20
Un toque de magia negra
La muerte de John Bonham, el 25 de septiembre de 1980, fue considerada como «accidental», y el veredicto médico se limitó a constatar que el batería había ingerido cuarenta excesivas «medidas» de wodka, ahogándose en su propio vómito. Sin embargo, tanto Led Zeppelin, por ser el más demoledor grupo de los años 70 y el que más contundentemente arrasó los conceptos del rock, como su leyenda negra, merecen un capítulo aparte en esta crónica de la desesperación, más negra que nunca. Porque ningún otro conjunto flirteó con la magia, los poderes del Más Allá y la Zona Oculta salvo ellos.
Jimmy Page fundó Led Zeppelin en 1968, cuando los restos de los Yardbirds se le hicieron pequeños. Jimmy era el último de los grandes guitarras del rock, siguiendo la estela de Clapton y Beck, pero estaba dispuesto a demostrar que podía ser el número 1. Completó su sueño con su amigo John Paul Jones al bajo, Robert Plant como cantante solista y John Bonham a la batería. A fines de 1968 y en sólo treinta horas eran capaces de grabar uno de los más brillantes LPs de todos los tiempos, y tras su debut oficial el 15 de octubre en la Universidad de Surrey, Atlantic Records les pagó doscientos mil dólares por su firma. La cifra más elevada jamás obtenida por un grupo desconocido. En 1969 Led Zeppelin y Led Zeppelin II cambiaron la faz del rock y obligaron a revisar la mayoría de conceptos que hasta ese momento habían sido inamovibles en música. No sólo fueron esos dos primeros LPs, sino la misma estética visual y el sistema de trabajo del cuarteto lo que dio un vuelco decisivo y esencial, demostrando que el vanguardismo había llegado y que ellos eran el futuro. Led Zeppelin fue el primer grupo en negarse a editar singles extraídos de LPs (a pesar de que una canción, Whole lotta love, fue número 1 en USA en single, si bien no llegó a editarse en Inglaterra), el primer grupo que ofreció conciertos de tres y cuatro horas de duración, con una fuerza y un despliegue de medios total, el primer grupo que se negó a actuar en programas comerciales o shows de televisión, el primero que no concedió entrevistas ni hizo «giras promocionales», y el primero que, enfrentado a la crítica (a la que acusaban de hablar más de sus escándalos y del dinero que ganaban que de sus discos o sus actuaciones), consiguió vencer en la guerra al contar con millones de encendidos adictos desde el primer momento.
En 1969, Led Zeppelin II entró en el número 1 directo del ranking USA de LPs, mientras Led Zeppelin I continuaba entre los más vendidos después de cuarenta y cuatro semanas. Led Zeppelin II estaría cuatro años en esa lista de más vendidos, de ellos cincuenta y tres semanas en el Top-10.
Cinco millones de dólares en ventas les convirtieron en el conjunto del 69, hito que repitieron en 1970. Para entonces sus giras eran tan contundentes como las de los enemigos públicos números 1, los Rolling Stones, y sus efectos más devastadores que los de ninguna otra banda. Peter Grant, el quinto Zep, manager del conjunto, pagaba sin pestañear las facturas que sus discípulos motivaban a consecuencia de los desperfectos que sus giras ocasionaban. La leyenda de las más fastuosas orgías acompañó durante diez años la vida de Led Zeppelin.
La leyenda negra «oficial» se inicia el 1 de febrero de 1970, cuando Robert Plant y su esposa Maureen, sufren un accidente de coche en Kidderminster. Su Jaguar se estrelló contra otro vehículo y el cantante recibió heridas en el rostro y un codo. El 14 del mismo mes viajaron a Singapur para protagonizar otro curioso altercado: las autoridades no les dejaron actuar a causa de su… cabello largo. De vuelta a Europa y antes de visitar Alemania por primera vez, el conde Evan von Zeppelin, descendiente de los Von Zeppelin históricos, protestó oficialmente por la presencia de un grupo de rock que utilizase su ilustre apellido en su país. La banda «sorteó» el incidente actuando con el nombre de NOBS. Pero fue en marzo, durante la quinta gira por Estados Unidos desde fines de 1968, cuando la auténtica violencia y la grandiosidad alcanzada por el grupo amenazó con volverse contra ellos.
En marzo de 1970, mientras Jimmy Page era aclamado como «el Paganini de los 70», los incidentes fueron la principal constante de su «raid» sonoro «over América». En Pittsburg, Pennsylvania, la policía se vio obligada a intervenir contundentemente al acabar la actuación ante el irrefrenable clímax alcanzado y recogido por los miles de fans dispuestos a esparcirlo por la ciudad.
En Boston, los gangsters de la mafia local se sintieron ofendidos por la conmoción Zep y por unas horas pareció que iba a desenterrarse el fantasma de Al Capone y los recuerdos del Día de San Valentín de 1929. En Baltimore la policía se vio obligada a echar gases lacrimógenos al público para disolverlo.
En 1971 las reacciones de locura y entusiasmo por la música y el grupo se repitieron, y esta vez con peligro para ellos mismos. Un tumulto en Milán estuvo a punto de costarles la vida, cuando el público, enardecido, arrasó el escenario y el equipo de sonido. Lograron salvarse llegando al hotel, pero la policía tuvo que declarar la zona «área restringida» al colapsar los fans los alrededores, dispuestos a entrar como fuese para «saludar» a sus ídolos. Jimmy Page declaró que se sentía asustado y acosado por el poder incontrolado de su música.
Sólo que una cosa eran los escándalos, en gran medida inherentes a toda banda de éxito, y otra esa leyenda negra citada al comienzo, y que marcó sus primeros retazos en 1973. Este año se llevó a cabo la única película del grupo, el amplio documental The song remains the same (estrenado en 1976), y víctima de una desnutrición alarmante Jimmy Page tuvo que permanecer en reposo durante varias semanas. Entonces empezó a hablarse de su interés por la magia negra, el ocultismo, el espiritismo y la parapsicología, y como consecuencia de ello, todavía se convirtió más en un personaje misterioso.
En realidad los toques mágicos en la carrera Zep, siempre de la mano del inductor y maestro de ceremonias Jimmy Page, ya se habían manifestado en 1971, al editarse el cuarto álbum del grupo, sin título y con cuatro signos cabalísticos en el interior (unas extrañas letras para Page, una pluma en un círculo para Plan, tres círculos unidos para Bonham y tres elipses unidas por un círculo para Jones). En otoño e invierno de 1973 The song remains the same seria completada con escenas de la vida de cada miembro del grupo inmersas en una especie de fantasía onírica. Pero en el caso de Jimmy Page más bien parecían surgidas de una pesadilla o ser un extracto visual de las fantasías medievales. Por estos días Page vive en Boleskin House, en el Lago Ness. La casa perteneció en otro tiempo a Aleister Crowley, un personaje misterioso y unido a lo sobrenatural. Tanto ella como los manuscritos que se guardan en sus estanterías revelan lo que sus muros le inspiraron… y lo que Jimmy recibió a continuación.
De hito en hito, de récord en récord y de noticia en noticia, Led Zeppelin atraviesa la mitad de los 70 convertido en un huracán. En la gira americana de 1975 se reproducen los incidentes. El show de Boston ha de ser suspendido antes de que comience y los daños por la vorágine destructora del público ascienden a setenta y cinco mil dólares. El 8 de marzo en West Palm Beach, Florida, el Sheriff local suspende el concierto ante la sospecha de que entre el público hay agitadores profesionales para provocar disturbios. No será hasta el verano cuando la leyenda negra vuelva a planear sobre la banda.
El 16 de agosto de 1975 la familia Plant (Robert, su mujer Maureen y sus hijos Carmen Jane, de siete años, y Karac Pendra, de cinco) pasa unas vacaciones en Rhodas. El mini en el que viajan tiene un accidente que magulla a Robert y le produce a su mujer rotura de una pierna y daños en la pelvis y el cráneo. Pudo haber sido peor. El 23 de agosto, una semana después, John Paul Jones se rompe una mano y ello significa la cancelación de una nueva gira americana. Todavía hay más: Plant, que no pisaba suelo inglés desde hacía meses para evitarse el pago de impuestos, ha de ser hospitalizado en Londres. Según la ley, basta que un súbdito británico ponga pie en suelo patrio un segundo para que el fisco le pase la factura por sus ganancias anuales.
En 1977 Led Zeppelin es declarado «la más grande banda de la historia del rock» y su gira americana «el mayor acontecimiento artístico». Las cifras dan la razón porque el 30 de abril el grupo bate el récord de asistencia a un concierto (para un solo artista, ya que aquí no cuentan festivales) con los setenta y seis mil doscientos veintinueve espectadores de Pontiac, Michigan. Hay dos nuevos récords batidos, por la venta de entradas anticipadas, en el Superdome de Nueva Orleans el 30 de julio y en el John Fitzgerald Kennedy Stadium de Philadelphia el 13 de agosto, con ochenta y noventa y cinco mil entradas vendidas respectivamente, pero para entonces los efectos de la leyenda negra comenzarán a ser demoledores. Antes de que ello suceda y en plena gira Robert Plant recibe una llamada de Inglaterra en la que su esposa le comunica la muerte de Karac, víctima de una misteriosa y desconocida enfermedad, un virus infeccioso que ha terminado con la vida del pequeño en unas horas (el nombre de Karac Pendra lo tomó Plant de Pendragon, el Lord inglés que combatió a los romanos).
En cierto modo, Led Zeppelin tuvo una primera muerte aquí. Suspendida la gira, una nube de rumores y diatribas envolvió al grupo hasta 1979. En septiembre de 1977 Robert Plant era detenido, completamente borracho y esgrimiendo una navaja, en el aeropuerto de Hartsfield, Atlanta. En diciembre la prensa se hace eco de unos rumores especiales: Robert Plant había hecho comentarios, alusiones, relacionando la muerte de su hijo con las prácticas satánicas y de brujería mantenidas en secreto por Jimmy Page. La espiral de comentarios obligaría a Page a desmentir los rumores, agregando que su interés por el espiritismo nada tuvo que ver con el fatal desenlace de la inesperada enfermedad de Karac Pendra. A pesar de ello el sello esotérico ya no iba a abandonar al guitarra y al mismo grupo. Durante casi dos años tuvo que ser el tiempo el que actuase de sedante. Por fin, en 1979 aparecería el álbum In through the out door y los Zep actuarían en la apoteosis del Knebworth Festival, ante doscientas cincuenta mil personas, el 4 de agosto, viéndose obligados a repetir el concierto el día 11. Sería el penúltimo acto de la historia.
En 1980 y cuando las viejas heridas parecían cicatrizadas, se anunció que el grupo volvía a la actividad, a las giras, y la fiebre Zeppelin se disparó nuevamente, como en cualquiera de sus mejores tiempos de apoteosis. Una mini-gira entre junio y julio por Europa, para ensayar y preparara el nuevo show fue la antesala de lo que iba a ser la demoledora y explosiva gira americana. Y en las vísperas de ella… John Bonham murió en la casa de Jimmy Page, en Mill Lane, Windsor, el 25 de septiembre, a los treinta y dos años de edad (había nacido en Bromwich, Staffordshire, el 31 de mayo de 1948).
Como decía al comienzo, el diagnóstico médico fue escrupuloso: vómito fatal producido durante el coma subsiguiente a la borrachera épica derivada de las famosas «cuarenta medidas» de wodka (según consta en el parte oficial) ingeridas por el batería. Pero ante la noticia las opiniones se dividieron en dos facciones, y la que más peso pareció demostrar (posiblemente por la tendencia humana de esperar lo peor, o querer creer en lo insólito) fue que la noche anterior Jimmy Page había estado haciendo de las suyas, y que sus rituales satánicos eran directamente responsables del fin de John Bonham.
Nunca pudo demostrarse nada. Led Zeppelin desapareció y con Plant convertido en solista y Jimmy Page dando vida a una nueva banda, The Firm, con el ex Free y ex Bad Company Paul Rodgers, la historia se diluyó a través de los años 80.
Hoy sigue siendo el toque de magia negra situado en los confines de la propia historia del rock.