Mi primera entrevista con la señora Laura Valero tuvo lugar en el verano de 2004. ¿Por qué yo? Eludió, no sin elegancia, contestar a esa pregunta. El manuscrito que puso a mi disposición tuvo que ser completamente reescrito (razón de mi firma); pero el producto final conserva su esencia, su feroz candor. Los acontecimientos que narro se ajustan fielmente a la experiencia contada por Laura en sus apuntes y de viva voz.

La señora Valero leyó mi versión de sus notas y se mostró satisfecha, y hasta feliz, del resultado. He jurado guardar el secreto de su identidad y, obviamente, honraré la palabra dada a tan exquisita dama. Conocerla fue un honor que atesoro. Siempre he pensado que Barcelona es una ciudad fascinante; tras saber de la aventura protagonizada por la heroína de esta historia, debo reconocer que es infinitamente más fascinante de lo que yo pensaba.

J. A.