NOTA DEL AUTOR

Quizá se pueda disculpar a los ingleses el hecho de creer que la existencia de agentes dobles en altos puestos gubernamentales es sólo un fenómeno del siglo XX. Sin embargo, los escándalos de Philby, Burgess y Maclean hunden sus raíces en la traición de sir Thomas Tuberville, el cual fue manejado hábilmente por los franceses y consiguió enviarles información acerca de los planes secretos del rey Eduardo de Inglaterra. Nos consta que Tuberville envió cartas a los franceses, una de las cuales se conserva, por cierto, en la Oficina de Registros de Chancery Lane. Sabemos también que mantuvo una desleal correspondencia con el rebelde galés lord Morgan y que ayudó al rey Felipe IV de Francia a crear una gran alianza contra el rey Eduardo de Inglaterra, el cual se vio obligado finalmente a aceptar sus condiciones.

Los detalles de la captura de Tuberville se hallan envueltos en las brumas del misterio, pero ésta sólo fue posible después de toda una serie de laboriosas maquinaciones e intrigas. Fue capturado y su traición quedó al descubierto, pero no sin que antes hubiera causado gravísimos daños a la causa del rey en Europa. No obstante, a diferencia de los modernos espías, Tuberville, con justicia o sin ella, pagó la traición con su vida.

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03/11/2009