Principio N°14: No es necesario disculparse con el público
Suele suceder que la inseguridad y los nervios se trasmiten claramente al público. Si eres de los que transpiran las manos, se le acelera el ritmo del corazón, o siente temblores en las piernas, no te asustes, esto es lo más normal del mundo. Son manifestaciones que irán disminuyendo con la práctica.
David Castillo Dominici
Dicho esto, no es necesario que te disculpes con los presentes ni que hagas saber abiertamente lo que sientes. Así sólo lograrás ponerte más nervioso y que no te presten la atención que mereces. Apoyarte en tus fortalezas será la clave. Después de todo, si ellos han venido escucharte es porque tienes algo importante que decir y se irán beneficiados con dicha información.
Una manera de superar tus miedos apenas comienza el discurso, es empezar con una frase fuerte que llame la atención del público. No se trata de asustarlos, pero sí de creerte realmente que estás en dominio de la situación.
Si hubiera un presentador disponible, podrías ser presentado por él e introducido al público de manera que su presencia, en los primeros instantes de la entrada en escena, ayude a atenuar tus nervios y a conectarte con el público de manera más relajada.
Si no cuentas con un presentador, puedes salir a escena, y en medio de los aplausos, mirar al público con una expresión serena y de profunda conexión. Nadie te apura, tómate tu tiempo. Pero tampoco hagas esos instantes eternos. En definitiva, lo único que vence a las situaciones paralizantes, es la acción.
David Castillo Dominici