Epílogo…
Esto se acaba.
Me siento bien.
Me gusta lo que he contado, espero que te guste leerlo.
Las últimas palabras hacen el viaje de mis recuerdos de pelón a estas páginas.
Gracias, Eloy, por ese precioso prólogo. Lo acabo de recibir y me ha tocado, me ha emocionado hasta el esófago. Me entusiasmas.
Veo el grosor del libro, veo el color amarillo. Siento que esto puede fluir y fluirá.
Nada más, os dejo. Y espero que me encontréis.
Y recuerda: si crees en los sueños, ellos se crearán.
ALBERT ESPINOSA
Barcelona, agosto de 2007 (octubre de 2007)