Entrevista con Ann Leckie

Pregunta. La honrada Breq, Esk Una o Justicia de Toren es un personaje único en el sentido de que tiene un cuerpo humano y, al mismo tiempo, es una inteligencia artificial. ¿Cómo surgió la idea y cuáles fueron los principales retos y oportunidades que se te presentaron?

Respuesta. Breq en sí misma no supuso un reto tan importante como Justicia de Toren o incluso Esk Una. Describir la experiencia de tener no solo una nave inmensa como cuerpo, sino también cientos y, a veces, hasta miles de cuerpos humanos que ven, oyen y hacen cosas todos al mismo tiempo… La simple idea me impidió empezar a escribir durante mucho tiempo. ¿Cómo les explicas a los lectores esa experiencia? Podía intentar describir la enorme cantidad de sensaciones y acciones, pero entonces el foco de la historia sería tan difuso que resultaría difícil discernir cuál era el hilo principal. Por otro lado, podía reducir la descripción a la experiencia de un solo segmento de Esk Una, pero entonces perdía uno de los aspectos que realmente me atraían del personaje y, al mismo tiempo, parecía que Esk Una fuera más independiente de la nave de lo que era en realidad.

El personaje Justicia de Toren ve muchas cosas, de modo que podía utilizarla como una narradora esencialmente omnisciente. La nave conoce a sus oficiales íntimamente y percibe sus emociones. También puede presenciar cosas que ocurren en distintos lugares a la vez, de modo que podía narrar la historia en primera persona y, al mismo tiempo, aprovechar esa capacidad del personaje de estar en lugares distintos al mismo tiempo siempre que lo necesitara. El personaje me ofrecía una hábil solución a uno de los límites más obvios de una narración en primera persona.

P. En la novela nos muestras, con gran detalle, elementos de la cultura Radch, pero al leerla, uno tiene la sensación de que sabes mucho más de esta civilización de lo que cuentas en Justicia auxiliar. ¿Puedes hablarnos de qué fue lo que te inspiró el imperio Radch?

R. En realidad no puedo decir que un caso concreto del mundo real inspirara la creación del Radch. Lo construí pieza a pieza con el paso del tiempo. Una vez dicho esto, sí que es verdad que algunas piezas están inspiradas en la realidad. Adopté algunas cosas de los romanos. Aunque la teología de las radchaais no es específicamente como la romana, su actitud hacia la religión es bastante similar, en concreto la forma en que los dioses de los pueblos conquistados pueden ser integrados en el panteón propio. Y también la atención que prestan a los augurios y objetos adivinatorios, aunque la lógica radchaai que hay detrás de ellos es diferente.

Los romanos sin duda han constituido un modelo que ha inspirado a muchos escritores en la elaboración de imperios interestelares. Roma constituye un fantástico ejemplo de un gran imperio que, de una u otra forma, funcionó durante mucho tiempo en un territorio muy extenso. Además, durante ese tiempo, ocurrieron todo tipo de sucesos dramáticos como guerras civiles, asesinatos, revueltas, separación de algunas partes que luego fueron anexionadas de nuevo e importantes cambios en la forma de gobierno, que pasó de ser una república a un principado. Hay en aquella época toneladas de material, y lo que ocurrió entonces todavía sigue reflejándose en la historia actual europea. No hace tanto tiempo que el griego y el latín formaban parte del currículo escolar en Occidente y que leer a Virgilio, Ovidio, Cicerón, César y tantos otros escritores de la antigüedad formaba parte de la educación.

Sin embargo, yo no quería que mi futuro imaginado fuera un reflejo fiel de aquella época europea. Las radchaais no son los romanos del espacio.

P. Aunque Justicia auxiliar es tu primera novela, ya has publicado varios relatos cortos. ¿Tu forma de escribir varía según la longitud de la historia? ¿Qué puedes explicarnos sobre tu forma de escribir?

R. Cuando empecé a escribir en serio descubrí que, de una forma natural, elaboraba historias largas, y que escribir relatos cortos me resultaba difícil. Por una parte, esto se debe a que era una escritora novel, pero, por otra, a mi forma personal de escribir. Empiezo con el esbozo de una idea y el siguiente paso consiste en elaborar el entorno. Para mí, el entorno es una parte importante de los personajes, pero hacer que los personajes actúen sin ofrecer muchos detalles del entorno para que la motivación de esas acciones no resulte muy evidente requiere un trabajo meticuloso por mi parte, al menos mientras escribo.

Las personas somos quienes somos debido al mundo en el que vivimos, y el mundo es como es debido a las personas que vivimos en él. Si escribes sobre hechos ambientados en el mundo real y sobre una época cercana a la presente, puedes evocar el entorno y el contexto histórico con pocas palabras. Pero yo suelo escribir sobre mundos fantásticos y alternativos y ópera espacial, y evocar la historia y la cultura de esos mundos puede resultar un poco complicado. Esto requiere mucho trabajo o una capacidad de exposición sumamente eficiente.

A mí, personalmente, me gusta trabajar con un marco amplio. Me gusta la sensación de que el mundo se extiende mucho más allá de los límites de la historia, y una forma de transmitirlo es a través de los pequeños y cuidados detalles.

En un relato corto hay poco espacio para trabajar. A los escritores noveles a menudo se les advierte que cada escena debe cumplir dos objetivos como mínimo, pero para mí, cuando escribo relatos cortos, dos objetivos es demasiado poco. Todas las escenas deben cumplir tantos objetivos como sea posible y todas las frases tienen que tener una justificación. En los relatos cortos, a pesar de que una frase tenga dos o más finalidades, si puedes eliminarla y la historia sigue siendo comprensible, entonces es mejor que la elimines.

Algunas ideas son adecuadas para historias largas, mientras que otras, aunque introdujeras tanto material extra como pudieras, no conseguirían superar las mil palabras. Con el tiempo descubrí que, si quería escribir relatos cortos, tenía que aprender a extraer un fragmento de una idea amplia o comprimir una idea amplia en un espacio pequeño.

P. Tu personaje principal es famoso por su conocimiento enciclopédico de las canciones y por su entusiasmo por cantar. ¿Tú compartes ese entusiasmo? Y, si es así, ¿hay algunas piezas musicales que te hayan resultado especialmente inspiradoras mientras escribías la novela?

R. ¡Me fascina cantar! Sobre todo, con otras personas. ¡El canto coral es maravilloso! Creo que es una lástima que tantos conocidos míos tengan una relación con el canto tensa y ambivalente. El canto es un tipo de música sumamente personal y casi todo el mundo puede cantar, aunque existe una opinión generalizada en el sentido de que solo ciertas personas saben hacerlo. Muchas personas de mi entorno que afirman no saber cantar en realidad sí que saben hacerlo. Y he conocido a muchas personas que desaniman enérgicamente a todos sus conocidos a cantar. ¿Por qué razón? Ojalá todo el mundo se sintiera libre de cantar y disfrutara oyendo cantar a cantantes aficionados.

Una de las cosas que me encanta del shape note singing[1] es que no se canta para un público; nadie cuestiona si tu voz es bonita o no o si tienes talento para el canto. ¿Te gusta cantar? ¡Pues ven a cantar! No hay público, solo cantamos por el puro placer de cantar. La verdad es que, al principio, este tipo de música puede resultar chocante, pero si la idea te atrae, visita fasola.org y podrás averiguar si existe un grupo de este tipo de canto cerca de donde tú vives.

Yo no decidí desde el principio que a Esk Una le gustaría cantar, pero cuando se me ocurrió la idea de que podía interpretar canto coral, no pude evitar incorporar esta característica al personaje.

En cuanto a la música en la que me inspiré al escribir la novela, la hay de dos clases. Por una parte, está la música que escuchaba mientras escribía o imaginaba el argumento y, por otra, la música que he incluido en la historia. Respecto a la segunda, en Justicia auxiliar aparecen tres canciones reales. Dos de ellas son, ¡cómo no!, canciones de shape note singing: Clamanda, «Sacred Harp 42» y Bunker Hill, «Missouri Harmony 19». Son canciones que, por una u otra razón, vinculo con los personajes y sucesos de la historia.

La tercera canción es doscientos años más antigua que las otras dos, pero comparte su temática militar. Se trata de L’homme armé y se diría que a finales del siglo XV hasta el último mono compuso una misa basándose en esta melodía. Exagero, no tantas misas L’homme armé compuestas por monos han sobrevivido hasta hoy. En cualquier caso, en su momento fue una canción muy popular.

En cuanto a la música que escuchaba, creo que cada proyecto tiene su propia banda sonora. A veces, incluso algunas escenas concretas la tienen. La lista de canciones que escuchaba mientras escribía la novela sería larga y aburrida, pero al menos una escena no habría existido sin una canción en concreto. La escena del puente es el producto de haber escuchado demasiadas veces la canción «Lagan» de Afro Celt Sound System.

P. Justicia auxiliar es la primera de una trilogía de novelas independientes. ¿Qué podemos esperar en los volúmenes siguientes?

R. Ahora Breq tiene una nave y su prioridad es asegurarse de que la hermana de la teniente Awn esté bien y que siga así. Pero no podrá hacerlo sin involucrarse en las intrigas políticas y sociales locales que tienen lugar en el sistema Athoek, y tampoco podrá eludir las caóticas y peligrosas consecuencias de la guerra civil que estallará en el Radch. Además, cuando los habitantes de los sistemas que rodean el espacio radchaai se den cuenta de lo que ocurre, se sentirán interesados, y su interés probablemente no será amistoso. Además, no todos son humanos.