Queen
La idea de Queen se me ocurrió cuando estudiaba en la universidad.
A Brian, que también estaba en la universidad, le gustó la idea, y unimos nuestras fuerzas. Los rastros más antiguos de la banda se remontan a un grupo llamado Smile. Yo seguía mucho a Smile, y sus miembros y yo nos hicimos amigos.
Yo iba a sus conciertos, y ellos venían a ver los míos.
FREDDIE MERCURY
Para empezar, era un completo ganso. Un ganso dentón que fue creciendo hasta convertirse en su propia fantasía. El clásico patito feo que se convierte en cisne. Cualquier grupo cambiaría a su bajista y a su baterista por tener a un cantante como Freddie. En realidad nadie podía compararse con él. Bowie era el único que se le acercaba.
DAVID STARK, editor de songlink international, aficionado al rock y baterista
LAS armonías a dos voces de clase se habían licenciado y convertido en tres voces, cuando Freddie y su compañero de facultad y de canto, Tim Staffell, empezó a juntarse con otro estudiante, Nigel Foster. Aquellas sesiones privadas de improvisación, a las que dedicaban la mayor parte de su tiempo libre, en las que perfeccionaban versiones de Hey Joe, Purple Haze y The Wind Cries Mary, todos ellos éxitos de Jimi Hendrix que llegaron al Top 10 de las listas británicas, y que ellos homenajeaban claramente para su propia diversión, pronto llamaron la atención de los músicos que más tarde formarían Queen.
Durante un tiempo Tim y Freddie fueron inseparables. Tim y sus demás compañeros de facultad tan sólo conocían vagamente los orígenes de Freddie y las circunstancias que habían llevado a Inglaterra a la familia Bulsara. Dado que Freddie nunca llevaba amigos a casa, éstos se imaginaban que sus padres eran personas distantes y reacias a integrarse o a adaptarse. Incluso se rumoreaba, equivocadamente, que a duras penas hablaban inglés, y que estaban decididos a mantener su cultura, su religión y su lengua libre de contaminación y aislada. En realidad, Freddie llevaba hablando inglés desde que empezó a andar.
Para entonces Tim estaba tocando regularmente con una banda semiprofesional llamada Smile. Freddie empezó a colarse en los ensayos. El guitarrista solista de Smile era Brian May, un estudiante larguirucho de Física, Matemáticas y Astronomía del selecto Imperial College. Sin que ninguno de los dos fuera consciente de ello, Brian y Freddie habían sido prácticamente vecinos en Feltham, ya que Brian se había criado en un hogar modesto no muy distinto del de Freddie, a muy pocas manzanas de la casa de los Bulsara, en la avenida Gladstone. Brian, hijo único y un chico estudioso, llevaba tocando la guitarra desde que tenía seis años. Cuando todavía iba al colegio, y con la ayuda de su padre, Harold, Brian había tallado su propia guitarra, la Red Special, a partir de una chimenea de caoba en desuso y algunos trozos de roble. La tocaba con monedas de seis peniques de plata en vez de con una púa convencional. Más tarde aquella guitarra le acompañaría por todo el mundo.
Al igual que Freddie, Brian había hecho sus pinitos en bandas amateurs con sus amigos del colegio.
“Ninguno de aquellos grupos llegó realmente a ninguna parte, porque nunca dimos verdaderos conciertos ni tampoco nos lo tomábamos muy en serio”, decía Brian.
Una noche, en un baile local, vieron a Tim Staffel, un chaval de su colegio, que estaba allí, al fondo del local, cantando y tocando la armónica. Le pidieron que se uniera a su grupo, y Tim lideró el grupo llamado 1984 en su primer concierto oficial, en el auditorio de la iglesia de St. Mary, en Twickenham. Como parecían ser un grupo bastante prometedor, en mayo de 1967 les contrataron como teloneros de Jimi Hendrix en un concierto en el Imperial College. Unos meses después ganaron un concurso en el club Top Rank de Croydon. Parecía perfilarse una carrera profesional para el grupo.
“1984 era un grupo puramente amateur, formado en el colegio, aunque puede que al final cobráramos quince libras o algo así”, recordaba más tarde Brian.
“Nunca tocamos realmente nada significativo como material original; era una extraña mezcla de versiones de temas de otros, todo lo que la gente quería oír en aquella época. Era más o menos el momento en que estaban surgiendo los Stones, y más tarde tocábamos cosas de los Stones y los Yardbirds… A mí aquello nunca me gustó. Me marché porque quería hacer algo donde nosotros compusiéramos nuestro propio material”.
Tras explicarles a sus compañeros de grupo que sus estudios eran lo primero, Brian se retiró, y la banda se deshizo. Brian y Tim Staffell, que para entonces era un estudiante y secuaz de Freddie en el Ealing College of Art, se mantuvieron en contacto. Como padecían síndrome de abstinencia de la música, en seguida empezaron a hablar sobre la posibilidad de formar otro grupo. Junto con Chris Smith, otro estudiante de Ealing que además resultaba muy útil con los teclados, decidieron volver a intentarlo, con Smith al órgano, Staffell como cantante solista y bajista, y May como guitarra solista. Lo único que les faltaba era el baterista.
Con su pelo rubio de bebé y sus ojos de un intenso color azul, Roger Meddows Taylor era casi demasiado guapo para ser un chico. Nacido en Norfolk, pero criado en Truro, el rompecorazones Taylor ya se había hecho un nombre como baterista en Cornualles con un grupo llamado Johnny Quale and The Reaction. El grupo ganó un cuarto premio en el campeonato Rock and Rhythm local, y tenían bastantes seguidores en el circuito de Cornualles. Cuando Quale prescindió de su grupo, Taylor fue elegido cantante solista. Tras abreviar su nombre, The Reaction siguió ganando popularidad, con un estilo basado principalmente en la música soul, hasta que descubrieron The Jimi Hendrix Experience en 1967. Roger se marchó a Londres aquel otoño para empezar a estudiar su licenciatura de Estomatología en la Facultad de Medicina del London Hospital. En seguida pasó a ser el cuarto inquilino de una vivienda alquilada en el barrio de Shepherd’s Bush, donde vivía un amigo suyo de Truro, Les Brown. Les era un año mayor que Roger, y al igual que Brian May, estudiaba en el Imperial College. Roger, que ya estaba fascinado por el sueño de convertirse en una estrella del rock, pero separado de su antigua banda, The Reaction —con la que volvería a juntarse para unos cuantos conciertos ad hoc durante las vacaciones de verano de 1968—, necesitaba buscarse un nuevo grupo. Pese a su reputación de donjuán, Roger era tímido, atractivo y popular entre los demás chicos. Finalmente, con la ayuda de Les Brown, que estaba al tanto de cualquier posibilidad para Roger, surgió una oportunidad al principio del trimestre de otoño. Un día, escrutando el tablón de anuncios en busca de alguna cosa que le fuera bien a su amigo, Les encontró una postal que pedía un “baterista tipo Ginger Baker/Mitch Mitchell”. Eso significaba que Brian y Tim iban en serio: Baker se había granjeado toda una secta de seguidores con la Graham Bond Organisation, un “grupo de músicos” que había grabado con los Who, antes de dar el salto al grupo Cream, de Eric Clapton. Mitchell tocaba la batería en The Jimi Hendrix Experience.
El nombre de contacto de la postal era el de Brian May. Roger le llamó inmediatamente. Brian le resumió lo que él y Tim estaban buscando, y al poco tiempo ambos se encaminaron al piso de Roger para tocar una sesión con guitarras acústicas y bongos, porque la batería completa de Roger todavía estaba en Cornualles, acumulando polvo. Al cabo de poco tiempo el trío empezó a ensayar en serio en la sala del club de jazz del Imperial College. No sólo interpretaban versiones aceptables de temas de otros artistas, sino que para entonces Brian y Tim estaban componiendo sus propias canciones. Aquella música de sus comienzos, más metálica que melódica, tenía resonancias clásicas, y tomaba elementos prestados de un impresionante abanico de influencias. El sonido de Smile incluía una percusión espectacular, unas guitarras insistentes, una fuerte voz solista y armonías inteligentes, mientras que sus letras se inspiraban en todo tipo de cosas. El efecto general era de muchas capas, adornado e impresionante. Era ni más ni menos el tipo de música que estaba por venir.
Aquella fue la verdadera génesis de Queen.
“Podría ponerte cintas de Smile que tienen la misma estructura general que lo que hacemos hoy”, decía Brian en una entrevista en 1977.
Empezaba a crearse la química de Queen por parte de unas personalidades muy distintas que se complementaban mutuamente de forma brillante. Brian, un tipo callado y amable fuera del escenario, era alto, delgado y anguloso. Tenía un aspecto irresistible con sus caderas estrechas y sus pantalones de terciopelo, y su pelo rizado y rebelde le colgaba por delante de los ojos cuando tocaba, lo que le daba un toque sexy. Tim era más tosco y directo, y enfundado en sus vaqueros rotos no parecía precisamente una persona consciente de la moda. Como tampoco lo parecía Chris, el amante de la diversión, y el único miembro del grupo que estaba estudiando privadamente en su tiempo libre para conseguir una licenciatura en Música. El rubio Roger, al que alguien describió como “un baterista tanto por su nombre como por su naturaleza”y como “sexo con piernas”, era demasiado guapo para su propio bien. Su energía, su entusiasmo, su optimismo inquebrantable y su actitud inteligentemente humorística era lo que impulsaba al grupo. Eran días felices, despreocupados, llenos de esperanza.
“La mamá de Brian y yo nos preguntábamos mutualmente: ‘¿Tú crees que lo conseguirán?’”, recordaba Jer, la madre de Freddie.
En octubre de 1969 Brian consiguió su licenciatura en ciencias, y el diploma se lo entregó S.M. la reina madre en el Royal Albert Hall. Brian ya había decidido seguir como tutor de posgrado en el Imperial College mientras trabajaba en su tesis doctoral, que trataba sobre el movimiento del polvo interplanetario, con la intención a largo plazo de llegar a ser astrónomo. Había un móvil adicional: seguir matriculado en el Imperial hacía más fáciles los ensayos y los conciertos. Tim Staffell y Chris Smith seguían en Ealing. Roger, mientras tanto, dejó la facultad de medicina tras concluir tan sólo la mitad de la licenciatura. Tan sólo dos días después de la ceremonia de graduación de Brian, el grupo hizo de telonero de Pink Floyd en el Imperial College, lo que será recordado, aunque también es motivo de polémica, como el primer concierto de Smile. Después harían lo mismo con T. Rex, Yes y Family. En febrero de 1969, Smile le pidió a Chris Smith que abandonara el grupo, cosa que el propio Smith ha negado por la sencilla razón de que el que había decidido irse era él, alegando diferencias musicales. Un par de noches después, los miembros restantes ocuparon sus puestos en su primer concierto benéfico en el Royal Albert Hall. Era un evento para recaudar fondos para el Consejo Nacional de apoyo a las madres solteras y sus hijos, y lo presentó el desaparecido DJ John Peel. Smile actuó en el mismo cartel que Joe Cocker y Free, y poco podían sospechar Brian y Roger que, treinta y cinco años después, iban a colaborar con el cantante solista de Free, Paul Rodgers (que mientras tanto lideraría los grupos Bad Company, The Firm y The Law), en dos aclamadas giras mundiales, en The Cosmos Rocks —el primer álbum de estudio de Queen en casi quince años— y en un álbum en directo y dos DVD en vivo.
A principios de 1969, Tim se presentó a un ensayo de Smile acompañado de Freddie Bulsara, su colega de la escuela de diseño. La atracción fue instantánea y mutua. Freddie estaba en su elemento, rodeado de músicos consumados y experimentados. Estaba más convencido que nunca de que así era como quería vivir su vida. Brian y Roger se sintieron igualmente hipnotizados y quedaron fascinados por la imagen, el humor seco y el acerado ingenio de Freddie.
Como más tarde recordaba Les Brown, un amigo de Roger: “Creo que nunca habíamos conocido a nadie tan escandaloso. Freddie era totalmente entusiasta respecto a todo. Una vez me arrastró físicamente a una habitación y me puso un disco de música soul que le gustaba mucho. En aquella época nadie admitía que seguía gustándole la música soul; el rock era lo único. Supongo que Freddie estaba mostrando la amplitud de sus gustos”.
Freddie, que pronto se convirtió en una presencia fija en los conciertos de Smile, empezó a hacer comentarios sinceros sobre el aspecto que debían tener, hacía observaciones sobre su actuación, e incluso empezó a decirles cómo debían sentarse, estar de pie, caminar y hablar.
“Daba sugerencias de una forma que uno no podía rechazarlas”, recordaba Brian. “En aquella época, Freddie en realidad todavía no había cantado nada, y nosotros no sabíamos que sabía hacerlo. Pensábamos que simplemente se daba aires de músico de rock”.
Cuando Freddie se licenció en el Ealing College en el verano de 1969, no tenía a la vista un empleo a tiempo completo. Ni tenía la mínima intención de conseguir uno. Él y Roger Taylor (que para entonces ya había prescindido de su apellido intermedio, “Meddows”) llevaban un diminuto puesto, llamado “Kasbah”, por el que pagaban diez libras a la semana, en Kensington Market, un edificio de tres plantas situado en el callejón de compraventa de antigüedades conocido como “el corredor de la muerte”. La mayoría de los titulares de los puestos eran artistas y escritores extravagantes y en paro. Entre sus clientes estaban Michael Caine, Julie Christie y Norman Wisdom[5]. Al principio vendían obra gráfica de Freddie —sobre todo bocetos de moda y dibujos de Jimi Hendrix— y trabajos de sus compañeros del Ealing College. Incluso llegaron a vender la tesis de licenciatura de Freddie sobre Hendrix. Aunque esa pieza indudablemente valdría miles de libras hoy en día, en aquella época no valía nada. Necesitaban ganar más dinero. Como ya compraban y vendían su ropa de segunda mano sin el mínimo reparo, decidieron intentar montar una tienda de moda. Su género principal pasó a ser la parafernalia elegante: cualquier cosa, desde bufandas y capas exóticas hasta chaquetas y estolas de piel; poco más que trapillos baratos y porquerías de mercadillo que vendían a un precios descaradamente hinchados. Incluso empezaron a confeccionar prendas hechas con telas y adornos viejos, y se hicieron expertos en la adquisición de “lotes de trabajo”. Tras comprarle a un trapero de Battersea por cincuenta libras una caja de abrigos de piel devorados por las polillas, ellos los venderon a ocho libras cada uno.
“Roger y yo nos vamos por ahí, mariposeando y dando palos por todas partes, y últimamente nos han calificado como un par de reinas”, le escribió Freddie a su amiga y compañera de estudios Celine Daley durante aquella época.
Más tarde, Tim Staffell recordaría que Roger y Freddie se regodeaban en su perfil narcisista de negociantes al estilo Del Boy[6].
“Verdaderamente les gustaba lo escandaloso”, decía Tim. “Freddie desarrolló el lado amanerado de su naturaleza: lo consideraba como una parte divertida de su personalidad. En ningún momento sugirió que fuera gay. Nunca se mostraba abiertamente sexual”.
Freddie, que ya era aceptado como parte del entorno de Smile, empezó a viajar de gira con el grupo.
En abril de 1969 el grupo actuó en el club Revolution de Londres, donde conocieron al director de la división europea de Mercury Records, el desaparecido Lou Reizner. Lou había negociado el contrato de David Bowie para Estados Unidos, y más tarde alcanzaría la fama por producir los dos primeros álbumes en solitario de Rod Stewart. También produjo la versión orquestal de Tommy, la ópera rock de los Who, y Journey to the Centre of the Earth, de Rick Wakeman. Reizner, nacido en Chicago, y que había sido cantante, le ofreció a Smile un contrato para editar un single tan sólo en Estados Unidos, que ellos firmaron en el acto. No ocurrieron muchas más cosas hasta junio, cuando la discográfica reservó el estudio Trident del Soho para grabar el disco de Smile.
Era un comienzo prometedor. El estudio de grabación Trident, en el 17 de St. Anne’s Court —un callejón del barrio del Soho, en el corazón del West End londinense—, era una creación de Norman Sheffield, antiguo baterista de un grupo de los años sesenta, The Hunters, y de su hermano Barry. La “relajada actitud respecto a la ingeniería de sonido” de los hermanos Sheffield y el equipo de grabación del estudio, con la tecnología más avanzada, le conferían un atractivo irresistible para muchos artistas de primera línea. En otras instalaciones, como el estudio de EMI en Abbey Road, los técnicos de sonido todavía trabajaban con batas blancas. Otro atractivo, no despreciable, del estudio Trident era su ya legendario piano Bechstein, con el que Rick Wakeman había trabajado amorosamente para muchas sesiones, y cuyas teclas todavía resonaban con los acordes de Hey Jude, de Paul McCartney.
El primer éxito importante del estudio, que disponía de la tecnología más avanzada del momento, había sido My Name is Jack, de Manfred Mann, en marzo del año anterior. Entre los incontables álbumes de éxito que se grabaron en el estudio están Transformer, de Lou Reed, producido por David Bowie, que grabó allí sus propias obras maestras, como The Rise and Fall of Ziggy Stardust. Rick Wakeman era el teclista de sesión de la casa en aquellos tiempos: aparece en grabaciones de Bowie como Changes y Life On Mars.
Trident sigue existiendo, y en su día acogió a muchos artistas consagrados, como James Taylor y Harry Nilsson. Adquirió un estatus de leyenda por haber acogido a los Beatles en julio de 1968 para la grabación de Hey Jude: dura más de siete minutos, y en su época fue el single más largo que llegó a lo más alto de las listas británicas. También se editaron en Trident algunos temas del White Album y de Abbey Road, de los Beatles.
A pesar de que Smile grabó varios temas en St. Anne’s Court, no se fijó ninguna fecha de lanzamiento. Un contrato con la agencia de talentos Rondo les tuvo dando conciertos todo el verano. Aquel mes de agosto, Mercury Records publicó el single Earth/Step on Me en Estados Unidos, donde desapareció sin dejar rastro debido a la falta de promoción. Como la discográfica era reacia a desperdiciar a un grupo con potencial, y como era consciente de que Brian y Tim habían compuesto a medias gran cantidad de material, se habló de la posibilidad de un álbum o de un EP[7]. Enviaron al grupo a los estudios De Lane Lea en Engineers Way, en el barrio londinense de Wembley —y no a la sucursal de De Lane Lea del 125 de la calle Kingsway, como han dicho algunos—. En el estudio De Lane Lea, fundado en 1947, y famoso por su trabajo durante los años sesenta en álbumes de los Beatles, los Rolling Stones, los Who, Pink Floyd, Electric Light Orchestra y The Jimi Hendrix Experience, Smile trabajó con el desaparecido productor Fritz Freyer en dos canciones originales y una versión. Pero el EP no llegó a publicarse, y las grabaciones quedaron relegadas a los archivos. No volverían a salir a la luz hasta aproximadamente quince años después, cuando Queen ya era un grupo superestrella. Finalmente, el EP fue publicado en Japón, donde los fans son insaciables de curiosidades.
Para finales de aquel año, el grupo estaba muy desanimado, y a punto de tirar la toalla. De hecho, eso fue lo que hizo Tim Staffell: cansado de la pesadez y la pobreza de la vida de gira permanente, lo dejó, con la excusa de que Smile no era el grupo idóneo para él.
“Yo estaba empezando a tener una visión bastante negativa del tipo de música que estábamos haciendo”, dijo Staffell más tarde. “Entonces oí a James Brown y pensé: ‘¡Dios mío!’… Básicamente, yo había cambiado completamente de gustos musicales”.
Tim se juntó con Colin Petersen, un antiguo baterista de los Bee Gees, en un grupo llamado Humpy Bong. Un single, una aparición en televisión y sanseacabó el grupo. Al final Tim se decidió por la profesión de los efectos especiales, y gozó de una fama efímera como creador de las maquetas de los trenes de la serie de televisión Thomas y sus amigos.
Sin un cantante solista, la discográfica llegó a la conclusión de que Smile ya no era un grupo, y se rescindieron los contratos de Roger y Brian. Aunque estaban desanimados, no estaban dispuestos a rendirse. Se presentó la posibilidad de una nueva grabación cuando Smile conoció al antiguo DJ de un club de Blackburn, Terry Yeardon, a través de una amiga que bien pudo ser Chrissie Mullen, que posteriormente sería la primera esposa de Brian May. En aquel momento Yeardon era un técnico de mantenimiento en los estudios Pye, en la zona londinense de Marble Arch, un estudio que se había hecho famoso porque allí se había criado profesionalmente Petula Clark, y por el trabajo, principalmente en sintonías de televisión (Crossroads, Neighbours) del equipo formado por el matrimonio Tony Hatch y Jackie Trent. Pye también produjo el tema Hey Joe de Hendrix, y Wild Thing, de The Troggs en 1966, y había acogido a The Kinks, Richard Harris y Trini Lopez. El estudio incluso había contado con Jimmy Page y John Paul Jones como músicos de sesión, antes de que ambos se juntaran con Robert Plant y John Bonham para formar Led Zeppelin.
El futuro productor Yeardon fijó una sesión de grabación nocturna en Pye para Smile. Se grabaron acetatos de los temas Polar Bear y Step on Me, con lo que Smile podía contar con material profesional de audición que podían mostrar libremente a otras discográficas. Pero Yeardon tampoco estaba muy seguro de volver a ver ni una sonrisa por parte de Smile.
Para entonces, Brian, Roger, Tim y un par de músicos de una banda del norte de Inglaterra llamada Ibex estaban viviendo en un apartamento de un solo dormitorio en una vivienda adosada llamada “Carmel” en la calle Ferry, en el barrio de Barnes. Dos hermanas, Helen y Pat McConnell, habían visto tocar a Smile en el pub de su barrio, y también se habían juntado con el grupo. Algunos, con miopía retrospectiva, llegaron a calificar de “bohemio” aquel apartamento húmedo y atestado de gente. En realidad, los compañeros de piso vivían en una apestosa escualidez, y la mayoría dormía en colchones cochambrosos tirados en el suelo. Y para colmo, acababan de admitir a un inquilino más: Freddie Bulsara. ¿Qué creía él que tenían que hacer?