Decimotercer descubrimiento:

«La búsqueda del sur y del norte»

Si los sueños son el norte y se cumplen, tendrás que ir hacia el sur.

Una enfermera en la UVI mientras acariciaba mi pelo y yo notaba que tan sólo tenía un pulmón.

Este consejo habla por sí mismo.

No deseo alargarme en algo que creo que es tan evidente.

¿Dónde lo oí? En la UVI. Acababa de salir de la operación de pulmón y había perdido capacidad pulmonar, un pulmón había desaparecido. ¿Qué debieron de hacer con el pulmón? Siempre me lo he preguntado.

Una enfermera se acercó y me miró. Me acarició el pelo. Me gustó mucho. A través de la mascarilla intenté agradecerle el mimo, pero seguro que mi rostro, atontado por la anestesia, debía expresar lo contrario.

Estaba hablando con otra enfermera que me acariciaba el pulgar del único pie que me quedaba. Te juro que no me lo invento. Tuvo un aspecto sexual, pero fue precioso despertar después de perder un pulmón y recibir tanto cariño.

La chica joven le dijo a la mayor: «Los sueños son el norte de todo el mundo. Si los cumples tendrás que ir al sur».

¡Me fascinó tanto esa frase! Casi me quedé sin aire… por suerte tenía un respirador, así que no tuve que preocuparme.

Se fueron y pensé: «Cuánto norte me queda por recorrer y cuánto sur conquistaré cuando cumpla mis sueños».

En mi vida fuera del hospital lo puse en práctica. A veces, si tienes suerte de cumplir tus sueños, ves cómo llegas al norte. Mentalmente veo la parte norte de mi vida, entonces busco otro sueño y me digo: «Éste debe de estar al sur».

Lo sé, estaba anestesiado y me tocaban dos enfermeras. ¿Deberías creer en este consejo tan influenciado por circunstancias externas? Respuesta: éste quizá es el que más debas seguir porque es el que más dentro me llegó.

Sur y norte. Sólo eso. Busca el sur, busca el norte. No dejes de ir de uno a otro.