8.
MISTERIOS DE UNA EXTINCIÓN
• ¿Cuándo y dónde aparece el Homo sapiens?
—Todas las pruebas indican que el Homo sapiens, nuestra especie, apareció hace entre 150.000 y 200.000 años en África centroriental, en la zona de Kenia y Tanzania. La primera prueba son los fósiles, pero es una prueba poco concluyente ya que distintos paleontólogos interpretan los mismos fósiles de formas distintas. Una prueba más reciente, y más concluyente, es la que aportan los estudios genéticos.
• ¿De qué forma aclaran los estudios genéticos dónde apareció el Homo sapiens?
—Cuanto más distintos son los genes entre dos poblaciones, más tiempo hace que se separaron en la historia de la evolución. Por ejemplo, los chimpancés y los gorilas tienen muchos más genes en común que los chimpancés y los delfines, pese a que todos son mamíferos. Por lo tanto, si se comparan las diferencias genéticas entre distintas especies o distintas poblaciones de una misma especie, se puede calcular aproximadamente cuánto tiempo hace que tuvieron el último antepasado común. Y según este cálculo genético, todos los humanos que pueblan la Tierra hoy en día provienen de un grupo que vivió en África hace entre 150.000 y 200.000 años.
• Se ha propuesto también que los neandertales se extinguieron por culpa de una infección importada por los sapiens.
—Sí, es posible que los sapiens fueran portadores de alguna infección, posiblemente de origen africano, contra la que ellos estuvieran inmunizados y los neandertales no. Esto habría provocado una gran mortalidad entre los neandertales a partir del momento en que ambas especies entraron en contacto.
• ¿Hay alguna prueba?
—Por ahora es sólo una hipótesis. Pero hay precedentes históricos. El virus del sida, por ejemplo, parece haber llegado a los humanos a raíz de contactos con chimpancés. Para los chimpancés era inocuo y para nosotros es mortal. También hay precedentes en el interior de la especie Homo sapiens. Durante el poblamiento de América por parte de los europeos, hubo muertes en masa entre los indígenas provocadas por simples resfriados, es decir, enfermedades contra las que los europeos estaban inmunizados pero ante las que los americanos estaban indefensos. Por lo tanto, es verosímil que entre los neandertales y los sapiens hubiera un intercambio de infecciones, aunque por ahora no hay datos empíricos que lo demuestren.
• ¿Podía ser suficiente una infección para acabar con una especie que ocupaba toda Europa?
—La historia de la biología está llena de infecciones que ponen en peligro la supervivencia de una especie. En cualquier caso, si efectivamente los sapiens trajeron a Europa infecciones mortales para los neandertales, es probable que los neandertales se mantuvieran alejados de los sapiens, que dejasen una distancia de seguridad para evitar infectarse. Esto explicaría un hecho que sí que ocurrió y que contribuyó a la extinción de los neandertales: a medida que los sapiens ocuparon los valles más fértiles, los neandertales quedaron arrinconados en territorios más pobres. Entonces se vieron progresivamente privados de alimentos y su población empezó a declinar mientras que la de Homo sapiens se disparó.
• Los humanos actuales tienen una gran curiosidad por comunicarse con otras especies, incluso extraterrestres. ¿Llegaron a establecer una comunicación fluida sapiens y neandertales?
—En la cueva de Saint Césaire, en Francia, se ha encontrado un esqueleto de neandertal al lado de utensilios inventados por los sapiens. Así pues, las dos especies entraron en contacto. Ahora bien, ¿cómo fue este contacto? Eso ya no está tan claro. Podría ser que el neandertal de Saint Césaire hubiera adquirido utensilios de sapiens en una transacción comercial. Podría ser que algunos neandertales hubieran visto cómo los sapiens hacían los utensilios y hubieran aprendido a hacerlos ellos también. También podría ser que algunos miembros de una especie, probablemente mujeres, hubieran ido a vivir con grupos de la otra especie.
• ¿Por qué probablemente mujeres?
—Porque en muchas sociedades humanas arcaicas, así como en las sociedades de grandes simios como los chimpancés, los machos suelen quedarse en la familia de origen mientras que las hembras suelen cambiar de grupo cuando llegan a la edad de la reproducción.
• Hablar de transacciones comerciales o de migraciones entre grupos de neandertales y grupos de sapiens hace pensar en una convivencia pacífica. Pero, ¿no es probable que hubiera conflictos?
—Evidentemente. A lo largo de la historia se ha demostrado que la convivencia entre grupos humanos distintos es una fuente permanente de conflictos. En el siglo xx ha habido genocidios en Europa. En el siglo xix el esclavismo era una práctica habitual en los países ricos. A los negros se les negaba el alma, se decía que no eran hijos de Dios y se consideraba legítimo tratarles como bestias. Y antes que a los negros, a los indígenas de América. Y antes, a los pueblos conquistados por los griegos, que acababan como esclavos. Y si retrocedemos 40.000 años, a una época donde debía haber estructuras sociales autoritarias, intolerantes, con poca diversidad de opinión, es probable que los recelos y el odio entre grupos humanos diferentes fueran aún más marcados. Pero todas estas son ideas actuales que tenemos que poner a prueba con el registro arqueológico para ver si son correctas o no.
• ¿Y qué dice el registro arqueológico?
—Que desde hace 40.000 años hasta hace 25.000 se produce una marginación progresiva de los neandertales en Europa. Por ejemplo, algunos utensilios encontrados en la Cova de l'Arbreda, cerca de Banyoles, en la provincia de Gerona, demuestran que hace 40.000 años los Homo sapiens habían llegado al nordeste de la península Ibérica. Tres mil años más tarde, la zona del lago de Banyoles, que es rica en alimentos, está cerca de la costa y cerca de las vías de comunicación naturales, en definitiva, el mejor valle de Cataluña en aquella época, está totalmente ocupado por los Homo sapiens. En esa misma época, a sólo veinticinco kilómetros de donde prosperan los sapiens, hay neandertales en la Cova deis Ermitons, en el valle de Sadernes, es decir, en un valle cerrado y pobre en recursos.
• ¿Algún otro ejemplo?
—Las últimas regiones de Europa donde sobreviven los neandertales, hace 25.000 años, son el sur de la península Ibérica y el sur de Italia. Si se tiene en cuenta que los sapiens llegaron desde Oriente, esto indica que los neandertales fueron arrinconados en zonas periféricas.
• Este patrón recuerda la dinámica de los ejércitos de ocupación. ¿Hubo guerras entre sapiens y neandertales?
—No necesariamente. La expansión máxima de los romanos no se produjo en tiempos de guerra sino de paz. Lo que sí debía haber eran enfrentamientos puntuales en el momento en que grupos de las dos especies entraban en contacto, y estos enfrentamientos debían dejar clara la supremacía de los sapiens desde el principio. Pero en el registro arqueológico no hay ningún indicio de guerra. Si la hubo, fue una guerra fría, porque no parece que los sapiens destruyeran directamente a los neandertales sino más bien que los fueron marginando en territorios pobres.
• ¿Es posible que los sapiens se alimentaran ocasionalmente de neandertales?
—Tampoco hay ninguna prueba. Ni cabezas cortadas, ni canibalismo, ni pruebas de caza u homicidios... Nada. No es imposible, pero por ahora es pura especulación.
• En un combate cuerpo a cuerpo entre un neandertal y un sapiens, ¿qué habría pasado?
—En un combate sin armas probablemente habría ganado el neandertal porque era más corpulento. Y un combate con armas seguramente habría sido equilibrado. Ambos tenían lanzas. Y aunque el arco lo inventaron los sapiens, parece que lo hicieron mucho después de llegar a Europa. Por lo tanto, no hay ninguna base para afirmar que los sapiens de hace 40.000 años tuvieran ninguna ventaja militar sobre los neandertales. Si se impusieron, fue por otro motivo.
• ¿Por cuál?
—Los sapiens explotaban de manera intensiva los recursos naturales. Grupos pequeños de sapiens ocupaban grandes territorios y los aprovechaban al máximo. Creemos que los neandertales se vieron privados de sus medios de subsistencia tradicionales y que fueron quedando arrinconados en valles poco productivos. Esto probablemente hizo que los sapiens tuvieran un gran crecimiento demográfico y que los neandertales entraran en crisis. Al final, los sapiens ocuparon incluso los valles menores donde se habían refugiado los neandertales y los neandertales continuaron su decadencia hasta la extinción.
«
• ¿La clave del éxito de los sapiens fue que desarrollaron una tecnología más avanzada que los neandertales?
—Efectivamente, los sapiens de Europa desarrollaron la tecnología auriñaciense, que en la península Ibérica apareció hace unos 40.000 años. Se trata de un sistema de talla de piedra que, en vez de aprovechar la anchura del guijarro, aprovecha su longitud. De esta forma se consiguen utensilios más largos y estrechos que con la tecnología musteriense que tenían los neandertales y se pueden controlar mejor las dimensiones de cada herramienta. Por lo tanto, se empiezan a fabricar herramientas estandarizadas que permiten, por ejemplo, que si se tiene un cuchillo con un mango y se rompe la hoja, se pueda cambiar la hoja sin necesidad de cambiar también el mango.
• ¿Tan importante es este progreso?
—Es fundamental, porque no sólo cambió la forma de tallar las piedras. Al mismo tiempo, se empezó a buscar la mejor materia prima para fabricar las herramientas. En la zona de Gerona, antes del auriñaciense, las herramientas se hacían con cuarzo, con cuarcita y con porfirita, es decir, con minerales abundantes en la región. Pero a partir del auriñaciense, en la Cova de l'Arbreda sólo se encuentran herramientas de sílex, un mineral inexistente en aquella zona. Y las herramientas no están hechas con un sílex cualquiera, como el que se puede encontrar en las comarcas de Tarragona, sino con sílex de máxima calidad, que sólo puede provenir del norte de los Pirineos.
• ¿Era el diamante de la época?
—Exacto.
• ¿Cómo llegó este sílex hasta la Cova de l'Arbreda?
—O bien aquella gente recorría cientos de kilómetros cargados de piedras, lo cual es improbable, o bien las herramientas se fabricaban en las regiones ricas en sílex y después circulaban por Europa a través de redes comerciales rudimentarias, lo cual es más probable. En cualquier caso, la extracción sistemática de las mejores materias primas representa el comienzo de la minería.
• Si las herramientas circulaban por Europa, ¿debía de haber contactos frecuentes entre los distintos grupos humanos?
—Los había. En una época muy poco posterior, en el norte de Italia, había grupos de Homo sapiens que en invierno vivían en los valles y en verano comerciaban con grupos de Austria a través de los Alpes. Pero no hay pruebas de que las sociedades de neandertales llegasen a hacer nunca este tipo de intercambios comerciales.
• Y supongo que los cambios en la búsqueda de mejores minerales, en la producción de herramientas y en el comercio provocaron otros cambios que incrementaron aún más las diferencias entre las sociedades de sapiens y las de neandertales.
—Así es, tener mejores herramientas permite conseguir más alimento con menos esfuerzo. A partir de aquel momento, pocas personas debían ser capaces de alimentar a todo un grupo. Y las personas que no tenían que ir en busca de alimentos podían dedicarse a otras actividades. Es entonces cuando se instaura la especialización del trabajo y se sistematiza el arte, porque hay gente que tiene todo el tiempo del mundo para dedicarse, por ejemplo, a pintar cuevas. Probablemente es por este motivo por el que las obras de arte son más abundantes en yacimientos de sapiens que en yacimientos de neandertales.
• ¿Los sapiens inventaron el sector terciario?
—Sí, hace 40.000 años ya se observa un inicio de sector terciario. Todavía es embrionario, pero empieza a haber comercio, producción de bienes, ocio, servicios... Puestos a innovar, los sapiens inventan incluso la actividad científica. Hay una experimentación metódica para encontrar la mejor materia prima y para mejorar el diseño de las herramientas. Igual que en el arte, hay especialistas totalmente dedicados a esta actividad, gente que investiga, gente que inventa. Los primeros einsteins.
• ¿Todos estos cambios en la organización económica y social explican que al final los sapiens ganen la partida a los neandertales?
—Posiblemente esta sea la clave del fin de los neandertales. De hecho, las dos especies convivieron más o menos en situación de igualdad durante cerca de 80.000 años, pero cuando los sapiens inventan el auriñaciense y se producen todos estos cambios, los neandertales entran inmediatamente en decadencia y se extinguen en solo 15.000 años.
• ¿Qué pasa mientras tanto en Asia, donde, como hemos visto, no había neandertales sino Homo erectus?
—Faltan datos precisos de esta época. Está claro que hoy en día no quedan Homo erectus en Asia. Pero ¿cómo desaparecieron? Según la teoría multirregional, no se extinguieron sino que evolucionaron hasta convertirse en Homo sapiens modernos. La teoría out-of-Africa, que goza de mayor aceptación entre los científicos, propone que los Homo sapiens llegaron de África hace unos 100.000 años y que acabaron con los Homo erectus de modo parecido a como acabaron con los neandertales en Europa.
• La teoría out-of-Africa implica que por lo menos tres especies humanas coexistían hasta hace 200.000 años: el neandertal en Europa, el Homo erectus en Asia y el ancestro del Homo sapiens en África. Pero a partir del momento en que entra en escena el Homo sapiens, las aniquila a todas. ¿El Homo sapiens está condenado a destruir todo lo que toca?
—Sí, pero no es una tendencia exclusiva de nuestra especie sino que es común a todo el género Homo. Hay un precedente en África cuando los primeros humanos entran en escena hace unos dos millones de años. Aquellos primeros miembros del género Homo se extendieron hasta terminar con todos los australopitecos y durante algunos cientos de miles de años fueron los dueños y señores de África. Luego se diversificaron, ocuparon nuevos territorios y provocaron nuevas extinciones.
• ¿Tiene alguna explicación esta necesidad humana de destruir?
—Digamos que es un efecto secundario de nuestra necesidad de expansión territorial. La estrategia de supervivencia de los humanos se ha basado siempre en conquistar nuevos territorios. Nos instalamos en tierras vírgenes, explotamos los recursos naturales como nos parece, cambiamos los ecosistemas, crecemos demográficamente y nos marchamos a buscar nuevas tierras. Funcionamos así desde hace dos millones de años y no hemos cambiado. Ahora hablamos de ir a la Luna y a Marte y de instalar colonias allí, y es porque tenemos una necesidad ancestral de controlar el máximo territorio posible.
• ¿Estamos genéticamente programados para salir de la Tierra?
—Hay algunas órdenes codificadas en nuestro cerebro que de algún modo nos empujan a marcharnos. Pero esto no significa que estén programadas genéticamente. ¿Por qué no pueden ser culturales?
• Porque aunque nos damos cuenta de que nuestra necesidad de expansión territorial tiene consecuencias negativas para nosotros mismos, como por ejemplo la destrucción de la selva amazónica o el cambio climático, está resultando imposible ponerle freno. Tan imposible como si fuese una necesidad genéticamente programada. Si fuera cultural, podríamos hablar del tema, podríamos ponernos de acuerdo para arreglarlo.
—Pero, ¿cómo podemos dar marcha atrás? ¿Paramos las fábricas? ¿Prohibimos los coches? ¿Abolimos la agricultura? En la cultura, igual que en la biología, hay momentos a partir de los que es imposible dar marcha atrás. Nosotros hemos llegado a un punto en que nuestra estructura cultural está más sobredimensionada que nuestra estructura biológica. Por ejemplo, se supedita la decisión de tener hijos a la situación profesional, y no al revés.
• ¿Adonde nos llevará todo esto?
—Nosotros hemos creado la cultura, pero hemos llegado a un punto en que ella nos crea a nosotros. El biólogo Stephen Jay Gould, uno de los máximos expertos mundiales en evolución, ha pronosticado que lo que aniquilará al género humano será precisamente nuestra superespecialización técnica y cultural.
• ¿Y usted cree que tiene razón?
—Es muy probable.