Su padre, Winton Dean
29 de enero de 1944,Querido Jimmy:
Te escribo anticipadamente para felicitarte por tu cumpleaños porque el correo del Ejército tarda una eternidad en llegar a sus destinatarios. Este año tampoco podré estar a tu lado, la guerra no se acaba nunca y recibimos cada día nuevos heridos.
¡Trece años! ¡Ya tienes trece años! ¡Si supieras cuánto me duele no verte crecer! En su última carta tu tía Ortense me dijo que habías crecido unos centímetros, que ya eres un hombrecito, la creo, cómo no voy a creerla, aunque para mí sigues siendo un niño, mi niño.
Me entristece un poco que no me escribas, supongo que estás enfadado conmigo por mi larga ausencia. Un día, cuando este país haya vengado la afrenta de Pearl Harbor y podamos llevar una vida normal, nos reuniremos de nuevo, te lo prometo. No vamos a recuperar el tiempo perdido porque nunca se recupera, pero estoy seguro de que aprenderemos a conocernos mejor.
Espero que te vaya bien en la escuela y que hagas mucho deporte. A tu edad, eso es lo que importa. El mundo que te espera es duro: tienes que estar preparado. Un fuerte abrazo de
Tu padre, que no te olvida.