Principio N°7: Cuando hablas en público, nada malo puede pasar
Una cosa que agrega miedo a disertar en público es el terror que las personas sienten a que algo terrible o humillante les suceda en público.
¿Qué si paso de nervios a cansancio? ¿Qué si olvido todo e intentando hablar me quedo parado ahí, totalmente mudo? ¿Qué si la audiencia me odia y empieza a arrojarme cosas?
¿Qué si todos se levantan y se van después de los primeros diez minutos? ¿Qué si me arrojan preguntas difíciles o comentarios sobre qué hago? ¿Qué si alguien en la audiencia trata de poner al grupo en mi contra?
Esto puede ser embarazoso si ocurre, afortunadamente en la mayoría de los casos estas cosas no pasan.
Incluso cuando ellos lo hagan, es de utilidad tener una estrategia en mente que haga que todo sea perfecto. ¿Suena difícil? No lo es realmente.
He encontrado que la mayoría de las cosas negativas que pasan cuando estoy hablando pueden ser manejadas manteniendo solo un simple, pero poderoso, principio en mente, todo lo que suceda puede ser usado para mi beneficio.
Si la gente se levanta y empieza a dirigirse a la puerta, puedo detener mi discurso y pedir un “feedback”. ¿Había algo sobre mi tema, mi estilo o mi manera de presentar que fue ofensivo para ellos? ¿O simplemente estaban en el salón equivocado desde el inicio y no lo sabían? ¿Alguien estuvo desinformándolos sobre el tema de mi discurso?
Al margen de lo que ellos me digan, el solo hecho de lidiar con la situación, honesta y humildemente, me sumara puntos con el resto de mi audiencia. También me dará la oportunidad de aprender como afecto a las personas, así puedo hacer cualquier corrección necesaria en el futuro.
El mismo principio sirve para lidiar con provocadores o con personas que preguntan cosas complejas o confrontacionales. Si asumes que nada realmente malo puede pasar cuando estás hablando en público, te sorprenderá que tan bien puedes manejar cualquier cosa y que tan a menudo puedes usar esto para tu ventaja.
Y una vez que exitosamente hayas usado estos principios varias veces, tu ansiedad al hablar en público se irá casi completamente. Sabrás que será virtualmente imposible que algo malo suceda y no seas capaz de manejarlo. Este es un pensamiento muy reconfortante.
Consejo: Si quieres un buen modelo para desarrollar estas habilidades, mira el video de monólogos de apertura de Johnny Carson. El fue un maestro usando estos principios. No importa como respondía su audiencia, Carson estaba siempre listo para responder, positiva o negativamente, para hacer otra broma. El simplemente no podía perder, incluso si el material que sus escritores le proveían contenía errores o era de baja calidad.