Epílogo
En esa época había, en la ciudad de Boston un club llamado el Club Athenaeum, y a ese club pertenecían aquellos cuyos apellidos estaban vinculados estrechamente con la historia de la ciudad. Con los lejanos días de Emerson y de Thoreau.
Hombres como el rector de la universidad, que decidió finalmente la suerte de Sacco y Vanzetti, eran miembros de la comisión directiva de este club. Una institución en que nunca había logrado penetrar un extranjero, un nuevo rico, un judío o un negro.
En la mañana siguiente a la ejecución el 23 de agosto de 1927, se descubrió que había sido insertada una hoja de papel en todos los diarios y revistas de la sala de lectura del aristocrático club.
Y en cada una de las hojas se leían las siguientes palabras: «En este día, Nicolás Sacco y Bartolomé Vanzetti soñadores en la hermandad de los hombres, que esperaron poder encontrarla en los Estados Unidos, fueron cruelmente asesinados por los hijos de aquellos que hace mucho tiempo huyeron a esta tierra de esperanza y libertad».