Principio N°5: La mejor forma de tener éxito es no considerarte un orador

 

Mientras esto pueda parecer paradójico, la mejor forma de tener éxito como orador es no considerarte como tal, al menos no del todo.

 

Algunos de nosotros tenemos una vista distorsionada o exagerada de lo que hace a un orador exitoso. A veces asumimos que para ser exitoso, debemos esforzarnos mucho para obtener ciertas cualidades ideales que nos faltan.

 

Consecuentemente, nosotros emulamos desesperadamente aquellas características personales de otros oradores las cuales creemos fervientemente son responsables de su éxito al hablar en público.

 

En otras palabras, tratamos de ser alguien que no somos. Tratamos de ser un conferencista “x”, quizás alguien a quien admiramos.

 

La verdad sobre los mejores oradores es que la mayoría de ellos llegan a ser exitosos de la manera opuesta. Ellos no tratan de ser como otros. Solo se dan permiso de ser ellos mismos en frente de otras personas, y para su sorpresa, han descubierto lo divertido que es hacer cosas que la mayoría de las personas evitan. Es más, han descubierto la aprobación de mucha gente siendo ellos mismos y han encontrado elogios para su estilo único y particular. Y eso les ha dado aliento para seguir siendo ellos mismos.

 

El secreto, entonces, para el éxito es que ellos no trataron de convertirse en oradores.

 

Tú y yo podemos ser muy parecidos. No importa qué tipo de personas seamos, o que tipo de habilidades o talentos poseamos, notros podemos pararnos enfrente de otros y ser completamente nosotros mismos.

 

Yo amo hablar en público. ¿Por qué? Porque es una de las pocas veces que puedo darme permiso a mi mismo de ser completamente yo mismo en presencia de otros. Puedo ser valiente, apasionado, gracioso, informativo, útil, ingenioso… y todo lo que yo quiera. Puedo decir bromas, lo cual no hago normalmente, decir historias graciosas o conmovedoras, o hacer cualquier otra cosa que me haga sentir natural en el momento.

 

Como resultado, hago un mejor contacto con mi audiencia. No hablo monótonamente sobre un tema poco interesante. Estoy vivo, energizado, estoy completamente entrado en lo que sea que este diciendo. Este es otro regalo que puedo dar a mi audiencia. También me permite notar cuando me extiendo mucho o cuando la gente que esta escuchado se empieza a quedar dormida.

 

Cuando tu realmente eres bueno siendo tu mismo en frente de otros, puedes incluso pararse enfrente de un grupo de personas sin ninguna idea de cómo vas a sacar tus dos o tres puntos principales. Yo disfruto ponerme enfrente de un grupo sin saber específicamente lo que voy a decir. Solo me enfoco en mis tres puntos principales y recuerdo que estoy ahí para dar a las personas algo de valor. Entonces me doy permiso a mi mismo de decir lo que sea que venga a mi mente. En algunas ocasiones, digo cosas que nunca he dicho antes, ellas vienen a mí espontáneamente mientras estoy con mi audiencia, a veces me siento impresionado de las cosas que digo o hago.

 

¿Y sabes qué? Las personas en la audiencia a veces vienen a mi después de la plática y dicen “estuviste genial, deseo tener la confianza para dar al publico platicas como tú.” Esta es exactamente la forma de pensar errónea, no trates de dar platicas de la forma que yo lo hago, o de la forma que cualquier otro lo hace, solo ve, ármate con un poco de conocimiento y unos pocos puntos clave y se tu mismo. Todo lo demás usualmente se da solo, esto puede ser un poco difícil las primeras veces que lo intentes, pero después de un rato, resolverás todo en una forma exitosa en la que serás tu mismo y no alguien más.