Carta de Paul Etter
El 14 de enero de 1964, unos días después de la realización del rescate de los cuerpos de Rabadá y Navarro, el guía Paul Etter, que dirigió la operación, envió una carta al presidente de la Federación Española de Montañismo, acompañada de dos fotografías.
Paul Etter.
Muy estimado Señor Méndez Torres:
Por fin puedo enviarle estas dos fotografías. Dentro de unas tres semanas recibirá usted de mí además algunas diapositivas en color que aún no han sido reveladas.
En relación con las dos tristes y adjuntas fotografías, las dos muestran en la parte superior de La Araña al agotado y muerto escalador Ernesto. Alberto Rabadá, el alto, está unos 30 metros más abajo en La Araña. La foto primera muestra: Ernesto Navarro colgado de su autoseguro. Llevaba un plumífero rojo, un morral rojo con cuero amarillo. Se ve en el trozo de cuerda entre los dos una clavija de hielo clavada.
Rabadá, el alto, colgaba unos 30 metros más abajo. Llevaba un anorak azul y un jersey rojo. Su morral era gris y tenía bolsillos exteriores. Desgraciadamente no hicimos ninguna fotografía de él. Estaba casi cubierto por hielo y nieve. La foto segunda muestra: que la cuerda de unos 60 metros era la mitad azul y la otra mitad roja que en la fotografía en blanco y negro aparece sólo como claro y oscuro.
De la cuerda clara, cuya mitad está recogida, ha hecho Ernesto su autoseguro que está sujeto a una clavija de hielo de la que cuelga también un estribo. En este estribo está también asegurada la cuerda de Alberto.
Dado que Alberto se había quitado sus crampones y los había dejado a su lado, se puede suponer que él murió primero. Yacía como durmiendo atravesado en el hielo y tenía el piolet sujeto al pecho con un brazo. Entonces Ernesto probablemente le habría anudado la cuerda de seguridad y ha muerto también. Pero es seguro que ninguno de los dos ha muerto por caída. Esto es todo lo que he visto y supongo […]
Me alegro de haberle podido prestar un servicio y le saludo atentamente en nombre de la cordada.
Paul Etter