No creo que haya muchas dudas acerca de que los Comentarios de César sobre la guerra en la Galia Comata sean sus despachos senatoriales, y así los he presentado; el debate moderno se da más acerca de si César publicó esos despachos todos a la vez a principios del año 51 a. J.C. o si los fue publicando de uno en uno en el transcurso de los años. Yo me he inclinado por hacer ver que publicó los siete primeros libros como un solo volumen a comienzos del 51 a. J.C.
La cantidad de detalles que hay en los Comentarios de la Guerra de las Galias es amedrentadora, como lo es el número de nombres que van y vienen para no volver a mencionarse nunca más. Por ello he adoptado una política que evita los nombres que no vuelven a oírse. Por ejemplo, en el campamento de invierno junto al Mosa Quinto Cicerón tenía tribunos militares bajo su mando, pero yo he decidido no mencionarlos. Lo mismo puede decirse de Sabino y de Cota. César siempre se preocupaba más por sus centuriones que por sus tribunos militares, y yo he seguido su ejemplo en los lugares donde un exceso de nuevos nombres aristocráticos sólo serviría para confundir al lector.
En algunos otros aspectos he «manipulado» los Comentarios sobre la Guerra de las Galias, sobre todo en uno bastante importante. Concierne a Quinto Cicerón a finales del año 53 a. J.C., cuando pasa por una situación penosa extraordinariamente parecida a la que tuvo que soportar en el campamento de invierno al principio de ese mismo año. De nuevo es sitiado en un campamento, esta vez la oppidum de Atuatuca, de donde Sabino y Cota habían huido. En pro de la brevedad he cambiado ese incidente y lo he reducido a un encuentro con los sugambros sobre la marcha; también he cambiado el número de la legión que mandaba, he puesto la decimoquinta en vez de la decimocuarta ya que es difícil saber con exactitud qué legión llevó César con tanta prisa desde Plasencia a Agedinco. La incursión de César en el Cebenna en invierno también ha sido modificada para no extenderme demasiado. César nos dice que lo vieron unos arvernos y que pusieron a Vercingetórix al corriente de ello. No obstante, nada parece haber surgido de ese hecho, ya sea debido a la incapacidad de Vercingetórix para reunir a sus tropas con rapidez o a que tomase la decisión de no intervenir en absoluto mientras César estuviese en el Cebenna. Lo que aquello desde luego no hizo fue aclararle más adelante a Vercingetórix en lo más mínimo el paradero de César. El límite de palabras impuesto por el editor dictó estas modificaciones.
Otras ocasiones, de mucha menos importancia, en que me alejo de los hechos reales han surgido de las mismas inexactitudes de César. Sus cálculos de las distancias, por ejemplo, son poco sólidos. Lo mismo ocurre, a veces, con sus descripciones de lo que está ocurriendo. El duelo entre los centuriones Pulón y Voreno se ha simplificado.
Uno de los grandes misterios acerca de la Guerra de las Galias concierne al pequeño número de atrebates a los que el rey Commio llevó en auxilio de Alesia. No he podido encontrar una batalla en la que estos hombres hubieran tenido la menor posibilidad de perecer en masa; hasta el momento de la pequeña conspiración de Labieno, Commio y sus atrebates estuvieron siempre de parte de César. Lo único que se me ha ocurrido ha sido que podían haber acudido en masa en ayuda de los parisienses, de los aulercios y de los belovacos cuando Tito Labieno masacró a aquellas tribus a lo largo del Secuana mientras César estaba enzarzado en las campañas alrededor de Gergovia y Noviodunum Nevirnum. Quizá deberíamos leer «atrebates» en lugar de «belovacos», pues los belovacos sí que permanecieron vivos en número suficiente como para resultar una gran molestia más tarde.
De nuevo en interés de la simplicidad y de la brevedad no he hecho gran cosa con algunos clanes específicos de las grandes confederaciones galas: con los tréveres (los mediomátricos y otros clanes), con los eduos (los ambarros y los segusiavos) y con armóricos (con muchos clanes, desde los esubios hasta los vénetos y los venelos).
Algunos años después de la muerte de César, un hombre procedente de la Galia Comata se presentó en Roma afirmando ser hijo de César. Según las fuentes antiguas se parecía bastante a César físicamente. A partir de esto he concebido la historia de Rhiannon y su hijo. Este invento sirve a un doble propósito: primero, reforzar mi opinión de que César no es que fuera incapaz de engendrar hijos, sino más bien que apenas permanecía el tiempo suficiente en la cama de nadie para hacerlo; y segundo, que ello permite echar una mirada más íntima a las vidas y a las costumbres de los galos celtas. A pesar de ser una fuente tardía, Amiano es muy ilustrativo al respecto.
Han existido muchos ensayos escritos por eruditos modernos acerca de por qué Tito Labieno no se puso de parte de César después de que éste cruzó el Rubicón, y por qué en cambio se puso de parte de Pompeyo el Grande. En gran medida esto tuvo que ver con el hecho de que Labieno formó parte de los clientes de Pompeyo, porque era picentino de Camerino y sirvió a Pompeyo como tribuno de la plebe domesticado en el año 63 a. J.C. No obstante, hay constancia de que Labieno trabajó mucho más para César que para Pompeyo, incluso mientras fue tribuno de la plebe. Además Labieno tenía más que ganar aliándose con César que con Pompeyo. Siempre se ha supuesto que fue Labieno quien le dijo que no a César. Pero yo me pregunto: ¿por qué no pudo ser César quien le dijera que no a Labieno? Hay una respuesta lógica que apoya esta última opinión en el «Libro Octavo» de los Comentarios de la Guerra de las Galias. El «Libro Octavo» no lo escribió César, sino su fanático y leal partidario Aulo Hircio. En un momento del libro Hircio se indigna por el hecho de que César no quiso dejar constancia de la conspiración de Labieno contra el rey Commio en el «Libro Séptimo»; le corresponde a él, asegura Hircio, dejar constancia de lo que no fue más, como los lectores de esta novela habrán visto, que un desmañado y deshonroso asunto. Yo diría que César no lo habría aprobado en absoluto. Sin embargo, la acción de César en Uxellodunum, un asunto espantoso, se hizo públicamente y delante de todo el mundo. Tal como César parece haberse comportado siempre. Mientras que Labieno era más retorcido y hacía las cosas bajo mano. A mí la evidencia parece decirme que César toleró a Labieno en la Galia porque era un hombre brillante en el campo de batalla, pero que no deseaba seguir teniéndolo en su campamento después de cruzar el Rubicón; para César una alianza política con Labieno habría sido como casarse con una cobra.
La evidencia favorece a Plutarco más que a Suetonio en la cuestión de qué fue lo que César dijo en realidad cuando cruzó el Rubicón. Polión, que estuvo presente, dice que César repitió textualmente un pareado de Menandro, poeta y dramaturgo de la Comedia Nueva, y que lo citó en griego, no en latín. «¡Que vuelen altos los dados!», sería lo que dijo, y no «La suerte está echada». Lo cual para mí resulta muy creíble. «La suerte está echada» es una frase pesimista y fatalista. «¡Que vuelen altos los dados!» es como encogerse de hombros, una forma de admitir que puede ocurrir cualquier cosa. César no era fatalista, era una persona que aceptaba el riesgo.
Los Comentarios de la Guerra Civil requirieron muchos menos ajustes que los de la Guerra de las Galias. Sólo en una ocasión he alterado la secuencia de los hechos al hacer que Afranio y Petreyo regresaran con Pompeyo antes de lo que al parecer lo hicieron. El motivo ha sido mantenerlos con más comodidad en la memoria de mis lectores profanos en el tema.
Y ahora vayamos a los mapas. La mayoría de ellos se explican por sí solos. Sólo Avárico y Alesia necesitan algunas palabras de explicación.
Lo que sabemos acerca de esas situaciones inmortales se basa principalmente en algunos mapas y maquetas del siglo diecinueve realizados en la época en que Napoleón III estaba inmerso en su Vida de César, y había puesto al coronel Stoffel a excavar Francia en busca de los emplazamientos de los campamentos y campos de batalla de César.
En ciertos aspectos he decidido desviarme de esos mapas y maquetas.
En el caso de Alesia, donde las excavaciones demostraron que César no mintió acerca de lo que había hecho, difiero de Stoffel en dos aspectos (que no contradicen la información de César, me apresuro a añadir). Primero, en los campamentos de caballería de César. Éstos, que se nos muestran como flotando libres y sin agua, tenían que estar conectados con las fortificaciones de César. También tenían que haber incorporado parte de un torrente natural en algún lugar donde a los galos les resultase difícil de desviar. Los cauces de los ríos cambian con los milenios, así que no tenemos una idea real de por dónde exactamente confluían los ríos en Alesia hace dos mil años. Estudios desde el aire han revelado que las fortificaciones romanas de Alesia eran tan rectas y regulares como era la costumbre militar romana en general. Por ello he «cuadrado» parcialmente los campamentos de caballería, que Stoffel dibuja de una manera muy irregular. En segundo lugar creo que el campamento de Rebilo y Antistio formaban el cierre del anillo de César, y así lo he dibujado. En los mapas de Stoffel ese campamento «flota», y sugiere que el anillo de César nunca estuvo cerrado. No puedo imaginar que César cometiera un error de ese calibre. Utilizar como cierre el campamento vulnerable es de sentido común, dado que no podía llevar la circunvalación por encima de la montaña. Tenía allí dos legiones para proteger las líneas a lo largo de su punto más débil.
En cuanto a Avárico, me desvío de las maquetas en cuatro aspectos. Primero, en que no veo motivo alguno para no levantar el muro que unía las dos paredes laterales a la misma altura que esas mismas paredes laterales. El hecho de tener la misma altura da origen a una plataforma de lucha apropiada adonde las tropas pudieran acudir de todas partes a la vez. En segundo lugar no veo por qué las torres de defensa se habrían erigido encima de los muros, justo donde las planchas de las torres de César se hubieran venido abajo. En una tribu famosa por su abundancia de hierro como la de los bitúrigos, seguramente era más probable que hubiera protecciones de hierro enfrente de las torres de César; las torres de los aváricos habrían sido más útiles en otra parte. En tercer lugar he reducido a la mitad los parapetos que esas maquetas han puesto en el exterior de los muros laterales y que no sirven de mucho para hacer subir tropas a lo alto de la plataforma de asalto. Yo creo que esos parapetos en particular daban protección a los zapadores romanos. En cuarto lugar no he dibujado ningún refugio ni empalizada encima de la plataforma de asalto; no porque no estuvieran allí, sino más bien para mostrar qué aspecto tenía la plataforma en sí.
Respecto a los dibujos (no incluidos en el apéndice a esta edición digital), en este libro no hay muchos. El parecido de César es auténtico. También lo es el de Tito Labieno, que se dibujó a partir de un busto de mármol pulido que hay en el museo de Cremona. Es muy difícil captarlo con luz reflejada. Se dice que el de Enobarbo es auténtico. El parecido de Quinto Cicerón está tomado de un busto que se dice que es de su famoso hermano, pero el examen de dicho busto nos dice que no se trata de Marco Cicerón. La forma del cráneo es completamente errónea, y el sujeto es mucho más calvo de lo que siempre se ha representado a Cicerón. Sin embargo hay un pronunciado parecido con Cicerón. Digo yo, ¿y no podría tratarse de un busto de Quinto, el hermano menor?
Vercingetórix está tomado del perfil que se encuentra en una moneda.
El parecido de los dibujos de Metelo Escipión y de Curión no proviene de una fuente auténtica, sino que está tomado de bustos del siglo I a. J.C.
El dibujo de Pompeyo el Grande está tomado del famoso busto de Copenhague.
Hago todas estas investigaciones personalmente, pero hay varias personas a quienes tengo que dar las gracias por su infatigable ayuda. A mi editor de siempre, a la profesora Alanna Nobbs, de la Universidad de Macquarie, en Sidney, y a sus colegas; a Joe Nobbs; a Frank Esposito; a Fred Mason; y a mi marido, Ric Robinson.
acto recto. Expresión utilizada por los que suscribían las doctrinas del estoicismo. Significaba que el acto era bueno, apropiado, correcto.
Agedinco. Oppidum llamada en latín Agedincum y perteneciente a los senones. Son los senes modernos.
ágora. Era el espacio abierto, normalmente rodeado de columnatas o de alguna clase de edificios públicos, que servía en las ciudades griegas o helénicas como lugar de reuniones Públicas y centro cívico. El equivalente romano al ágora era el foro.
ague. Nombre que antiguamente se daba a los rigores de la malaria.
águila. Entre las reformas del ejército instituidas por Cayo Mario había una que dotaba a cada legión con un águila de plata colocada sobre un largo mástil, puntiagudo en el extremo inferior para poder clavarlo en el suelo. El Aguila era el punto de reunión, y también para replegarse, del ejército, y su estandarte más venerado.
Alba Helvis. Ciudad principal de los helvios. Situada cerca de la moderna Le Teil.
Albis, río. El Elba.
Alejandro Magno. Rey de Macedonia, y con el tiempo rey de la mayor parte del mundo conocido. Nacido en el año 356 a. J.C., era hijo de Filipo II y de Olimpia de Epiro. Su tutor fue Aristóteles. A la edad de veinte años accedió al trono después del asesinato de su padre. Consideraba que Asia Menor estaba dentro de su jurisdicción, y por ello decidió invadirla. Primero aplastó cualquier asomo de oposición en Grecia y en Macedonia y luego, en el 334 a. J.C., condujo hasta Anatolia a un ejército de cuarenta mil hombres. Después de liberar a todas las ciudades estado griegas que estaban allí bajo el dominio persa, procedió a someter a toda la resistencia de Siria y Egipto, donde se dice que consultó el oráculo de Amón en la actual Siwa. En el año 331 a. J.C. marchó hacia Mesopotamia para encontrarse con el rey persa Darío, al que derrotó en Gaugamela; a continuación Alejandro conquistó el imperio de los persas (Media, la Susiana, Persia) y acumuló un fabuloso botín. Desde el mar Caspio continuó hacia el este para conquistar Bactria y la Sogdiana, y llegó al Kush hindú después de tres años de campaña que le costaron una fortuna. Para consolidar los tratados que llevó a cabo se casó con la princesa sogdiana Roxana, y luego emprendió camino hacia la India. La resistencia en el Punjab cesó después de la derrota del rey Poros en el río Hyphasis, desde donde bajó hasta el mar siguiendo el río Indo. Al final sus tropas acortaron los planes de Alejandro al negarse a acompañarle al este, hacia el Ganges. Entonces dividió su ejército y volvió a dirigirse al oeste; la mitad marchó con él por tierra y la otra mitad se fue navegando con su mariscal Nearco. La flota se retrasó a causa de los monzones, y él avance del propio Alejandro a través de Gedrosia fue un espantoso sufrimiento. Por fin lo que quedaba del ejército se reunió en Mesopotamia; Alejandro se instaló entonces en Babilonia. Allí contrajo una fiebre y murió en el 323 a. J.C. a la edad de treinta y dos años, lo que hizo que sus mariscales dividieran el imperio entre guerras y disensiones. El hijo que tuvo con Roxana, que nació póstumo, no llegó a vivir lo suficiente para heredar. Hay indicios de que Alejandro deseaba ser adorado como un dios.
Alesia. Oppidum de los mandubios. En la actualidad AliseSte.-Reine.
almena. Parapeto a lo largo de lo alto de un muro fortificado a su máxima altura (es decir, por encima del nivel de la cabeza). La almena proporcionaba protección para los que no estaban enzarzados en la lucha de hecho.
Ambruso. Ciudad de la Provenza gala romana llamada en latín Ambrussum; estaba situada junto a la vía Domicia, que llevaba a Narbona y a Hispania. Se encontraba cerca de Lunel.
Anatolia. Más o menos la moderna Turquía. Comprendía Bitinia, Misia, la provincia asiática romana, Licia, Pisidia, Frigia, Paflagonia, el Ponto, Galacia, Lacaonia, Panfilia, Cilicia, Capadocia y Armenia Parva.
animus. La mejor definición se encuentra en The Oxford Latin Dictionary, así que la cito textualmente: «La mente en cuanto algo opuesto al cuerpo, la mente o alma como constituyente, junto con el cuerpo, de la persona entera.» Hay que tener buen cuidado, no obstante, en no atribuir a los romanos la creencia en la inmortalidad del alma.
Aous, río. El río Vijosé, en la actual Albania.
Apolonia. El término meridional de la vía Egnacia, la carretera que conducía desde Bizancio y el Helesponto hasta el mar Adriático. Apolonia se encontraba cerca de la desembocadura del río Aous (Vijosé).
Apso, río. En latín Apsus, hoy es el río Seman, en la actual Albania. En la época de César parece que servía de frontera entre Epiro, al sur, y el oeste de Macedonia al norte.
Aquae Sextiae. Ciudad en la Provenza gala romana en las proximidades de la cual Cayo Mario consiguió una enorme victoria contra los germanos teutones en el año 102 a. J.C. El nombre actual es Aix-en-Provence.
aquilifer. El soldado que llevaba el águila de plata de una legión.
Aquitania. Las tierras entre el río Garumna (el Garona) y los Pirineos.
Arar, río. El río Saona.
Arausio. Orange.
Ardenas. En latín Arduenna. Arelate. Arlés.
Arimino. En latín Atiminum. Hoy Rímini.
armillae. Anchos brazaletes de oro o de plata que se les concedían como premios al valor a los legionarios, a los centuriones, a los cadetes y a los tribunos militares romanos de categoría inferior.
Arno, río. En latín Arnus. Servía de frontera entre la Galia Cisalpina e Italia propiamente dicha en el lado occidental de la vertiente de los Apeninos.
asamblea. (comitium, comitia). Cualquier reunión del pueblo romano convocada para tratar de asuntos electorales, legislativos o gubernamentales. En la época de César encontramos tres verdaderas asambleas: la de las centurias, la del pueblo y la de la plebe.
La asamblea centuriada (comitia centuriata) estaba formada por el pueblo, los patricios y los plebeyos, reunidos en sus clases, que se establecían en función de los recursos económicos de sus componentes. Como era en origen una asamblea militar de caballeros, cada clase se congregaba fuera de los límites de la ciudad sagrada, en el Campo de Marte, en un lugar llamado las Saepta. Excepto las Dieciocho (centurias), que se mantuvieron siempre en un número de cien miembros, en cada centuria se agrupaban mucho más de cien hombres en la época de César. La asamblea centuriada se reunía para elegir cónsules, pretores y cada cinco años censores. También se reunía para juzgar acusaciones graves de traición (perduellio) y podía aprobar leyes. En circunstancias ordinarias no se convocaba para aprobar leyes ni para juzgar.
La asamblea del pueblo o asamblea popular (comitia populi tributa) permitía la plena participación de los patricios y era de naturaleza tribal. Se estructuraba en las treinta y cinco tribus en que se distribuían todos los ciudadanos romanos. Convocada por un cónsul o por un pretór, normalmente se reunía en el foso de los comicios, en la parte baja del Foro Romano. Elegía a los ediles curules, a los cuestores y a los tribunos de los soldados. Podía formular y aprobar leyes; hasta que Sila estableció los tribunales permanentes, gran parte de los juicios romanos se celebraban en esta asamblea. En la época de César se reunía para formular y aprobar leyes así como para celebrar elecciones.
La asamblea plebeya (comitia plebis tributa o concilium plebis) era también una asamblea tribal, pero en ella no estaba permitida la participación de los patricios. El único magistrado que tenía poder para convocarla era el tribuno de la plebe. Tenía derecho a promulgar leyes (llamadas plebiscitos) y a llevar a cabo juicios, aunque éstos fueron mucho menos frecuentes a partir del momento en que Sila estableció los tribunales permanentes. Sus miembros elegían a los ediles plebeyos y a los tribunos de la plebe. El lugar normal de sus reuniones era el foso de los comicios. Véase también votación y tribu.
asamblea plebeya. Véase asamblea.
atrio. Sala principal de recepción de una domus romana o casa privada. La mayoría de ellos contenían una abertura en el techo (el compluvium) por encima de un estanque (impluvium), cuyo propósito en origen era servir de depósito de agua para uso doméstico. En la época de César el estanque se había convertido únicamente en un elemento ornamental.
auctoritas. Término latino de muy difícil traducción, pues significaba mucho más de lo que implica la palabra autoridad. Tenía connotaciones de preeminencia, de influencia, de importancia pública y sobre todo de capacidad para dirigir los acontecimientos en un sentido u otro a través de la reputación pública. Todas las magistraturas poseían auctoritas intrínsecamente, pero la auctoritas no quedaba limitada a aquellos que tenían las magistraturas. El príncipe del Senado, el pontifex maximus, los sacerdotes y augures, los consulares e incluso algunos individuos privados que quedaban fuera de las filas del Senado poseían auctoritas. Aunque el plutócrata Tito Pomponio Atico nunca fue senador, su auctoritas era realmente grande.
augur. Sacerdote cuyas obligaciones concernían a la adivinación. Todos los augures formaban el Colegio de los Augures, un cuerpo estatal oficial que comprendía doce miembros (normalmente seis patricios y seis plebeyos), hasta que en el año 81 a. J.C. Sila incrementó el número hasta quince miembros; desde entonces el número de plebeyos solía aventajar en uno al número de patricios. Los augures en un principio se elegían por cooptación por el colegio de los augures, pero en el año 104 a. J.C. Cneo Domicio Enobarbo promulgó una ley que obligaba a que la elección de futuros augures se llevase a cabo por una asamblea de diecisiete tribus elegidas por sorteo entre las treinta y cinco. Sila suprimió esta elección en el año 81 a. J.C. y se volvió así a la elección por cooptación, pero en el 63 a. J.C. el tribuno de la plebe Tito Labieno reinstauró la elección. El augur no predecía el futuro ni interpretaba los augurios a su propio capricho, sino que inspeccionaba los objetos pertinentes o los signos para averiguar si la empresa en proyecto contaba con la aprobación de los dioses o no, ya fuera esta empresa iniciar una contio, una guerra, una nueva ley o cualquier otro asunto de Estado, incluidas las elecciones. Había un manual de interpretación, los augures se remitían y «se atenían al libro». El augur vestía la toga trabea, a rayas granates y escarlatas y llevaba un bastón curvo llamado lituus.
aurochs. El antepasado del ganado vacuno moderno, ahora extinto. En la época de César este enorme buey salvaje todavía vagaba por los impenetrables bosques de Germania, aunque ya había desaparecido de las Ardenas.
Auser, río. El río Serchio en Italia.
Avárico. Llamada en latín Avaricum, se trataba de la mayor oppidum de los bitúrigos, de la que se decía que era la oppidum más bella de toda la Galia Comata. En la actualidad es la ciudad de Bourges.
ave. Hola en latín.
Axona, río. El río Aisne.
ballesta. En tiempos de la República era una pieza de artillería diseñada para lanzar piedras y cantos rodados. El proyectil se colocaba en un brazo en forma de cuchara que se tensaba en su extremo por medio de un muelle de cuerda enrollado con gran fuerza; cuando se soltaba el muelle el brazo salía disparado por el aire e iba a dar a un cojinete muy grueso, lo que hacía que el proyectil saliera propulsado a una considerable distancia, distancia que dependía del tamaño del proyectil y del tamaño de la propia máquina.
bárbaro. Derivado de una palabra griega que tenía unos fuertes matices onomatopéyicos. Al oír hablar por primera vez a ciertos pueblos, los griegos oían algo así como «bar-bar», como si fuesen animales ladrando. «Bárbaro» no era una palabra aplicada a ningún pueblo asentado alrededor del mar Mediterráneo ni en Asia Menor, sino que se refería a los pueblos y naciones que se consideraban incivilizados, los que carecían de una cultura admirable o deseable. Los galos, los germanos, los escitas, los sármatas, los masagetas y otros pueblos de las estepas y de los bosques eran bárbaros.
belgas, Bélgica. Se llamaba belgas a aquellas tribus de galos que eran una mezcla híbrída de celtas y germanos. Su religión era druídíca, pero a menudo preferían la cremacíón a la inhumacíón. Algunos, como los tréveres, habían progresado hasta el punto de elegir magistrados anuales llamados vergobretos, pero la mayoría seguían suscribiendo el gobierno de los reyes; el título de rey no era hereditario, sino que se alcanzaba mediante un combate u otras pruebas de fuerza. Los belgas vivían en la parte de la Galía Comata llamada Bélgica, que se consídera situada al norte del río Secuana (Sena) y se extendía hacía el este hasta el Rhenus (Rin), al norte de las tierras de los mandubíos.
Beroea. Veroia, en Grecia.
Bibracte. Oppidum de los eduos, hoy día conocida como Mont Beuvray.
Bibrax. Oppidum de los remos. Se encontraba situada cerca de Laorr.
birreme. Galera construida para su utilización en la guerra; estaba pensada para usarse a remo en lugar de a vela (aunque estaba provista de mástil y vela, que normalmente se dejaban en tierra si existían probabilidades de entrar en acción). Algunas naves birremes tenían cubierta, o al menos una cubierta parcial, pero casi todas eran abiertas. Parece probable que los remeros se sentasen en dos niveles o bancos de remos: el banco superior, donde los remeros que lo ocupaban estaban situados en un portarremos exterior llamado tolete, y el banco inferior, donde los remos, llamados tanda, asomaban por troneras en los costados de la galera. Se construían con madera de abeto o de otras especies de pino de madera ligera, y sólo podían tripularse si el tiempo era bueno; con ellas se libraban batallas en aguas muy tranquilas. Como todos los barcos de guerra, no se dejaban en el agua, sino que se almacenaban en cobertizos. Era mucho más larga que ancha de manga (la proporción de eslora a manga era de 7 a 1), y probablemente alcanzaba una media de 30 metros de longitud. Transportaba a unos cien remeros. Un espolón de roble reforzado con bronce sobresalía en la proa justo por debajo de la línea de flotación, y se utilizaba para embestir y hundir otros navíos. La nave birreme no estaba proyectada para transportar soldados de infantería ni artillería, ni agarre para entablar batalla con otros navíos al estilo del combate en tierra. Durante los tiempos de las repúblicas griega y romana los remeros eran profesionales, nunca esclavos. Los esclavos enviados a galeras fueron un rasgo de tiempos cristianos.
Brundisium. Actual Brindisi.
Burdigala. Oppidum de los bitúrigos aquitanos cerca de la desembocadura del río Garumna (Garona). Actual Burdeos.
caballeros. Los equites, los miembros de lo que Cayo Graco llamó la Ordo Equester u Orden Ecuestre. Bajo el dominio de los reyes de Roma los equites habían formado la parte de caballería del ejército romano; en aquella época los caballos eran escasos y caros, y el resultado fue que a las centurias que comprendían los caballeros el estado las dotó con el caballo público. Cuando nació y creció la República, la importancia de la caballería romana disminuyó. Pero el número de centurias de caballeros continuó creciendo. En el siglo II a. J.C. Roma ya no llevaba al campo de batalla caballería pública, pues prefería utilizar jinetes galos, como auxiliares. Los caballeros se convirtieron en un grupo social y económico que tenía poco que ver con los asuntos militares. Ahora los definían los censores sólo en términos económicos, aunque el estado seguía proporcionando un caballo público a cada uno de los mil ochocientos equites de mayor categoría, llamados las Dieciocho. Estas dieciocho centurias originales se mantenían en un número de cien miembros cada una, pero el resto de las centurias de caballeros (entre setenta y una y setenta y cinco) fueron aumentando y llegaron a contener mucho más de cien hombres cada una.
Hasta el año 123 a. J.C. todos los senadores eran también caballeros, pero ese año Cayo Graco separó el Senado como un cuerpo aparte compuesto por trescientos hombres. Como mucho fue un proceso artificial; todos los miembros no senadores de la familia de un senador seguían estando clasificados como caballeros y los senadores no estaban formando tres centurias sólo de senadores para fines electorales, sino que permanecían formando parte de las centurias que siempre habían ocupado. Y, al parecer, a los senadores no se les despojaba de su caballo público si pertenecían a las filas de las Dieciocho.
Económicamente el miembro de pleno derecho de la primera clase tenía que poseer unos ingresos de 400000 sestercíos al año; aquellos caballeros cuyos ingresos estaban entre 300000 y 400000 sestercios al año eran probablemente los tribuni aerarii. A los senadores se les suponían unos ingresos anuales de un millón de sestercios, pero esto era una suposición por completo no oficial; algunos censores eran rígidos al respecto, y otros permisivos.
La verdadera diferencia entre senadores y caballeros estaba en la clase de actividades que realizaban para obtener ingresos. A los senadores les estaba prohibido dedicarse a cualquier forma de comercio que no estuviera relacionada con la posesión de tierras, mientras que los caballeros podían llevar a cabo cualquier actividad comercial.
caballo. Véase caballo de octubre y caballo público.
caballo de octubre. En los idus de octubre (que era cuando acababa la temporada de las campañas en la antigüedad) se escogían los mejores caballos de guerra de aquel año y se enganchaban de dos en dos a carros. Luego hacían carreras, pero no en el circo, sino en el césped del Campo de Marte. El caballo de la derecha del equipo vencedor se convertía en el caballo de octubre. Era sacrificado a Marte en un altar erigido especialmente que estaba junto a la ruta de la carrera. Al animal se le daba muerte ritual con una lanza, después de lo cual se le cortaba la cabeza y encima de la misma se amontonaban unos pastelitos, los mola salsa, mientras que los genitales y la cola se llevaban a toda prisa a la Regia, en el Foro Romano, y se dejaba gotear la sangre sobre el altar que había dentro. Luego la cola y los genitales se entregaban a las vírgenes vestales, quienes dejaban gotear un poco de sangre en el altar de Vesta antes de picarlo todo y quemarlo; las cenizas se reservaban después para otra fiesta anual, las Palilias.
La cabeza del caballo se arrojaba a una multitud compuesta de dos grupos de gente que competían, los residentes en el Subura y los de la Sacra Via. La multitud luchaba por la posesión de la cabeza. Si ganaban los de la Sacra Via, la cabeza se clavaba en el exterior de la Regia; si ganaban los del Subura, la cabeza se clavaba en la torre Mamulia, el edificio más alto del Subura.
No se sabe qué motivo había tras este rito antiquísimo, quizá no lo supieran ni los propios romanos de los últimos tiempos de la República, pero se sabía que de algún modo estaba relacionado con la temporada de campaña. No sabemos si los caballos que competían eran caballos públicos, pero se nos podría perdonar por suponer que sí lo eran.
caballo público. Caballo que pertenecía al Estado, es decir, al Senado y el pueblo de Roma. Durante la época de los reyes de Roma empezó la práctica de hacer donación de un caballo de guerra a los caballeros del ejército de Roma, continuó durante los quinientos y pico años de la República. Los caballos públicos sólo se concedían a los mil ochocientos hombres de las Dieciocho, las centurias de categoría superior de la primera clase. Hay pruebas que sugieren que muchos senadores continuaron utilizando caballos públicos después de que Cayo Graco separó al Senado de la Ordo Equester. Poseer un caballo público era señal de la importancia de un hombre.
Cabillonum. Oppidum de los eduos junto al río Arar (Saona). Actual Chalon-sur-Saóne.
¡Cacat! ¡Mierda!
Calabria. ¡Desconcertante para los italianos de hoy día! Actualmente Calabria es la punta de la bota, pero en tiempos de los romanos era el talón. Brundisium y Tarentum eran las ciudades importantes. Sus habitantes eran los ¡lirios mesapios.
calendas. El primero de los tres días del mes que tenían nombre y que representaban los tres puntos fijos del mes. Las calendas siempre caían en el primer día del mes. En sus orígenes las calendas se hacían coincidir con la aparición de la luna nueva.
Campo de Marte. En latín Campus Martius. Situado al norte de las murallas Servias, limitaba al sur con el Capitolio y al este con la colina Pincia; el resto estaba cercado por la enorme curva que describía el río Tíber. En tiempos de la República no se trataba de un suburbio habitado, sino que era el lugar donde esperaban los ejércitos hasta que se celebraba el desfile triunfal, donde los jóvenes se entrenaban en las prácticas militares, donde se encontraban los establos de los caballos de carreras de carros y donde se entrenaba a dichos caballos, donde la asamblea centuriada se reunía y donde la horticultura competía con los parques públicos. En el vértice de la curva del río había unos pozos llamados Trigario, lugar público donde los romanos iban a nadar, y justo al norte del Trigario había unos manantiales de agua caliente con propiedades curativas llamados Tarentum. La vía Lata (vía Flaminia) cruzaba el Campo de Marte hacia el puente Mulvio, y la vía Recta cruzaba la vía Lata perpendicularmente.
Campos Elíseos. Lugar muy especial del más allá reservado a muy pocas personas. Mientras que las sombras o espíritus ordinarios se consideraba que eran moradores que carecían de mente, que se agitaban y revoloteaban en un inframundo gris y sin alegría, las sombras de algunos hombres se trataban de un modo diferente. Tártaro era aquella parte del Hades donde hombres de gran maldad como Ixión y Sísifo estaban condenados a trabajar eternamente en alguna tarea que se deshacía perpetuamente. Los Campos Elíseos o el Elíseo eran una parte del Hades parecido al paraíso o al nirvana. Es interesante el hecho de que la entrada en Tártaro o en el Elíseo estaba reservada a hombres que en ciertos aspectos estaban relacionados con los dioses. Los que eran condenados a Tártaro habían ofendido a los dioses, no a los hombres. Y los que eran transportados a los campos Elíseos o bien eran hijos de los dioses, o estaban casados con dioses, o estaban casados con hijos humanos de los dioses. Esto quizá explique el deseo ardiente de algunos hombres y mujeres de que se les adorase en vida como dioses, o de que se les convirtiera en dioses después de muertos. Alejandro el Grande quería que se le declarase dios. Y lo mismo le ocurría a César, según sostienen algunos.
Capena, puerta. En latín Porta Capena. Una de las dos puertas más importantes de las murallas Servias de Roma (la otra era la puerta Colina). Quedaba más allá del Circo Máximo, y en la parte exterior de la misma estaba la carretera común que se bifurcaba en la vía Apia y la vía Latina aproximadamente a un kilómetro de distancia.
capite censi. Literalmente, recuento de cabezas. También conocido como proletarii. Eran los de condición más humilde de Roma, y se les llamaba así porque cuando llevaban a cabo un censo lo único que hacían los censores era «contar cabezas». Como eran demasiado pobres para pertenecer a una clase, los del recuento de cabezas urbanos solían pertenecer a una de las cuatro tribus urbanas, y por lo tanto no poseían votos válidos. Esto los hacía políticamente inútiles, aunque la clase gobernante se cuidaba bien de alimentarlos con fondos públicos y les proporcionaba abundantes entretenimientos gratis. Es significativo que durante los siglos en que Roma poseía el mundo, los del recuento de cabezas nunca se levantaron contra sus superiores. Los del recuento de cabezas rural, aunque poseían un valioso voto tribal rural, rara vez podían permitirse acudir a Roma en época de elecciones. He evitado asiduamente los términos como «las masas» o «el proletariado» por ideas preconcebidas posmarxistas no aplicables a los antiguos de condición humilde.
Carantomagus. Oppidum perteneciente a los rutenos. Cerca de la actual Villefranche.
Carcaso. Fortaleza en la Provenza gala romana junto al río Atax no lejos de Narbón. Actual Carcassonne.
Carinae. Una de las zonas residenciales más elitistas de Roma. El Fagutal formaba parte de las Carinae, que se hallaban situadas en el extremo norte del monte Opio, en la ladera oeste. Se extendía desde el Velia hasta el Clivus Pullius. Tenía vistas al sudoeste, en dirección al monte Aventino.
Caris, río. El río Cher.
carpentum. Carruaje cerrado de cuatro ruedas tirado por seis u ocho mulas.
cartucho. Jeroglífico personal peculiar de cada faraón egipcio; estaba encerrado dentro de un marco formado por una línea ovalada (o rectangular con las esquinas redondeadas). La práctica continuó hasta el último de todos los faraones, Cleopatra VII.
catafracto. Soldado de caballería vestido de cota de malla (llamada catafracta) de la cabeza a los pies; su caballo también iba cubierto de cota de malla. Los catafractos eran gente peculiar de Armenia y del reino de los partos en aquel período de la historia, aunque fueron los antecesores de los caballeros medievales. A causa del peso de su armadura, sus caballos, que eran muy grandes, se criaban en Media.
catapulta. En tiempos de la República se trataba de una pieza d e artillería diseñada para disparar pernos (proyectiles de madera bastante parecidos a flechas muy grandes). El principio que gobernaba su mecánica era parecido al de la ballesta. Los Comentarios de César nos informan de que eran muy certeros y mortíferos.
Cebenna. El Macizo Central, las Cévennes.
celtas. Los pueblos puros de la Galia Comata. Ocupaban la región que se extendía al sur del río Secuana y eran el doble de numerosos que los belgas (cuatro millones los unos y dos millones los otros). Sus prácticas religiosas eran druídicas; no practicaban la cremación, sino que preferían que se les inhumase. Los hombres de tribus celtas que ocupaban la Bretaña moderna eran mucho más bajos y más morenos que otros celtas, igual que muchas de las tribus aquitanas. Algunos celtas preferían adherirse a reyes, que eran elegidos por consejos, pero la mayoría de las tribus celtas preferían elegir un par de vergobretos para un mandato de duración anual.
censor. El censor era el más augusto de todos los magistrados romanos, aunque carecía de imperium y por ello no tenía derecho a ser escoltado por lictores. La asamblea centuriada elegía dos censores que habían de servir durante un periodo de cinco años (llamado lustrum). No obstante, la actividad censorial se limitaba a los primeros dieciocho meses principalmente. Ningún hombre podía presentarse a censor a menos que antes hubiese sido cónsul, y normalmente sólo los cónsules de notable auctoritas y dignitas se tomaban la molestia de presentarse. Los censores inspeccionaban y regulaban quiénes tenían que ser miembros del Senado y de la Ordo Equester (los caballeros), y llevaban un censo de los ciudadanos romanos de todo el mundo romano. Tenían potestad para transferir a un ciudadano de una tribu a otra así como de una clase a otra. Se guiaban para ello por los medios económicos del ciudadano. También era responsabilidad de los censores llevar a cabo los contratos estatales en todos los campos, desde la recaudación de impuestos hasta las obras públicas.
centuria. Cualquier agrupamiento de cien hombres.
centuriada o de las centurias, asamblea. Véase asamblea.
centurión. Oficial regular profesional de la legión romana. Es un error equipararlo a los modernos sargento o cabo; los centuriones disfrutaban de una condición relativamente elevada que no tenía relación con las distinciones sociales. Un general romano apenas se inmutaba aunque perdiera tribunos militares de categoría superior, pero se mesaba los cabellos desolado si perdía centuriones. El rango de centurión tenía una graduación tan tortuosa que ningún erudito moderno ha podido averiguar cuántos grados había, ni cómo ascendían. El centurión ordinario mandaba la centuria, compuesta por ochenta legionarios y veinte sirvientes no combatientes (véase no combatientes). Cada cohorte de una legión tenía seis centurias y seis centuriones, con el hombre de rango superior, el pilus prior, al mando de la centuria de categoría superior y al mismo tiempo de la cohorte en su totalidad. Los diez hombres que mandaban las diez cohortes que componían una legión también tenían diferentes graduaciones, y el centurión de mayor categoria de la legión, el primus pilus (reducido por César a primipilus) sólo tenía que rendir cuentas al comandante de su legión (que era o bien uno de los tribunos de los soldados electos o uno de los legados del general). Durante los tiempos de la República el ascenso a centurión se hacía a partir del grado de soldado raso. El centurión tenía ciertas insignias de su cargo fácilmente reconocibles: sólo él, entre los soldados romanos, llevaba canilleras; también llevaba una cota de escamas en lugar de cota de malla, el yelmo que portaba tenía un penacho rígido transversal en vez de longitudinal y llevaba un robusto bastón de madera de parra y muchas condecoraciones.
cerda. Grumo de metal fundido. Hierro, cobre, plata, oro y algunos otros metales se guardaban en forma de cerdas de diferentes pesos. Tanto las de oro como las de plata eran más suaves y de forma más regular porque éstos eran metales preciosos y bastante blandos. Las cerdas básicas de metal quizá tuvieran forma de cerdo, redondeados por la parte de abajo, y en forma de pezón por la parte superior.
chlamys. Prenda exterior parecida a una capa que llevaban los griegos varones.
cimbros. Pueblo germánico que en origen habitaba la mitad septentrional de la península de Jutlandia (actual Dinamarca). Estrabón dice que una inundación marina los impulsó a buscar una nueva tierra alrededor del año 120 a. J.C. Junto con los teutones y un grupo mixto de germanos y celtas (marcomanos, queruscos, tugurinos) estuvieron vagando por Europa en busca de esa tierra hasta que toparon con Roma. En el 102 y 101 a. J.C. Cayo Mario los derrotó por completo; la migración se desíntegró. No obstante unos seis mil cimbros regresaron con sus parientes los atuatucos, en la actual Bélgica.
Circo Flaminio. Era el circo situado en el Campo de Marte, no lejos del Tíber y del Foro Holitorium. Fue construido en el año 221 a. J.C., tenía capacidad para unos cincuenta mil espectadores y a veces se usaba para reuniones de las distintas asambleás.
Circo Máximo. Era el antiguo circo construido por el rey Tarquinio Prisco antes del comienzo de la República. Ocupaba todo el valle de Murcia, un declive que se extendía entre los montes Palatino y Aventino. Aunque tenía capacidad por lo menos para ciento cincuenta mil espectadores, existe amplia evidencia de que durante los tiempos republicanos a los ciudadanos que eran esclavos manumitidos se les excluía de los juegos celebrados allí por falta de espacio. A las mujeres se les permitía sentarse con los hombres.
citrus, madera de. Era la madera para armarios más apreciada en el mundo antiguo. Se sacaba cortando vastas agallas de las raíces de un árbol parecido al ciprés, el llamado Callitris quadrivavis vent., que crecía en las tierras altas del norte de Africa, en toda la zona comprendida entre el oasis de Ammonium, en Egipto, y las lejanas montañas Atlas de Mauritania. Aunque se la denominaba citrus, el árbol no estaba emparentado botánicamente con el naranjo ni con el limonero.
clases. Las clases eran cinco, y representaban las divisiones económicas de bienes o de percepción de ingresos regulares de los ciudadanos romanos. Los miembros de la primera clase eran los más ricos; los miembros de la quinta clase los más pobres. Los ciudadanos romanos que formaban parte del capite censi o recuento de cabezas no estaban cualifícados para pertenecer a ninguna clase, y por eso no podían votar en la asamblea de las centurias. En realidad, si el grueso de las centurias de la primera y segunda clases votaba en su mayoría del mismo modo, a la tercera clase ni siquiera se la llamaba para votar.
cliente rey. Un monarca extranjero podía comprometerse como cliente al servicio de Roma considerándola su patrón, y por ello tenía derecho a que su reino se conociese como amigo y aliado del pueblo de Roma. Sin embargo, a veces un monarca extranjero se comprometía como cliente de un individuo romano. Tanto Lúculo como Pompeyo tuvieron clientes reyes.
códice. En latín codex. Básicamente era un libro más que un rollo. La evidencia indica que el codex de los días de César era todavía un asunto bastante rudimentario hecho de hojas de madera con agujeros perforados en la parte izquierda a través de los cuales se pasaban unas tiras de cuero para mantener las hojas juntas. No obstante, la longitud de los despachos senatoriales de César hacía imposible el uso de hojas de madera. Yo creo que el codex de César estaba hecho de hojas de papel cosidas a lo largo del margen izquierdo. El principal motivo por el que doy por supuesto eso es que la hoja de los codex se describía como una hoja dividida en tres columnas para que la lectura resultase más fácil, lo cual no era posible en una hoja de madera de un tamaño que permitiera que el codex se leyera con comodidad.
codo. Medida griega y asiática de longitud que no era demasiado popular entre los romanos. El codo se consideraba generalmente la distancia que hay entre el codo de un hombre y la punta de los dedos, y probablemente eran unas 18 pulgadas (450 mm).
cognomen. Era el último nombre de un varón romano ansioso por distinguirse de todos sus colegas que llevaban el mismo nombre de pila (praenomen) y apellido (nomen). Podía adoptarlo él mismo, como hizo Pompeyo con el cognomen Magno, o simplemente continuar con un cognomen que llevase generaciones en su familia, como ocurría con el cognomen César en la familia de los Julios. En algunas familias se hacía necesario llevar más de un cognomen; el mejor ejemplo de esto es Quinto Cecilio Metelo Pío Escipión Nasica, que era hijo adoptivo en la familia de los Cecilios Metelos. Generalmente se le conocía como Metelo Escipión para abreviar.
Además, el cognomen ponía a menudo de relieve alguna característica física o idiosincrásica de la persona que lo llevaba: orejas de elefante, pies planos, joroba, piernas hinchadas; o bien conmemoraba alguna gran hazaña, como en el caso de los Cecilios Metelos, que recibieron los cognomina de Dalmático, Baleárico, Macedónico y Numídico, relativos todos al país que cada uno de ellos había conquistado. Los mejores cognomina tenían una enorme carga de sarcasmo: Lépido, que significaba tipo estupendo, estaba aplicado a un auténtico canalla; a veces los cognomina eran muy ingeniosos, como ocurría con el ya poseedor de múltiples cognomina, Cayo Julio César Estrabón Vopisco (Estrabón significaba que era bizco, y Vopisco que era el único superviviente de mellizos). Se ganó un nombre adicional, Sesquiculo, que significaba que era más que tonto, que era tonto y medio.
cohorte. La unidad táctica de la legión. Constaba de seis centurias; cada legión tenía diez cohortes. Cuando se referían a movimientos de tropas, los generales solían hablar de su ejército en términos de cohortes más que de legiones, lo cual indica que por lo menos hasta los tiempos de César, el general desplegaba o separaba las cohortes en orden de batalla y no las legiones. Parece ser que César prefería manipular legiones más que cohortes, aunque Pompeyo y Farsalo tenían dieciocho cohortes que no habían sido organizadas en legiones.
colegio. Colectivo o sociedad de hombres que tenían algo en común. Roma poseía colegios sacerdotales (tales como el colegio de pontífices), colegios políticos (como el colegio de tribunos de la plebe), colegios civiles (como el colegio de lictores) y colegios de oficios (por ejemplo, el gremio de los directores de pompas fúnebres). Ciertos grupos de hombres de todas las esferas de la vida, incluidos los esclavos, se agrupaban en lo que se conocía por colegios de encrucijada para cuidar de las encrucijadas más importantes de Roma y organizar la fiesta anual de las encrucijadas, las Compitales.
comata. De cabellera larga.
comitium, comitia. Véase asamblea.
condemno. Palabra empleada por un jurado para emitir un veredicto de culpable.
conscriptos, padres. Véase padres conscriptos.
cónsul. El cónsul era el magistrado romano de más categoria entre los que poseían imperium, y el cargo de cónsul (los eruditos modernos no se refieren a él como «consulado» porque el consulado es una institución diplomática moderna) era el peldaño más alto del cursus honorum. Cada año se elegían dos cónsules en la asamblea de las centurias que servían durante un único año. Asumían el cargo el día de año nuevo (el 1 de enero). Uno de ellos, el senior, era superior al otro; era el que sacaba primero el número de centurias que tenía que conseguir como requisito imprescindible. El cónsul senior tenía las fasces (véase) durante el mes de enero, lo cual significaba que su colega junior permanecía como observador. En febrero el cónsul junior ostentaba las fasces, e iban alternándose mes a mes a lo largo de todo el año. Ambos cónsules tenían una escolta de doce lictores, pero sólo los lictores del cónsul que tenía las fasces durante aquel mes llevaban las fasces al hombro cuando le precedían adondequiera que dicho cónsul fuese. En el último siglo de la República podían ser cónsules tanto los patricios como los plebeyos, pero nunca dos patricios juntos. La edad apropiada para ser cónsul era la de cuarenta y dos años, doce después de haber entrado en el Senado a los treinta, aunque existen pruebas convincentes de que en el año 81 a. J.C. Sila concedió a los senadores patricios el privilegio de presentarse a cónsul dos años antes que cualquier plebeyo, lo cual significaba que los patricios podían ser cónsules a la edad de cuarenta años. El imperium de un cónsul no tenía límites y estaba vigente, además de en Roma y en Italia, en todas las provincias, y superaba el imperium del gobernador proconsular a menos que éste tuviera imperium maius, honor que se le concedió a Pompeyo regularmente, pero a pocas personas más. El cónsul podía mandar cualquier ejército.
consular. Era el nombre que se daba a un hombre después de haber sido cónsul. El resto del Senado tenía en especial estima a esos hombres, y hasta que Sila se convirtió en dictador siempre se les concedía a los consulares la palabra o se les pedía que dieran su opinión en la cámara por delante de todos los demás. Sila lo cambió, Pues prefirió exaltar a los magistrados en el cargo y a los elegidos para asumir el cargo a continuación. No obstante, el consular podía en cualquier momento ser enviado a gobernar una provincia si el Senado requería de él ese servicio. También podía pedírsele que asumiera otros deberes, como ocuparse del abastecimiento de grano.
consultum, consulta. Término apropiado para un decreto senatorial o decretos senatoriales, aunque la expresión completa es senatus consultum. Estos decretos no tenían fuerza de leyes; eran meramente recomendaciones a las asambleas para que aprobasen leyes. Una asamblea a la que se le enviase un consultum no estaba obligada en absoluto a poner en vigor lo que éste indicase. Ciertos consulta fueron considerados como ley por toda Roma, aunque nunca se enviaron a ninguna asamblea; trataban éstos de asuntos que en la mayor parte de las ocasiones tenían que ver con algunos asuntos exteriores y con la guerra. El año 81 a. J.C. Sila otorgó a estos últimos consulta el carácter oficial de leyes.
contio, contiones. Una contio era una reunión preliminar de una asamblea de los comicios para discutir la promulgación de un proyecto de ley o de cualquier otro asunto comicial. A las tres asambleas se les requería debatir una medida en contio, la cual tenía que ser convocada por un magistrado con potestad para ello, aunque no se realizaba una votación.
contubernalis. Cadete militar, usualmente procedente de buena familia. Era el subalterno de menor rango y edad inferior en la jerarquía de los oficiales militares romanos, pero no se le entrenaba para ser centurión. Los centuriones no eran nunca cadetes; tenían que ser soldados experimentados procedentes de las filas de soldados rasos con un auténtico don de mando. Como era relativamente de alta cuna, el contubernalis estaba adherido al personal de legados y no se le requería que pelease de verdad a menos que quisiera hacerlo.
Cora, río. El río Cure.
coraza. Armadura que encerraba la parte superior del cuerpo de un hombre sin tener que formar una camisa. Consistía en dos placas de bronce, acero o cuero endurecido; la frontal protegía el tórax y el abdomen, y la otra cubría la espalda desde los hombros hasta las vértebras lumbares. Las placas se sujetaban una con otra mediante correas o bisagras en los hombros y a lo largo de los costados, debajo de los brazos. Algunas corazas estaban exquisitamente cortadas y se ajustaban a los contornos del torso del individuo en cuestión, mientras que otras servían para cualquier hombre de un tamaño y un físico en particular. Los hombres de más elevado rango (generales y legados) llevaban corazas labradas en relieve y bañadas en plata (en ocasiones, aunque era raro, chapadas en oro). Como símbolo de imperium el general, y quizá los legados de mayor categoría, llevaban una fina banda roja alrededor de la coraza, a un altura intermedia entre los pezones y la cintura; esa banda tenía nudos y vueltas rituales.
Corcira, isla de. Actual Corfú o Isla de Kerkyra.
Corduba. La Córdoba de Hispania.
corona civica. Era la segunda condecoración militar más alta de Roma. Era una corona o guirnalda hecha de hojas de roble que se concedía a aquel que salvaba las vidas de soldados compañeros y se mantenía en ese puesto hasta que acababa la batalla. No se podía conceder a menos que los soldados salvados prestasen juramento ante su general declarando que decían la verdad acerca de las circunstancias. L. R. Taylor argumenta que entre las reformas constitucionales que llevó a cabo Sila había una referente a los ganadores de coronas militares importantes; según la cual, siguiendo el precedente de Marco Fabio Buteo, ascendió a dichos hombres y les hizo formar parte del Senado sin tener en cuenta la edad ni los antecedentes sociales, lo cual responde a la enojosa pregunta acerca de cuándo César entró en el Senado, la hipótesis es que tenía veinte años, después de ganar la corona civica en Mitilene. El gran Matthias Gelzer se mostró de acuerdo con ella, pero por desgracia sólo en una nota a pie de página.
cuatrirreme. Véase quinquerreme.
cuestor. El peldaño inferior del cursus honorum de las magistraturas romanas. El de cuestor era siempre un cargo al que se accedía mediante elecciones, pero hasta que Sila dejó establecido que el cargo de cuestor sería el único camino (aparte de ser elegido tribuno de la plebe) para que un hombre pudiera entrar en el Senado, no era necesario que un hombre fuera cuestor para poder ser senador, sino que los censores tenían potestad para elegir por cooptación a un hombre para que entrase en el Senado. Luego Sila aumentó el número de cuestores de doce a veinte, y estableció que la edad mínima para que un hombre tuviese el cargo de cuestor fuera de treinta años. Los principales deberes de un cuestor eran de carácter fiscal, y se determinaban por sorteo. Podía ser destinado a trabajar en el Tesoro dentro de Roma, a realizar obligaciones de aduanas, de aranceles portuarios y rentas en cualquier lugar de Italia o a servir como director financiero de la administración de un gobernador provincial. Un hombre que fuera a gobernar una provincia podía requerir los servicios de un hombre concreto como cuestor suyo. El año en el cargo de los cuestores empezaba el quinto día de diciembre.
cultarius. Ortografía de H. H. Scullard; The Oxford Latin Dictionary prefiere cultrarius. Se trataba de un funcionario público sujeto a deberes religiosos, y su único trabajo parece ser que era cortarle la garganta a la víctima del sacrificio. Quizá también ayudase a limpiar y recoger después del sacrificio.
Cunnus. Plural cunni. Palabrota latina muy ofensiva que significaba «coño».
Curia Hostilia. Era la cámara del Senado. Se pensaba que había sido construida por Tulo Hostilio, el misterioso tercer rey de Roma, y de ahí le vendría el nombre, que significa «la casa de reuniones de Hostilio». Se destruyó en un incendio en enero del año 52 a. J.C., cuando la chusma incineró a Publio Clodio, y no fue nunca reconstruida hasta que César se convirtió en dictador.
Curicta, isla. La isla Krk, frente a la costa liburnia de Yugoslavia.
curul, silla curul. La sella curulis era la silla de marfil reservada exclusivamente a los magistrados que poseían imperium. Cónsules, pretores y ediles curules se sentaban en ella; yo he llegado a pensar que los ediles plebeyos no lo hacían así, puesto que no eran elegidos por todo el pueblo romano y por lo tanto no podían tener imperium. Bella y finamente tallada en marfil, la silla en sí misma tenía las patas curvadas y cruzadas en forma de una amplia X, de manera que podía plegarse. Estaba equipada con brazos, pero no disponía de respaldo. Posiblemente cuando un hombre había sido cónsul y había pasado ya a ser consular tenía derecho a conservar la silla curul y a sentarse en ella. Conociendo cómo era Roma, creo que no le pertenecía al Estado, porque el Estado insistía en que los que tenían derecho a sentarse en la silla curul tenían que encargarla y pagarla ellos mismos.
Dagda. Se trata del dios principal de la religión druídica. Su naturaleza elemental era el agua, y era el esposo de Dann, la gran diosa.
Dann. En este caso se trata de la diosa principal del druidismo. Su naturaleza elemental era la tierra; estaba casada con Dagda, aunque al parecer no era inferior a él. Representaba la principal figura de un panteón de diosas entre las que se contaban Epona, Sulis y Bodb.
Danubio, río. El río Danubio, Donau o Dunarea. Los romanos conocían su nacimiento mejor que su desembocadura en el mar Euxino (mar Negro); los griegos conocían mejor su desembocadura y lo llamaban el río Ister.
Decetia. Oppidum de los eduos junto al río Liger (Loira). La actual Decize.
decuria. Para los romanos, cualquier grupo de diez hombres, fueran senadores, soldados o lictores.
demagogo. En origen expresaba un concepto griego; el demagogo de la época antigua era un político que resultaba especialmente atractivo a las multitudes. El demagogo romano (casi inevitablemente tribuno de la plebe) prefería el ruedo del foso de los comicios a la cámara del Senado, pero no formaba parte de su política liberar a las masas. Los que acudían en grupo a oírle no eran sólo los más humildes. El término simplemente indicaba a un hombre de tendencia radical como opuesto a los conservadores.
denario. En latín denarius, plural, denarii. Excepto una o dos emisiones muy raras de monedas de oro, el denario fue la más extensa denominación de moneda en tiempos de la República. El denario era de plata pura, contenía aproximadamente 3,5 gramos de ese metal y tenía, más o menos, el tamaño de una moneda norteamericana actual de diez centavos. Había seis mil doscientos cincuenta denarios en un talento de plata. De las monedas en circulación, lo más probable es que hubiera más denarios que sestercios, pero las cuentas se expresaban siempre en sestercios, no en denarios.
diadema. No era ni una corona ni una tiara. Era una cinta gruesa blanca de aproximadamente 2,5 cm de ancho, con cada uno de los extremos bordados y a menudo terminados con una franja a modo de orla. Era el símbolo de soberanía helénica; sólo el rey o la reina podían llevarla. Las monedas muestran que en general se las ponían en la frente, pero podían llevarlas puestas (como en el caso de Cleopatra VII) detrás del nacimiento del cabello. Se anudaba detrás, por debajo del occipucio, y los dos extremos colgaban sobre los hombros.
dignitas. Para los romanos esta palabra tenía algunas connotaciones que no posee la palabra derivada de ella en español, «dignidad». Dignitas era el derecho de un hombre al honor público a través de su esfuerzo personal. Era la suma total de la integridad, el orgullo, la familia y los antepasados, la palabra, la inteligencia, las hazañas, la capacidad, la sabiduría y la valía de un hombre. De todos los valores que un noble romano podía poseer, la dignitas era probablemente aquélla acerca de la cual se sentía más protector y sensible.
domine. Señor mío. Caso vocativo.
domus publica. Residencia estatal oficial del pontifex maximus; en tiempos de la República era también la residencia de las seis vírgenes vestales, que estaban a cargo del pontifex maximus. Se encontraba situada en el Foro Romano, aproximadamente en la latitud media.
druida. Sacerdote de la religión druídica, que tenía dominio espiritual (y a veces terrenal) sobre los galos, fueran celtas o belgas. Se tardaba veinte años en formar a un druida, del cual se requería que memorizase cada uno de los aspectos de su vocación, desde las canciones hasta las leyes pasando por los rituales. No había nada escrito. Una vez consagrados como tales, los druidas conservaban su posición de por vida. Les estabapermitido casarse. Como directores del pensamiento no estaban obligados a pagar impuestos ni diezmos, no hacían servicio militar y se les alimentaba y se les daba vivienda a expensas de la tribu. Ellos hacían las funciones de sacerdotes, abogados y médicos.
Durocortoro. Durocortorum, oppidum principal de los remos. Es la actual Reims.
duumviri. Significa «dos hombres». Eran elegidos anualmente y estaban al frente del cuerpo de gobierno municipal o del cuerpo de gobierno de una ciudad.
Dyrrachyum. Actual Durrés, en Albania.
¡Edepol! Suave e inofensiva exclamación romana de sorpresa o asombro, parecida a caray o caramba. Edepol estaba reservada para los hombres. Las mujeres decían ¡Ecastor!
edil. Había cuatro magistrados romanos llamados ediles; dos eran ediles plebeyos y los otros dos, ediles curules. Sus obligaciones se circunscribían a la ciudad de Roma. El cargo de los ediles plebeyos fue creado primero (493 a. J.C.) para ayudar a los tribunos de la plebe a llevar a cabo sus obligaciones, pero sobre todo con la intención de salvaguardar el derecho de la plebe a tener su propia sede, el templo de Ceres. Los ediles plebeyos pronto heredaron la tarea de supervisar los edificios de la ciudad y de custodiar los archivos donde se guardaban todos los plebiscitos que se aprobaban en la asamblea plebeya, y no tenían derecho a sentarse en la silla curul; tampoco tenían derecho a lictores. Más tarde, en el 367 a. J.C., se creó la figura de los dos ediles curules para que los patricios también participasen en la custodia de los edificios públicos y de los archivos. Los elegía la asamblea popular, que comprendía a todo el pueblo, patricios y plebeyos, y por eso tenían derecho a sentarse en la silla curul y a ir precedidos por dos lictores. No obstante, en seguida los ediles curules pudieron ser tanto plebeyos como patricios. A partir del s. III a. J.C. los cuatro fueron responsables del cuidado de las calles de Roma, del abastecimiento de agua, de los drenajes y las alcantarillas, del tráfico, de los edificios públicos, de las normas para construir y de los reglamentos de los edificios privados, de los monumentos públicos e instalaciones, de los mercados, de los pesos y medidas (se conservaban modelos de éstos en el sótano del templo de Cástor y Pólux), de los juegos y del abastecimiento público de grano. Tenían autoridad para multar a los ciudadanos y a los que no eran ciudadanos por igual si infringían las normativas referentes a cualquiera de los asuntos antes mencionados, y depositaban el dinero en sus arcas para ayudar a financiar los juegos. Ser edil, plebeyo o curul, no formaba parte del cursus honorum (véase magistrados), pero al estar asociado a los juegos se consideraba una magistratura bastante valiosa para que cualquier hombre la ejerciera antes de presentarse al cargo de pretor.
Elaver, río. En la actualidad el río Allier.
empalizada. Sección fortificada de un muro por encima del nivel de la plataforma de lucha situada en su interior. Solía dividirse en parapetos para luchar por encima de ellos y almenas para esconderse detrás.
epicúreo. Perteneciente al sistema filosófico del griego Epicuro. Originalmente Epicuro propugnó una clase de hedonismo tan exquisito y refinado que se aproximaba al ascetismo en uno de sus aspectos; es decir, los placeres de un hombre se experimentaban mejor de uno en uno y espaciados, saboreándolos tanto que cualquier exceso frustraba la práctica. La vida pública o cualquier trabajo que produjera tensión estaban prohibidos en el epicureísmo. Estos dogmas sufrieron considerables modificaciones en Roma, de manera que un noble romano podía considerarse epicúreo y aun así desempeñar la carrera política. En los últimos tiempos de la República los principales placeres de un epicúreo eran la comida y el vino.
Epiro. Parte al oeste de Grecia y Macedonia adyacente al mar Adriático que se extendía desde el río Apso (Seman), en el norte, hasta el golfo de Ambracia al sur, y tierra adentro hasta las altas montañas. La actual Albania quizá no sea la descripción exacta; llega demasiado al norte y no lo bastante al sur para poder alinearla con el antiguo Epiro.
equites. Ecuestre, Ordo Equester. Véase caballeros.
Escalda, río. En latín Scaldis. Se trata del río Schelde, en Bélgica.
Escipión Emiliano. Publio Cornelio Escipión Emiliano Africano Numantino nació en el 185 a. J.C. No era un Cornelio de la rama de los Escipiones, sino el hijo del conquistador de Macedonia, Lucio Emilio Paulo, que lo entregó en adopción al hijo mayor de Escipión el Africano. La madre de Escipión Emiliano fue una Papiria, y su esposa Sempronia fue la hija superviviente de Cornelia, la madre de los Gracos; Sempronia era prima hermana suya.
Después de una distinguida carrera militar durante la Tercera Guerra Púnica en los años 149-148 a. J.C., Emiliano fue elegido cónsul en el 147 a. J.C. Como no tenía la edad suficiente para acceder al consulado, muchos miembros del Senado se opusieron encarnizadamente a su elección. Enviado a Africa para encargarse de la Tercera Guerra Púnica, mostró aquella implacable y concienzuda meticulosidad que de allí en adelante fue la piedra angular de su carrera; construyó un malecón para contener el puerto de Cartago y bloqueó la ciudad por tierra. La ciudad se rindió en el 146 a. J.C., después de lo cual él la desmontó piedra a piedra. Los eruditos modernos descartan la historia de que sembrara de sal el suelo para asegurarse de que Cartago no volviera á levantarse, aunque los romanos sí se la creían. Fue censor ineficaz a causa de un colega enemigo en el año 142 a. J.C., y en el 140 a. J.C. se embarcó rumbo al Este acompañado por sus dos amigos griegos, el historiador Polibio y el filósofo Panecio. En el 134 a. J.C. fue elegido cónsul por segunda vez, y se le encomendó la misión de la toma de Numancia, en la Hispania Citerior. Esta insignificante ciudad había desafiado y derrotado a toda una serie de ejércitos y generales romanos durante cincuenta años cuando Escipión Emiliano llegó ante ella. Una vez él allí, Numancia duró ocho meses. Cuando cayó, destruyó hasta la última piedra y hasta la última viga, y deportó o ejecutó a sus cuatro mil ciudadanos.
Noticias procedentes de Roma le informaron de que su cuñado Tiberio Graco estaba atentando contra la mos maiorum; Emiliano conspiró con Escipión Nasica, primo de ambos, para acabar con Tiberio Graco. Aunque Tiberio Graco ya estaba muerto cuando Emiliano regresó a Roma en el 132 a. J.C., se consideró que él era el culpable de ello. Y en el 129 a. J.C. Emiliano murió tan de repente y tan inesperadamente que siempre se rumoreó que había sido asesinado. La principal sospechosa era su esposa Sempronia, la hermana de Tiberio Graco, pues ella aborrecía a su marido y toda Roma lo sabía.
En cuanto a su carácter, Escipión Emiliano era una mezcla curiosa. Era un gran intelectual que tenía un amor permanente por las cosas griegas, y era el centro de un grupo de hombres que patrocinaban y animaban a personas como Polibio, Panecio y el dramaturgo latino Terencio. Como amigo, Emiliano era todo lo que debe ser un amigo. Como enemigo era cruel, de sangre fría y completamente despiadado. Era un genio de la organización, y sin embargo podía meter la pata tan gravemente como lo hizo en su oposición a Tiberio Graco. Fue un hombre extremadamente culto e ingenioso, de refinado buen gusto, pero también estaba un poco fosilizado ética y moralmente.
esclavo manumitido. Aunque técnicamente era un hombre libre (y, si su antiguo amo era ciudadano romano, él lo era también), el esclavo manumitido permanecía siendo cliente de su antiguo amo, y bajo el patronazgo de éste, que tenía prioridad para requerir su tiempo y sus servicios.
estadio. Medida griega de distancia. El stadium (singular) tenía una longitud aproximada equivalente a la octava parte de una milla, y se calcula que había ocho stadia (plural) en una milla romana.
estoico. Uno que suscribía el sistema de pensamiento filosófico fundado por el fenicio Zenón. Aunque el sistema de Zenón era complejo, como mejor se resume es diciendo que sostiene que la virtud es lo único bueno realmente auténtico, y que la inmoralidad o la falta de ética es lo único realmente malo. Enseñaba que los esfuerzos naturales, desde el dolor y la muerte hasta la pobreza, no son importantes; un hombre bueno es el que es ético y moral, y un hombre bueno siempre debe ser feliz. Llamado así por la Stoa Poikile de Atenas donde Zenón enseñaba, el estoicismo con el tiempo llegó a Roma. Nunca tuvo mucha aceptación entre la gente pragmática y con sentido común, pero sí contó con partidarios romanos. El más famoso fue Catón Uticensis, el peor enemigo de César.
Esus. El dios druídico de la guerra. Su naturaleza elemental era el aire.
Etnarca. Palabra griega que designaba en general a un magistrado de una ciudad o pueblo. Había otros nombres más específicos en uso, pero no considero necesario aumentar la confusión en mis lectores utilizando una terminología más variada.
Euxino, mar. El actual mar Negro.
Fasces. Eran unos haces de varas de abedul que se ataban de modo ritual, formando un cilindro, mediante correas rojas de cuero entrecruzadas. En origen eran el emblema de los reyes etruscos, de donde pasaron a las costumbres y tradiciones de la naciente Roma, persistieron en la vida romana durante toda la República y durante el Imperio. Las llevaban unos hombres llamados lictores (véase lictor) que precedían a los magistrados o promagistrados curules como manifestación exterior de su imperium. Había treinta varas, que representaban las treinta curias o divisiones tribales de hombres romanos que existieron originalmente bajo los reyes. Dentro del pomeríum de Roma las varas sólo se podían atar formando haces para indicar que los magistrados curules tenían potestad para castigar, pero no para ejecutar; fuera del pomerium se insertaban dos hachas dentro de las fasces para indicar que el magistrado curul tenía potestad para ejecutar. El único hombre que podía entrar en el interior del sagrado recinto de Roma llevando las hachas insertadas en las fasces era el dictador. El número de fasces (y de lictores) indicaba el grado de imperium: un dictador tenía veinticuatro, un cónsul y un procónsul doce, un pretor y un propretor seis, y un edil curul dos.
fasti. Los fasti en origen fueron días en los que se podía hacer negocios, pero pasaron a significar además otras cosas: el calendario, las listas de fiestas y festivales y las listas de cónsules. (Esto último probablemente porque los romanos preferían llevar la cuenta de los años recordando quiénes habían sido los cónsules en un determinado año.) Para una explicación más completa, véase la entrada fasti en el glosario de mi libro El primer hombre de Roma.,
felatriz, felatrices. En latín fellatrix, fellatrices. Mujer o mujeres que chupaban el pene a un hombre.
flamen. Sacerdote especial dedicado a un particular dios romano. Eran los sacerdotes de Roma que se remontaban más atrás en el tiempo. César fue flamen dialis, el sacerdote especial de Júpiter (Mario lo hizo consagrar como tal cuando César tenía trece años); Sila le despojó del cargo.
foro. En latín forum. Lugar público de reunión de cualquier pueblo o ciudad romanos. Estaba rodeado de edificios públicos y arcadas que albergaban tiendas u oficinas. En la época de César el único foro que existía en el interior de Roma era el Foro Romano.
Foro Boarium. Mercado de carne situado en el extremo donde empezaba el Circo Máximo, debajo del Germalo del Palatino. El Gran Altar de Hércules y varios templos diferentes de Hércules quedaban dentro del recinto.
Gades. Actual Cádiz.
Galia. Comúnmente considerada la zona que ocupa actualmente Francia. Había cuatro Galias: la Provenza gálica romana (llamada simplemente la Provenza), que comprendía la franja costera del mar Mediterráneo, entre Nicea (la actual Niza) y los Pirineos, y una lengua de tierra que iba desde el Cebenna (Cévennes) hasta los Alpes, y que llegaba hasta Lugduno (Lugdunum, la actual Lyon); las tierras de los belgas, que se extendían al norte del río Secuana (el Sena) desde el Atlántico hasta el Rin; las tierras de los celtas, que se extendían al sur del Secuana y al norte del Garona; y además las tierras colectivamente llamadas Aquitania, que se extendían entre el Garona y los Pirineos. Las tres últimas Galias juntas constituían la Galia Comata.
Galia Comata. Galia de los cabelleras largas. Es decir, la Galia no romanizada.
Galia Cisalpina o Italiana. En latín, Galia Cisalpina, que significa «Galia de este lado de los Alpes». Los habitantes de la Galia Cisalpina, que se extendía al norte de los ríos Arno y Rubicón, entre la ciudad de Ocelum al oeste y Aquilea al este, se tenían por galos descendientes de las tribus galas que invadieron Italia en el año 390 a. J.C., y por ello para las mentes romanas más conservadoras no eran dignos de tener la plena ciudadanía romana. Éste se convirtió en el punto más delicado de la forma de pensar de los galos italianos, especialmente para los que vivían en la parte situada al norte del río Padus (Po); el padre de Pompeyo el Grande, Pompeyo Estrabón, legisló en el año 89 a. J.C. la plena ciudadanía para todos los que vivían al sur del Po, mientras que los que vivían en el norte continuaron siendo no ciudadanos o ciudadanos de segunda clase que tenían los derechos latinos. César fue el gran campeón de la plena ciudadanía para toda la Galia Italiana o Cisalpina, y fue lo primero que legisló cuando fue nombrado dictador a finales del 49 a. J.C. No obstante, siguió siendo gobernada como provincia de Roma más que como una parte de la propia Italia.
galos. Los romanos llamaban galos a los hombres de raza celta o belga, sin tener en cuenta la parte del mundo que habitasen. Así, había galos no sólo en lo que hoy en día es Francia, sino también en la Galia Cisalpina, en Suiza, en Hungría, en Checoslovaquia y en la parte de Turquía que queda alrededor de Ankara.
garum. Concentrado fétido hecho con pescado que se usaba como base para muchas salsas. Era muy apreciado por los aficionados al buen comer.
Garumna, río. Río Garona.
Genava. La actual Ginebra.
gens humana. La familia humana que forman los pueblos.
Genabo. Principal oppidum de los carnutos, llamada Cenabum en latín; situada junto al río Liger (Loira). Es la actual Orleans.
Genuso, río. El río Shkumbin, en la actual Albania.
Gergovia. Principal oppidum de una tribu gala muy poderosa cuyos habitantes se llamaban arvernos. Estaba cerca de la actual Clermont-Ferrand.
¡Gerrae! ¡Tonterías! ¡Bobadas!
gladiador. Durante la época de la República sólo había dos clases de gladiadores, los tracios y los galos. Éstos eran estilos de combate, no nacionalidades. Durante la República las peleas de gladiadores no eran a muerte, porque los gladiadores eran inversiones caras que pertenecían a particulares; la adquisición, el entrenamiento, la manutención y el alojamiento de un gladiador costaba mucho dinero. Pocos de ellos eran esclavos. La mayoría eran desertores del ejército romano a los que se les daba a elegir entre perder la ciudadanía romana o ser gladiador durante un plazo de tiempo. El gladiador peleaba durante un total de seis años o treinta combates (libraba alrededor de cinco combates al año), después de lo cual era libre para hacer lo que se le antojase. Los mejores gladiadores eran verdaderos héroes para los habitantes de Italia y de la Galia Cisalpina.
gladius. La espada romana. Era corta, la hoja medía 60 cm de largo, estaba afilada por los dos cantos y acababa en punta. La empuñadura era de madera en el caso de los soldados ordinarios; los de rango más elevado que el de soldado raso que podían permitírselo preferían la empuñadura de marfil tallada en forma de águila.
Gorgobina. La oppidum principal de los boios. En la actualidad es St.-Parize-le-Chatel.
helénico, helenizado. Éstos son términos relativos a la extensión de la cultura y de las costumbres griegas después de la época de Alejandro Magno. El estilo de vida, el vestido, la industria, el gobierno, el comercio y la lengua griega formaban todos parte de ello.
Heraclea. Ciudad situada cerca de la actual Bitola, en Macedonia.
Hierosolyma. El nombre helénico de Jerusalén.
hombre libre. Hombre nacido libre al que nunca se vendía en esclavitud.
hostis. Término empleado cuando el Senado y el pueblo de Roma declaraban que un hombre se convertía en proscrito, en enemigo público.
Ibero, río. El actual río Ebro.
Icauna, río. El río Yonne.
idus. El tercero de los tres días del mes que tenían nombre, los tres representaban los puntos fijos del mes. Las fechas se contaban hacia atrás a partir de cada uno de estos puntos: calendas, nonas e idus. Los idus caían en el día quince de los meses largos (marzo, mayo, julio y octubre) y el día trece de los demás meses.
Ilerda. En latín Illerda, la actual Lérida, en España.
llión. En latín Ilium, nombre romano para Troya.
Iliria. En latín Illyricum. Las tierras agrestes y montañosas que bordeaban el Adriático en su lado oriental. Los pueblos nativos pertenecían a una raza indoeuropea y se les llamaba ilirios; estaban organizados en tribus y detestaban primero las incursiones griegas y luego las romanas. En la época de César Iliria era una provincia no oficial que se gobernaba conjuntamente con la Galia Cisalpina. Que los largos años de César como gobernador de la zona fueron buenos para Iliria está demostrado por el hecho de que Iliria permaneció leal a él durante las guerras civiles.
imperium. Era el grado de autoridad que tenía un magistrado curul o un promagistrado. Significaba que un hombre tenía la autoridad propia de su cargo y no se le podía contradecir siempre que actuase dentro de los límites de su nivel concreto de imperium y dentro de las leyes que gobernasen su conducta. El imperium se concedía por medio de una lex curiata y tenía una duración de solamente un año, Las extensiones para los gobernadores a los que se les prorrogaba el mandato tenían que ser ratificadas por el Senado y el pueblo de Roma. Los lictores que llevaban al hombro las fasces indicaban el imperium de un hombre; cuantos más lictores llevara ese hombre, mayor era su imperium.
imperium maius. Imperium ilimitado, que sobrepasaba el imperium de los cónsules del año. El que más se benefició del imperium maius fue Pompeyo Magno.
in absentia. La expresión describía una candidatura para un cargo público aprobada por el Senado (y el pueblo, si era necesario) y una elección llevada a cabo en ausencia del propio candidato. El candidato podía encontrarse esperando en el Campo de Marte porque su imperium le impedía cruzar el pomerium para registrarse como candidato y luchar por la elección en persona. Cuando Cicerón fue cónsul en el año 63 a. J.C. puso en vigencia una ley que prohibía la candidatura in absentia; Pompeyo la reforzó durante su consulado sin colega en el año 52 a. J.C.
in suo anno. Literalmente significa «en su año». La expresión se aplicaba a hombres que alcanzaban un cargo curul a la edad exacta que prescribían la ley y la tradición para que un hombre ocupase dicho cargo. Ser pretor y cónsul in suo anno era una gran distinción, porque significaba que a un hombre se le elegía la primera vez que lo intentaba.
intercalaris. Como el año romano sólo tenía 355 días, se insertaban unos veinte días extra después del mes de febrero cada dos años… o tenían que insertarse. Con mucha frecuencia esto no se hacía, y el resultado era que el calendario galopaba por delante de las estaciones del año. Cuando César rectificó el calendario en el año 46 a. J.C., las estaciones llevaban un retraso de cien días con respecto al calendario, pues se habían hecho pocas intercalaciones. Era obligación del colegio de pontífices y del colegio de augures actualizar el calendario; mientras César, que era pontífex máximus desde el año 63 a. J.C., estuvo en Roma, esas intercalaciones se hicieron correctamente, pero cuando se marchó a la Galia en el año 58 a. J.C. la practica cesó, con sólo una o dos excepciones.
interrex. Significaba «entre los reyes». Cuando Roma no tenía cónsules que asumieran el cargo el día de año nuevo, el Senado nombraba a un senador patricio, líder de su decuria, para que asumiera el cargo de interrex. Este senador servía en el cargo durante cinco días y luego se nombraba a otro interrex para que convocase elecciones. A veces la violencia pública impedía que el segundo interrex cumpliera con su obligación, con el resultado de que una serie de más interreges se sucedía hasta que las elecciones pudieran celebrarse.
Italia. La península Itálica. La frontera entre Italia propiamente dicha y la Galia Cisalpina estaba formada por dos ríos, el Arno en la parte occidental de los Apeninos y el Rubicón en la parte oriental.
iugerum, iugera. La unidad romana de medida de tierra. En términos modernos el iugerum consistía en cinco octavos (0,623) de acre, o un cuarto (0,252) de hectárea. El lector moderno acostumbrado a acres se acercará bastante si multiplica los iugera por dos; para los lectores acostumbrados al sistema métrico, multiplicar por cuatro les proporcionará el número de hectáreas.
juegos. En latín ludi. Eran espectáculos públicos organizados por ciertos magistrados del año, se celebraban en uno de los dos circos (normalmente en el Circo Máximo), o en ambos circos a la vez. Los juegos consistían en carreras de carros (que eran el acontecimiento que gozaba de mayor popularidad), competiciones atléticas y representaciones teatrales que normalmente se llevaban a cabo en teatros provisionales de madera. Durante la República los juegos no incluían combates de gladiadores, pues éstos quedaban reservados para juegos funerarios organizados por individuos particulares en el Foro Romano. Los hombres y mujeres romanos libres podían asistir a los juegos, pero a los esclavos y las esclavas manumitidos no les estaba permitido asistir; pues si los circos no tenían suficiente capacidad para acoger a todos los hombres libres, mucho menos para acoger a los manumitidos.
latus clavus. Era una franja ancha de color granate que adornaba el hombro derecho de la túnica de los senadores. Sólo ellos tenían derecho a llevarla. Los caballeros llevaban una tira estrecha de color granate, el augustus clavus, y los que estaban por debajo de la posición de caballero no llevaban tira alguna.
lectus imus, lectus medius, locus consularis. Un lectus era un canapé que se usaba sobre todo para comer (el lectus funebris eran las andas funerarias). Los canapés se colocaban de tres en tres formando una u; si uno se ponía de pie a la puerta de un comedor (el triclinium) mirando hacia esa u, el canapé de la derecha era el lectus imus, el canapé del medio que formaba la base de la u era el lectus medius y el canapé de la izquierda era el lectus summus. Socialmente el canapé más deseable era el lectus medius. Los puestos en los canapés también estaban socialmente graduados, con el anfitrión colocado en el extremo izquierdo del lectus medius. El lugar para el invitado de honor, llamado locus consularis, era el extremo derecho del lectus medius. Una mesa continua en forma de U a una altura un poco más baja que los canapés se encontraba justo delante de éstos. Durante la república los canapés estaban reservados a los hombres, y las mujeres se sentaban en sillas colocadas en la parte interior de la u, en el lado de la mesa que quedaba frente a los canapés.
legado. En latín legatus. A los miembros de mayor rango del personal de un general se les denominaba legados. Todos los hombres clasificados como legados eran miembros del Senado. Sólo rendían cuentas ante el general y eran superiores a todo tipo de tribunos militares. Sin embargo no todos los legados eran jóvenes. Algunos eran consulares que parece ser que se ofrecían voluntarios para alguna guerra interesante porque añoraban la vida militar, porque eran amigos o parientes del general… o porque estaban necesitados de algún dinero extra procedente del botín,
legión. En latín legio. Aunque rara vez se la llamaba para hacerlo, la legión era la unidad militar romana más pequeña capaz de librar una guerra por sí sola. Era autosuficiente en cuestión de mandos, material e instalaciones. Entre dos y seis legiones juntas constituían un ejército; las ocasiones en que había más de seis legiones eran escasas. El número total de hombres de una legión era de 4280 soldados rasos, 60 centuriones, 1600 sirvientes no combatientes, quizá 300 soldados de artillería y 100 habilidosos artificieros. La organización interna de una legión consistía en diez cohortes de seis centurias cada una. En la época de César las unidades de caballería no estaban adscritas a una legión, sino que constituían una fuerza aparte. Parece ser que cada legión tenía unas treinta piezas de artillería, mayor número de catapultas que de ballestas; César introdujo el uso de la artillería en la batalla como una técnica para ablandar al enemigo, y elevó el número de piezas a cincuenta. La legión estaba bajo el mando de un legado o un tribuno de los soldados electo si la legión era de los cónsules del año. Los oficiales se llamaban centuriones.
Aunque las tropas de una legión acampaban juntas, no vivían masificadas en dormitorios colectivos, sino que se dividían en unidades de ocho soldados y dos no combatientes que compartían la tienda y el rancho. Al leer los horrores de la guerra civil americana, uno queda impresionado por la organización romana. Los soldados romanos comían alimentos frescos porque molían su propio trigo y se hacían ellos mismos el pan, las gachas y otros alimentos de primera necesidad, disponían de provisiones de tocino o carne de cerdo bien ahumado o salado y también comían frutos secos. Las instalaciones sanitarias dentro de un campamento prevenían las fiebres entéricas y evitaban el agua contaminada. Un ejército no sólo funciona a base de tener el estómago lleno, sino que también es capaz de marchar cuando está libre de enfermedades. Pocos generales romanos querían mandar más de seis legiones a causa de las dificultades del abastecimiento; leyendo los Commentarios de César se comprende la importancia que le daba César al aprovisionamiento, pues él solía mandar entre nueve y once legiones.
legionario. Soldado romano corriente (miles gregarius).
lex, leges. Ley, leyes. La palabra lex llegó a usarse para plebiscitos, que eran las leyes aprobadas en la asamblea plebeya. Una lex no se consideraba válida hasta que había sido inscrita en piedra o bronce y depositada en las cámaras debajo del templo de Saturno. Sin embargo, el tiempo de permanencia allí debía de ser breve, pues el espacio era limitado y el templo de Saturno albergaba también el Tesoro. Cuando estuvo terminado el Tabulario de Sila las leyes se depositaban allí de modo permanente. Una ley llevaba el nombre del hombre u hombres que la promulgaban y conseguían que fuera ratificada, pero siempre (puesto que lex es palabra femenina en latín) con la terminación femenina del nombre o nombres. Éste iba seguido de una descripción general de lo que trataba la ley. Las leyes podían ser, y a veces lo eran, revocadas en fecha posterior.
lex curiata. Ley que otorgaba imperium a un magistrado o a un promagistrado curul. La aprobaban los treinta lictores que representaban a las treinta tribus originales de Roma. Una lex curiata era también necesaria antes de que un patricio pudiera ser adoptado por un plebeyo.
lex data. Ley promulgada por un magistrado que tenía que ir acompañada de un decreto senatorial. A cualquier asamblea donde el magistrado decidiera presentarla no se le permitía hacer cambio alguno.
lex Julia Marcia. Promulgada por los cónsules Lucio Julio César y Cayo Marcio Figulo en el año 64 a. J.C., declaraba ilegal la mayoría de las numerosas clases de colegios, hermandades y clubes que proliferaban en todos los estratos de la vida romana. Su objetivo principal eran los colegios de encrucijada, que se consideraban potencialmente peligrosos desde el punto de vista político. Publio Clodio vino a demostrar que aquello era cierto después de reinstaurar, mientras era tribuno de la plebe, los colegios de encrucijada en el 58 a. J.C.
lex Plautia de vi. Fue promulgada por un tal Plautio durante los años setenta a. J.C., y tenía que ver con la violencia en las reuniones públicas.
lex Pompeia de iure magistratuum. La infame ley que Pompeyo promulgó mientras fue cónsul sin colega en el 52 a. J.C. Obligaba a todos los que aspiraban a un cargo curul a presentar la candidatura en persona dentro del recinto sagrado de Roma. Cuando la facción de César le recordó que la ley de los Diez tribunos de la plebe hacía posible que César se presentase como candidato a cónsul por segunda vez in absentia, Pompeyo le añadió un codicilo al final en el que eximía a César. Pero este codicilo no se inscribió en la tablilla de bronce que llevaba la ley, y por ello no tuvo validez legal alguna.
lex Pompeia de vi. Fue promulgada cuando Pompeyo era cónsul sin colega en el año 52 a. J.C., y estaba pensada para reforzar la lex Plautia.
lex Pompeia Licinia de provincia Caesaris. Era la ley que promulgaron Pompeyo y Craso cuando fueron cónsules juntos, cada uno de ellos por segunda vez, en el año 55 a. J.C. Esta ley le proporcionaba a César una prórroga para gobernar sus provincias cinco años más, y prohibía cualquier discusión en el Senado acerca de quién se haría cargo de esas provincias después de César hasta marzo del año 50 a. J.C.
lex Trebonia de provinciis consularibus. Promulgada por Cayo Trebonio siendo éste tribuno de la plebe en el 55 a. J.C., les daba a Pompeyo y a Craso las provincias de Siria y ambas Hispanias por un período de cinco años.
lex Villia annalis. Promulgada en el año 180 a. J.C. por el tribuno de la plebe Lucio Villio. Estipulaba ciertas edades mínimas para ejercer magistraturas curules y al parecer también estipulaba que debían transcurrir dos años entre la ocupación del cargo de pretor y el de cónsul. También se acepta en general que dicha ley estipulaba que debían transcurrir diez años entre la primera vez que un hombre era cónsul para que pudiese presentarse a cónsul por segunda vez.
lictor. Hombre que atendía formalmente a un magistrado curul cuando se ocupaba de sus asuntos. El lictor precedía al magistrado para abrirle paso entre las multitudes, y estaba disponible para obedecer al magistrado en materias de custodia, refreno y escarmiento. El lictor tenía que ser ciudadano romano y era empleado del Estado; no era persona de posición social elevada, y probablemente dependía de la generosidad del magistrado al que servía para aumentar el precario sueldo que percibía. Sobre el hombro izquierdo llevaba el haz de varas llamadas fasces. Dentro de la ciudad de Roma vestía una toga blanca sencilla, que se cambiaba por una toga negra en los funerales; cuando se encontraba fuera de Roma vestía una túnica granate ceñida a la cintura por un ancho cinturón de cuero negro con clavos de latón. Fuera de Roma insertaba las hachas en las fasces.
Había un colegio de lictores, aunque no se sabe dónde tenía la sede. Yo lo he colocado detrás del templo de los lares praestites, los lares titulares, en la parte este del Foro Romano, detrás de la gran posada que había en la esquina del Clivus Orbius, pero no hay base para ello.
Dentro del colegio, que debía de tener varios cientos de miembros, los lictores se agrupaban en decurias de diez hombres, cada una de ellas encabezada por un prefecto; las decurias estaban supervisadas colectivamente por varios presidentes del colegio.
Liger, río. El río Loira.
Liso. El latín Lissus. La actual Lezhé en Albania.
litera. Cubículo cubierto equipado con cuatro patas sobre las que descansaba cuando la depositaban en el suelo. En cada esquina sobresalía un poste horizontal hacia adelante y hacia atrás; lo llevaban entre cuatro y ocho hombres que lo levantaban mediante esos postes. La litera era un medio de transporte lento, pero con mucho el más cómodo que se conocía en el mundo antiguo. Las literas que pertenecían a las personas más ricas eran lo suficientemente espaciosas como para dar cabida a dos personas y a un criado que los atendiera.
Lugduno. Lugdunum, actualmente Lyon.
lusitanos. Los pueblos que vivían en el oeste y el noroeste de Hispania. Los lusitanos estuvieron menos expuestos a las culturas helénica y romana que los celtíberos, probablemente eran menos celtas que íberos en lo que a raza se refiere, aunque llevaban ambas venas raciales en su sangre. Se organizaban en tribus, y parece ser que se dedicaban a la agricultura, a la minería y al pastoreo.
Lutecia. Isla en el río Secuana (Sena) que servía como la oppidum principal de una tribu de celtas llamados los parisienses. Actual París.
magistrados. Ejecutivos elegidos del Senado y el pueblo de Roma. A excepción de los tribunos de los soldados, todos pertenecían automáticamente al Senado en la época de César. El cursus honorum procedía en línea recta desde cuestor pasando por pretor hasta llegar a cónsul; el censor, ambas clases de edil y el tribuno de la plebe no formaban parte del cursus honorum. Excepto el censor, los magistrados ocupaban el cargo durante un año solamente. El dictador era un caso especial.
maiestas. Traición.
malaria. Esta enfermedad pestilente, causada por cuatro variedades de plasmodium y transmitida por la hembra del mosquito anófeles, era endémica en toda Italia. Los romanos la dividían en tres clases de ague (fiebre intermitente): quartan, en la que los rigores de la fiebre se producían cada cuatro días; tertian (cada tres días) y otra forma más maligna en la que los rigores de la fiebre no seguían una pauta determinada. Los romanos también sabían que las fiebres predominaban en los lugares donde había tierras pantanosas, y de ahí su miedo a las marismas pomptinas y al lago Fucino. Lo que no sabían era que las transmitía un mosquito.
mantelete. Cobertizo de refugio, usualmente con techo y paredes hechos con pellejos, que protegía a las tropas romanas de los proyectiles del enemigo.
marca. Término galo que significa caballo. El galo era muy parecido al latín y a los romanos les resultaba bastante fácil aprender a hablarlo; a menudo no tenemos idea de si la palabra gala es en realidad una palabra latina transformada en gala, o una palabra gala transformada en latina.
marsos. Uno de los pueblos italianos no romanos más importantes. Vivían alrededor de las orillas del lago Fucino, que les pertenecía, y sus tierras se extendían hasta el interior de los Apeninos altos. Tenían fronteras con las tierras de los pelignos. Hasta la guerra italiana del 91-88 a. J.C., siempre habían sido leales a Roma. Adoraban a las serpientes y eran renombrados encantadores de serpientes.
Masilia. En latín Massilia, actual Marsella.
mater. Madre en latín.
Matisco. Una de las oppida que pertenecía a una tribu de los eduos conocidos como ambarros. Estaba junto al río Arar (Saona). Actual Mâcon.
Mentula. Plural Mentulae. Palabra malsonante latina que significa pene.
mercedonius. El nombre que se daba a los veinte días extras insertados en el calendario romano después del mes de febrero para alinear el calendario con laS estaciones.
Metiosedo. En latín Metiosedum; oppidum principal de una tribu de los parisienses llamados meldos. Era una isla sobre el río Secuana (Sena) Actual Melun.
¡meum mel! Apelativo cariñoso latino. Literalmente, «miel mía».
monte Fiscelo. En latín Mons Fiscellus. El Gran Sasso d'Italia: la montaña más alta de Italia.
mos maiorum. Así se denominaba el orden de cosas establecido que se utilizaba para describir las costumbres, tradiciones y hábitos del gobierno y las instituciones públicas de Roma. Servía de constitución no escrita. Mos significaba costumbre establecida; en este contexto maiores quería decir antepasados o ancestros. En resumen, la mos maiorum era la manera como siempre se habían hecho las cosas… ¡y también como habían de hacerse en el futuro!
Mosa, río. El río llamado Maas en Bélgica y Meuse en Francia.
Mosela, río. En latín Mosella. En la actualidad es el río Moselle.
murus gallicus. El modo como los galos construían los muros de la oppidum. Consistía en unas vigas de madera grandes y largas intercaladas entre piedras, y era relativamente impenetrable a los golpes de los arietes porque las piedras le conferían gran espesor y los maderos una resistencia a la tensión que las murallas normales no poseen.
Narbo. Actual Narbona.
Nemauso. En latín Nemausus, actual Nimes.
nemer. En latín significaba simplemente madera, pero en galo parece que se refería específicamente al roble.
Nemetocena. Oppidum perteneciente a los atrebates belgas. Actual Arras.
nemeton. El bosquecillo de robles que los druidas consideraban sagrado.
no combatientes. Había 1600 de estos sirvientes militares en una legión. No eran esclavos, eran hombres libres en su mayor parte de ciudadanía romana. Parece probable que servir como no combatiente libraba a los ciudadanos romanos que lo hacían del servicio militar obligatorio si pensaban que no estaban debidamente dotados para ser soldados. Cabe imaginar que tenían que ser hombres de buena condición física más que minusválidos, pues se les requería estar a la altura de los soldados en la marcha y podían (y de hecho a veces lo hacían) coger una espada y un escudo y ponerse a pelear. Parece ser que procedían del medio rural.
nonas. Era el segundo de los tres días que tenían nombre en el mes y que representaban los puntos fijos del mes. Las nonas caían en el séptimo día de los meses largos (marzo, mayo, julio y octubre), y en el quinto día los demás meses.
Noviodonum de los bitúrigos. Oppidum perteneciente a los bitúrigos. Actual Neuvy.
Noviodunum Nevirnum. Oppidum que al parecer pertenecía a los eduos, aunque limitaba con las tierras de los senones. Estaba situada en la confluencia de los ríos Liger (Loira) y Elaver (Allier). Actual Nevers.
Novum Comum. Colonia de ciudadanos romanos de pleno derecho fundada por César en la punta occidental del lago Lario (ahora el lago Como); la ciudadanía de sus habitantes era dudosa, pues algunos magistrados como el importante Cayo Claudio Marcelo se sentían con libertad para flagelar a un ciudadano de Novum Comum. Actual Como.
nundinus, nundinae, nundinum. El nundinus era el día de mercado que se celebraba cada ocho días, aunque casi siempre se referían a ellos en plural, nundinae. Los ocho días que constituían la semana romana se llamaban nundinum.
obstruccionista. Término moderno para denominar una práctica política tan antigua como el concepto de parlamento. Consistía, igual que ahora, en «hablar hasta convencer para que no se apruebe una moción».
océano germano. Básicamente, el mar del Norte y el mar Báltico.
Octoduro. En latín Octodurum, la actual Martigny, en Suiza.
Oltis, río. El río Lot.
oppidum, oppida. La oppidum era la fortaleza gala. Con pocas excepciones no estaba pensada para vivir en ella, así que no era una ciudad. Contenía los tesoros de la tribu, provisiones de víveres en graneros y almacenes, y tenía también una sala de reuniones. Algunas oppida eran la residencia del rey o del jefe de tribu. Unas pocas, como Avárico, en latín Avaricum, eran auténticas ciudades.
Orico. En latín Oricum, la actual Oriku, en Albania.
padres conscriptos. Cuando fue fundado por los reyes de Roma (según decía la tradición, por el propio Rómulo), el Senado estaba formado por cien patricios que recibían el título de patres (padres). Luego, cuando se añadieron senadores plebeyos durante los primeros años de la República, se decía que eran conscripti (elegidos sin otra alternativa). Cuando los miembros patricios y plebeyos estuvieron juntos se les llamó patres et conscripti; poco a poco estos dos términos, que empezaron utilizándose para establecer una distinción, acabaron juntándose, y a todos los miembros del Senado se les llamaba simplemente padres conscriptos.
Padus, río. El río Po.
paludamentum. Capa de color escarlata vivo que llevaba un general con pleno mando.
parapetos. El parapeto, que estaba situado a lo largo de la parte superior de un muro fortificado, contenía secciones a la altura del pecho diseñadas a fin de capacitar a los defensores para luchar por encima de ellas.
paterfamilias. Era el jefe de la unidad familiar romana. Tenía derecho a hacer lo que le diera la gana con los distintos miembros de su familia, derecho que estaba rígidamente protegido por la ley.
patricio, patriciado. El patriciado era en origen la aristocracia romana. Para un pueblo como los romanos, que reverenciaba a los antepasados y tenía mucha conciencia de linaje, la importancia de pertenecer al linaje patricio difícilmente puede exagerarse. Las familias patricias más antiguas eran aristócratas antes de que Roma existiera, y las más modernas (los Claudios) al parecer habían emergido al principio mismo de la República. Durante toda la República mantuvieron el título de patricios, así como un grado de prestigio inalcanzable para cualquier plebeyo, por muy noble y augusta que fuera su estirpe. No obstante, en el último siglo de la República un patricio poseía poca distinción especial aparte de la de la sangre, pues la riqueza y la energía de las grandes familias plebeyas habían ido erosionando con fuerza los derechos de los patricios. Incluso al final de la República la importancia de la sangre patricia tenía un peso considerable, por lo cual a hombres como Sila y César, que tenían sangre patricia pura y antiquísima, se les consideraba capaces de erigirse a sí mismos en reyes de Roma, mientras que hombres como Cayo Mario y Pompeyo el Grande, por mucho que se les considerase héroes supremos, no podían ni siquiera soñar con convertirse a sí mismos en reyes de Roma. La sangre lo era todo.
Durante el último siglo de la República siguieron produciendo senadores, y algunos pretores y cónsules, las siguientes familias patricias: Emilio, Claudio, Cornelio, Fabio (pero sólo de adopción), Julio, Manlio, Pinario, Postumio, Sergio, Servilio, Sulpicio y Valerio.
pedarii. Véase Senado.
peristilo. La mayoría de las casas romanas acaudaladas, fueran de ciudad o de campo, estaban construidas alrededor de un patio abierto interior llamado peristilo. Variaba considerablemente de tamaño y solía contener un estanque y una fuente. A los que puedan llegar hasta allí, les animo ardientemente a que visiten lo que ahora será el viejo museo Getty de Malibú, en California; es una réplica de la villa que Lucio Calpurnio Pisón, el suegro de César, poseía en Herculano. Yo no puedo dejar de visitarla cada vez que voy a California. ¡Eso sí que es un peristilo!
phalerae. Eran discos de plata u oro redondos, grabados y decorados, de 75 a 100 mm de diámetro. En origen los llevaban como insignias los caballeros romanos, y también formaban la mayor parte de las galas de sus caballos. Poco a poco se convirtieron en condecoraciones militares que se concedían por acciones de bravura excepcional en la batalla. Normalmente se otorgaban en series de nueve (tres filas de tres cada una) e iban montadas sobre un arnés de cuero decorado hecho con correas para llevarlos sobre la cota de malla o la coraza. Los centuriones casi inevitablemente llevaban phalerae.
Piceno, el. En latín Picenum. Pantorrilla de la pierna que es la península Itálica. Su límite occidental lo formaba la cordillera de los Apeninos; limitaba al norte con Umbría y con Samnio al sur. Los primitivos habitantes eran de estirpe italiota e ilírica, pero existía la tradición de que los sabinos habían emigrado al este de la cordillera de los Apeninos, se habían asentado en el Piceno y se habían llevado consigo a Pico, su dios tutelar, el pájaro carpintero, del que había tomado el nombre la región. Una tribu de galos llamados senones se estableció también en la zona en la época en que Italia fue invadida por el rey Breno I de los galos en el año 390 a. J.C. Políticamente el Piceno se dividía en dos partes: el norte del Piceno, íntimamente aliado con el sur de Umbría, estaba bajo el dominio de la gran familia Pompeyo; y el Piceno que quedaba al sur del Flosis, o río Flussor, quedaba bajo el dominio de otros pueblos aliados con los samnitas.
pilum, pila. Era la lanza romana de infantería, especialmente tal como quedó después de que Cayo Mario la modificó. Tenía una cabeza muy pequeña de hierro llena de espinos muy dañinos, y también era de hierro la parte superior del asta. Ésta se unía a un tallo torneado de madera que encajaba cómodamente en la mano. Mario la modificó e introdujo un punto débil en la juntura entre la sección de madera y la de hierro, de manera que cuando la pilum se alojaba en el escudo o en el cuerpo de un enemigo, se rompía en dos partes y así quedaba inutilizada y el enemigo no podía usarla como proyectil. Después de una batalla todas las pila rotas se recogían del campo de batalla, y los artificieros de la legión las arreglaban con bastante facilidad.
pilus prior. Véase centurión.
Pindenissus. Averiguar el paradero de esta ciudad me ha derrotado… Por mucho que la busque, no puedo encontrar Pindenissus. Cicerón nos informa de que estaba en Capadocia, y también de que se tardaron cincuenta y siete días en asediarla y tomarla. Lo cual interpreto como una medida de la capacidad militar de Cicerón y de su legado Cayo Pomptino más que como una medida del poder y resistencia de la ciudad. De otro modo la ciudad sería más conocida.
Plasencia. Placentia, la actual Piacenza.
plebeyo, plebe. Todos los ciudadanos romanos que no eran patricios eran plebeyos, es decir, pertenecían a la plebe. En los primeros tiempos de la República ningún plebeyo podía ser sacerdote, magistrado ni siquiera senador. Esta situación duró muy poco tiempo; una a una las instituciones exclusivamente patricias fueron derrumbándose ante el empuje de la plebe, que superaba por mucho el número de patricios y amenazó varias veces con una secesión. Hacia el final de la República había pocas ventajas, si es que había alguna, por el hecho de ser patricio… excepto que todos sabían que los patricios eran mejores. Como los plebeyos no eran patricios, la plebe inventó una nueva aristocracia que les permitió llamarse a sí mismos nobles si poseían pretores o cónsules en la familia. Esto añadió una nueva dimensión al concepto de nobleza en Roma.
podex. Palabra grosera que se utilizaba para designar el orificio posterior fundamental; más que ano significaba tonto o imbécil.
pomerium. Límite sagrado que rodeaba la ciudad de Roma y que estaba marcado por unas piedras blancas llamadas cippi. Se decía que había sido inaugurado por el rey Servio Tulio, y permaneció sin cambios hasta la dictadura de Sila. El pomerium, sin embargo, no seguía el trazado de las murallas de Servio Tulio, un buen motivo para que sea dudoso que él determinase los límites sagrados. El conjunto de la antigua ciudad fundada por Rómulo sobre el Palatino quedaba dentro del pomerium, mientras que el Capitolio y el Aventino no. La costumbre y la tradición sostenían que el pomerium podía ser ampliado, pero sólo por un hombre que incrementase significatívamente la extensión de los territorios romanos. En términos religiosos, la Roma propiamente dicha era la que quedaba dentro del pomerium; todo lo que quedase fuera del mismo no era más que territorio romano.
pontífice. En latín pontifex. Muchos etimólogos latinos creen que en épocas muy primitivas el pontífice era el que construía puentes (pons significa puente), y que la construcción de puentes se consideraba un arte místico, pues ponía al constructor en íntimo contacto con los dioses. Pero aunque así sea, cuando surgió la Roma de los reyes, el pontífice ya era un sacerdote. Incorporado a un colegio especial, servía como consejero de los magistrados y de los comitia en todos los aspectos religiosos… y él mismo llegaba a ocupar un cargo de magistrado (la elección para el pontificado significaba que un hombre tenía capacidad de alcanzar cualquier cargo público). Al principio todos los pontífices tenían que ser patricios, pero una lex Ogulnia del año 300 a. J.C. estipuló que la mitad de los miembros del colegio de pontífices tenían que ser plebeyos. Hasta el año 104 a. J.C. los nuevos sacerdotes eran elegidos por cooptación por el colegio; sin embargo en dicho año Cneo Domicio Enobarbo promulgó una ley que requería que todos los sacerdotes y augures fueran elegidos en una asamblea que comprendía diecisiete tribus elegidas por sorteo de entre las treinta y cinco. Sila intentó reinstaurar la cooptación, pero el proceso volvió a la elección en el año 63 a. J.C. Los sacerdotes podían tener una edad muy por debajo de la senatorial cuando eran elegidos por cooptación en el colegio correspondiente o elegidos por la asamblea. El cargo era vitalicio.
pontífice máximo. En latín, pontifex maximus. Era el jefe de la religión de Roma, administrada por el Estado y el sacerdote de más categoría de todos. Siempre había sido elegido, aunque hay un fuerte motivo para creer que Quinto Cecílio Metelo Pío, que era el pontífice máximo antes de que fuera elegido César, no fue debidamente elegido. Un pasaje de las obras de Plinio el Viejo sugiere que tartamudeaba, algo no deseable en un papel que tenía que ser perfecto en cuanto a la palabra, La lex Labiena que hizo que los sacerdotes y augures fueran de nuevo nombrados por elección en el 63 a. J.C. fue muy conveniente para César si, como yo creo, el cargo de pontífice máximo tampoco se hacía ya por elección. César se presentó y ganó poco después de que fue promulgada la lex Labiena.
El nombramiento de pontífice máximo era vitalicio. Al principio tenía que ser un patricio, pero pronto pudo serlo fácilmente un plebeyo. El estado le proporcionaba como residencia oficial la casa mas imponente que poseía, la domus publica, situada en medio del Foro Romano. En tiempos de la República el pontífice máximo compartía la do mus publica, a medias, con las vírgenes vestales. La sede oficial del pontífice máximo estaba dentro de la Regia, pero este edificio arcaico y diminuto no tenía espacio para oficinas, así que trabajaba en el edificio de al lado.
popa. Funcionario sujeto a obligaciones religiosas. Parece ser que su única función era manejar el martillo en los sacrificios, pero sin duda ayudaría a limpiar y a recoger después.
praefectus fabrum. Era uno de los cargos más importantes en el ejército romano, aunque técnicamente el praefectus fabrum ni siquiera formaba parte del mismo. Era un civil nombrado por el general para ocupar el puesto, y era el responsable de equipar y aprovisionar al ejército en todos los aspectos, desde los animales y el forraje para los mismos hasta los hombres y la comida. Como establecía contratos con hombres de negocios y fabricantes para comprar el material y las provisiones, era una persona muy poderosa, y, a menos que fuera un hombre de una integridad superior, estaba en una posición perfecta para enriquecerse a expensas del ejército. El hecho de que hombres tan poderosos e importantes como el primer praefectus fabrum de César, el banquero Lucio Cornelio Balbo, estuvieran dispuestos a aceptar el puesto, es una prueba de lo provechoso que resultaba. Y él, como su sucesor Mamurra, no parece que intentase engañar a César proporcionándole material y maquinaria de calidad inferior a su ejército.
praenomen. Era el primer nombre de unwmano. Había muy pocos praenomina (plural) en uso, quizá unos veinte en total, y la mitad de ellos no eran muy corrientes o quedaban limitados a una familia en particular, como ocurría con Mamerco, que era un praenomen de la familia de los Emilios Lépidos solamente. Cada gens, familia o clan tenía ciertos praenomina favoritos, dos o tres nada más de entre estos veinte. Un erudito moderno a menudo puede averiguar por el praenomen de un hombre si era o no un auténtico miembro de la familia famosa cuyo nombre gentilicio llevaba, Los Julios, por ejemplo, solían llamarse Sexto, Cayo y Lucio solamente, con lo cual de un hombre que se llamase Marco Julio podemos decir casi con certeza que no era un patricio juliano, sino más bien sería el descendiente de un esclavo manumitido de la familia Julia. Los Licinios solían llamarse Publio, Marco y Lucio; los Cornelios preferían Publio, Lucio y Cneo, los miembros de la familia patricia de Servilios preferían Quinto y Cneo. Apio pertenecía exclusivamente a los Claudios Pulcher.
pretor. Esta magistratura era la segunda en la jerarquía de magistrados romanos. Muy al comienzo de la República, los dos magistrados más altos eran conocidos como pretores. No obstante, al final del siglo IV a. J.C. los magistrados más elevados ya se llamaban cónsules y los pretores fueron relegados al segundo puesto. Un pretor fue el único representante de esta posición durante muchas décadas a partir de entonces; evidentemente se trataba del praetor urbanus, pues sus deberes se limitaban a la ciudad de Roma, y dejaba así libres a los cónsules para que cumplieran obligaciones como líderes en guerras fuera de la ciudad. En el año 242 a. J.C. se creó un segundo cargo de pretor, el praetor peregrinus, para encargarse de los asuntos relativos a las naciones extranjeras y a Italia en lugar de a los asuntos de Roma. A medida que Roma fue adquiriendo provincias se fueron eligiendo más pretores para que las gobernasen, pretores que se marchaban a la provincia en cuestión durante el año en que ocupaban el cargo en lugar de hacerlo después en calidad de propretores. En el siglo I a. J.C. había, la mayoría de los años, seis pretores elegidos, pero algunas veces hubo ocho; Sila elevó el número a ocho durante su dictadura, pero limitó los deberes de los pretores durante el año que ocupaban el cargo a los tribunales legales. Desde entonces los pretores fueron jueces.
pretor peregrino. En latín praetor peregrinus. Lo he traducido como «pretor para asuntos exteriores porque se ocupaba de los no ciudadanos. En la época de Sila sus deberes se limitaban a los litigios y a la dispensa de decisiones legales; viajaba por toda Italia al tiempo que se ocupaba de juicios en los que estaban implicados los que no eran ciudadanos dentro de la propia ciudad de Roma.
pretor urbano. En latín praetor urbanus. Después de Sila sus deberes consistían casi exclusivamente en los litigios, pero civiles más que militares. Su imperium no iba más allá de ocho kilómetros alrededor de Roma, y no se le permitía estar ausente de Roma más de diez días seguidos. Si ambos cónsules se encontraban fuera de Roma, él se convertía en el magistrado de mayor categoría de Roma, y por tanto tenía poder para convocar el Senado, para tomar decisiones de política de gobierno e incluso para organizar la defensa de la ciudad en caso de que se encontrase bajo amenaza de ataque.
Priapo. En origen una importante deidad griega de la fertilidad; en Roma parece ser que era un símbolo de buena suerte. Se representaba en forma de hombre feo y grotesco, cuyo emblema era su pene. Que siempre era enorme y estaba erecto; tanto es así que muy a menudo el falo era mayor que el propio Príapo. Una gran cantidad de lamparitas de cerámica barata se hacían con la forma de Príapo, con la llama emergiendo de la punta del pene. Yo interpretaría la actitud de los romanos hacia Príapo más de cariño que de veneración.
primipilus, primus pilus. Véase centurión.
privatus. Hombre que era miembro del Senado pero que no ocupaba ningún cargo de magistrado.
pro. Procónsul, promagistrado, propretor, procuestor. El prefijo pro indicaba que un hombre que estaba cumpliendo las obligaciones de un magistrado había cumplido ya su plazo en dicho cargo y se le enviaba a cumplir con alguna clase de deber (la mayor parte de las ocasiones en las provincias) en nombre de los cónsules, pretores o cuestores del año. Tenía el mismo grado de imperium que aquellos que ocupaban el cargo.
proletarii. Personas tan pobres que lo único que podían darle a Roma eran hijos: proles. Véase capite censi.
prórroga. En el contexto utilizado en estos libros, la prórroga era extender la posición de magistrado a un hombre más allá de la duración habitual de un año.
proscripción. Nombre romano para designar una práctica que no era exclusiva de la época romana: por ejemplo, poner a un hombre en una lista que lo despojaba de todo, a menudo incluso de la vida. No había implicado en ello proceso legal, y los hombres proscritos no tenían derecho a juicio, a presentar pruebas que los exonerasen ni a ninguna clase de vista para protestar y demostrar su inocencia. Sila fue el primero que hizo de la proscripción algo infame cuando fue dictador, proscribió a unos cuarenta senadores y a mil seiscientos caballeros de categoría superior, la mayoría de los cuales fue ejecutada, este hecho sirvió para llenar las arcas del Tesoro que se encontraban vacías. Después de la época de Sila la mera mención de la palabra «proscripción» en Roma hacía que cundiera el páníco.
pteryges. Palabra griega que se usaba para describir la disposición de las tiras de cuero que componían la falda de los militares romanos de alto rango; las pteryges estaban dispuestas en dos capas sobrepuestas y proporcionaba una buena protección de los lomos.
publicani. Eran los cobradores de impuestos. Estos hombres estaban organizados en compañías comerciales que hacían contratos con el Tesoro para recaudar impuestos y diezmos en las provincias.
pueblo de Roma. Este término abarcaba a todos y cada uno de los ciudadanos romanos que no eran miembros del Senado; se aplicaba tanto a los patrícíos como a los plebeyos, tanto al capite censi como a los caballeros que formaban parte de las Dieciocho.
Puerto Gesoriaco. En latín Portus Gesoriacus. Aldea situada en el Fretum Britannicum (estrecho de Dover). Actualmente es Boulogne.
Puerto Icio. En latín Portus Itius; aldea situada en el Fretum Britannicum (estrecho de Dover) unos kilómetros al norte de Puerto Gesoriaco. Ambas aldeas quedaban en el territorio de los morinos belgas. Todavía es cuestión de debate sí Puerto Icio es actualmente Wissant o Calais.
queruscos. Tribu de germanos que habitaban las tierras situadas en los alrededores de los ríos germanos que desembocan en el mar del Norte.
Quersoneso címbrico. La península de Jutlandia, actual Dinamarca.
quintilis. En origen era el quinto mes del año romano, que empezaba en marzo. Cuando el día de año nuevo fue trasladado al primer día de enero, quintilis conservó el nombre. Ahora es el mes de julio; sabemos por cartas de Cicerón que adquirió el nombre de julio cuando César aún estaba con vida.
quinquerreme. Forma muy corriente y popular de las antiguas galeras de guerra, también conocida como «cinco». Como el birreme, el trirreme y el cuatrirreme, era mucho más larga que ancha y estaba diseñada exclusivamente para el propósito de hacer la guerra en el mar. Solía pensarse que el cuatrirreme contenía cuatro bancos de remos y el quinquerreme cinco, pero ahora se está de acuerdo casi universalmente en que ninguna galera tuvo nunca más de tres bancos de remos, y que lo más corriente era que tuviese sólo dos. El cuatrirreme o cuatro y el quinquerreme o cinco es más probable que tomasen el nombre del número de hombres que manejaban cada remo, o bien que ese número estuviera dividido entre los dos bancos de remos. Si había cinco hombres en un remo, sólo el hombre de la punta o extremo del remo necesitaba ser muy diestro: él era el que guiaba el remo y hacía el trabajo verdaderamente arduo, mientras que los otros cuatro proporcionaban poco más que pura fuerza muscular. No obstante, cuatro o cinco hombreÍs en un remo significaba que al comenzar el movimiento los remeros tenían que ponerse de pie, y que luego se dejaban caer hacia atrás al tirar del remo. Un cinco donde los remeros pudieran permanecer sentados durante el golpe de remo habría necesitado tres bancos de remos, igual que en un trirreme: dos hombres en cada uno de los bancos superiores y un hombre en el banco inferior.
Parece ser que se utilizaban las tres clases de quinquerreme, y que cada comunidad o nación tenían sus preferencias.
Por lo demás, el quinquerreme tenía cubierta, los remos superiores estaban dentro de un portarremos exterior y la nave tenía espacio a bordo para soldados de infantería y para algunas piezas de artillería. Un mástil y una vela formaban parte del diseño, aunque se dejaban normalmente en tierra si se esperaba entrar en combate. Los remeros eran unos 270, los marineros puede que 30 y podía contener unos 120 soldados de infantería. Como todas las galeras de guerra anteriores a la época cristiana, el cuatrirreme y el quinquerreme eran manejados por remeros profesionales, nunca esclavos.
quirites. Ciudadanos romanos de condición civil. recuento de cabezas. Véase capite censi.
reducto. Parte de las fortificaciones por la parte de fuera del muro defensivo principal, como un pequeño fuerte. Solía ser cuadrado, y a veces poligonal.
Regia. Edificio antiguo pequeñísimo situado en el Foro Romano que se cree que fue erigido por Numa Pompilio, el segundo rey de Roma. Tenía una forma extraña y estaba orientado hacia el norte, y en la época de César hacía mucho tiempo ya que servía de sede del pontífice máximo, aunque no era lo suficientemente grande como para poder usarlo como oficinas; éstas se habían añadido al edificio. Era un templo inaugurado y contenía altares consagrados a los dioses más antiguos y más misteriosos de Roma: Opsiconsiva, Vesta, Marte de los escudos y las lanzas sagradas.
República. En origen fueron dos palabras, res publica, las cuales significaban las cosas que constituyen el pueblo como un todo, es decir, el gobierno. Roma era una verdadera república en cuanto que sus ejecutivos o magistrados eran elegidos en lugar de ser designados desde dentro de la legislatura; este estilo de gobierno es más parecido al americano que al sistema de Westminster o al de los países de la Commonwealth británica.
Rhenus, río. El río Rin.
Rodhanus, río. El río Ródano.
rostra. Un rostrum era el saliente de roble reforzado de las galeras de guerra que se usaba para embestir a otros barcos. Cuando en el año 338 a. J.C. el cónsul Cayo Menio atacó a la flota volsca en el puerto de Ancio, la derrotó por completo. Para conmemorar el fin de los volscos como un poder rival de Roma, Menio arrancó los espolones de los barcos que había hundido o capturado y los clavó en la pared del Foro donde se encontraba la tribuna de los oradores, que estaba embutida en el costado del foso de los comicios. Desde entonces a la tribuna de los oradores se la conoció por el nombre de rostra, que significa espolones de barcos. Otros almirantes victoriosos siguieron el ejemplo de Menio, pero cuando no pudieron clavarse más espolones en aquella pared, se instalaron sobre elevadas columnas erigidas alrededor de la tribuna.
Rubicón, río. Todavía existe gran debate acerca de cuál de los ríos que corren desde los Apeninos hacia el mar Adriático es en realidad el Rubicón, que Sila estableció como frontera entre la Galia Cisalpina e Italia propiamente dicha. La mayoría de las autoridades en la materia parecen estar a favor de que se trata del actual Rubicone, pero éste es un torrente muy corto y muy poco profundo que no llega hasta los propios Apeninos ni mucho menos se acerca al nacimiento del río Arno, que era la frontera en la parte occidental de la península italiana. Después de mucho leer a Estrabón y otras fuentes antiguas que describen esa zona, yo lo he situado en el actual río Savio, que sí tiene el nacimiento en la parte alta de los Apeninos. Los ríos que formaban fronteras solían ser cauces importantes, no ríos pequeños. El río Ronco, al norte del Savio, sería un contrincante si no estuviera tan cerca de Rávena en su cauce exterior. El principal problema, me parece a mí, es que tenemos poca idea de cómo era el trazado del antiguo río; durante la Edad Media se llevaron a cabo obras de drenaje masivo alrededor de Rávena, lo que significa que los ríos antiguos quizá tuvieran antes un curso diferente.
Sabis, río. El río Sambre.
sagum. Capa militar romana. Estaba hecha básicamente igual que un poncho mexicano, cortada en círculo con un agujero en el medio por el cual se sacaba la cabeza. Probablemente llegaría por las caderas para dejar así libres las manos. Estaba hecha de lana liguria cruda muy engrasada (y por lo tanto repelente al agua).
salmonete. Pez que vivía en fondos arenosos o fangosos alrededor de los estuarios de los ríos. Supongo que en realidad serían platijas.
Salustio. Nombre del historiador romano Cayo Salustio Crispo, que vivió en la época de César. Es interesante que los dos historiadores que conocieron personalmente a César fueran ambos favorables a éste en sus escritos; el otro fue Cayo Asinio Polio. Parece ser que Salustio fue un tipo más bien mujeriego; a lo que primero le debe la fama es a que Milón utilizó contra él una fusta de caballo por mariposear con Fausta, la esposa de éste. Salustio escribió dos obras que le han sobrevivido: una historia de la guerra contra Yugurta, en Numidia, y una historia de la conspiración de Lucio Sergio Catilina.
Salona. Actualmente Split, en Yugoslavia.
Samara, río. El río Somme.
Samarobriva. Oppidum perteneciente a los ambianos belgas, una tribu íntimamente aliada con los atrebates. Actualmente se llama Amiens.
Samnio. En latín Samnium. Región de la península Itálica que queda entre el Lacio, Campania, Apulia y el Piceno. Era una zona montañosa y no muy fértil; las poblaciones samnitas solían ser pequeñas y pobres, y entre ellas se contaban Gaeta, Eculano y Boiano. Las dos ciudades prósperas, Esernia y Benevento, eran colonias con derechos latinos fundadas por Roma para tener las cosas vigiladas y formar un núcleo de sentimiento favorable a Roma. Samnio estaba habitada por los verdaderos samnitas, pero también por otros pueblos llamados frentanos, pelignos, marrucinos y vestinos; los verdaderos samnitas también dominaban en las partes habitadas del sur del Piceno y del sur de Campania.
Varias veces durante la historia de la República los samnitas infligieron espantosas derrotas a los ejércitos romanos. En el año 82 a. J.C. seguían ofreciendo resistencia activa a Roma cuando contendieron con Sila por la posesión de Roma. Ganó Sila.
Sampisceramo. En latín Sampisceramus. La quintaesencia del potentado de Oriente, si hay que creer a Cicerón, quien parece que se enamoró del sonido de la palabra «Sampisceramus», siendo como era un forjador típico de palabras. Sampisceramo fue rey de Emesa, en Siria, lo cual no denota un alto grado de poder ni de riqueza. Lo que al parecer Sampisceramo hacía por excelencia era hacer ostentación de la manera más exótica del dinero que tuviera. Una vez que Pompeyo se hubo convertido en un personaje de fábula, Cicerón lo llamaba Sampisceramo siempre que se enfadaban.
sátrapa. En origen era el título que daban los reyes de Persia a sus gobernadores provinciales o territoriales. Alejandro Magno se apoderó del término y lo empleó, y lo mismo hicieron los últimos reyes arsacidas de los partos y los reyes de Armenia. La región que administraba un sátrapa era una satrapía.
Senado. En latín Senatus. Nació como un cuerpo sólo de patricios formado por cien hombres y servía como consejo asesor del rey de Roma. No mucho después de iniciarse la República tenía ya unos trescientos senadores, muchos de los cuales eran plebeyos. A causa de su antigüedad no existía una definición clara de sus derechos y obligaciones. El carácter de miembro del Senado era vitalicio (a menos que a un hombre lo expulsaran los censores por conducta inadecuada o por empobrecimiento), lo cual predisponía a la forma oligárquica que adquirió. A lo largo de su historia los miembros del Senado lucharon denodadamente por conservar la preeminencia en el gobierno. Hasta que Sila estipuló que el camino de entrada en el Senado era ocupar previamente el cargo de cuestor, el nombramiento quedaba a criterio de los censores. La lex Atinia disponía que los tribunos de la plebe entrasen automáticamente en el Senado tras ser elegidos. Había también una selección de entrada completamente extraoficial: se suponía que cualquier persona que quisiera ser senador debía disfrutar de unos ingresos de un millón de sestercios anuales.
Sólo a los senadores les estaba permitido llevar sobre la túnica el latus clavius; ésta era una banda ancha de color granate que llevaban sobre el hombro derecho de la túnica; calzaban zapatos cerrados de cuero marrón y llevaban un anillo que en origen había sido de hierro, pero que después fue de oro. Sólo los hombres que habían ocupado una magistratura curul llevaban una toga con orla granate, la toga praetexta; los senadores corrientes llevaban la toga blanca lisa.
Las reuniones del Senado debían celebrarse en lugares debidamente consagrados; el Senado tenía su propia curia o casa de reuniones, la llamada Curia Hostilia, pero también era dado a reunirse en cualquier otra parte a capricho del hombre que convocase la reunión. Las sesiones senatoriales sólo podían celebrarse entre la salida y la puesta de sol, y no podían tener lugar en días en los que se reuniera cualquiera de las asambleas, aunque si estaban permitidas en días comiciales si no se reunía ninguna de las otras asambleas.
No importa cual fuera el orden establecido para que hablasen los senadores en un momento determinado, los senadores patricios siempre precedían a los plebeyos de igual rango. No a todos los miembros de la cámara se les concedía el privilegio de hablar. Los senatores pedarii (descritos en mis libros con la expresión tomada del parlamento de Westminster «los de los bancos de atrás») podían votar, pero no podían abrir la boca durante los debates. Se sentaban detrás de los hombres a los que les estaba permitido hablar, de modo que eso de llamarlos «los de los bancos de atrás» tiene su lógica. No había restricciones de tiempo ni tampoco en lo referente al contenido del discurso, así que el Obstruccionismo era cosa corriente. Si un tema no tenía importancia o era evidente que todos se inclinaban a favor o en contra, la votación quizá se hiciera a mano alzada, pero las votaciones formales se realizaban mediante votación de la cámara, lo cual significaba que los senadores abandonaban sus puestos y se agrupaban a ambos lados del estrado curul según el voto fuera positivo o negativo, y entonces se hacía el recuento. Como siempre fue un cuerpo consejero más que un cuerpo legislativo, el Senado emitía sus consulta o decretos en forma de peticiones a las restantes asambleas. Si el tema era grave, tenía que haber quórum antes de votar, aunque no sabemos el número exacto que constituía dicho quórum. Ciertamente la mayor parte de las reuniones no solían tener mucha concurrencia, pues no había ninguna norma que estipulara que un hombre que había sido nombrado senador tuviera que asistir a las reuniones, ni siquiera de modo irregular.
En algunas áreas el Senado tenía supremacía, a pesar de su falta de poder legislativo: el fiscus estaba controlado por el Senado, lo mismo que el Tesoro; los asuntos extranjeros estaban reservados para el Senado, el nombramiento de los gobernadores de las provincias, la regulación de los asuntos de las mismas y las guerras recibían solamente atención del Senado.
senatus consultum ultimum. Con más propiedad habríamos de hablar de senatus consultum de re publica defendenda. Era el decreto último del Senado y databa del 121 a. J.C., cuando Cayo Graco recurrió a la violencia para impedir que sus leyes fueran abolidas. En lugar de nombrar a un dictador para que se encargase de acabar con la violencia, nació el decreto último. Básicamente era una declaración de ley marcial, aunque las restricciones que imponía sobre el movimiento civil a menudo estaban claramente definidas en los términos en que el decreto se emitía. Un senatus consultum ultimum anulaba la autoridad de todos los demás cuerpos y personas.
Secuana, río. El río Sena, en latín Sequana.
Serapis. Deidad principal híbrida en las partes más helenizadas de Egipto, especialmente en Alejandría. Inventada, al parecer, durante el reinado del primer Ptolomeo, ex mariscal de Alejandro Magno, Serapis consistía en una peculiar fusión de Zeus con Osiris y era la deidad tutelar del toro Apis: Osirapis. Las estatuas de Serapis estaban hechas a la manera griega y mostraban siempre a un hombre barbudo que llevaba una corona enorme en forma de cesto.
Serica. La tierra misteriosa que nosotros conocemos como China. En la época de César la ruta de la seda no existía aún; la «seda» era un tejido flojo que se obtenía de una polilla oriunda de la isla del mar Egeo llamada Cos. ¡Pero Serica significa seda!
sestercio. En latín sestertius, plural sesterces. Las prácticas de contabilidad romana se establecían en sestercios, aunque el denario, más valioso, era al parecer una moneda de circulación más extendida. En escritura latina, «sestercios» se abreviaba como HS. Era una moneda muy pequeña de plata que valía un cuarto de denario.
sextilis. En origen era el sexto mes, cuando el año nuevo romano empezaba en marzo; mantuvo el nombre incluso después de que el año nuevo se trasladó al uno de enero. Durante el principado de Augusto adquirió su nombre moderno: agosto.
Sicoris, río. El río Segre, en España.
Sila. Lucio Cornelio Sila Félix, su extraordinaria trayectoria se describe con detalle en los tres primeros libros de esta serie: El primer hombre de Roma, La corona de hierba y Favoritos de la Fortuna.
Sol Indiges. Se trata de uno de los dioses italianos más antiguos, aparentemente el sol, marido de Telo (la Tierra). Era enormemente reverenciado. Los juramentos que se hacían en su nombre eran asuntos muy serios.
Subura. La parte de la ciudad de Roma más pobre y más densamente poblada. Quedaba al este del Foro Romano, en el declive que había entre el espolón Opiano del monte Esquilino y la colina del Viminal. Su población era tristemente célebre por ser políglota y estar compuesta de vecinos muy liberales; muchos judíos vivían en Subura, que en la época de Sila contenía la única sinagoga de Roma. Suetonio dice que César se crió en el Subura.
suevos. Pueblo germánico que habitaba las regiones más agrestes y boscosas de Germania, desde el sur de la confluencia del Rin con el Mosela hasta el Vosegus (los Vosgos), el Jura y las proximidades de las tierras de los helvecios (Suiza). El nombre significa errantes, nómadas, viajeros.
Suesio. En latín Suessionum. Principal oppidum de los suesiones belgas. Actual Soissons.
sugambros. Pueblo germánico que habitaba las tierras adyacentes al Rin desde su confluencia con el Luppia hasta casi su confluencia con el Mosela. Eran muy numerosos y araban el suelo para cultivarlo.
sui iuris. Término que indicaba que una persona de cualquiera de los dos sexos no estaba bajo la autoridad de un paterfamilias. Tales personas eran amos de sí mismos, poseían control completo de sus vidas.
superstes. Significa superviviente.
talento. Se llamaba así la carga que podía llevar un hombre. Los lingotes de oro y plata y las cantidades muy grandes de dinero se expresaban siempre en talentos, pero el término no se refería sólo a los metales preciosos y al dinero. En medidas modernas el talento pesaba unos 25 kilogramos. Un talento de oro pesaba lo mismo que un talento de plata, pero era mucho más valioso, desde luego.
Tamesa, río. El río Támesis.
Taprobana. Actual Ceilán, Sri Lanka.
Taranis. El dios druídico del trueno y el relámpago. Su naturaleza elemental era el fuego.
Tarnis, río. El río Tarn.
Tarpeyo, monte. También llamado Roca Tarpeya. Su localización exacta todavía hoy se debate acaloradamente, pero lo que sí sabemos es que se veía con toda claridad desde el Foro Romano inferior, pues la gente que se arrojaba al vacío desde él podía verse desde los rostra. Presumiblemente era un saliente que colgaba de lo alto de los arrecifes capitolinos, pero como la caída no era de mucho más de 24,5 metros, la Roca Tarpeya debía de estar localizada directamente por encima de algún risco irregular; no tenemos indicios de que alguien sobreviviera a la caída. Era la manera tradicional de ejecutar a ciudadanos romanos traidores y asesinos, a los que o se arrojaba desde ella o se les obligaba a saltar. Los tribunos de la plebe eran particularmente aficionados a amenazar a los senadores obstruccionistas con tirarlos desde la Roca Tarpeya. Yo la he situado en línea desde el templo de Ops.
tata. Diminutivo latino de padre, parecido a nuestro «papá». Yo he elegido, por cierto, utilizar el casi universal «mamá» para madre, pero el auténtico nombre en latín era mamma.
Telo. En latín Tellus; era la diosa romana de la tierra, de origen italiano. Después de que la piedra ombligo de Magna Mater fuera importada desde Pesino en el año 205 a. J.C., se descuidó el culto de Telo dentro de la ciudad de Roma, aunque nunca dejó de gozar del favor de los ítalianos. Telo tenía un gran templo en las Carinae, que en tiempos primitivos había sido imponente, pero en el siglo I a. J.C. estaba ya desmoronado. Se dice que Quinto Cicerón lo restauró.
Tergeste. Actual Trieste.
teutones. Véase cimbrios.
Tesalónica. En latín Thessalonica.
toga praetexta. Toga bordada de púrpura de los magistrados curules. Era también la que llevaban los niños y las niñas hasta que eran registrados como adultos a la edad de dieciséis años aproximadamente.
togado. Palabra que describe a un hombre ataviado con su toga.
Tolosa. Actual Toulouse.
torc. Collar o gargantilla redondo y grueso, normalmente de oro. No formaba un círculo completo, pues estaba interrumpido por una abertura de aproximadamente 25 mm de ancho. Esta abertura se llevaba en la parte delantera; los extremos del torc a cada lado de la abertura eran siempre más grandes y estaban ornamentados, formaban pomos o cabezas de animales u otros objetos. El torc era la marca de los galos, bien fueran celtas o belgas, aunque algunos pueblos germanos también lo llevaban. Versiones de torcs en miniatura, de oro o de plata, se concedían en el ejército romano a modo de condecoraciones militares al valor. Se las colocaban en las hombreras de las camisas o de las corazas.
Treves. Actual Trier, en Alemania.
tribu. En latín tribus. En los comienzos de la República esta palabra para un romano ya no significaba una agrupación étnica de gente, sino una agrupación política al servicio sólo del Estado. Había en total treinta y cinco tribus; treinta y una de ellas eran rurales, sólo cuatro eran urbanas. Las dieciséis tribus más antiguas llevaban los nombres de los clanes de origen patricio, y de ese modo se indicaba que los ciudadanos que pertenecían a tales tribus o eran miembros de las familias patricias o habían vivido en tierras que pertenecían a esas familias patricias. Cuando los territorios pertenecientes a Roma en la península empezaron a expandirse durante la primera mitad de la República, se fueron añadiendo tribus para colocar a los nuevos ciudadanos dentro del cuerpo político de Roma. Las colonias de ciudadanos romanos también formaron el núcleo de nuevas tribus. Se suponía que las cuatro tribus urbanas habían sido fundadas por el rey Servio Tulio, aunque probablemente su origen sea un poco más tardío. La última de las treinta y cinco tribus se creó en el año 241 a. J.C. Todos los miembros de una tribu tenían derecho a depositar el voto en una asamblea tribal, pero esos votos sólo servían para determinar en qué sentido votaba una tribu completa, porque cada tribu emitía un solo voto, el de la mayoría de sus miembros. Eso significaba que en ninguna asamblea tribal el enorme número de ciudadanos que componían las cuatro tribus urbanas podía inclinar el voto en ningún sentido, pues las tribus urbanas sólo tenían cuatro votos en el total de las treinta y cinco tribus. A los miembros de las tribus rurales no se les prohibía vivir en Roma, y en ese caso tampoco se les obligaba a alistar a su progenie en una tribu urbana. La mayoría de los senadores y de los caballeros de la primera clase pertenecían a tribus rurales. Era una marca de distinción.
tribuno de la plebe. Estos magistrados empezaron a existir al principio de la historia de la República, cuando la plebe estaba en un continuo altercado con el patriciado. Elegidos por el cuerpo tribal de plebeyos que constituía la asamblea plebeya, prestaban juramento para defender las vidas y las propiedades de los miembros de la plebe y rescatar a cualquier miembro de la misma de las garras de un magistrado patricio. Hacia el año 4.50 a. J.C. eran ya diez los tribunos de la plebe. Una lex Atinia de tribunis plebis in senatum legendis del año 149 a. J.C. estipulaba que un hombre elegido para ser tribuno de la plebe entraba automáticamente en el Senado. Como no eran elegidos por el pueblo (es decir, por patricios y plebeyos conjuntamente), no poseían poder bajo la no escrita constitución romana y no eran magistrados del mismo modo que los tribunos de los soldados, los cuestores, los ediles curules, los pretores, los cónsules y los censores; su magistratura era de la plebe y el poder de su cargo residía en el juramento que toda la plebe pronunciaba para defender el sacrosanto carácter (la inviolabilidad) de sus tribunos electos. El poder del cargo también estaba en el derecho a interponer el veto contra casi cualquier aspecto del gobierno: un tribuno de la plebe podía vetar las acciones o las leyes de sus nueve colegas tribunos o de cualquier (¡o todos!) magistrado, incluidos los cónsules y los censores; podía vetar la celebración de elecciones, la aprobación de cualquier ley o de cualquier decreto del Senado, incluso los que se ocupaban de asuntos extranjeros y la guerra. Sólo los dictadores (y quizá el interrex) no estaban sujetos al veto tribunicio. Dentro de su propia asamblea plebeya, el tribuno de la plebe podía incluso condenar a muerte sin juicio si se le negaba el derecho acumplir con sus deberes.
El tribuno de la plebe no tenía imperium, y la autoridad que le confería su cargo no alcanzaba más allá de la piedra que señalaba la primera milla romána fuera de la ciudad de Roma. Según la costumbre, un hombre sólo podía ocupar una vez el cargo de tribuno de la plebe, pero Cayo Graco puso fin a eso, aun así no era frecuente que alguien se presentase al cargo más de una vez. La duración del cargo era de un año, y el año tribunicio comenzaba el décimo día de diciembre. Tenían su sede en la basílica Porcia.
El auténtico poder del cargo era negativo: el veto, que se llamaba intercessio; el papel que desempeñaban los tribunos de la plebe, más que constructivo, era de obstrucción al gobierno. Los elementos conservadores del Senado aborrecían a los tribunos de la plebe, aunque siempre empleaban a algunos a su servicio. Muy pocos tribunos de la plebe fueron verdaderos ingenieros sociales: Tiberio y Cayo Sempronio Graco, Cayo Mario, Lucio Apuleyo Saturnino, Publio Sulpicio Rufo, Aulo Gabinio, Tito Labieno, Publio Clodio, Publio Vatinio, Cayo Trebonio, Cayo Escribonio Curión y Marco Antonio desafiaron todos al Senado; algunos murieron por ello.
tribuno militar. Los hombres que pertenecían al servicio de un general sin ser elegidos tribunos de los soldados, pero cuyo rango era superior al de cadete e inferior al de legado. Había muchísimos tribunos militares en cualquier ejército; podían mandar legiones, pero no era frecuente que lo hicieran, mientras que siempre actuaban como oficiales de caballería. También realizaban diversos trabajos para el general.
tribunus aerarius, tribuni aerarii. Eran hombres que tenían la condición social de caballeros, pero cuyos ingresos de 300.000 sestercios anuales los hacían de rango inferior a los caballeros que tenían ingresos de 400.000 sestercios, según el censo. Para más información al respecto, véase caballeros.
trirreme. Junto con el birreme era la más corriente y la que gozaba de mayor preferencia de todas las antiguas galeras de guerra. Por definición un trirreme tenía tres bancos de remos, y con la llegada del trirreme aproximadamente en el año 600 a. J.C. vino la invención de la caja que sobresalía por encima del borde, llamada soporte externo para remos (las galeras de tiempos posteriores, incluso los birremes, a menudo estaban equipadas con estos soportes). En el trirreme cada remo era de la misma longitud, de unos 5 metros aproximadamente, lo cual era relativamente corto. El trirreme más común tenía unos 40 metros de largo, y la manga no era más ancha de 4 metros, sin contar el soporte exterior para los remos. La proporción era por lo tanto de 10 a 1.
Sólo un remero manejaba cada remo. Al remero que se encontraba en el banco inferior los griegos lo llamaban talamita; maniobraba el remo a través de una abertura tan cercana a la línea de flotación que el remo estaba equipado con un puño de cuero para que no entrara agua. Había unos veinte talamitas a cada lado, lo que daba un total de 54 remos con talamitas. El remero del banco situado en el medio se llamaba zygita; accionaba el remo a través de una abertura que estaba justo por debajo del borde. Los zygitas igualaban en número a los talamitas. El remero de soporte exterior para remos se llamaba thranita; se sentaba por encima y por la parte exterior del zygita, en un banco especial dentro del alojamiento del soporte para remos. Su remo salía por un espacio que había en el fondo del soporte para los remos de unos 60 cm más allá del costado del barco. Como el soporte para remos podía mantener la anchura de la distancia que sobresalía del barco cuando el casco de éste se estrechaba a proa y a popa, había 31 thranítas por cada lado. Un trirreme estaba por tanto impulsado por unos 170 remos; los thranitas que iban en los soportes exteriores eran los que más arduamente tenían que trabajar, pues sus remos daban en el agua con un ángulo más pronunciado que los remos de los zygitas y de los talamitas. Con el trirreme había llegado un tipo de navío absolutamente apropiado para embestir. Los espolones se hicieron con dos puntas, más grandes, más pesados y mejor blindados. Hacia el año 100 a. J.C. el barco auténtico de esta línea en una flota de guerra era el trirreme, pues combinaba velocidad, energía y una espléndida maniobrabilidad. La mayoría de los trirremes tenían cubierta y podían llevar un complemento de hasta 50 soldados de infantería. Se construían principalmente de madera de abeto o de algún otro pino ligero de peso, y así era lo bastante ligero como para arrastrarlo fuera del agua por la noche; también podía transportarse sobre rodillos para recorrer distancias bastante largas. Como estos barcos ligeros y porosos en seguida se anegaban, por rutina se les sacaba el agua cada noche.
Si un barco de esta línea estaba bien cuidado, su vida en el mar duraba un mínimo de veinte años. Una ciudad o comunidad (por ejemplo Rodas) que mantenía una flota de guerra permanente proporcionaba cobertizos para barcos para almacenar la flota fuera del agua. Por las dimensiones de esos cobertizos, y según han confirmado las investigaciones de los arqueólogos, sabemos que, fueran cuantos fueran los remos o los remeros, una galera de guerra nunca era mucho mayor de 60 metros de largo y 6 metros de manga.
trofeo. Era un pedazo de la maquinaria del enemigo capturada cuyo aspecto o reputación era lo bastante imponente para impresionar al populacho civil de la parte victoriosa. Cuando un general romano ganaba una o una serie de batallas significativas, era la costumbre que eligiera algunos trofeos (normalmente piezas de armadura o estandartes). Podía optar por hacerlo en el mismo campo de batalla como monumento conmemorativo o, como hizo Pompeyo, en lo alto del paso de una cordillera, o también hacerlo dentro de un templo que prometía y construía en Roma (esta última era la alternativa preferida).
Tuatha. El panteón de los dioses druidicos.
tumulto. En el contexto usado en estos libros quiere decir estado de guerra civil.
túnica. Prenda de ropa que utilizaban todos los pueblos del mundo antiguo en el área del Mediterráneo, incluidos los griegos y los romanos. Una túnica romana solía ser más bien suelta y sin forma, hecha sin sisa (los griegos las hacían con sisa para dar a sus túnicas la forma de la cintura); cubría el cuerpo desde los hombros y la parte superíor de los brazos hasta las rodillas. Probablemente las mangas eran pegadas (los antiguos conocían el oficio del corte de las telas, la confección, y sabían hacer ropa cómoda) y podían ser largas. La túnica romana solía llevar un cinturón que consistía en un cordón o en una correa de cuero con hebilla, y la llevaban unos 7 cm más larga en la parte delantera de las rodillas que en la parte de atrás. Los hombres romanos de clase alta iban probablemente togados cuando estaban fuera de las puertas de sus casas, pero poca duda cabe acerca de que los de condición más humilde sólo se ponían la toga en ocasiones especiales, tales como los juegos, las elecciones o el censo. Si el tiempo era lluvioso o frío, se prefería alguna clase de sagum o capa antes que la toga. El tejido de que solían hacerse las túnicas era de lana y el color acostumbrado era el color avena, pero hay pocas dudas acerca de que un hombre pudiera vestir del color que quisiese (excepto el granate, que siempre era el blanco de las leyes suntuarias); los antiguos teñían maravillosamente y en muchos colores.
ubios. Pueblo germánico que estaba en contacto con el río Rin alrededor de su confluencia con el Mosela; se extendía tierra adentro a lo largo de una distancia considerable. Eran unos jinetes muy afamados.
Uxellodunum. Principal oppidum de los cardurcos. Se cree que es la actual Puy Issolu.
vale. Adiós, expresión de despedida.
Valentia. Actual Valence.
Varo, río. En latín Varus. Actualmente se conoce como río Var.
Vellaunodunum. Una oppidum perteneciente a los senones. Actual Triguéreá.
Venus Erucina. Esa advocación de Venus regía el acto del amor, particularmente en su sentido más libre y menos moral. En la festividad de Venus Erucina las prostitutas solían hacerle ofrendas, pues era la protectora de las mujeres que ejercían esta profesión. El templo de Venus Erucina que se encontraba por la parte exterior de la puerta Colina de Roma recibía una gran cantidad de dinero en regalos de prostitutas agradecidas.
Venus Libidine. Advocación de Venus (que era la diosa de la fuerza de la vida) que regía la extinción de la fuerza de la vida. Deidad del inframundo que tenía gran importancia en Roma, poseía un templo situado más allá de las murallas Servias, más o menos en el punto central de la extensa necrópolis (cementerio) de Roma, en el Campo Esquilino. No se conoce su localización exacta. El recinto del templo era grande y tenía un bosquecillo de árboles, seguramente cipreses, pues éstos estaban relacionados con la muerte. En este recinto los sepultureros y los que oficiaban funerales tenían su cuartel general, y operaban, según parece, desde tenderetes o puestos. El templo en sí contenía un registro de las muertes de los ciudadanos romanos y era rico gracias a la acumulación de monedas que había que pagar al inscribir un fallecimiento. Si por algún motivo Roma dejaba de tener cónsules en el cargo, las fasces de los cónsules se depositaban en unos canapés especiales que había en el interior del templo; las hachas que se insertaban en las fasces sólo fuera de Roma también se guardaban en el templo de Venus Libídine. Me imagino que los clubes funerarios de Roma (sociedades que se constituían para asegurar que cada uno de sus miembros pudiera ser enterrado con los ritos y dignidad debidos a expensas de los fondos del club), de los cuales había muchos, estaban en cierto modo relacionados con Venus Libídine.
vergobreto. Magistrado de los galos. Dos vergobretos eran elegidos por una tribu para servir como líderes de esa tribu durante un año. El cargo era más popular entre las tribus celtas que entre las belgas, aunque los tréveres, que eran muy belgas, elegían vergobretos.
verpa. Palabra malsonante latina que se usaba más como abuso verbal que como signo de desprecio. Se refería al pene, al parecer sólo en estado erecto, cuando el prepucio está retirado hacia atrás, y tenía ciertas connotaciones homosexuales.
Vesontio. Principal oppidum de los secuanos. Actual Besançon.
Viena. El nombre en latín era Vienna, pero los eruditos contemporáneos le han dado su ortografía francesa (Vienne) para evitar la confusión con la actual Viena, capital de Austria.
Vigenna, río. El río Vienne.
villa. Residencia rural o de campo de los romanos acaudalados.
vir militaris, viri militares. El vir militaris era lo que podría llamarse un soldado de carrera. Toda su vida giraba en torno al ejército, y continuaba sirviendo en el ejército (como tribuno militar) después de terminar el número de años obligatorio que debía servir en campaña. Si quería mandar una legión tenía que entrar en el Senado, y si quería mandar un ejército tenía que conseguir que le eligieran pretor.
Vírgenes vestales. Vesta era una diosa romana muy antigua e incorpórea, sin mitología ni imagen. Era el hogar, el centro de la vida familiar, y la sociedad romana se cimentaba en la familia. Su culto público estaba oficialmente supervisado por el pontífice máximo, pero era tan importante que tenía sus propios pontífices, que eran las seis vírgenes vestales.
La virgen vestal se entregaba a los siete u ocho años de edad, hacía votos de completa castidad y servía durante treinta años, tras los cuales se la liberaba de los votos y se la devolvía a la sociedad todavía en edad de tener hijos. A pesar de ello, pocas vestales llegaban a casarse, pues se consideraba aciago hacerlo.
La castidad de las vírgenes vestales era la suerte pública de Roma; un colegio casto era favorecido por la Fortuna. Cuando a una vestal se la acusaba de impureza, se la juzgaba formalmente ante un tribunal reunido especialmente para ello; su supuesto amante o amantes se juzgaban en otro tribunal. Si se la hallaba culpable se la arrojaba a una fosa que se cavaba especialmente para ella, luego la fosa se sellaba y a la vestal se la dejaba morir allí. Si al amante se le hallaba culpable, tenía que enfrentarse a la flagelación y luego a la crucifixión en un árbol de malos augurios.
A pesar de los horrores que traía consigo la falta de castidad, las vestales no llevaban una vida enclaustrada por completo. Siempre que la vestal jefe lo supiera y diera su consentimiento (y quizá, en algunaÍs oca siones, el pontífice máximo), una vestal podía incluso asistir a cenas privadas. El colegio de vestales tenía la misma categoría que los colegios sacerdotales masculinos y asistía a todos los banquetes religiosos.
En tiempos de la República las vestales compartían la domus publica con el pontífice máximo, aunque ocupaban estancias separadas de éste y de su familia. La casa de Vesta, que no era un templo consagrado, se encontraba cerca de la domus publica y era pequeña, redonda y muy antigua. Una hoguera ardía permanentemente en el interior de la casa de Vesta, lo que simbolizaba el fuego del hogar; lo cuidaban las vestales y por ningún motivo se podía permitir que se apagase.
Virodunum. Oppidum perteneciente a una tribu de los tréveres conocida como los mediomátricos. En la actualidad es Verdun.
votación. La votación romana era timocrática, el poder del voto dependía de la situación económica, y la votación era indirecta. Si un individuo votaba en las centurias o en las tribus, su voto personal sólo influía en esa centuria o en esa tribu. La votación en juicio era diferente. El voto de un miembro de un jurado sí que orientaba el resultado de un juicio, pues el veredicto del jurado se alcanzaba por mayoría, no como ahora, que es por unanimidad. No obstante, para ser miembro de un jurado un hombre tenía que ser como mínimo tribunus aerarius.
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