Capítulo tres


¿Qué puedo hacer?


Yo solo invento algo y luego espero a que venga el hombre que necesite lo que inventé.

—R. Buckminster Fuller.


A mí me tomó algún tiempo comprender que la habilidad de Bucky Fuller para predecir el futuro no tenía nada que ver con elegir mercados bursátiles, aprovechar mercados, apostar a caballos o adivinar quién ganaría la Serie Mundial. Su visión del futuro en realidad tenía que ver con la visión misma de dios.

A Bucky le incomodaba utilizar la palabra dios porque, para mucha gente, implica un fuerte peso de «dogma religioso», emoción y controversia. Fuller no creía que dios fuera un individuo blanco, un judío, un árabe o un asiático, y por eso, en lugar de usar la palabra dios, prefería el término nativo norteamericano de: el Gran Espíritu. el Gran Espíritu es esa energía invisible que vincula todas las cosas en el «Universo», no solamente al cielo y la tierra.

Quiero que sepas que en ninguna de las ocasiones que use el término dios en este libro, estaré haciendo referencias a temas religiosos. Yo respeto mucho el derecho que tienen todos de elegir creer en dios o no, o de practicar cualquier religión. Dicho llanamente, creo en la libertad religiosa y en la libertad para elegir creer en dios o no.

Sucede lo mismo con mi opinión sobre política. No soy ni republicano ni demócrata, y no tengo ningún perro metido en esta pelea. De hecho, mi perro me agrada mucho más que la mayoría de los políticos.

LA EVOLUCIÓN HUMANA

Fuller no era un futurista en lo que se refería a los sucesos económicos. Él era un futurista en los deseos del Gran Espíritu para la evolución de la humanidad. Bucky creía que los humanos éramos experimentos de dios a largo plazo, y que habíamos sido dejados en la «nave tierra» para ver si podíamos evolucionar o no, y si sí, para saber qué haríamos después: si convertiríamos al planeta en un paraíso o en un infierno.

Fuller creía que el Gran Espíritu deseaba que todos los humanos fueran ricos. De hecho, solía decir «Hay seis mil millones de multimillonarios en la Tierra». (Claro, eso era en la década de los ochenta. Ahora tendría que decir «siete mil millones de multimillonarios»). En los ochenta, sin embargo, había menos de cincuenta multimillonarios documentados, una cifra demasiado alejada de los «seis mil millones» que Bucky esperaba. Para 2008 ya había 1150; y hoy en día, se cree que la cifra es de 1645.

Fuller afirmó que la humanidad había alcanzado un punto evolutivo crítico y que si los humanos no crecían y dejaban atrás el egoísmo y la codicia para practicar la generosidad y la abundancia, llegarían —como el experimento en la Tierra que eran—, a su fin. El doctor a menudo se refería a los ricos y a los poderosos que acumulaban la «abundancia de dios» solo para sí mismos, como «coágulos». Él creía que si los humanos no «evolucionábamos», no solamente acabaríamos con nosotros mismos, también terminaríamos asesinando la ecología de todo el planeta.

Fuller quería identificar los principios generalizados porque creía que eran las fuerzas invisibles que regían el Universo. En otras palabras, los principios generalizados eran los principios de operación del Gran Espíritu y, a su vez, el Gran Espíritu deseaba que todos los humanos y la vida en el planeta, prosperaran. Fuller calculaba que había entre doscientos y trescientos principios de este tipo. Cuando murió, ya había descubierto cincuenta. Yo conozco cinco, que son los que uso.

En sus escritos y conferencias, Fuller siempre criticó a algunos individuos codiciosos que ostentaban poder y usaban a los humanos y los recursos del planeta para beneficio exclusivo de sí mismos. El doctor creía que si los humanos no dejábamos la codicia y comenzábamos a practicar la generosidad —a trabajar para un planeta que, a su vez, trabajara para todos y para todo—, terminaríamos siendo «desalojados» de nuestra «nave Tierra». El experimento del Gran Espíritu sufriría entonces un retraso de varios millones de años. Fuller también decía que dios era muy paciente y estaba dispuesto a esperar que los humanos evolucionaran. Por desgracia, ni tú ni yo podemos darnos el lujo de esperar otro millón de años a que nuestros congéneres «entiendan el mensaje».

SERVIR A MÁS GENTE

Como ya lo mencioné en el capítulo anterior, uno de los principios generalizados que identificó Fuller, es:

«Entre a más gente sirva, más eficiente seré».

Como parte de mi trabajo para aprovechar mi segunda oportunidad, siempre que tengo que tomar decisiones profesionales, me esfuerzo en obedecer este principio. Es decir, en lugar de solo trabajar para tener más, comienzo por obligarme a pensar de qué manera puedo enriquecer a otros al mismo tiempo que a mí mismo.

Este Principio generalizado fue fundamental cuando Kim y yo tomamos la decisión de venderle a nuestro socio el negocio de seminarios porque, aunque era un negocio exitoso, tenía un número limitado de gente a la que podíamos servirle. Todo esto sucedió en 1994. Debo admitir que nos fue difícil vender el negocio porque nos gustaba mucho y porque ya habíamos logrado hacerlo crecer y dar frutos. Sin embargo, nuestra intuición nos dijo que era tiempo de seguir adelante y de buscar la manera de servir a más gente.

Aunque para 1994 ya habíamos alcanzado la libertad financiera, no fue gracias a las enseñanzas de Bucky Fuller sino a las de Padre Rico. La libertad financiera nos brindó tiempo para desarrollar nuestro siguiente negocio. En 1996, la primera versión comercial de nuestro juego CASHFLOW® se jugó por primera vez en Las Vegas y, una semana después, en Singapur. El siguiente paso consistió en desarrollar un plan de mercadotecnia para venderlo.

El juego de CASHFLOW tenía dos problemas que dificultaban su venta. Para empezar, era demasiado complejo. Uno de los expertos que contratamos nos recomendó «atontarlo» un poco para poder venderlo, pero nosotros nos negamos porque CASHFLOW había sido diseñado para ser un juego educativo, no de entretenimiento.

El segundo problema era que su producción era bastante costosa. El mismo asesor de juegos nos dijo que debíamos venderlo a 29.95 dólares. Sin embargo, para venderlo a ese precio, nuestro costo de manufactura tenía que ser menor a 7 dólares la pieza. Nuestra mayor dificultad era que la primera ronda de producción nos costó 50 dólares por pieza, los cuales incluían la manufactura en China, más el aterrizaje y almacenaje en Estados Unidos. Así pues, en contra de los consejos del experto en juegos, marcamos el precio de venta al menudeo de CASHFLOW en 195 dólares, lo cual lo convirtió en uno de los juegos de mesa más caros del mercado.

Afortunadamente, la adversidad conduce a la innovación. Es por eso que, para poder vender un juego por 195 dólares, Kim y yo tuvimos que ser muy creativos. Primero recurrimos a nuestros antiguos clientes de los seminarios y les ofrecimos un seminario de un día para mostrarles el juego; la sesión tendría un costo de 500 dólares. La primera vez lo hicimos para que se familiarizaran con el juego, y la segunda, para que entraran en él. La idea funcionó; los participantes se emocionaron y la mayoría dijo que ese día había aprendido más sobre el dinero que en toda su vida. Cuando anunciamos que los «juegos» usados estaban a la venta por 150 dólares, estos se vendieron inmediatamente. De hecho algunas personas pelearon por comprarlos a pesar de que también teníamos sets nuevos por 195 dólares.

El modelo de negocio funcionó, y entonces nació el concepto del «Club de CASHFLOW». En 2004, The New York Times publicó un artículo intitulado «The Rising Value of Play Money». El artículo hablaba de los distintos Clubes de CASHFLOW; la gente del periódico nos dijo que había identificado más de 3500 clubes en todo el mundo. Muchos de ellos siguen existiendo, y enseñando y sirviendo a más gente de lo que Kim y yo habríamos podido.

P: Si lo que quieres es servir a la gente, ¿por qué no ofreces el juego gratuitamente?

R: En algún momento consideramos solicitar préstamos del gobierno para fabricar los juegos, pero eso habría implicado obedecer la filosofía de mi padre pobre en lugar de honrar el pensamiento empresarial de mi padre rico.

Además, darle cosas gratis a la gente es lo que a veces la orilla a ser pobre. La gratuidad promueve la «mentalidad del subsidio», y esta destruye la iniciativa y la responsabilidad personal.

A pesar del alto costo inicial del juego, millones de personas pueden jugarlo gratuitamente en Internet. Asimismo, gracias a los clubes de CASHFLOW, un solo juego ha servido en ocasiones para educar a cientos de personas, también de manera gratuita. Muchos de los líderes de los Clubes de CASHFLOW de todo el mundo, apoyan la misión de Padre Rico: Elevar el bienestar financiero de la humanidad, y por eso enseñan el juego a más personas. Para estas personas no solo se trata de una lección espiritual; en el fondo saben que, entre más enseñen, más entenderán también.

La mayoría de los líderes de Clubes de CASHFLOW con quienes he hablado, me han dicho que siempre reciben mucho más de lo que dan. Es porque siguen el principio religioso: «Da y te será devuelto».

Por desgracia, hay clubes que solo presentan el juego para vender otros productos u oportunidades de negocios. Si llegas a encontrar uno de estos, quiero que sepas que, aunque yo apoyo la libre empresa, no respaldo a la gente que utiliza mis juegos como herramientas de mercadeo.

OTROS PUNTOS DE VISTA

En algún momento llegué a pasar seis meses en el pintoresco y artístico pueblo de Bisbee, en Arizona. Fue en una cárcel que había sido remodelada para funcionar como vivienda. Durante algún tiempo, John Wayne fue el dueño de aquella vieja propiedad convertida en departamento. A él le encantaba Bisbee y la zona sur de Arizona, en donde tenía un rancho muy grande.

Durante el día trabajaba en mi pequeño rancho. Me pasaba la mañana y la tarde transformando aquel viejo depósito de diligencias (punto de descanso entre Bisbee y el infame pueblo de Tombstone, en donde tuvo lugar la balacera del Corral OK), en una casa de una sola recámara; y por la noche me sentaba en la cárcel a escribir un libro. Fue un proceso muy doloroso. Hubo muchos comienzos, baches, ataques y sustos, pero finalmente, una noche, ya tarde, cansado de tanto trabajar en mi propiedad y de batallar con el concepto del libro, comencé a escribir las primeras líneas. Las palabras iniciales fueron: «Yo tuve un padre rico y un padre pobre».

Y así fue como nació el libro Padre Rico, Padre Pobre. La mayoría de la gente no sabe que el primer libro de la serie Padre Rico, se escribió como un «folleto» para vender el juego CASHFLOW.

El 8 de abril de 1997, en mi cumpleaños número cincuenta, se lanzó Padre Rico, Padre Pobre, y también nació The Rich Dad Company.

Padre Rico, Padre Pobre navegó en el mar de los libros autopublicados hasta principios del año 2000. El libro se vendió de forma viral, recomendado de boca a boca, hasta que un día, llegó a la lista de los bestsellers de The New York Times. Era el único libro autopublicado que aparecía en la prestigiosa lista.

Poco después de eso, me llamó una productora del programa de televisión de Oprah Winfrey. Sin embargo, antes de incluirme en la agenda para Oprah, quiso hablar con el hijo de Padre Rico. En cuanto verificó la historia de mis dos padres, se confirmó mi aparición como invitado en el programa.

La invitación llegó cuando me encontraba en Australia. Fue una decisión difícil: permanecer ahí o volar a Chicago para la entrevista. Una vez más, obedecí el principio de «Entre a más gente sirva, más eficiente seré»; y por eso acorté mi viaje y volé directamente de Australia a Chicago. Todavía recuerdo cuando entré caminando al escenario de Oprah. Estuve sentado junto a ella durante una hora en la que hablamos de la necesidad de educación financiera.

Mi vida cambió por completo en esa hora. Dejé de ser un desconocido para convertirme en una voz a favor de la educación financiera escuchada a nivel mundial. Convertirme en un éxito de la noche a la mañana solo me había tomado 55 años de innumerables logros y fracasos, y muchas segundas oportunidades.

No te conté esta historia para presumir ni para darme palmaditas en la espalda a mí mismo, sino porque quería darte un ejemplo de lo importante que es seguir el Principio generalizado de Bucky Fuller y las enseñanzas de mi padre rico sobre el dinero.

LOS RICOS SON GENEROSOS

En una ocasión, un reportero me preguntó si el programa Oprah me había vuelto millonario. Le contesté que yo ya era rico cuando subí al escenario. Era rico financieramente porque había pasado mi vida adquiriendo un conocimiento que no se imparte en las escuelas. En ese momento lo único que hice fue compartirlo y ser generoso con lo que ya sabía.

Mi comentario sobre la generosidad perturbó al reportero. Desde su perspectiva, para ser pudiente, la gente tenía que ser codiciosa. Cuando traté de explicarle el principio de «La unidad es plural y, por lo menos, incluye a dos» —es decir, que una persona podía ser rica siendo codiciosa pero también siendo generosa—, su mirada se tornó vidriosa. La mente del reportero era rígida e inflexible; el hombre creía que la única forma de volverse rico era siendo codicioso. En su opinión, no era posible ser rico por medio de la generosidad, y solo existe un tipo de persona adinerada: la persona adinerada avara.

P: ¿Qué sucedió después de que te volviste famoso? ¿Todo fue miel sobre hojuelas a partir de entonces?

R: No, en absoluto. La fama y el dinero hicieron mi vida más difícil. Muchos amigos tuvieron celos, mis socios se tornaron codiciosos y empezaron a robarme; y mucha gente se acercó para ver en qué podía «ayudarme». Francamente era muy difícil determinar si los que se acercaron en verdad deseaban ayudar a la misión o solo «ayudarse a sí mismos» con lo que nosotros ya habíamos creado.

La buena noticia es que con el paso de los años también llegó mucha gente honesta. Te reitero: la unidad es plural, y por eso tuvimos que aprender a aceptar lo bueno y lo malo.

LAS ÚLTIMAS PALABRAS DE BUCKY

Como ya mencioné, Fuller murió el 1 de julio de 1983. Anne, su esposa, murió 36 horas después. Ambos tenían 87 años, e incluso al morir, Bucky fue sobrenatural.

El doctor se encontraba hablando en un evento que sería el último. De pronto se detuvo de golpe y se quedó sentado en silencio por un rato. Yo no estuve presente, pero tuve la oportunidad de escuchar en una cinta de audio sus últimas palabras, las cuales trataré de parafrasear.

Bucky dijo que iba a abreviar su conferencia porque su esposa estaba sumamente enferma. Mencionó que unos días antes había tenido una premonición: que él y su esposa iban a morir juntos. Como comprendió que la muerte se acercaba para ambos, dijo: «Sucede algo misterioso». Y luego les pidió a todos que continuaran trabajando. Terminó la conferencia con su frase tradicional: «Gracias, querida gente».

Tiempo después me enteré de que él y su esposa habían hecho un pacto: ninguno vería morir al otro. Y lo cumplieron. Bucky se apresuró para ir a verla y se sentó a su lado. Ella estaba en coma. Y como si lo hubieran planeado, se recostó, colocó su cabeza junto a la de ella y murió en silencio. Ella lo siguió 36 horas después, respetando el pacto. Bucky era un futurista que incluso llegó a predecir la forma en que él y su esposa morirían. Supongo que escuchó al Gran Espíritu cuando los llamó para volver a casa.

Yo iba manejando por una carretera de Honolulu cuando escuché la noticia de los fallecimientos en la radio. Me sentí tan abrumado que tuve que detenerme para llorar. Ahora que lo pienso, me parece muy claro que en ese día tan emotivo que me quedé parado a un lado de la carretera, una parte de mi vida terminó, y otra comenzó. Recibí una nueva segunda oportunidad. Ya no sería un empresario de manufactura, ahora sería un empresario de la educación.

EL FLAGRANTE ATRACO DE LOS GIGANTES

Unos meses después se publicó póstumamente el último libro de Bucky: Grunch of Giants. Como ya lo mencioné, GRUNCH quiere decir Gross Universal Cash Heist (Flagrante atraco universal), y se refiere a la forma en que los ricos y los poderosos nos despojan de nuestra riqueza a través del dinero, el gobierno y el sistema bancario.

Cuando leí aquel pequeño pero emocionante libro, las piezas del rompecabezas comenzaron a colocarse en su lugar. Mi mente volvió atrás en el tiempo, a la época en que tenía nueve años y estaba en cuarto grado. Al día que le pregunté a mi maestra: «¿Cuándo vamos a aprender sobre el dinero?» y «¿Por qué algunas personas son ricas pero la mayoría es pobre?».

Al leer Grunch, las respuestas se fueron filtrando lentamente en mi cabeza. Fuller criticaba con fuerza al sistema educativo, pero no solo por lo que enseñaba, sino por la forma en que trataba a los niños. Esto era lo que él decía respecto a los pequeños y su inteligencia:

Todos los niños nacen siendo genios, pero esta inteligencia se va perdiendo rápidamente gracias a humanos inconscientes y/o a factores físicamente desfavorables del entorno.

Y…

He visto que todos los niños muestran una curiosidad abarcadora. Están interesados en todo, y eso avergüenza a sus especializados padres. Desde el principio, los niños muestran que sus genes están organizados para ayudarles a aprender, comprender, coordinar y utilizar… en todas las direcciones posibles.

Fuller les recomendaba a los estudiantes asumir el control de su proceso educativo. Básicamente, que hicieran lo mismo que Steve Jobs en Reed College, en Portland, Oregon. Steve Jobs abandonó la escuela para poder volver a inscribirse y estudiar exclusivamente las materias que le interesaran. Y luego jamás volvió a la escuela.

P: ¿Bucky Fuller dijo que todos éramos genios?

R: Sí.

 

P: Pero yo no me siento muy inteligente. No creo ser un genio. ¿Por qué será?

R: Porque, como Bucky dice, las escuelas y los padres despojan a los niños de su genialidad. Fuller usó una metáfora en la que comparaba a la escuela con una mina de diamantes. Los maestros cavan en la mina en busca de «diamantes» —los niños genios—; y los «rezagados», o toda la suciedad y los escombros que son arrojados al arcén, son los alumnos que, según los maestros, no tienen potencial de genios. Por eso muchos estudiantes abandonan la escuela sintiendo que no son inteligentes ni especiales, o incluso enojados con la institución y el sistema educativo.

 

P: Entonces, ¿cómo puede encontrar su genialidad una persona?

R: Hay muchas maneras. Una de ellas es cambiando de entorno.

 

P: ¿Qué tiene que ver el entorno con mi genialidad?

R: Permíteme darte algunos ejemplos. Muchos estudiantes se sienten estúpidos en el entorno del salón de clases, pero su genialidad se despierta en los campos de futbol. La genialidad de Tiger Woods cobra vida cuando está en el campo de golf. La de los integrantes de The Beatles se despertaba con guitarras y batería en el estudio de grabación. Steve Jobs abandonó la escuela pero su genialidad comenzó a florecer en su cochera, en donde él y Steve Wozniak desarrollaron la primera computadora Apple.

 

P: ¿Entonces por qué no me siento inteligente? ¿Por qué no puedo encontrar mi genialidad?

R: Porque la mayoría de la gente va de la escuela al trabajo, y estos entornos no siempre son los adecuados para que su inteligencia florezca. Muchos se pasan la vida sintiéndose insatisfechos, infravalorados y carentes de desafíos, solo porque no han encontrado el entorno en donde pueden hacer florecer su inteligencia y genialidad.

Piensa que la genialidad es algo que vive en tu interior, que es el «genio» que habita en ti. Las palabras «genialidad», «genio», «mago» e «inspiración» están relacionadas. ¿Conoces a alguien que sea un mago en la cocina?, ¿que pueda tomar ingredientes ordinarios y preparar ensaladas gourmet?

 

P: .

R: ¿Conoces a alguien que tenga «manos de jardinero»? ¿Alguien que pueda tomar tierra, agua y semillas y hacer florecer un jardín mágico?

 

P: Claro.

R: ¿Alguna vez has visto las Paraolimpiadas, algún evento deportivo para niños con capacidades diferentes? ¿Te has sentido inspirado o conmovido cuando los ves competir con todo su corazón?, ¿impertérritos a pesar de sus desafíos?

 

P: .

R: Todos esos son ejemplos del «genio en tu interior», de ese mago que somos y que puede inspirar a otros. Cada vez que el espíritu de alguien más toca el nuestro, nos sentimos inspirados.

 

P: ¿Entonces por qué la mayoría de la gente no encuentra su genialidad?

R: Porque ser genio no es fácil. Por ejemplo, alguien podría ser el siguiente Tiger Woods, pero si no dedica su vida a desarrollar su genio y su talento, la magia no surgirá nunca.

MÁS PREGUNTAS QUE RESPUESTAS

Cuando leí el libro Grunch, me surgieron más preguntas; y por primera vez en mi vida quise volver a estudiar. Me dieron ganas de volver al cuarto grado y encontrar las respuestas a la cascada de preguntas que siempre le hice a mi maestra sobre el dinero. Tenía sed de conocimiento y quería respuestas a mis preguntas: «¿Por qué en la escuela no se imparte la materia del dinero?» y «¿Qué es lo que hace que la gente rica lo sea?».

Cuando terminé de leer Grunch y continué con otros libros de Fuller sobre la educación, comprendí que las preguntas que formulé en cuarto grado habían sido resultado de mi curiosidad natural. Mis materias de estudio eran el dinero y la razón por la que los ricos son ricos. Y si me pides mi opinión, te diré que no me parece accidental que los programas académicos hayan sido «saneados» por medio de la eliminación de la materia del dinero.

En 1983 revivió el estudiante en mí, e hice exactamente lo que Fuller describía: volví a los estudios que me interesaban.

Con el paso de los años mis propios estudios confirmaron los hallazgos de Fuller: que el sistema monetario había sido diseñado para despojarnos de nuestra riqueza, y para volver más ricos a quienes ya tenían suficiente; pero no para beneficiarnos ni a ti ni a mí. La esclavitud de los otros y el robo de la riqueza de nuestros congéneres ha estado sucediendo desde que los primeros humanos poblaron la Tierra. Fuller creía que la intensa codicia y el deseo de esclavizar a otros humanos era una prueba evolutiva para ver si podíamos usar nuestro corazón y nuestra mente para crear un paraíso terrestre, o si decidiríamos convertir a nuestro planeta en un infierno y un páramo.

En su libro Grunch of Giants, Fuller describió la forma en que los ricos y los poderosos usan el dinero, los bancos, el sistema educativo, el gobierno, a los políticos y a los líderes militares para implementar sus planes. Dicho llanamente, el dinero está diseñado para mantener esclavizada a la gente a él y a quienes controlan el sistema monetario.

Resulta irónico pero, aunque Bucky Fuller y mi padre rico tenían opiniones opuestas respecto a este tema, creo que ambos estarían de acuerdo en el concepto de que el dinero esclaviza a la gente. Por otra parte, debo destacar que el hecho de que hayan estado polarizados en el tema, respalda y valida el principio generalizado de que la unidad es plural, ya que ambos discrepaban en el contenido pero coincidían en el principio.

EL PODER DEL CONOCIMIENTO

Poco después de aparecer en Oprah, una compañía de fondos mutualistas me ofreció cuatro millones de dólares para promocionarla; y aunque el dinero me agrada tanto como al vecino, sabía que aceptar la oferta significaría venderme al GRUNCH. Una de las mejores cosas de la educación financiera es que le da a la gente el poder de elegir, y de nunca tener que vender su alma por dinero.

¿QUÉ PUEDES HACER TÚ?

Ambos sabíamos que llegaría esta pregunta…

P: ¿Entonces qué puedo hacer yo?

R: En realidad hay muchas posibilidades porque el mundo está repleto de problemas. Creo que sería mejor preguntar: ¿Cuál problema quieres resolver? Dios te dio dones únicos para resolver un problema específico, ¿cuál crees que este sea? Puedes hacerlo por ti mismo o puedes unirte a un grupo u organización para resolver lo que te está causando preocupación.

Cuando mires al mundo desde la perspectiva de los problemas que puedes resolver, verás que hay mucho por hacer pero, sobre todo, mucho en lo que puedes ayudar.

Y aún queda una pregunta todavía más importante: ¿Estás dispuesto a trabajar para resolver el problema? ¿O solo lo estarías si alguien te pagara por hacerlo?.

En el siguiente capítulo aprenderás lo mismo que yo descubrí cuando quise responder a la pregunta de cómo nos despojan de nuestra riqueza a través del sistema monetario, y por qué no se imparte educación financiera en nuestras escuelas.

Cuando Kim y yo creamos el juego de mesa CASHFLOW y yo escribí Padre Rico, Padre Pobre, nuestra riqueza, ingresos y reconocimiento crecieron de manera exponencial. Lo menciono porque sé que hay quienes se preguntan en qué momento voy a hablar de lo que pueden hacer para obtener su segunda oportunidad en la vida, y seguramente eres uno de ellos.

Quienes estén pensando en tener una segunda oportunidad para su dinero y su vida, deberán preguntarse:

¿Cómo puedo servir a más gente?

 

En lugar de:

 

¿Cómo puedo hacer más dinero?

Si te haces la primera pregunta en lugar de enfocarte en la manera de hacer más dinero, estarás obedeciendo uno de los Principios generalizados de dios.