3- TOMA LA DECISIÓN QUE CONFORME LA MEJOR HISTORIA
Cada día estamos escribiendo nuestra historia. Imagínate como protagonista de una novela, o de una serie de televisión. Ese personaje está en una cafetería y no puede dejar de mirar a una chica que ha sabido encontrar el punto de equilibrio entre vestir de ejecutiva y a la vez que se insinúe la silueta de su cuerpo de modo que al protagonista le parece la mujer más femenina que ha visto en un año. Ahora la historia puede continuar de dos modos:
(A) el protagonista se acerca a ella y le dice lo que piensa de ella. Al principio siente cierta vergüenza porque sabe que por tomar decisiones extraordinarias puede ser observado con envidia o admiración por los demás, pero la cálida sonrisa de ella le relaja y él se alegra, ya que viendo su actitud ahora esa chica le resulta aun más atractiva. Tras unas risas, nuestro protagonista y la chica ejecutiva salen juntos del bar.
(B) el joven la observa. Continúa observándola. Bebe un poco de su café. Continúa observándola. Luego ella pide la cuenta y se va. El protagonista piensa en ella las siguientes diez horas.
¿Qué historia te parece mejor?
Al igual que el “carpe diem”, tomar la decisión que conforme la mejor historia no es recomendable en todas las situaciones de la vida, ya que en ocasiones conviene una actitud “de inversión”. El estudiante que se queda a estudiar un sábado para sacar una buena nota en el examen del lunes, quizá está tomando una decisión que suscita una historia menos atractiva que si coge el coche y se va a la playa, pero está invirtiendo para obtener una satisfacción a largo plazo, esto es, conocimiento y una carrera universitaria.
Ahora bien, este “tomar la decisión que conforme la mejor historia”, sí es altamente recomendable en hombres y mujeres que deseen ser seductores, y a corto plazo llenará tus días de experiencias que te harán sentir orgulloso. A largo plazo, tus acciones serán multitud de recuerdos que te harán sonreír al traerlos al presente. Esta es una idea similar a la ya expresada por Luis Tejedor en su máxima ”actúa de modo que puedas recordarte a ti mismo con una sonrisa”.
Por otra parte, es el principio para que disfrutes de algo insospechado, que te va a hacer perder muchos miedos, y que va a cambiar tu concepto de éxito: ama las historias extrañas. Me explico: ¿alguna vez has conocido a una persona que te parecía atractiva, y tras un modo de proceder habitual, os habéis terminando acostando? Pues bien, ¿un año después estás hablando de ello? Probablemente no.
Ahora bien, imagina que tratas de conocer a una chica, y que el proceso no acaba en una entrega sexual, pero para empezar ella te tira una tarta a la cabeza, tú a pesar de ello insistes y entonces aparece un enano forzudo que se enfada contigo porque dice ser su novio. Tú le dices que sólo habías venido a probar la tarta y que ya te ibas. Pues bien, te juro que si esto te pasa, el resto de tu vida disfrutarás y harás reír a tus amigos al contar la historia del pastel y el enano. De hecho piénsalo, a largo plazo, ¿cuál de las dos historias crees que es más fascinante?
Si empiezas a valorar las historias que se generan gracias a tus decisiones, empezarás a no sólo enamorarte de las personas, sino de las historias que creas y vives con ellas. Por otra parte, comprenderás que a veces la mejores historias son las que no salen como tenías planeado.
Por último, esta clave propone una perspectiva que te ayudará con lo que considero una máxima fundamental en la seducción: pocas cosas hay más seguras que gustarte a ti mismo tratando de gustar a otra persona.
Ejemplo de esta clave usada para seducir de día:
(A una dependienta) “Disculpa, al hablar conmigo antes, he pensado que tienes una mirada muy dulce, que da gusto pedirte ayuda, y que esas pequitas que tienes juegan a tu favor. Y he pensado que la historia en la cual me quedo con ese pensamiento y me voy, es mucho menos bonita que la historia en la cual lo pienso, y a pesar de que estás trabajando soy valiente y me acerco a decírtelo. Me llamo Abel, por cierto”.
Ejercicio:
Durante el próximo mes, escribe un diario al acabar cada día. Cuando tomes una decisión (como acercarte o no a una desconocida), hazlo preguntándote qué querrás escribir sobre ello cuando acabe el día.