencido, como percibió Thian por su lenguaje corporal.
—Sus órdenes son ahora dejar este sistema y pasar al siguiente que haya sido catalogado como ocupado por Colmeneros.
Ashiant dio unos golpecitos en el informe correspondiente.
—Hmmm. Siete días de distancia a la máxima velocidad. Ah, bueno, uno más en nuestro camino a casa. Gracias, Thian
—Thian amor —comenzó Gravy esa noche cuando estaban listos para la cama—. Si tenemos que revisar todos y cada uno de esos sistemas sospechosos en nuestro camino de regreso, no hay razón por la que no pueda pedir la licencia de maternidad, ¿verdad? Quiero decir, Laria está trabajando su Torre y las reglas de la marina me permiten trabajar hasta que yo esté demasiado torpe… y… bueno, ¿te importaría ser padre?
Thian se volvió hacia ella, con el rostro iluminado con su deleite. Cruzó la distancia entre ellos y la abrazó fuertemente.
—¿Te importa? ¡Tenía la esperanza de persuadirte a considerarlo!
—Yo no necesito de mucha persuasión, Thian amor —dijo coquetamente, y extendió la mano para alisar hacia atrás su mechón blanco antes de enmarcar su rostro con las manos—. De hecho, dejé la prevención en caso de que estuvieras…
Su respuesta le mostró lo mucho que apreciaba su buena voluntad. Laria podría tener la primera nueva generación de Lyon, pero con esa cooperación obvia, él y Alison Ann no estarían muy lejos. Y un "acontecimiento feliz" sin duda haría la larga búsqueda de mérito en personal, así como en profesional.
La Operación Conmutador se completó dos días después. En varias de las colmenas abandonadas, diminutas criaturas habían sido encontradas corriendo en círculos y fueron teleportadas a sus nuevos hogares respectivos.
Mientras que una atmósfera de celebración marcó el final de la cena a bordo de la Asimov, a la que asistieron todos los Talentos que participaron y los capitanes, cada implicado tenía la esperanza tácita de que la "suave lluvia" tendría efecto a largo plazo. Ciertamente, el potencial para la guerra a otras reinas en Xh-33 había sido desactivado.
El Capitán Osullivan tenía órdenes del Alto Consejo para dejar la Strongbow y la MS KLLM en órbita, manteniendo una estrecha vigilancia, con el Comandante Makako en la Base Lunar en Xh-33. Tenían una cantidad suficiente del compuesto de suave lluvia de Pierre Laney para empapar el suelo: el compuesto de feromonas impregnaría la atmósfera y la derivaría hacia abajo a los aposentos de las reinas. El informe de Thian Lyon en la Primera Flota había confirmado que el último mundo ocupado por Colmeneros que había investigado no estaba en peligro de estallar en disputa, y el aerosol de feromonas saturando el suelo debía tener el efecto calmante necesario. Si el mundo más antiguo ocupada por Colmeneros nunca se había permitido la sobreproducción de trabajadores para requerir colonización, tal vez esa había sido la intención original, no las emigraciones constantes y la "esterilización" de otros planetas y sus formas de vida indígenas. Sin embargo, había muchas preguntas sin respuesta. Esos mundos que los Colmeneros habían ocupado, u ocupaban, tenían que ser identificados. En el curso de esa investigación de amplio alcance, podrían estar disponibles más planetas para Mrdinis y Humanos.
—Nuestros movimientos hacia las estrellas no son tan diferentes de los Colmeneros, después de todo —comentó Pierre sotto voce al capitán Osullivan.
—No, no lo son —respondió Etienne Osullivan. Se había entretenido en ese pensamiento en varias ocasiones, con un poco de disgusto privado—. Excepto que cualquier mundo con una forma de vida protoconsciente en evolución está prohibido para nosotros y nuestros aliados Mrdini.
—Es cierto —respondió Pierre con una sonrisa tensa—. ¿Pero no deberíamos también limitar nuestro engrandecimiento cuando lo hemos criticado en otro?
—Esa no es mí decisión.
Osullivan estaba extremadamente contento de eso.
—Tampoco mía. Simplemente hago una observación. Pero esta ha sido la tarea más estimulante de toda mi carrera —continuó Pierre, girando ociosamente su copa por el tallo mientras pensaba. Luego la levantó hacia Osullivan.
—Este ha sido un matrimonio de lo científico y lo psíquico.
—En efecto lo ha sido —dijo Osullivan, levantando su copa para tocar la de Pierre. —Se podría decir enviado por Dios.
Pierre cogió el juego de palabras y se rió con admiración antes de que terminara el vino en la copa.
—Soy escasamente Dios o un dios, capitán, pero tengo la mejor nariz de la galaxia. Nunca esperé ni una vez que mi Talento resultaría de valor a mi profesión.
—Todos servimos, Pierre, cada uno a su manera.
Jeff Raven trajo de vuelta a la Rowan en sus aposentos de Calisto la noticia de que la investigación de Zara había dado sus frutos.
—Quieres decir, ¿no es cierto?, que no nacerá ningún fruto —dijo la Rowan, encerrada en el abrazo de bienvenida a su marido. Podía sentir la sensación de logro que vibraba a través de su cuerpo, sin necesidad de tocar su mente.
—Lo que sea —dijo, riéndose de su corrección. La soltó un poco para que, con su brazo envuelto alrededor de su cintura esbelta, pudieran entrar en el comedor, donde la cena le esperaba. Valoraba que su esposa prefiriera cocinar sus comidas. Disfrutaron de la tranquilidad de sus horas de la tarde juntos. Ambos estaban de guardia para emergencias, pero ambos también habían entrenado a sus asistentes en Blundell y Calisto Torre para diferenciar un problema "real" de algo que podría ser resuelto por ellos o por la mañana.
—Es curioso que la solución a nuestros dos grandes problemas deban estar vinculadas a las feromonas.
—Sin duda juegan un papel más importante en las interacciones de todas las especies conocidas de lo que nunca di cuenta —dijo Jeff Raven mientras retiraba la silla de ella y la sentaba en la mesa—. Esperemos que se pudieran encontrar estos remedios simples a todos nuestros problemas.
Llenó sus copas antes de sentarse. Luego respiró hondo los aromas que flotaban sobre los platos cubiertos calientes.
—¡Esto huele genial!
—Es el sabor que realmente importa—, dijo la Rowan, y luego movió un dedo—. Vamos a pensar más acerca de los problemas, amor.
Jeff sonrió a su amor.
—Un brindis primero, para Pierre y su nariz, para nuestros hijos y sus hijos y para los que van a tomar nuestros lugares: Que tengan el sentido… y los olores… para proporcionar la paz en toda la galaxia.
—¡Por la paz!
Fin