7- TENER INICIATIVA ES COMPATIBLE CON SER EXIGENTE
Como expliqué en la serie de artículos “La extravagancia y el hecho social”, todo lo que camine por caminos nuevos se encontrará con resistencia social. Una de las resistencias sociales con las que puedes encontrarte al seducir de día son acusaciones (manifiestas o latentes) acerca de la falta de selectividad. Es decir: “¿eso lo haces con todas?”. Otra resistencia que va en la misma línea puede estar en tu propia mente, lector, ya que puedes pensar: “si comunico algo atractivo a una chica, igual expongo demasiado mi interés hacia ella, y ella pierde interés por mi”. Si eres una lectora todavía es más probable que pienses esto.
Las acusaciones de este tipo parten de un prejuicio que generalmente se disuelve si la otra persona tiene la madurez, la experiencia o en definitiva la mente suficientemente abierta para desear oír tu explicación precisa y personal acerca de tu comportamiento. Si no tiene la mente abierta y no desea escucharte probablemente se mueve por el mundo con ideas que le han inculcado desde pequeña acerca de “lo que es normal” y “lo que no”, sin haber tratado de reflexionar acerca de sus propias conclusiones.
Sea como sea, en la quinta clave “haz sonreír”, hablamos de una actitud seductora 360º y justificamos por qué es positiva e incluso justa esa actitud. Pero para que distingas bien la perfecta compatibilidad entre tener iniciativa y ser exigente, te contaré la parábola de la piscina (si alguna vez me has visto sabrás que en ocasiones dicen que tengo un parecido a Jesucristo, así que de vez en cuando tengo que usar parábolas).
Imagina que es un día de verano. Depende del día, y de la hora, puede que tengas más o menos ganas de darte un baño. Así que te acercas a la piscina, y tocas el agua. Puede que esa piscina sea como las que alguna vez he tocado en el norte de España, y la notes tan fría que tus muchas o pocas ganas de bañarte se esfumen por completo. Puede que al tocar el agua notes el agua más agradable y cálida de lo que incluso te imaginabas, y que encantado te tires de cabeza. Y puede que entre que no tienes claro hasta qué punto te apetece, y que el agua está normal, decidas primero mojarte los pies un rato, y luego meterte solo hasta la cintura.
No en todos los casos te has bañado ni te has metido con la misma intensidad en el agua. Pero en todos los casos has tenido que tocar el agua.
Que seas una persona agradable y que hace sonreír a los demás, no significa que no seas exigente. Significa en todo caso que eres una persona sociable, positiva, que no deja pasar oportunidades y que trata de contagiar su buena energía a los demás. Tocas el agua, a partir de ahí, que te des un baño dependerá de cuantas ganas tengas de bañarte y de lo agradable que sea ese agua.
Como ves, la realidad tiene elementos de acción y decisión mucho más precisos que los prejuicios no suelen tener en cuenta.
Ejemplo de esta clave aplicada a la seducción de día:
“Disculpa, me has parecido muy divertido y eso no me parece motivo suficiente para ligar contigo, pero sí para acercarme a decírtelo y quizá conocerte, ¿cómo lo ves?”
Ejercicio:
Realiza listas con las características que debe tener una persona con la que:
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Hablarías a gusto cinco minutos.
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Presentarías a tus amigos/as.
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Procurarías que fuese pareja de tu mejor amigo/a.
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Tendrías sexo esporádicamente sin compromiso
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Te irías de viaje quince días.
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Tendrías una relación amorosa durante años.
Recuerda que esas cinco personas, a las cuales les pedirías atributos distintos, se descubren del mismo modo: teniendo iniciativa.