Notas

[1] Medea Palatina en Pro Cael., 18. Boôpis en Ep. Alt. II 9, 1, y quadrantaria en Pro Cael. 62. Celio Rufo, ex amante de Clodia y defendido por Cicerón, le dedica el apelativo de Clitemnestra quadrantaria, recogido por Quintiliano, VIII 6, 53. Así, se hace eco del rumor de que había matado a su esposo Metelo. Quien quiera ver el mucho interés que el orador demuestra por la amante de Catulo puede leer, además de las citas anteriores, las siguientes: Pro Cael. 13,15, 16, 20, 22, 23, 26, 29, 32, 36, 38, 78; Ep. Att. II 12, 2; 14, 1; Pro. Ses. 16, 39; Dom. 92; Ep. Fam. 19, 15; Quin. I 3, 2. <<

[2] Las palabras de S. Jerónimo en su Chronica (ed. Helm 150, 24; 154, 22), concretamente en ad Abr. ann. 1930, hoc est 667 ab V. cond. / 87 a. Chr. n… son las siguientes: Gaius Valerius Catullus, scriptor lyricus, Veronae nascitur. Poco después, ad Abr. ann. 1959 (1960), hoc est 696 (697) ab V. cond. / 58 (57) a. Chr. n., escribe: Catullus XXX aetatis anno Romae moritur. (Los números que aparecen entre paréntesis en el segundo párrafo obedecen a vacilaciones en los manuscritos de S. Jerónimo). <<

[3] Ya A. L. Wheeler, en Catullus and the tradition ofancient poetry, Berkeley y Los Ángeles, 1964, págs. 87-90, defiende con acierto esta hipótesis que, después, vemos repetida en autores posteriores. J. Granarolo, Catulle, ce vivant, París, 1982, págs. 17-49, resucita una propuesta de R. Schmidt de 1914 y traslada las fechas de nacimiento y muerte al 82-52, tomando como base de su argumentación las palabras de C. Nepote, Ático 12, 4: post Lucreti Catullique mortem. Los dos poetas, según él, morirían el mismo año. <<

[4] Al ser cónsul Cinna en el 87 y en el 84 por cuarta vez, uno de los dos autores debió leer erróneamente consule Cinna IV por consule Cinna. <<

[5] Además del testimonio de S. Jerónimo citado en la n. 2, tenemos el de Ovidio, Amores III 15, 7-8:

Mantua Vergilio gaudet, Verona Catullo;

Paelignae dicar gloria gentis ego;

y el de Marcial, en 161,1-2; y XIV 195. <<

[6] El códice G (Sangermanensis), p. e., dice: Catulli Veronensis Líber incipit; y el códice O (Oxoniensis): Catullus Veronensis poeta. <<

[7] Cf. Hist. Natur. XXXVII, 81. <<

[8] Cf. c. 31 y c. 44. <<

[9] Cf. Suetonio, Julio 74. <<

[10] Es probable que tuviese residencia en Roma en el 66/65 a. C., a los veinte años de edad, a tiempo de arremeter contra Cominio en el c. 108, personaje que se había prestado a una maniobra de los aristócratas contra el tribuno de la plebe Cornelio. <<

[11]11 Cisalpina = Cispadana más Transpadana. <<

[12] Cf. Cic., Pro. Cael. 28, 29 y 30. <<

[13] Cf. c. 65, c. 68 y c. 101. <<

[14] Cf. c. 10 y c. 28. <<

[15] Cf. c. 10, 9-13; c. 28. <<

[16] En Apología 10, dice: eadem igitur opera accusent C. Catullum quod Lesbiam pro Clodia nominarit… <<

[17] Cf. L. Schwabe, Quaestiones Catullianae, Giessen, 1862. <<

[18] Cicerón, en Att. 118, dice textualmente de Mételo: «non homo, sed litus atque aer et solitudo mera». Como era frecuente en él, hablaba bien de Metelo en público, pero mal en privado. <<

[19] Partiendo de autores que están de acuerdo en fijar las fechas de nacimiento y muerte de Catulo en 84-54, hay una vacilación a la hora de fijar la diferencia de edad entre Clodia y Catulo. Yo sigo a P. Grimal, en L’amour à Rome, París, 1988, pág, 168. A. Rostagni, Letteratura Latina, I, Turín, 1959, pág. 361, habla de una decena de años, y A. L, Wheeler, Catullus…, pág. 89, entre diez y once años. <<

[20] La alusión al pactus puede verse entre otros en los siguientes poemas: 76, 3; 87, 3, y 109, 1-6. <<

[21] J. Granarolo, en L’Oeuvre de Catulle, París, 1967, págs. 52-108, dedica un capítulo de su obra al estudio de la religiosidad del poeta y lo titula: Les constantes de la foi dans me âme inquiète. Sin necesidad de aceptar al pie de la letra lo que allí se dice, está claro que el poema 76, escrito sin duda a las puertas de la muerte, respira fe y pureza en sus creencias. <<

[22] Cf. The nature of Roman poetry, Oxford, 1970, págs. 115-119. <<

[23] La bibliografía sobre este tema es muy abundante, pero sólo quiero resaltar dos autores: K. Quinn y T. P. Wisemann. El primero en su obra Catullus. An interpretation, Londres, 1972, págs. 242-256. El segundo en Catullus and his World Cambridge, 1985, págs. 10-15. De la bibliografía española queremos citar el artículo de C. Espejo Muriel y F. Salvador Ventura, «Veronae amantes: Catullus et Juventius», en Actas 1er Congreso Peninsular de Ha Antigua, Santiago de Compostela, 1988, págs. 61-78, cuyo contenido encierra una interpretación totalmente distinta a la nuestra con respecto a las relaciones Catulo-Juvencio. Sin embargo, los autores manejan una buena bibliografía que sostiene y divulga las mismas ideas de los dos autores en lengua inglesa destacados por mí. Tácito, Anales XI 2, al hablar de un personaje llamado Asiático, que es acusado de afeminado, cuenta que el reo no pudo contenerse ante esta acusación de parte de Suilio, favorito de Claudio, y le gritó: «pregunta a tus hijos, Suilio; ellos confesarán que soy un hombre». Cito por la traducción de J. L. Moralejo, en C, Tácito, Anales, XI-XVI, Madrid, 1980, pág. 12, núm. 30 de esta colección. Moralejo dice en la n. 8: «el sarcasmo de Asiático parece comprenderse mejor si se admite con Koestermann que uno de los hijos de Suilio era el Cesonino citado en XI 36, 4, que habría desempeñado papel de mujer en las orgías de Mesalina y su círculo». <<

[24] Ejemplo típico es el c. 57 contra César y Mamurra. Así como el 29. <<

[25] Cornificio fue cesariano y Tícida fue víctima de los pompeyanos. Bibáculo, primero anticesariano, consagró después una epopeya a la guerra de las Galias, (Cf. M. Dolç, Retomo a la Roma clasica, Madrid, 1972, págs. 86-87). <<

[26] En Suetonio, Julio 73, encontramos lo siguiente: V. Catullum a quo sibi uersiculis de Mamurra perpetua stigmata imposita non dissimilauerat, satis facientem eadem die adhibuit cenae hospitioque patris eius, sicut consuerat, uti perseuerauit. <<

[27] Cf. G. B. Pighi, 11 libro di Gaio Valerio Catullo e I frammenti dei «poeti nuovi», Turín, 1974, pág. 80. Se trata de una pintura parietal descubierta por el prof. Mirabella Roberti en 1963, precisamente en la parte más antigua de la uilla de Sirmión, que perteneció a Catulo. En la edición de Enzo Mandruzzato, citada en 5. Bibliografía, se ofrece entre sus ilustraciones esta pintura mural como presunto retrato de Catulo. <<

[28] C. Rambaux, Trois analyses de l’amour, París, 1985, págs. 11-17, partiendo de que Catulo es el editor del Líber, sostiene que la división de los tres libros en 1-60, 61-68, 69-116, es consciente y de Catulo. Afirma que los poemas breves 1-60 están escritos en su mayoría en endecasílabos faléceos y los 69-116, todos en dísticos elegiacos para encerrar los poemas largos 61-68. La transición formal de una parte a otra está asegurada por el hecho de que los cuatro primeros poemas largos 61-64, están escritos en metros variados como los de la primera parte, sin que ninguno esté escrito en dísticos elegiacos, mientras que los cuatro siguientes, 65-68, están en este metro como los de la tercera parte. Está claro que corresponde a K. Quinn la originalidad de esta teoría, como el mismo Rambaux reconoce en n. 29 (cf. K. Quinn, Catullus…, págs. 15 y 257-258). La larga cita se justifica porque escrito este libro simultáneamente al de Wiseman, vemos cómo la filología en lengua romance se muestra más conservadora y apoya la tradición con el peso de los argumentos de un escritor en lengua inglesa. Para Wiseman y otros la división queda así: 11-60, II 61-64, III 65-116, de modo que en el último volumen queden todos los dísticos y el reparto de versos de los tres volúmenes sea más equilibrado. <<

[29] Cf. A. L. Wheeler, Catullus…, págs. 14-32. <<

[30] Cf. Marcial, IV 14:

Sie forsan tener ausus est Catullus

magno mittere «passerem» Maroni. <<

[31] Cf. J. Vahlen, «Beiträge zur Berichtigung der römischen Elegiker, I: Catullus», en Sitzungsberichte der Preussischen Akademie der Wissenschaften, 1904, págs. 1067-78, y U. von Wilamowitz-Möllendorf, Sapho und Simonides, Berlin, 1913, pág. 292. <<

[32] Cf. E. Baehrens, Catulli Veronensis Liber, II, Leipzig, 1885, págs. 57-61. Para él la dedicatoria atañe a un solo libro. <<

[33] En Marcial, XIV 2, vemos que la palabra libellus tiene el sentido de antología o florilegio. <<

[34] Cf. K. Quinn, Catullus…, págs. 14-17. <<

[35] Cf. Catullus and his…, págs. 265-66. <<

[36] lbid., págs. 147-57. <<

[37] No conocemos directamente el artículo de Otto Skutsch, «Metrical variations and some textual problems in Catullus», citado y comentado en la pág. 93 del tan repetido libro de J. Granarolo, Catulle, ce vivant. <<

[38] Cf. el capítulo III, págs. 63-68 de la obra Catulle, ce vivant. <<

[39] Catullus. An interpretation, Nueva York, 1973. <<

[40] Cf. Catullus…, págs. 49-52. <<

[41] Calificado de doctus aparece en Marcial, I 61, 1-2; VII 99, 5-9; VIII 73, 5-10; XIV 100; en Ovidio, Amores III 9, 62; Tibulo, III 6, 39-42. De lasciuus en Prop., II 34, 87-8; Ovid., Tris. II 427-30. De argutus en Marc., VI 34, 7-8. De lepidus en Marc., XII 44, 5-6. De tener en Marc., IV 14, 11-14. De facundus en Marc., V 30, 1-4. De urbanus en Juv., XIII 110. <<

[42] K. Quinn, The Catullan Revolution, Cambridge, 1969 (1959), pág. 30, ofrece el testimonio de W. Kroll que en 1921 habla todavía del Catulo alejandrino y de «criatura primitiva de la naturaleza». <<

[43] Cf. «Catull», en Römische Geisteswelt, Munich, 1956, pág. 211. <<

[44] Cf. c. 64, 50-266. El famoso lamento de Ariadna comprende los versos 132-201, cuya primera parte, la de los versos 132-63, es una indignatio. Parte de su contenido es una repetición del poema 60, en el que reprocha el abandono de Lesbia o de un amigo. <<

[45] Cf. Römische Geisteswelt…, págs. 200-220. En la obra que Fr. Klingner dedicó después a Virgilio repite estas ideas a propósito de su estudio del episodio de Dido en la Eneida (cf. Virgil, Bucólica, Geórgica, Aeneis, Zürich, 1967, págs. 464 y sigs.). R. Adrados, al hablar de la poesía de Arquíloco, concretamente de sus epodos, nos asegura que en ellos se encuentran los más antiguos versos de amor de la literatura griega. Es el propio poeta el que, al recordar a Neobula, describe un padecimiento de síntomas amorosos, precursores de los de Catulo y, en consecuencia, esta afirmación está en contra de nuestra teoría, tomada del filólogo alemán. Como el profesor español habla también de su tarea de reconstrucción de los epodos arquiloqueos, iniciada por F. Laserre, razones de prudencia nos hacen postergar la ocasión de dar al traste con la doctrina aceptada comúnmente. (Cf. «Lírica Griega», en Historia de la Literatura Griega, Madrid, 1988, págs. 129-30). <<

[46] Calímaco había dicho en el Epigrama XXVII: «odio el poema cíclico», en alusión a los poetas discípulos de Homero, quizá refiriéndose a la obra de Apolonio de Rodas. En el prólogo de los Aitía contra los Telquines dice: «tronar no es mi oficio, que es de Zeus». Mis citas de Calimaco se encuentran en el fr. 465 de la edición de Pfeiffer, que K. Quinn interpreta en Catullus…, pág. 11, como alusión al difícil manejo de los rollos, en contra de la interpretación tradicional que es a la que yo aludo (para la traducción de las citas anteriores de Calimaco me sirvo de las de L. A. de Cuenca y M. Brioso, Calimaco, Madrid, 1980, núm. 33 de esta colec.). <<

[47] Catulo, siguiendo a su maestro Calimaco, que como acabamos de ver odia a los discípulos de Homero, rechaza y se burla de los discípulos de Ennio como Volusio, cuyos Anales satiriza en el poema 36. En el 95, opone el destino de la Esmirna, epilio como la Hécale de Calímaco, al de los Anales de Volusio. <<

[48] J. Granarolo , L’oeuvre de Catulle… págs. 310-369. <<

[49] C. J. Fordyce, Catullus. A commentary, Oxford, 1973 (1961), págs. 272-76 <<

[50] Señala K. Quinn que editores modernos atribuyen a V muchas de las lecturas que corresponden a O, G y R, en testimonio combinado cuando nadie en unos 650 años ha visto V (cf. Catullus…, pág. 3). Está claro que yo también caigo en este defecto, al seguir a Mynors. <<

[51] M. Dolç, G. V. Catulo. Poesías, Barcelona, 1963, pág. XLV. <<

[52] Cf. Catullus. Carmina, Stuttgart, 1973, págs. XI-XIV. <<

[53] Cf. G. V. Catulo…, págs. LII-LIII. <<

[54] G. V. Catulli Carmina, Oxford, 1989 (1958), pág. XI. <<

[55] Véase el apartado 4 de la Introducción, donde se podrá ampliar la lista de los traductores españoles en la bibliografía allí citada.

Cuando mi trabajo sobre Catulo estaba ya totalmente redactado, llega a mis manos una novela, Lesbia mía, de Antonio Priante, publicada en Madrid, en 1992. Me alegra su publicación por muchas razones:

En España se escribe por primera vez una novela sobre Catulo y Lesbia cuando en otros países, como Inglaterra, existe una rica tradición.

Se ordenan cronológicamente sus poemas o, más bien, los esenciales para escribir una biografía más de nuestro poeta, basada en el Líber Catullianus, pero con inteligencia y con el tono mesurado que propugnamos en nuestra introducción.

Por caminos bien distintos llegamos, a veces, a conclusiones parecidas. Por citar un caso muy significativo, léanse las páginas sobre el amor de Cicerón por Clodia.

Ofrece una solución final a las relaciones Catulo-César muy aceptable. Yo no he sabido verla, porque lo que la tradición filológica aportaba no me satisfacía.

Margina las relaciones homosexuales del poeta, sin darle la importancia que hasta ahora se le ha venido dando, cosa que me parece muy acertada.

f) La evocación histórica de algunos ambientes romanos en determinados momentos nos parece exacta. Casos como la descripción de la casa de César con la figura de Aurelia, su madre, hilando arrinconada, fuente de inspiración de la escena de las Parcas en el c. 64, resultan altamente reveladores de lo que se puede hacer con una buena preparación en nuestros estudios.

Ahora bien, no son menos los desaciertos:

El sistema epistolar, que podría haber sido un hallazgo, se convierte en una trampa mortal, ya que las cartas de cuatro personajes están escritas con el mismo estilo (este defecto lo Señaló G. Gual en su reseña de El País —16/5/92—).

Los diálogos entre Catulo y Lesbia carecen de veracidad y dramatismo. Para mi gusto resultan más falsos aún que las cartas.

Presentar a Cicerón como alguien en quien predomina, sobre todo, la bondad parece excesivo. La lectura de su epistolario rechaza esta valoración tan positiva.

d) Los dos personajes centrales, Catulo y Lesbia, no son los míos. «Mi Clodia» no habría soportado un solo momento de conversación con un personaje como este Catulo, triste y cursi. <<

[56] Con la piedra pómez se alisaban los bordes del uolumen. Éste estaba formado por hojas de papiro que se enrollaban alrededor de un eje, de madera o marfil, el umbilicus. <<

[57] G. Cornelio Nepote, que escribió De uiris illustribus. La obra a la que aluden los versos de Catulo es su Chronica, hoy perdida. Nepote, en su Vida de Ático 12, sitúa a Catulo junto a Lucrecio a la hora de emitir un juicio sobre un poeta: Idem L. Iulium Calidum, quem post Lucreti Catullique mortem multo elegantissimum poetam nostram tulisse aetatem uere uideor posse contendere, neque minus uirum bonum optimisque artibus eruditum… (Ático 12, 4). <<

[58] Una de las Musas, doctae uirgines, a quien no cita específicamente. Si bien es verdad que es corriente omitir el nombre de la Musa cuyo patronazgo se invoca, es posible que aquí no se cite a Calíope, ni a Clío, por el carácter modesto de la obra, sobre el que se insiste: libellus, nugae. <<

[59] El vocativo passer, pájaro, lo hemos traducido por gorrión como se ha hecho tradicionalmente. Safo, en Fr. 1 (Lobel-Page), 9-12, representa a Afrodita conduciendo un carro tirado por gorriones. Por otra parte, se sabe que era frecuente el regalo de gorriones a damas romanas por sus amantes. Desde luego, existe abundante bibliografía que trata de identificar el pájaro en cuestión (cf. Dolç, G. Valerio Catulo…, pág. 3). <<

[60] Atalanta. Hipómenes trata de vencer a Atalanta en la carrera tirándole manzanas de oro del jardín de las Hespérides. Después se casará con ella. Para una mejor comprensión del mito deben leerse las págs. 329-335 de la obra de A. Ruiz de Elvira, Mitología Clásica, Madrid, 1975. <<

[61] Es posible que se trate de una expresión proverbial, repetida por Catulo en 13, 12. En la mitología alejandrina, sin embargo, parece corriente la idea de que había más de una Afrodita. Así Calím., Fr. 200: «A las Afroditas (pues esta diosa no es una sola)…» (cf. Calímaco, Himnos, epigramas y fragmentos, Intr., trad. y notas de L. A. de Cuenca y M. Brioso, Madrid, 1980, página 232, núm. 33 de la B.C.G.). Los Cupidos son los Amores de la antigua poesía (cf. C. J. Fordyce, Catullus…, pág. 93). <<

[62] Orco es un dios romano que presidia la muerte. Fue identificado con Hades, rey del mundo de los muertos según la mitología griega. Los infiernos son designados con el nombre de su rey, Orco, en una metonimia muy corriente. <<

[63] Todos los lugares aquí señalados son de fácil reconocimiento. En todo caso, la Propóntida tracia puede exigir una explicación: hoy es el Mar de Mármara. Así, el viaje constaría de tres etapas: el Ponto o Mar Negro, el Mar de Mármara y los mares Egeo y Adriático. <<

[64] Amastris es la capital de Paflagonía y el Cítoro es un monte de la misma región. La Paflagonia formaba parte de Bitinia, en el Ponto Euxino o Mar Negro. <<

[65] Los dioses a los que los navegantes hacían sus votos eran: Glauco, Panopeo, Melicertes y Palemon. <<

[66] El lago ha sido tradicionalmente identificado con el Garda (Benacus, 31, 13), pero entonces el Mincio no era navegable. Della Corte lo identifica con el lago Ascanio, cerca de Nicea, en Bitinia (cf. Della Corte, Catullo…, pág. 235). <<

[67] Los Dioscuros, Cástor y Pólux, hijos de Leda, famosos gemelos protectores de la navegación. <<

[68] El as romano era una moneda de bronce muy corriente y de poco valor. Tal vez con la traducción por céntimo el lector tiene una idea aproximada de poco que Catulo valoraba las opiniones de los senes. <<

[69] La edición de R. A. B. Mynors conserva entre cruces la lectura de V: nam inista preualet (cf. Mynors, Catulli…, pág. 5). Seguimos la conjetura de Escalígero y Haupt < nil stupra ualet>, presente en las ediciones de K. Quinn y de F. Della Corte (cf. K. Quinn, Catullus…, pág. XXV, y Della Corte, Camilo…, pág. 14). <<

[70] Cirene es la principal ciudad de la provincia Cirenaica, donde, según Plinio, abundaba el laserpicio, que, tal vez, equivalga al comino silvestre (Plin., H. Nat. XIX 38). <<

[71] Se refiere al templo de Zeus Amón, en el oasis de Siwah, y a Bato, rey fundador de Cirene. <<

[72] Aparecerá con Fabulo en los poemas 12, 28 y 47. En el poema 12 están los dos juntos en Hispania. En el 28 y 47 están a las órdenes de Lucio Calpurnio Pisón, mientras Catulo sirve a las órdenes de G. Memmio en Bitinia. <<

[73] Divinidades del hogar. Eran objeto de culto como los Lares, de los que se diferencian por ser más íntimos y personales. <<

[74] Bitinia era provincia romana desde el 74 a. C. Para su localización geográfica léase el contenido de la n. 9. <<

[75] Equivale a «nadie volvía más rico». Perfumarse la cabeza era costumbre de ricos. <<

[76] Este pretor es G. Memmio, al frente de Bitinia en el 56. De él hemos hablado en la Introducción general, pág. 12. <<

[77] El culto a Sérapis, dios egipcio, estaba bastante extendido en la Roma del s. I a. C. <<

[78] Este Gayo Cinna es, con toda probabilidad, G. Helvio Cinna, poeta y amigo de Catulo. Sin embargo, no se sabe quién es el Varo a quien convierte en protagonista del poema. La opinión más generalizada es que se trata del destinatario del c. 30, Alfeno Varo; o Quintilio Varo, amigo de Virgilio y Horacio, cuya muerte llora Horacio en Odas 124. <<

[79] Como tantos otros personajes de Catulo, están todavía sin identificar. Furio aparece también en los poemas 16, 23 y 26, y Aurelio en 15, 16 y 21. <<

[80] Los hircanos habitaban las costas meridionales del Caspio, en donde también vivían como nómadas los sagas. Todos ellos eran vecinos de los partos, famosos por lanzar sus flechas mientras huían cabalgando (cf. Virg., Geórg. IV 313-14, y Hor., Od. II 13, 18). <<

[81] Desechamos la conjetura de Haupt, que adopta Mynors: <horribile aequor> (cf. Mynors, Catulli…, pág. 9). Mantenemos la lectura de V: [horribilesque], como hacen las ediciones de H. Bardon y de F. Della Corte (cf. H. Bardon, Catullus…, pág. 14; Della Corte, Catullo…, pág. 22). <<

[82] De los dos hermanos es más conocido G. Asinio Polión, amigo de Virgilio y de Horacio (Od. II 1), orador, crítico e historiador. Vivían en la costa del Adriático, al este de Italia. <<

[83] El talento era una unidad monetaria griega equivalente a seis mil dracmas (unas 10 000 pts.). <<

[84] La ciudad de Saetabis (Játiva) estaba en la Hispania Tarraconense y producía, según Plinio, los mejores paños (Hist. Nat. XIX 9). <<

[85] El amigo de Catulo y uno de los representantes de la escuela neotérica, Gayo Licinio Calvo, era, además de famoso poeta, un gran orador. El odio de Vatinio era proverbial, por haber sido objeto de una violentísima acusación por parte de Calvo (cf. c. 53). <<

[86] El litterator enseñaba las primeras letras. Este Sulla se cree que es un liberto de Sila, Lucio Cornelio Epicado. <<

[87] Las fiestas Saturnales duraban desde el 17 al 24 de diciembre. Era costumbre el intercambio de regalos entre amigos, pero eran sobre todo las fiestas de los esclavos durante las cuales se les permitían libertades de las que no gozaban el resto del año. <<

[88] El empleo de plurales, Caesios, Aquinos, es de desprecio y, en cuanto a Suffenum, su cualidad de poetastro, como se nos hace ver en el c. 22, queda así enfatizada. <<

[89] Cf. n. 24. <<

[90] Éste es el típico castigo de los adúlteros. Los escolios de Juvenal en su anotación al v. 317 de la Sátira X de Juvenal hablan de que el mújol era un pez de cabeza grande. <<

[91] De estos personajes ya hemos hablado en la n. 24. Aparecen caracterizados como pathicus y cinaedus, homosexuales pasivos (cf. Introducción, págs. 21-23). <<

[92] No hay una identificación segura (cf, Lenchantjn, Il libro…, pág. 39). Los últimos editores de Catulo, Della Corte, Ramírez de Verger, etc., señalan con convencimiento que se trata de Verona, colonia romana (TÁC., Hist. III 8). <<

[93] Se alude a la corporación sacerdotal, instituida por el rey Numa, con el fin de custodiar los escudos del dios Marte. A este dios estaban consagradas sus danzas. <<

[94] Los poemas 18, 19 y 20 fueron separados como apócrifos del Líber de Catulo a partir de la edición de K. Lachmann (Berlín, 1829). La edición de Venecia (1554), preparada por Muret (Muretus), inicia la tradición de incluir estos poemas (cf. M. Dolç, G. V. Catulo…, págs. 18-19). <<

[95] Hemos desechado la lectura de V, que conserva la edición de Mynors: me me… (cf. Mynors, Catulli…, pág. 16). Las ediciones de H. Bardon y de Della Corte ofrecen la conjetura de Escalígero: <al> meme (cf. H. Bardon, Catullus…, pág. 22, y F. Della Corte, Catullo…, pág. 36). <<

[96] Los autores del s. I a. C. usaban como borrador las tablillas de cera y después pasaban sus escritos al papiro o al pergamino, de los que se habían borrado los textos precedentes, palimpsestos, Sufeno ya había sido citado en 14, 19. Varo es el mismo del c. 10, del que no hay una identificación segura. Según Della Corte, debe identificarse como Alfeno Varo (cf. Personaggi…, pág. 222). <<

[97] Alude a la conocidísima fábula de Esopo «Las dos alforjas», imitada por Fedro, IV 10. <<

[98] La edición de Mynors conserva entre cruces la lectura del códice O: mulier aries (cf. Mynors, Catulli…, pág. 19). Bardon y Della Corte recogen la conjetura de Haupt: < mulierarios> (cf. Bardon, Catullus…, pág. 26, y Della Corte, Catullo…, pág. 42). <<

[99] Eran famosos los bordados de Tinia, que es la Bitinia occidental. Para la localización de Bitinia, léase la n. 9. <<

[100] Los vientos son: austro, del sur; favonio, del oeste; bóreas, del norte; afeliotas, del este. <<

[101] Después de hablar del falerno, vino calificado como fuerte por Horacio, en Odas, I 27, 9, se habla de merus Thyonianus, como del vino más puro. Lenchantin de Gubernatis, II libro…, pág. 54, explica que el adjetivo Thyonianus presupone un Thyonius = Thyoneus. Tione se identificaba con Sémele, madre de Dionisio o Baco. Así, «éste es un vino de Tionio», «éste es un vino del hijo de Tione», «éste es un vino de Baco», por lo tanto, es el vino mejor, el más puro. <<

[102] Cf. n. 17. <<

[103] Mamurra, caballero romano de Formias, praefectus fabrum con César en la guerra de las Galias. Además, aparece en los siguientes poemas: 41, 43, 94, 105, 114 y 115. <<

[104] Las opiniones están encontradas respecto a quién es este cinaede Romule. Unos lo identifican con César; otros, con Pompeyo. Mi opinión es que se trata de César, unido a Mamurra a la hora de recibir esta calificación en el poema 57. <<

[105] El v. 23 ofrece entre cruces la lectura: urbis opulentissime, en la edición de Mynors (cf. Mynors, Catulli…, pág. 22). La edición de P. Goold acepta la conjetura de Haupt: <o piissimei>, que es la escogida para nuestra traducción (cf. P. Goold, Catullus…, pág. 68). <<

[106] César es el suegro y Pompeyo el yerno, ya que éste se casó con Julia, la hija de César, muerta en el 54. <<

[107] Se duda de quién es la persona a quien está dirigido este poema. Como en el c. 10, puede tratarse de Alfeno Varo (cf. las notas 23 y 41). La Fidelidad o Buena Fe tenía su culto muy arraigado en Roma desde antiguo. Su legendario fundador fue el rey Numa. Cicerón dice en su tratado De los deberes III 104: qui ius iurandum uiolat, is Fidem uiolat. <<

[108] Sirmión es una península en el lago Garda, que acoge al poeta tras su vuelta de Bitinia en el 56 a, C. <<

[109] Los dos Neptunos son: el del agua salada (mares y océanos) y el del agua dulce (ríos y lagos). <<

[110] Tinia y Bitinia estaban separadas por el río Psilio. Para su localización, léase el contenido de las notas 9, 19 y 44. <<

[111] El lago Garda (Benacus) y todos los territorios de sus alrededores fueron etruscos, y éstos, según la tradición legendaria, descendían de Lidia. <<

[112] Este poema es un himno a Diana y se duda si fue escrito para ser cantado. A la diosa Diana, aquí asimilada a la divinidad griega Ártemis, se la identifica con Juno, Trivia y Luna como diosa de la fertilidad agrícola y de la fecundidad femenina. <<

[113] Nouum Comum fue colonizada por César en el 59 a. C. El Lario es el lago Como. <<

[114] En Díndimo se encontraba el templo de la Gran Madre, Cibeles. También Catulo, como su amigo Cecilio, compuso un poema a la Gran Madre el 63. <<

[115] Perífrasis por Safo. <<

[116] Catulo está burlándose de los poetas épicos al uso de su época. Dentro de este tono está la caracterización de Vulcano como tardipedi deo, que es una broma de resonancias épicas. Basta recordar la perífrasis caracterizadora de Aquiles en la Ilíada: okys podas, «ligero de pies». <<

[117] Venus. A continuación se enumeran los lugares donde se la adoraba: Chipre (Idalio, Amatunte y Golgos), Italia (Urios, Ancona), Asia Menor (Gnido) e Iliria (Dirraquio). En Dirraquio se encontraban los más famosos burdeles, como nos cuenta Plauto en Los Menecmos 258-62. <<

[118] Lo que dice Catulo es que la taberna es el número 9, contando a partir del templo de Cástor y Pólux. El píleo es el gorro de forma cónica (pileum), con el que aparecen representados en las monedas. <<

[119] Egnacio es el protagonista del poema 39. Este nombre es corriente entre los itálicos, quizá de origen samnita. Sin duda, se trata de una familia itálica emigrada a Hispania. <<

[120] El Cornificio a quien se dirige el poeta es Quinto Comificio, autor de poesía erótica y partidario de César. «Las lágrimas de Simónides» es una metonimia por «poemas tristes de Simónides»: Simónides, poeta griego, al decir de Quintiliano (X 1, 64), compuso trenos, cuya principal virtud era la de provocar compasión. <<

[121] Rávido es un personaje desconocido. Con la palabra yambo se designaba cualquier escrito satírico en verso o en prosa. <<

[122] Lo más seguro es que se trate de Mamurra, y Ameana debe ser una amante suya. <<

[123] El gramático Carisio, 124, 1 [Barwick], dice que se les llama pugillaria: guia pugillus est qui plures tabellas continet. Pugillus es diminutivo de pugnus: el puño encierra las tablillas de escritura. Equivaldrían, por tanto, a nuestras cuartillas o cuadernos de apuntes. La palabra codicillus deriva de la materia de que está compuesto, caudex o codex. En el poema tiene el sentido de billetes o tarjetas amorosas. <<

[124] Cf. n. 122. <<

[125] El jurista Florentino da la siguiente definición en Digesto L 16, 2, 11: ager cum aedificio fundus dicitur. Debió de estar entre la Sabina, famosa por la fertilidad de sus tierras, y Tíbur (hoy Tívoli), donde muchos ciudadanos romanos tenían sus casas de campo. <<

[126] P. Sestio, tribuno de la plebe, conocido especialmente por el Pro Sestio de Cicerón. <<

[127] Los romanos eran muy supersticiosos. Así, un estornudo de un testigo era interpretado, según se produjera a la derecha o a la izquierda, como favorable o desfavorable. El dios Amor asiste a esta escena amorosa; de ahí la fuerza deíctica del huic con que comienza el v. 14. <<

[128] La región llamada Frigia Menor formaba parte de la provincia de Bitinia, y Nicea era su capital. Catulo se dispone a abandonar estas regiones en las que ha estado a las órdenes de G. Memmio. <<

[129] Las ciudades griegas del Asia Menor eran famosas por su belleza. Puede estar pensando en Rodas, en Lesbos y en Mitilene. <<

[130] Se cree que son el tribuno G. Porcio Catón y el filósofo Filodemo. <<

[131] El mejor comentario lo hace Ovidio, en Met. XIII 111: natae… ad furta sinistrae: «las manos izquierdas han nacido para los robos». En 12, 1, es la izquierda de Asinio Marrucino la que roba también. <<

[132] Marco Tulio Cicerón. <<

[133] Licinio Calvo; también protagonista de los poemas 14 y 53. Léase el contenido de la n. 29. <<

[134] La diosa Némesis otorga a cada uno su merecido. Aparece en Hesíodo, Trabajos y Días, 197-201, formando pareja con Edos, la Honradez. <<

[135] Adaptación, no traducción, de la oda de Safo, Fr. 31 [Lobel-Page]. <<

[136] Nonio y Vatinio son dos cesarianos. El primero se ha identificado con Nonio Aspernate, procónsul de África en el 46 a. C. Vatinio fue tribuno y pretor, consul suffectus en el 47 a. C. (cf. Della Corte, CatuIIo…, pág. 280). <<

[137] Este poema está dirigido contra cuatro cesarianos: Otón, Herio, Libón y Suficio. <<

[138] Mynors conserva entre cruces en el v. 2: et eri y a continuación, rustice, como en V. Hemos traducido: Heri rustica, Heri conjetura de Muret (Muretus) y rustica de Turnebus en la edición de 1574 (cf. Mynors, Catulli…, pág. 37; H. Bardon, Catullus…, pág, 52, y Della Corte, Catullo…, pág. 80). <<

[139] Hay una alusión a Esón y Medea. Esón es el padre de Jasón; Medea, para convencer a las hijas de Pelias de que deben rejuvenecer a su padre, a quien han de matar primero y cocerlo en un caldero, empieza por rejuvenecerse a sí misma. Luego hace lo mismo con su suegro Esón. Por lo tanto, seni recocto alude al cocimiento con posterior vuelta a la juventud que hizo Medea con el padre de Jasón. Así, Suficio es un viejo hecho joven por arte de magia. <<

[140] Se le llama Campus al de Marte, pero éste pudo estar en el monte Celio. Tras recorrer el monte Celio acude al Circo Máximo, al templo de Júpiter en la colina del Capitolio. El pórtico del Grande es el pórtico de Pompeyo situado detrás del teatro del mismo nombre. <<

[141] Frente †auelte† del v. 9 de V, adoptamos la conjetura de P. Goold de 1973: <Aufertis> (cf. Mynors, Catulli…, pág. 38, y G. P. Goold, Catullus…, pág. 100). <<

[142] El v. 11, en.la edición de Mynors, acaba así: nudum reduc…, de acuerdo con V. Hemos traducido: nudum <sinum> <reducens>, conjetura de Avantius en la edición de Venecia, 1502; así lo encontramos en las de G. Lafaye y M. Dolç (cf. Mynors, Catulli… pág. 38, y G. Lafaye, Catulle…, pág. 35). <<

[143] Es probable que este Catón sea Valerio Catón, originario también de la Cisalpina. <<

[144] Las manchas de César y Mamurra son sus deudas. <<

[145] Fragmento en endecasílabos faléceos que otros editores intercalan en el poema 55. No lo hacen así las tres ediciones que se han constituido en mi guía, la de Mynors, la de H. Bardon y la de F. della Corte. <<

[146] El guardián de Creta es Talo, estatua gigantesca de bronce que Vulcano construyó para Minos, rey de Creta, Ladas es un espartano, vencedor en Olimpia. Perseo tenía sandalias aladas. Reso, rey de Tracia, era famoso por sus veloces caballos. <<

[147] Los esclavos dedicados a quemar cadáveres. Éste ha debido intentar huir y por eso aparece con la cabeza rapada a medias como castigo. <<

[148] Montañas de Libia. <<

[149] Escila, monstruo marino emboscado en el estrecho de Mesina y acompañado de una traílla de perros rabiosos. Ovidio, en Met. XIV 64-67, «incluye no sólo cabezas de perros rodeándole el bajo vientre, sino también perros en lugar de pies» (cf. A. Ruiz de Elvira, Mitología…, pág. 467). <<

[150] Dios del matrimonio, invocado en las bodas. Unos autores lo suponen hijo de Baco y Venus; otros, de Apolo y de la musa Urania. El poeta le pide tanto que tome los atributos de la novia como que haga funciones propias de los acompañantes.

El monte Helicón era morada de las Musas en Beocia (Grecia). <<

[151] Éste es el famoso juicio de Paris, que otorgó a Venus el premio de la hermosura. Catulo compara aquí la belleza de la novia con la de Venus. <<

[152] Ninfas de los bosques. <<

[153] Cabe una explicación de «grutas aonias», «rocosa Tespias» y «ninfa Aganipe». Aonius significa «de Beocia» (Aón era hijo de Posidón y rey de Beocia). Tespias es una ciudad cercana al monte Helicón. Aganipe es una ninfa de las fuentes. El poeta le dice al dios Himeneo que deje las grutas de Beocia, las de la rocosa ciudad de Tespias, donde está su monte Helicón y en él una famosa fuente, que aquí está personificada por la ninfa Aganipe. <<

[154] Hasta ahora se ha ido repitiendo la invocación ritual con la interjección o, pero a partir del v. 115 se hace con io, que es un grito de triunfo: el dios ha llegado ya. <<

[155] Los versos fesceninos se cantaban en las bodas. Su nombre procede probablemente de Fescennia, aldea etrusca.

El tirar nueces simboliza el abandono de la niñez. Jugar con nueces es un juego infantil. Era también una señal de buen agüero. En la Roma de entonces los romanos tenían a su servicio jóvenes esclavitos, los concubinos. Desde luego, esto se incluye dentro de la burla fescennina. <<

[156] Éste es el nombre del dios latino del matrimonio. Se la citaba en el momento de la deductio, simulación del rapto de la novia.

A la novia la acompañaban jóvenes vestidos de la toga pretexta; por lo tanto, eran todavía menores de edad. Y la asistían matronas univiras, madres de familia que sólo habían conocido un varón o, más exactamente, que sólo se habían casado una vez. <<

[157] Véspero aparece en el v. 20 con el nombre griego de Hesperus. El planeta Venus, cuando se deja ver antes del amanecer, es llamado Lucifer, y, tras la puesta del sol, Vesper. <<

[158] El Eta es un monte de Tesalia. Las estrellas parecen declinar en él. Hay numerosas interpretaciones sobre lo que quiere decir Catulo. Lo cierto es que en el Eta está atestiguado el culto a Héspero. (Servio en los comentarios a Virg., Égl. VIII 30: In eodem monte (el Eta) Hesperus coli dicitur qui Hymenaeum speciosum puerum amasse dicitur). <<

[159] Eos está por Lucifer, estrella de la mañana. Cf. n. 8. <<

[160] Cibeles es la gran madre de los dioses, a quien estaba consagrado el monte Díndimo. El nombre de Atis aparece en una leyenda antigua de Cibeles: la diosa Cibeles, enamorada del joven Atis, le había pedido, por celos, que le sacrificase su virilidad. En recuerdo suyo los sacerdotes de Cibeles se castraban.

En la leyenda que inspira a Catulo, Atis no aparece como el iniciador del rito, sino como uno de sus adeptos (las galas), que se castra por odio a Venus. En este poema no es más que el guía que conduce a las galas a los bosques del Ida consagrados a Cibeles. Después se habla de las Ménades, ninfas del séquito de Dionisos o Baco. Como el culto de ambos estaba conectado, Catulo cita a las Ménades formando parte con las galas de las orgías de la diosa. <<

[161] Atis es citado en femenino por primera vez, después de haber descrito su mutilación. <<

[162] El monte Ida y sus bosques se encontraban en la Tróade, al noroeste del Asia Menor. Sus habitantes eran los frigios. <<

[163] Pasitea es una de las Gracias, mujer del Sueño. <<

[164] El comienzo del poema, hasta el v. 21, está imitado de Eur… Med. 1-19, y de Ennio, Medea exul 246-254 [Vahlen]. A. Ramírez de Verger, a propósito de Ovid., Am. II 11, 1-6, hace ver la evolución del modelo inicial (cf. A. Ramírez de Verger y F. Socas, Ovidio, Obra Amatoria I, Amores, Madrid, 1991, págs. XVIII-XXI).

Estos pinos del monte Pelión se refieren al barco Argo, que lleva a Jasón y a sus compañeros a la conquista del vellocino de oro en la Cólquide. El monte Pelión estaba en Tesalia, patria de Jasón; la diosa es Palas Atenea; el Fasis es el río de la Cólquide y Eetes, su rey. <<

[165] Anfitrite es una nereida, mujer de Posidón. Es una típica metonimia por mar. <<

[166] Ninfas del mar. <<

[167] Mito de Tetis y Peleo, padres de Aquiles. Tetis es otra ninfa del mar, como Anfitrite, y Peleo es uno de los expedicionarios de la Argo, compañero de Jasón.

Hay una leyenda donde se narra que Zeus estuvo enamorado de la nereida Tetis y no tuvo amores con ella para evitar que se cumpliera una profecía, según la cual de estos amoríos nacería un hijo más fuerte que su padre. A esta leyenda se alude en el v. 27.

Tetis (Tethys), abuela de Tetis (Thétis) y esposa de Océano, tuvo con él tres mil hijas, las Oceánides (de ellas sólo se conocen treinta y cuatro nombres). <<

[168] En su reciente edición de Catulo, G. P. Goold rellena la laguna del v. 23 b de la edición de Mynors así: <-um saluete bonarum>; ésta es una adición que hizo Peerlkamp en su edición de 1843 (cf. R. A. B. Mynors, Cahilli…, pág. 59, y G. P. Goold, Catullus…, págs. 227 y 230). <<

[169] Nombre de una antigua ciudad de Tesalia, oscuro nombre al lado de los famosos Tempe de Ptía (Tempe, valle del Peneo, entre los montes Olimpo y Osa, al N. de Tesalia; lejos de Ptía que estaba al S. —estas confusiones geográficas son corrientes en Catulo—), Cranón y Larisa (las dos ciudades principales de Tesalia central) y Farsalia (en la frontera meridional de Tesalia, ciudad habitada por Peleo). <<

[170] Día es una isla, citada por Homero en Od. XI 321, que en época alejandrina fue identificada con Naxos (cf. Cal., fr. 601 Pf). El mito de Teseo y Ariadna no necesita otra explicación que la tan maravillosamente redactada por nuestro poeta. <<

[171] Venus Ericina tenía su culto en el monte Erix, al oeste de Sicilia. <<

[172] Gortynia = de Gortina, adjetivo por cretense. Minos habitaba en Gnosos. <<

[173] Androgeo, hijo de Minos, murió a manos de los atenienses (Atenas, aquí es llamada Cecropia, la ciudad fundada por Cécrope, hijo de Gea o la Tierra). Ante la muerte de Androgeo, Minos declara la guerra a los atenienses, que reciben simultáneamente el castigo de la peste y el hambre decretado por los dioses. Después de su consulta al oráculo, los atenienses tenían que enviar a Creta catorce jóvenes de uno y otro sexo para alimentar al Minotauro. <<

[174] El Eurotas es un río de Laconia (Lacedemonia) que desemboca en el Peloponeso. <<

[175] Perífrasis para designar a Venus. Golgos e Idalio, dos ciudades en la isla de Chipre, famosas por su culto a Venus. <<

[176] En Asia Menor. <<

[177] Las Sirtes eran dos bajos fondos en la costa N. de África, entre Cirene y Cartago. Escila, monstruo marino, emboscado en el estrecho de Mesina y acompañado de una traílla de perros rabiosos (cf. n. 89 de I 60). Caribdis era otro monstruo marino que absorbía agua de mar y todo lo que flotaba en él. Se situaba en una roca, cerca de Mesina. <<

[178] Designación eufemística, «las Benévolas», de las Erinias. Las Erinias o Furias, hijas de Urano y hermanas de los Gigantes, son las encargadas de castigar. <<

[179] Erecteo es un mítico rey de Atenas. Sin embargo, Egeo tiene una leyenda muy popular y conocida: rey de Atenas también, no tuvo hijos ni de su primera ni de su segunda mujer, por lo que decidió consultar el Oráculo de Delfos. Ante la oscuridad del Oráculo consultó con su amigo, el rey Piteo de Trezén. Éste pareció entender lo que se le consultaba y consintió que tuviera amores con su hija Etra. Visitada Etra por Egeo y simultáneamente por el dios Posidón, nace Teseo, hijo de dos padres. A los dieciséis años, Teseo descubre un secreto que Egeo le ha dejado en Trezén como prueba de su paternidad (sus sandalias y su espada escondidos bajo una roca). Al visitar Atenas su padre, anciano ya, lo reconoce. A esto es a lo que se refiere Catulo en el v. 217. <<

[180] Ferrugine Hibera. Servio, comentando En. IX 582, dice del color vicinus purpurae subnigrae, Virg., en En. IX 582, cita ferrugo Hibera. <<

[181] Ciudad célebre por su culto a Atenea (cf. Homero, II. II 696). <<

[182] Yaco es propiamente el nombre de un dios menor, pero en la literatura helenística se le identifica con Baco. Nisa es su lugar de origen. Sátiros y silenos, espíritus de la naturaleza salvaje, son los correspondientes varones de las ninfas, asociados al culto de Dionisos. A continuación, se describe una bacanal. <<

[183] Quirón, centauro, habitante del monte Pelión, maestro de Aquiles. Según Homero (11. XVI 143), regaló a Peleo una lanza de fresno. <<

[184] Peneo es un río de Tesalia (cf. n. 20 de II 64). <<

[185] V ofrece la lectura minosim. Peneisin es conjetura de M. Lenchantin y parece natural que se cite en este momento a las ninfas del río Peneo (cf. M. Lenchantin, II Libro…, pág. 173). <<

[186] La edición de Mynors trae en el mismo v. 287 con criix doris, suprimida en otras ediciones, como en la anteriormente citada de Lenchantin, que razona así: Dori es a Dores como Iberi es a Iberes (cf. Mynors, Catulli…, pág. 69, y Lenchantin, pág. 173, citada en la anterior). <<

[187] Las hermanas de Faetonte son las Helíades, Júpiter lanza su rayo sobre Faetonte, hijo del Sol, por haber desbocado los caballos de éste, con el natural incendio en la tierra como consecuencia de su travesura. Las Helíades son catasterizadas en álamos. <<

[188] Prometeo, inventor de las artes, desveló el secreto del fuego a los hombres. De ahí el castigo de Zeus. <<

[189] El Idro es un promontorio de Caria, en Asia Menor. Apolo y Diana no asistieron a la boda, por su enemistad con los Eácidas. Precisamente fue Apolo el responsable de la muerte de Aquiles. <<

[190] Las Parcas eran Láquesis, Cloto y Átropo. <<

[191] Peleo. Ematia es sinónimo de Tesalia. El hijo de Ope es Júpiter. Ope se identifica con Rea, mujer de Cronos y madre de Zeus. <<

[192] Agamenón. Lo de tercero es porque su abuelo fue Pélope y su padre Atreo. Pélope es llamado perjuro porque sobornó a un auriga para vencer en una carrera de carros a Enómao y así casarse con Hipodamía. <<

[193] Río de la Tróade, que forma un delta en su desembocadura en el Helesponto (Dardanelos). <<

[194] Se habla de la inmolación de Políxena tras la caída de Troya, como botín de Aquiles. <<

[195] Los muros de Troya fueron construidos por Posidón, Apolo y el mortal Éaco. <<

[196] Era creencia popular que el cuello de la casada engordaba después de una unión fecunda. <<

[197] Baco. Las Tíadas son las Bacantes. <<

[198] Perífrasis por Atenea. El rápido Tritón es un río. Había tres ríos con este nombre: en Beocia, en Tesalia y en Libia. Cerca de ellos había nacido Atenea. Así aparece en Apolonio de Rodas, I 109. <<

[199] Némesis, adorada en Ramnunte. (Cf. n. 79 de I 50). <<

[200] Éste es Q. Hortensio Órtalo, orador y rival de Cicerón. Catulo le envía el poema 66, que es una traducción de La Cabellera de Berenice, de Calimaco. <<

[201] Las aguas de Lete, río que desemboca en la laguna Estigia. <<

[202] «Costa retea» por costa de la Tróade. <<

[203] Progne. Catulo confunde a Ítilo con Itis. Itis es hijo de Progne y de Tereo, rey de Dáulida. Tereo seduce a Filomela, hermana de Progne y ésta para vengarse sirve a Tereo carne de Itis. Tereo mata a las dos hermanas. Progne se transforma en ruiseñor y Filomela en golondrina. En escritores romanos y en autores clásicos españoles resultan con sus destinos últimos cambiados: Filomela es el ruiseñor y Progne la golondrina. <<

[204] El Batíada es Calimaco, natural de Cirene, fundada por el rey Bato (cf. n. 16 de I 7). <<

[205] Conón es un astrónomo real de Ptolomeo III de Egipto. Según Calimaco, este astrónomo conoce los astros, el rápido movimiento del sol, los eclipses de luna, etc. Para hablar del eclipse de luna utiliza una bella imagen: la luna, Trivia, se oculta para visitar en la tierra a su amante Endimión, y lo hace en una cueva del monte Latmo, en Caria. <<

[206] Berenice, hija de Maga, rey de Cirene, casó con Ptolomeo III Evergetes. La expedición militar de la que a continuación se habla es la emprendida contra Seleuco II, rey de Siria. <<

[207] Berenice, a los quince años, muerto su padre, hizo matar a Demetrio de Cirene, con quien quería casarla su madre, Apama. <<

[208] Es el monte Atos, al N. de Grecia. «El hijo de Tía» es el Sol. Tía era madre del Sol, de Eos (la Aurora) y de Selene (la Luna). Jerjes abrió un canal en el istmo de Atos cuando invadió Grecia. <<

[209] Se creía que este pueblo, habitante de la costa del Mar Negro, había descubierto el hierro y su forjado. <<

[210] Arsínoe está asociada al culto de Venus. Este caballo alado se interpreta como Céfiro, hermanastro de Memnón. Su madre Eos tuvo de Astreo a los vientos y de Titono a Memnón y Ematión. Céfiro es el criado de Arsínoe II, venerada en un templo de la ciudad de Arsínoe de Pentápolis, región habitada en otro tiempo por los locrios. <<

[211] Es venerada como tal con sus atributos. Esta Venus Arsínoe es llamada Cefiritis por tener un templo en el promontorio de Cefírio. <<

[212] La edición de Mynors ofrece en el v. 59 la lectura del códice X: hi dii ven ibi entre cruces, y la advertencia a pie de página (locus multum uexalus). He escogido, como hacen las ediciones de H. Bardon y de F. Della Corte, la conjetura de Lafaye: Hic dii (cf. Mynors, Catulli…, pág. 78, y H. Bardon, Catullus…, pag. 103). <<

[213] La cabellera de Berenice está cerca de Virgo, Leo y la Osa Mayor. Calisto, hija de Licaón, fue una princesa arcadia de la que Zeus se enamoró, por lo qué la catasterizó en Osa Mayor. Bootes es el Boyero. <<

[214] Los términos griegos Hydrochoos y Oarion se refieren a nuestros Acuario y Orion. Estas dos constelaciones están muy separadas. Sólo una catástrofe las podría acercar. <<

[215] Catulo dialoga con la puerta como si fuera un ser vivo, en típica prosopopeya. Nuestra traducción del v. 65 supone una identificación de la puerta con su dueño; esto parece molestar a otros traductores, que procuran cualquier otra. Por otra parte, este poema es una diffamatio. <<

[216] La edición de Mynors presenta en el v. 12 con una crux la lectura del códice X: istius populi. He seguido la conjetura de Vahlen, que siguen las ediciones de H, Bardon y F. Della Corte <istis populis> (Cf. Mynors, Catulli…, pág. 80 y H. Bardon, Catullus…, pág. 106). <<

[217] La misma edición de Mynors ofrece en el mismo verso una lectura de V: qui te |, que las ediciones de Bardon y Della Corte cambian por <quidque> de A. Estacio y que recogió la edición de Vahlen (cf. Mynors, Catulli…, página 80, y F. Della Corte, Catullus…, pág. 168). <<

[218] Brescia, estando en el valle del Po, sería una tierra cignea de Cycnus, hijo de Esteneleo, rey de los ligures. El río Nella de la Galia Cisalpina fluía cercano a Brescia. <<

[219] Este personaje es desconocido para nosotros, pero, sin duda, muy conocido en la Verona de Catulo. Para no perder una herencia debió de fingir el nacimiento de un hijo propio. <<

[220] Lo más probable es que se trate de Lucio Manlio Torcuato, protagonista del poema 61. El poema 68 tiene problemas de unidad. Su destinatario es citado como Manius (Manlius) y como Allius. <<

[221] Afrodita tenía un templo en Amatunte (Chipre). <<

[222] Mujer de Protesilao, uno de los guerreros de la expedición contra Troya. Laodamía no cumple los ritos nupciales y los dioses se vengan haciendo que su marido sea el primero que desembarque en Troya y muera después. <<

[223] Este abismo estaba cercano a Feneo, ciudad de Arcadia septentrional, entre los montes Aroania y Cilene. <<

[224] Hércules. El verdadero padre de Hércules fue Zeus, no Anfitrión. Se describen dos de sus trabajos: desecar el lago pantanoso de Feneo y dar muerte a flechazos a los monstruos de Estinfalia, aves que tenían garras de acero y se alimentaban de carne humana. El amo indigno de él fue Euristeo, rey de Micenas, que impuso al héroe los doce famosos trabajos. <<

[225] Hércules, una vez elevado al Olimpo, se casó con Hebe. <<

[226] La traducción de esta frase produce perplejidad al tratar de conectarla con el resto. Se admite una laguna de, al menos, dos versos tras el 141. Así en la edición de Mynors, pág. 87. <<

[227] Los días felices se señalaban con piedra blanca y los tristes con negra. <<

[228] Diosa de la justicia. <<

[229] El v. 157 en la edición de Mynors ofrece la lectura de V: aufert; nosotros traducimos la conjetura <auspex> que figura en la edición de F. Della Corte, Catullo…, pág. 184. <<

[230] Este Rufo es el mismo de los poemas 71, 73 y 77. Se le ha identificado con M. Celio Rufo, amigo de Cicerón. <<

[231] Estas quejas de la ingratitud de un amigo son análogas a las de los poemas 30, dirigido a Alfeno, y 77, dirigido a Rufo. <<

[232] Este personaje es víctima del odio de Catulo, como puede comprobarse en éste y en los siguientes poemas: 88, 89, 90 y 91. Se le suele identificar con L. Gelio Publícola, cónsul en el 72 y censor en el 70. (Cf. Della Corte, Personaggi Catulliani, Florencia, 1976, págs. 67-86). <<

[233] Harpócrates es una divinidad greco-egipcia, representada por un joven que hace un gesto de silencio, llevándose el dedo a la boca; es un símbolo de la discreción. <<

[234] Personaje desconocido. <<

[235] Estos cuatro versos siguen sin interrupción a los del epigrama 78, con el que no tienen ninguna relación, Escalígero los unió al poema 77 (cf. Lenchantin, II Libro…, pág. 238). <<

[236] La crítica que identifica Lesbia con Clodia considera que este Lesbio es P, Clodio, a quien Cicerón en el Pro Cael. 32, 36 y 78, acusa de incesto con su hermana. En las Cartas a Ático I 16, 10, le llama pulcellus puer, chico guapito. <<

[237]Pisaurum, colonia romana en el Adriático, en decadencia en la época de Catulo. <<

[238] Protagonista con su hermano del c. 100, quizá hermanos también de la Quincia del 86; todos ellos de Verana, paisanos de Catulo. <<

[239] Es probablemente el Quinto Arrio del que habla Cicerón, en Br. 242, a propósito de oradores de elocuencia provinciana. <<

[240] Cf. n. 9. de 82. <<

[241] Epilio de G. Helvio Cinna, auténtica novedad literaria que Catulo se encarga de resaltar en contraste con la épica al uso, que satiriza con los Anales de Volusio, sobre todo. El asunto de esta obra sería el mismo que el de Ovid., Met. X 298-502: el amor incestuoso de Esmima hacia su padre Cíniras y su metamorfosis en árbol.

Hortensio es quizá Hortensio Órtalo (cf. n. 51 de II). Puede sorprender que, por una parte, le envíe el poema de Calimaco y, por otra, le critique como poeta épico. La verdad es que Catulo nos tiene acostumbrados a estos cambios de humor. <<

[242] Río de Chipre donde murió y resucitó Adonis, hijo de Esmima. <<

[243] Ataque a esta obra a la que también citó en el poema 36 (cf. n. 61 de I). <<

[244] Estos dos últimos versos en la edición de Mynors aparecen separados del poema anterior. A pie de página se muestra dudoso con lo que hizo Aquiles Estacio (Statius), a quien atribuye la iniciativa. (Cf. Mynors, Catulli…, pág. 97).

Al final del primer verso hay una laguna que la mejor tradición de los editores de Catulo completa con la conjetura de la edición Aldina de 1502. Así, H. Bardon, F. Della Corte y P. Goold: <sodalis> (cf H. Bardon, Catullus… pág. 132; Della Corte, Catullo…, pág. 208; P. Goold, Catullus…, pág. 232). <<

[245] Antímaco de Colofón, de fines del s. V a. C., autor de poemas épicos que no gustaban a Calimaco (fr. 398, Pf.) y, en consecuencia, tampoco a Catulo, pero Quintiliano (X 1, 53) lo coloca después de Homero. <<

[246] G. Licinio Calvo aparece también en los poemas 14, 50 y 53. Aquí se trata de un poema de consolación con motivo de la muerte de su esposa Quintilia. Propercio, en II 34, 89-90, habla de las elegías de Calvo a la «desdichada Quintilia». <<

[247] Este personaje debemos considerarlo como desconocido, porque las referencias a L. Emilio Paulo parecen no haber tenido éxito en la crítica más segura. <<

[248] Nuestra traducción distingue la mala condición de vida del esclavo de un molino (Ap. Met. IX 12) y otra, aún peor: la de sustituir al burro que tira de la muela del molino. Sin embargo, no hay inconveniente en considerar que estamos ante una endíadis pistrini asino: «… al asno del molino». <<

[249] Personaje desconocido. <<

[250] Cf. n. 9. de 82 <<

[251] Se ha identificado este Cornelio con Cornelio Nepote, destinatario del c. 1 (cf. n. 2 de I). El nombre de Cornelio aparece también en el poema 67. <<

[252] Personaje desconocido. En una inscripción romana de la República aparece un Silón, vinculado a la gens de los luventii (cf. Fordyce, Catullus…, pág. 392). <<

[253] Éste es, sin duda, un poema del ciclo de Lesbia. <<

[254] Desconocemos quién es este Tapón, así como el personaje al que se dirige Catulo. <<

[255] Monte de Pieria, consagrado a las musas. <<

[256] La edición de Mynors ofrece la lectura optandus con una crux (cf. MYnors, Catulli…, pág. 102).

La edición de F. Della Corte trae el optandum de A. Estacio (cf. Della Corte, Catullo…, pág. 218). <<

[257] Este personaje es un delator, que acusó de maiestate a G. Cornelio, tribuno de la plebe. Della Corte, en Personaggi…, pág. 27, hace un interesante estudio de las circunstancias en las que fue escrito este poema. <<

[258] Mynors conserva la laguna de V (cf. Mynors, Catulli…, pág. 103). H. Bardon y Della Corte ofrecen la conjetura: <te parere> de Friedrich (cf. H. Bardon, Catullus…, pág. 141, y Della Corte, Catullo…, pág. 220). <<

[259] Personaje desconocido.

La lectura de Mynors est quin / te scindat no es hoy admisible (cf. Mynors, Catulli…, pág. 103). Della Corte y G. P. Goold ofrecen lo siguiente: est qui / descendit. El final del verso 1 es conjetura de Escalígero y el comienzo del 2 es lectura de V.

Por otra parte, mi traducción interrumpe la tradición española que, seguramente, parte de la traducción de Petit, gracias a la claridad de la nota de Kroll a este epigrama, a la traducción de Goold y al libro de Moreno Cartelle en su pág. 151. <<

[260] Mecilia es un diminutivo de Mucia, mujer de Pompeyo. Mucia era amiga y pariente de Clodia. Cinna es G. Helvio Cinna (cf. Introducción general). <<

[261] Esta finca estaba en el Piceno, junto al Adriático. Hoy Fermo. <<

[262] Las referencias a Tibulo en los autores latinos son las siguientes: Hor., Odas I 33; Ep. I 4; Ovid., Am. I 15, 27-38, III 9, A, Am. III 333-4, 535-6, R. Am. 763-6, Tris. II 445-465, IV 10, 51-4, V 1, 15-20; Vel. Pat., II 36, 3; Quin., 10, 1, 93; Est., Sil. I 2, 250-5; Marc., IV 6, VIII 70, VIII 73, 5, XIV 193; Apul., Apol. 10; Diom., 17K; S. Apol., Poemas, 9, 259, Epist. 2, 10, 6. <<

[263] Damos a continuación el texto de la Vita Tibulli tal como aparece en la edición de Guy Lee, Tibullus: Elegies, 3.“ed., Leeds, 1990, pág. 106:

Albius Tibullus, eques romanus, insignis forma cultuque corporis observabilis, ante alios Corvinum Mesallam dilexit, cuius etiam contubernalis Aquitanico bello militaribus donis donatus est. hic multorum iudicio principem Ínter elegiographos optinet locum. epistolae quoque amatoriae, quamquam breves, omnino útiles sunt. obiit adulescens, ut indicat epigramma supra scriptum.

Sobre la problemática de esta vida de Tibulo, cf. A. Cartault, À propos du «Corpus Tibullianum», París, 1906, pág. 566. <<

[264] Citamos el epigrama de Domicio Marso, muy repetido en todas las ediciones de Tibulo, también por la edición de Guy Lee (cf. la misma página citada en la n. 2):

te quoque Vergilio comitem non aequa, Tibulle,

Mors iuuenem campos misit ad Elysios,

ne foret aut elegís molles quifleret amores

aut caneret forti regia bella pede. <<

[265] Cf. M. C. J. Putnam, Tibullus, 3.“ed., The University of Oklahoma, 1987, pdgs. 3-13. <<

[266] Albi, nostrorum sermonum candide iudex,

quid nunc te dicam facere in regione Pedana?

(Ep. I 4, 1-2) <<

[267] En 17, 9, Tibulo es suficientemente explícito:

non sine me est tibí partus honos. <<

[268] Hay alusiones a esto en su propia obra. Me parece que la más significativa es la de I 1, 77-78:

… ego composito securus aceruo

dites despiciam despiciamque famem. <<

[269] En la n. 5 hemos citado el comienzo de la Epístola 4 del Libro I de Horacio. Dado el interés que ofrece y las repetidas alusiones que hemos hecho a ella desde el principio, creo oportuno copiar ahora el resto:

scribere quod Cassi Parmensis opuscula uincat,

an lacitum sitúas Ínter reptare salubres,

curantem quidquid dignum sapiente bonoque est?

non tu corpus eras sine pectore: di tibi formam,

di tibí diuitias dederunt artemque fruendi.

quid uoueat dulcí matricula maius alumno,

qui sapere etfari possit quae sentiat, et cui

gratia fama ualetudo contingat abunde,

et mundus uictus non deficiente crumena?

inter spem curamque, timores ínter et iras

omnem crede diem tibi diluxisse supremum:

grata superueniet quae non superabitur hora:

me pinguem et nitidum bene curata cutis uises,

cum ridere uoles, Epicuri de grege porcum.

Aunque se ignora la fecha de redacción de esta bella epístola, la mejor tradición la considera escrita en los últimos años de la vida de Tibulo. (Cf. F. Plessis v P. Lejav, Oeuvres d’Horace, París, 1957, pág. 469). <<

[270] Apuleyo en Apología, 10, dice exactamente:

hic illud etiam reprehendí animaduertisti, quod, cum aliis nominibus pueri uocentur, ego eos Charinum et Critiam appelitarim. eadem igitur opera accusent C. Catullum quod Lesbiam pro Clodia nominarit… et Tibullum quod ei sit Plania in animo, Delia in uersu.

M. Mayer ha estudiado los procedimientos de escuela de Apuleyo en la transmisión de los nombres de las amadas de los poetas líricos. (Cf. «De Catulo a Apuleyo. Consideraciones sobre la transmisión de los nombres de las amadas de los líricos latinos», en Emérita XLIII [1975], 257-264). <<

[271] Como representante de esta corriente citaremos a Elder, quien considera que Delia y Némesis son sin duda un pastiche. (Cf. J. P. Elder, «Tibullus: tersus et elegans», en Critical Essays on Roman Literature, Londres, 1962, pág. 91). Para Márato podemos citar a Schuster y a Dawson, que usan el mismo calificativo al referirse a él. (Cf. M. Schuster, Tibull-Studien, Viena, 1930; pág. 37, y C. M. Dawson, «An Alexandrian prototype of Marathus», en American Journal of Philology 65 [1946], 1-15). <<

[272] Elegiremos como representante cualificado de esta corriente a M. Planchont, Tibulle et les auteurs du Corpus Tibullianum, París, 1989 (=1926), pág. 6. <<

[273] A. R. Baca publica un interesante artículo en Emérita XXXVI, fase. l.° (Madrid, 1968), 49-56, titulado «The role of Delia and Nemesis in the “Corpus Tibullianum”», en el que sostiene que la originalidad de Tibulo frente a la tradición griega y latina es haber escrito de una domina bajo dos nombres: Delia y Némesis. <<

[274] Cf. Tibulo. Elegías (Libro 1°), Granada, 1973, pág. XII. Recordemos que los versos de Catulo en el aludido poema 61 van desde el 126 al 150. <<

[275] Recientemente, C. Codoñer ha dicho: «La vida modesta en el campo encama parte de los ideales propagados por Augusto; la vuelta a las raíces, al tradicionalismo». (Cf. «Motivos literarios en Tibulo», en Simposio Tibuliano, pág. 162). <<

[276] Cf. L. Pepe, Tibullo minore, Nápoles, 1948, págs. 143-159. <<

[277] Cf. K. F. Smith, The Elegies of Albius Tibullus, Nueva York, 1979 (1913), pág. 73. <<

[278] Cf. A. Rostagni, Storia della Letteratura Latina, II, Turín, 1955, págs. 137-38.

Está claro que en la secuencia cronológica seguimos los criterios de la escuela francesa. A. La Penna, siguiendo a W. Wimmel, considera las elegías de Márato (4, 8 y 9) como las más antiguas. (Cf. «L’elegia di Tibullo come meditazione lírica», en Atti del Convegno internazionale di studi su A. Tibullo, pág. 135). <<

[279] Cf. M. Planchont, Tibulle…, págs. 1-6. <<

[280] A. Cartault, À propos…, pág. 568. <<

[281] Cf. M. Planchont, Tibulle…, págs. 80-81. <<

[282] Copiamos el texto de Ovidio que hemos traducido:

durat opus uatum, Troiani fama laboris

tardaque nocturno tela retexta dolo,

sic Nemesis longum, sic Delia minen habebunt,

altera cura recens, altera primus amor.

(29-32) <<

[283] Cf. L. Pepe, Tibullo…, págs. 1-5. <<

[284] Cf. Tristes IV 10, 54. <<

[285] Cf. L. Pepe, Tibullo…, págs. 37-61. <<

[286] Cf. Tibulle…, págs. 123-128. <<

[287]Storia…, págs. 139-142. <<

[288] Cf. G. Némethy, Lygdami carmina, Budapest, 1906, pág. 89. <<

[289] Esta referencia de Gruppe la tomamos de K. F. Smith, The Elegies…, pág. 77. G. Lee, en Tibullus…, pág. 162, llama al grupo de elegías 8-12 Sulpicia’s Garland, «la guirnalda de Sulpicia». A lo largo de este trabajo introductorio, en más de una ocasión nos referiremos a ellas con este nombre. <<

[290] Cf. Storia…, pág. 144. <<

[291] Cf. The Elegies…, págs. 77-87. <<

[292] Cf. À propos…, págs. 564-65. <<

[293] Copiamos a continuación la primera estrofa de la oda de Horacio:

Albi, ne doleas plus nimio memor

inmitis Glycerae neu miserabilis

decantes elegos, cur tibí iunior

laesa praeniteat fide.

La traducción rítmica de Fdez. Galiano nos reproduce muy bien el original:

No padezcas, Albio, tanto recordando

a la cruel Glícera, ni prodigues tristes

elegías porque contra lo jurado

te eclipsa un mozo más joven.

(Cf. M. Fdez. Galiano y V. Cristóbal, Odas y Epodos, Madrid, 1990, págs. 156-159). <<

[294] Cf. F. R. Adrados, «Lírica Griega», en J. A. López Férez (ed.), Historia de la Literatura Griega, Madrid, Cátedra, 1988, págs. 106-166. Destaquemos sólo el carácter de género abierto que da Adrados a la elegía griega. <<

[295] Cf. Historia de la Literatura Latina, Barcelona, Labor, 1968, pág. 270.

R. Adrados, en el capítulo sobre los líricos griegos, concretamente en la pág. 130 de la obra antes mencionada, sostiene que de Arquíloco proceden los más antiguos versos de amor de la literatura griega, así (86), «tal deseo de amor, envolviéndome el corazón, extendió sobre mis ojos una densa niebla, robándome del pecho mis tiernas entrañas», y en otra ocasión: «el amor que debilita los miembros me somete a su imperio, amigo mío, y no me cuido de los yambos, ni de las diversiones». <<

[296] Cf. Römische Geisteswelt, Múnich, 1956, págs. 200-220. Estas ideas aparecen repetidas en su Virgilio, concretamente en las páginas dedicadas al estudio del episodio de Dido en la Eneida (cf. Fr. Klingner, Virgil, Bucolica, Georgica, Aeneis, Zürich, págs. 464-66).

J. Granarolo en su estudio inicial sobre Catulo: L’oeuvre de Catulle, Paris, 1967, págs. 108-156, aporta precisiones de gran interés a este respecto. <<

[297] Recientemente, P. Grimal ha llegado a sostener que los poetas elegiacos latinos elaboran una verdadera mística de la mujer amada (cf. L’amour a Rome, París, 1988, págs. 154-201). <<

[298] Sólo se conservaba un pentámetro hasta la publicación del papiro de Qasr Ibrîm por R. D. Anderson, P. J. Parsons y R. G. M. Nisbet en el Journ. Rom. Stud. 69, 1970, págs. 125-155. De esos fragmentos, véase la traducción de M. Fdez. Galiano, Títiro y Melibeo, Madrid, Fundación Pastor, 1984, pág. 281. <<

[299] Cf. Tibullus: a Hellenistic poet at Rome, Cambridge, 1979, págs. 226-227. J. Iso, en «Amor, humor y vida campestre en la obra de Tibulo», Simposio Tibuliano, págs. 287-303, hace observar, con gran acierto, la importancia que en la lírica personal romana tienen las convenciones del género literario y, sobre todo, la índole de los receptores de esta poesía, ya que iba dirigida «a un círculo de amigos o de enemigos». «En más de una ocasión se puede observar… un cambio brusco de tono, un guiño al lector…». <<

[300] Cf. P. Grimal, L’amour…, págs. 180-181. C. Codoñer, en «Motivos literarios en Tibulo», Simposio…, págs. 143-165, acierta, en nuestra opinión, al distinguir el desdoblamiento «Cupido / Amor = Pasión desmedida / Amor» y así «la figura de Némesis aparece vinculada a Cupido no a Amor». Y en la pág. 155, textualmente dice lo siguiente: «Márato está tratado como un capricho, Némesis como una pasión. Poco importa el que le adjudiquemos una existencia real o no, son arquetipos literarios que proporcionan al poeta el pie necesario para trazar un cuadro de distintas actitudes ante el amor». <<

[301] A propósito del comentario a la elegía I 2, hacemos una relación de los derivados latinos anteriores a Tibulo del tema del paraclausítiro helenístico. <<

[302] Prefiero usar la traducción de Della Corte, porque considero que el traductor italiano es el más desinhibido. Los textos latinos corresponden a II 1, 12; I 9, 66; II 6, 5, y las páginas de la edición italiana (Tibullo. Le Elegie…) son la 83, la 73, de ésta citamos dos traducciones, y la 119. <<

[303] Con relación a la ironía y al humor en Tibulo no hay más que recordar los comentarios de A. La Penna de II 3, 11-32, que recogemos en la n. 2 de la introducción del Lib. II. <<

[304] Es fácil observar cómo en este apartado de ediciones incluimos un material variopinto: ediciones del texto solo, ediciones del texto con traducción, ediciones del texto en las que lo más importante son las notas e incluso ediciones escolares, anotadas, con un texto tomado de otro editor; así, la de Smith importa no por el texto, que es el de Hiller básicamente, sino por las notas y la introducción. Las ediciones de M. Planchont y de F. della Corte tienen unas traducciones tan valiosas como el texto, pero hemos dejado para el apartado siguiente las traducciones solas o acompañadas de texto tomado a otro editor, como es el caso de E. Otón Sobrino, que adopta el texto de Lenz especialmente.

Las ediciones escolares incluidas las conservamos, porque en algún momento nos han ayudado a ver con claridad algún problema, y era preciso dejar testimonio de esa ayuda, citándolas por lo menos aquí. <<

[305] Después de dar un repaso a los traductores españoles de Tibulo que M. Menéndez Pelayo incluye en su Bibliografía Hispano-Latina Clásica, VIII, Madrid, 1952, págs. 117-158, la verdad es que sus traducciones en verso no acaban de gustarme en ningún caso, y que Fr. Luis de León me perdone siendo como es mi poeta predilecto. Quiero creer que a Tibulo no se le ha traducido bien en España hasta el s. XX, y es curioso que lo hayan hecho o en silvas o en el sistema rítmico, que el Dr. Pabón nos enseñó, los dos traductores que para mí se llevan la palma: R. Pérez de Ayala, que publicó traducciones de Tibulo en la tercera de ABC (1-5-8-15 y 22-V-60) y M. Fernández Galiano en Títiro y Melibeo, Madrid, 1984, págs. 355-368. Me produce un enorme rechazo oír a nuestros clásicos griegos y latinos traducidos en octavas reales o en tercetos, p. e., y por eso me parece de mayor mérito para mí lo que han hecho Pérez de Ayala y Fernández Galiano.

Otra cosa son sus imitadores del Siglo de Oro: J. Boscán, Garcilaso, Fr. Luis de León, Esteban M. de Villegas, etc. Se ha estudiado lo mucho que debe Fr. Luis a Tibulo hasta en La vida retirada (cf. J. Feo García, «Influencia de Tibulo en la Vida Retirada de Fr. Luis de León», en Boletín de la Universidad de Santiago de Compostela 41-42 (1943), 139-147); pero el más tibuliano de todos es sin duda Juan Boscán. Basta echar una ojeada a Respuesta de Boscán a D. Diego de Mendoza, concretamente a las estrofas 199-210, 214-256, para darnos cuenta de hasta qué punto lo recrea. Como muestra copio: «Allí no serán malas las consejas / que contarán los simples labradores, / viniendo de arrastrar las duras rejas. / ¿Será, pues, malo allí tratar de amores / viendo que Apolo con su gentileza / anduvo namorado entre pastores?». (Cf. Elías L. Rivers, Poesía Lírica del Siglo de Oro, Madrid, 1982, págs. 37-47). <<

[306] Por otra parte, no debemos olvidar que Tibulo también organiza su Libro I en 10 elegías. <<

[307] Para un estudio exhaustivo de las fuentes, deben consultarse libros como el de K. F. Smith, The elegies… Allí, en las notas a cada uno de los poemas de Tibulo, aparecen todos los precedentes y todas las derivaciones. <<

[308] Cf. Tibullus…, págs. 41-44. <<

[309] P. Grimal, en L’amour…, págs. 39 y ss., estudia la evolución del culto de la diosa Venus desde los primeros tiempos hasta el Bajo Imperio. Las características de la diosa que aquí destacamos las considera influencia de los cultos mediterráneos. <<

[310] Cf. M. Fdez. Galiano, Antología Palatina, I, Madrid, 1978, págs. 121, 126, 140, 396, 428 y 451, núm. 7 de esta misma colección. <<

[311] Famosa es la oda propémptica de Horacio (I 3), dirigida a Virgilio con motivo de su viaje a Grecia. <<

[312] El culto a Venus en la época imperial trae como consecuencia la divinización por el amor como aquí sostiene Tibulo. P. Grimal, L’amour…, pág. 62, considera que esto no es pura imaginación del poeta, sino una convicción profunda de las gentes sencillas. Era natural que una diosa que era capaz de crear la vida lo fuese también de originar el milagro de la supervivencia. Aceptado esto, no queremos más que recordar el platonismo que late bajo toda esta teoría. <<

[313] Cf. Tibullus…, págs. 54-60. <<

[314] Cf. M. G. Teijeiro y M.ª T. Molinos, Bucólicos Griegos, Madrid, 1986, núm. 95 de esta misma colección. <<

[315] Cf. L. Alfonsi, Albio Tibullo e gli autori del «Corpus Tibullianum», Milán, 1946, pág. 31. <<

[316] Cf. F. Della Corte, Tibullo…, pág. 193. Della Corte puntualiza que fue en la época de Sila cuando se introdujo la asimilación de la diosa Belona con la diosa capadocia. Por otra parte, F, Cairns, en Tibullus…, pág. 41, insiste una vez más en la erudición tibuliana al identificar el culto de la diosa Belona con el de la diosa capadocia Ma. <<

[317] Cf. Tibullus…, págs. 152-153. <<

[318] Este «tronco» y esta «piedra» son simbolizaciones del dios Término, dios protector de los campos colindantes. Apuleyo, en Florida I, cuenta, a propósito de un alto en el camino en un viaje apresurado, que hay que hacer una demora piadosa cuando el caminante se encuentra, entre otras cosas, con un tronco y una piedra. La piedra la describe «impregnada de aceite perfumado». (Cf. Apuleyo, Apología. Florida, B. C. G., introd., traduc. y notas de S. Segura, Madrid, 1980, pág. 227, núm. 32 de la B.C.G.) <<

[319] El dios agrícola está aquí citado con una indefinición buscada a propósito. Puede aplicarse tanto a Ceres como a Priapo o a Pales. <<

[320] Priapo, dios itifálico, hijo de Venus, conocido por su deformidad, consistente en lo desmesurado de su miembro viril. En Roma es un dios agrícola, guardián de huertos y jardines, al que, a veces, se le arma con una hoz para hacer de espantapájaros. <<

[321] Espíritus de los muertos para los romanos, que protegían la casa y sus habitantes. No tenían categoría de dioses, pero eran objeto de culto. <<

[322] Grito de triunfo. En II 5, 118, aparece completa la expresión: io… triumphe. <<

[323] En el v. 25, la edición de Postgate adopta la conjetura de Schneidewin: mihi (cf. Tibulli…, pág. 2). Nosotros mantenemos modo, como se lee en el manuscrito A; lectura que conservan Lenz y M. Planchont en sus respectivas ediciones (cf. Tibullus…, pág. 3, y Tibulle…, pág. 11). <<

[324] Una de las más antiguas divinidades romanas, protectora de pastores y rebaños. <<

[325] Marco Valerio Mésala Corvino (64 a. C.-8 d. C.), orador, político y destacado militar. Fueron famosas sus campañas en las Galias y en Oriente. En el Libro III figura un Panegírico en su honor que tiene el número 7 dentro de la colección de este libro. Además, es objeto de cariñosas alabanzas a lo largo de la obra de Tibulo (cf. Introducción general). <<

[326] Las almas de los muertos, es decir, las sombras de sus antepasados. Eran también objeto de sacrificios. <<

[327] Se alude a las muchas manifestaciones de crueldad a las que se exponen las víctimas de una Venus irritada. La sangre de Urano cae al mar y nace Venus. <<

[328] Ayudó con su magia a Jasón en su expedición a la Cólquide en busca del vellocino de oro. Con hierbas y otros encantamientos le hizo salir triunfante de su aventura y de la misma forma se vengó de él tras su abandono. La Medea de Eurípides puede ayudar al conocimiento de este famoso personaje. <<

[329] Diosa infernal que se hacía acompañar de perros. Es una diosa triforme: Selene, en el cielo; Artemisa, en la tierra; Hécate, en el infiemo. Por otra parte, las divinidades infernales eran: Hécate, la Noche, el Erebo y las Furias, a quienes se sacrificaban víctimas de color oscuro (v. 64). <<

[330] Habitantes de Cilicia, región situada en la costa sudeste de Asia Menor, entre el monte Tauro y el mar. Eran piratas famosos. Tibulo está, sin duda, aludiendo a las campañas de Mesala en Oriente. <<

[331] Esquena, isla de los feacios, identificada con Corcira, hoy Corfú, donde se produjo el famoso naufragio de Ulises. (Cf. Odisea V-VI). <<

[332] Estamos ante una de las numerosas y populares clases de adivinación que había en Roma. Estas sortes eran unas piezas, frecuentemente de madera, que contenían escritos sobre el futuro, voluntariamente ambiguos. Se colocaban en una urna. El puer sortilegus las mezclaba dentro de la urna y las sacaba luego. Para un lector de nuestros días, la traducción por «horóscopos» puede ser la más sugerente. <<

[333] El día consagrado a Saturno era el séptimo día de la semana, llamada así por los siete planetas. (Cf. Dión Casio, XXXVII 18). Los romanos supersticiosos lo consideraban dies nefastus. <<

[334] El culto a Isis, diosa egipcia, se implantó en Roma a comienzos del s. I a. C. En tiempos de Augusto era muy popular entre ciertas mujeres romanas y, más adelante, se generalizó por completo. Después se habla de los sistros, proverbiales en su culto. <<

[335] La interpretación más frecuente es que turba in Pharia —«en medio de la gente de Faros»— contiene el adjetivo Pharia, que ha de tomarse como una metonimia por «egipcia»; pero F. Cairns entiende que Pharia alude claramente al culto de Isis Pharia, un nuevo culto egipcio, y que Tibulo lo usa como un alarde de erudición. (Cf. Tibullus…, págs. 64-65). <<

[336] Divinidades del hogar. Eran objeto de culto como los Lares, de los que se diferencian por ser más íntimos y personales. Además de estos Penates privados, había Penates públicos, a quienes se veneraba en el Capitolio como dioses protectores del Imperio. <<

[337] Evocación de la Edad de Oro. Los romanos identificaron Cronos con Saturno. La más antigua versión de la Edad de Oro se encuentra en Hesíodo, Tr. y Días, v. 109 y ss. A diferencia de Hesíodo, que habla de cinco edades, Tibulo las reduce a dos: de Oro y de Hierro. Para I. S. Lasso de la Vega, «el primero en reducir a un esquema binario» el sistema antiguo de las cinco edades ha sido Platón en Crátilo (398a-b). (Cf. «Sobre algunas fuentes griegas de Tibulo», en Simposio Tibuliano, pág. 37).

Cervantes, en la primera parte del Quijote, cap. 11, rinde tributo a la tradición clásica en su discurso a los cabreros a propósito de las bellotas con que le obsequiaron: «Dichosa edad y siglos dichosos aquellos a quien los antiguos pusieron el nombre de dorados y no porque en ellos el oro que en esta nuestra edad de hierro tanto se estima…» (Cf. Martín de Riquer, Miguel de Cervantes I, Barcelona, 1962, págs. 113-115). <<

[338] La Edad de Hierro, otro topos característico. Lo único que queremos hacer resaltar es que Tibulo, hijo de su tiempo, usa aquí la terminología política del momento. Saturno es como un rex de la antigua monarquía romana, pero Júpiter se identifica con un dominus, con un tirano contemporáneo. De ahí las disculpas que usa a continuación en los versos 51 y 52. <<

[339] El Elisio o Campos Elisios es un lugar paradisíaco que reciben como premio las almas piadosas. <<

[340] Una de las Furias, que atormentan en los infiernos a los condenados. El pasaje que comprenden los versos 67-76, descripción tibuliana de los infiernos, M. Dolç lo compara en su cromatismo con «una especie de pintura negra goyesca» haciendo ver que el poeta «sólo se sirve para ello del color oscuro (profundus) o negro (niger, ater)». (Cf. «Retórica del valor cromático en Tibulo», en Simposio tibuliano, págs. 89-106). <<

[341] Perro monstruoso, encargado de la defensa de la entrada del Hades. <<

[342] Rey de los Lápitas. Quiso seducir a Juno, por lo que fue castigado por Zeus. <<

[343] Titio es uno de los Gigantes, que quiso raptar a Latona, por lo que sus hijos Apolo y Diana lo mataron a flechazos, y sufre idéntico castigo que Prometeo. <<

[344] Es el fundador de los Tantálidas, familia a la que pertenecen Agamenón y Menelao. Pasa por ser hijo de Zeus y Pluto. Es famoso su castigo en los infiernos. Véase el contenido de la n. 34. <<

[345] Las Danaides, las cincuenta hijas de Dánao. Los hijos de Egipto las pidieron en matrimonio, y en la noche de bodas ellas los mataron. <<

[346] Sobrenombre de Diana. Lo toma del nombre de la red en griego (díctyon); instrumento frecuente en la caza hasta tiempos modernos. <<

[347] En las carreras de Olimpia, los carros tirados por caballos se lanzaban desde unas barreras. Olimpia estaba en la Elide: de ahí el adjetivo. <<

[348] Recogemos la lectura del manuscrito A: tu en lugar de tua, que es la adoptada en el v. 59 por Postgate (cf. Tibulli…, pág. 13). Así hacen Lenz y M. Planchont (cf. Tibullus…, pág. 19, y Tibulle…, pág. 34). <<

[349] Musas de Pieria, región de Macedonia. En Roma las Piérides se identifican con las Musas. Hay una resistencia por parte de los traductores españoles de Tibulo a traducir «Piérides» y lo hacen por «Musas». A mí, el ejemplo de Garcilaso me parece muy convincente. En la Égloga I vv. 236-237, dice: «decidlo vos, Piérides; que tanto no puedo yo ni oso, / que siento enflaquecer mi débil canto» (cf. E. L. Rivers, Poesía Lírica…, pág. 90). <<

[350] Alude al mechón rojo de Niso, cortado por su hija Escila para ofrecérselo a Minos, enemigo de Niso y de quien ella estaba enamorada. Las aventuras de Niso y de Escila y de sus respectivas metamorfosis fueron muy populares en época alejandrina. Hay referencias en Calimaco, Partenio y Nemesiano. Dentro de la literatura latina es el núcleo argumental del poema Ciris y en las Metamorfosis de Ovidio ocupa una parte del Libro VIII (vv. 1-151). <<

[351] Pélope, hijo de Tántalo. Tántalo sirvió a los dioses un banquete con el cuerpo de su hijo. El trozo que había probado ya Ceres, el hombro, lo repuso Júpiter con un trozo de marfil. <<

[352] Ope es Cibeles, la madre de los dioses o Magna Mater. El monte Ida, en Frigia, era el lugar de su culto. <<

[353] En estos versos (67-70) se expresan las desgracias de los que no aman la poesía, contrapuestos a los anteriores (65-66), en los que se expresan los favores concedidos a los amantes de ella. En gradación climática se va sucediendo la descripción de sus tormentos: acompañar al carro de la diosa, recorrer ciudades sin cuento (obsérvese el uso del cardinal por indefinido) y, por último, la castración. La castración ritual se hacía entre sones de tímpanos, címbalos y flautas. Hay un evidente recuerdo de Catulo, 63, 5. <<

[354] Este Titius lo transcribo por «Ticio», en lugar de «Titio» para no confundirlo con el Gigante. Hübner lo identifica con el joven poeta, amigo de Horacio, a quien éste alude por extenso en la Epístola 3 del Libro I (cf. K. F. Smith, The elegies…, pág. 287). <<

[355] Hécate o Prosérpina era invocada como Trivia en las encrucijadas. Véase también el contenido de la n. 12. <<

[356] Los vientos del sudeste y del sur se encargarán de aventar sus deseos a través de «los olorosos armenios». No hay otras referencias a este odoratos… per Armenios. Es posible que Tibulo quiera dar un toque exótico al aludir como olorosos o perfumados a los armenios. Lo cierto es que se trata de una referencia común cuando se está hablando de pueblos orientales. <<

[357] He desechado la conjetura de L. Mueller que adopta Postgate (cf. Tibulli…, pág. 15): a pudet por la lectura et pudet del manuscrito A. Así en las ediciones de Lenz y de M. Planchont (cf. Tibullus…, pág. 23, y Tibulle…, pág. 39). <<

[358] Tetis es la más bella de las nereidas, que casó con el mortal Peleo. Esta imagen de Tetis transportada en un delfín hasta Peleo la tenemos en Ovidio, Met. XI 221-265. <<

[359] A la Buena Diosa se la identifica con Fanua y Fatua, y tenía su templo en el Aventino. Sus fiestas se celebraban el primero de mayo y su culto estaba prohibido a los hombres. Fue una causa célebre la profanación de sus misterios por Clodio en tiempos de Cicerón. Precisamente en el v. 24 se habla del castigo tradicional para quien profanara el culto de la diosa: la pérdida de los ojos. <<

[360] Hemos fijado el v. 42, que en la edición de Postgate (cf. Tibulli…, pág. 18) aparece entre cruces, de la forma en que lo hace Della Corte: stet procul, autalia stet, precor, ante uia (cf. F. Della Corte, Tibullo…, pág. 52). <<

[361] Diosa de la guerra para los romanos. Sus representaciones se identifican con las de las Furias. Hay que observar el carácter exaltado del rito que Tibulo describe mediante las actuaciones de la sacerdotisa. Las influencias orientales de este culto en la época de Tibulo son evidentes. Por otra parte, Belona aparece caracterizada con el epíteto de Cibeles, magna, en el v. 50. <<

[362] Son las diosas que se encargan de fijar y ejecutar el destino individual. Reciben también el nombre de Moiras. <<

[363] Este Átax es el moderno Aude o Adour, río que nace en los Pirineos y desemboca en el Mediterráneo, cerca de la actual Narbona. <<

[364] Los tarbelos son un pueblo de los Pirineos en la región de Aquitania, hoy Tarbes. <<

[365] Los santones son un pueblo de la Galia Céltica, hoy Saintonge. <<

[366] Los carnutos habitaban al norte del Loira, el Liger de los romanos, entre las actuales Orléans y Chartres. <<

[367] Río de Cilicia. <<

[368] Estas palomas blancas de Siria estaban consagradas a la diosa Astarté. <<

[369] Tiro, en una isla fortificada, era famosa por la altura de sus construcciones. <<

[370] Estrella de la canícula. Se cita junto a Orion. Orion es un cazador infatigable y Sirio es su perro favorito, catasterizados por Zeus a ruegos de Diana. <<

[371] El buey Apis, reencarnación de Osiris, dios de la paz. Se le adoraba en Menfis. <<

[372] Ser inmanente a cada individuo, a cada lugar. Nace con la persona o con la cosa a la que va ligado. Poco a poco fueron identificándose con los Manes. <<

[373] Miel del monte Himeto en Ática. Mopsopo era uno de los reyes míticos del Ática. <<

[374] Se están recordando los méritos de Mesala. Concretamente, sus obras en época de paz: reparación de carreteras. Esta vía latina pasaba por Túsculo y llegaba hasta Alba. Suetonio, en Aug. XXX 4, cuenta que la reparación de caminos era entre las obras públicas uno de los encargos de Augusto a sus generales. <<

[375] Tibulo habla aquí de tres clases de adivinación: 1) Por medio de las sortes, tablillas con inscripciones, que traducimos por «horóscopos» o «sortilegios». Véase el contenido de la n. 15. 2) Por medio de las fibras de las entrañas —hígado principalmente— de los animales. 3) Por medio del canto o del vuelo de las aves. <<

[376] Este «nudo mágico» evidencia una práctica mágica. Tradicionalmente se le han reconocido a Venus poderes en este sentido. Ciñéndonos a la tradición latina, se aprecia en Lucrecio y en Virgilio. Podemos ver el ejemplo más claro en Bucólicas VIII 78-79. Ahora bien, en los elegiacos latinos, y en Tibulo concretamente se niega que el amor verdadero deba recurrir a las prácticas mágicas. En el poema 5 de esta misma colección del Libro I, dice Tibulo en los versos 43-44: «No consigue esto con conjuros, con su rostro, con sus tiernos brazos, con su rubio pelo me embruja mi niña». <<

[377] El encantamiento de hacer salir de su carro a la Luna debemos interpretarlo como un intento de producir un eclipse de luna. Creían poder contrarrestar los eclipses haciendo batir objetos de bronce. Este batir de bronces es distinto del agitar de los sistros en el culto de la diosa Isis. Véase el contenido de la n. 17 y los versos correspondientes de la Elegía 3, 23-24. <<

[378] En el v. 25, la edición de Postgate trae, entre cruces, leue (cf. Tibulli…, pág. 25). Yo he adoptado la conjetura de Della Corte: lege (cf. Tibullo…, pág. 70). <<

[379] Hemos adoptado la lectura de Dell a Corte al comienzo del v. 40: Sed (cf. Tibullo…, pág. 70). Postgate: Sit (cf. Tibulli…, pág. 26). <<

[380] Parece que estas palmas de victoria se clavaban como exvotos en los templos de Venus. <<

[381] Ya hemos hecho observar que en Tibulo no hay una condena de la guerra, aunque él sea un espíritu pacifista. La guerra es la ocupación de otros como su amigo Mesala, y él mismo le ha seguido en sus campañas. Al evocar la figura del soldado que cuenta sus triunfos y traza en la mesa con el vino las tácticas militares, Tibulo no hace una caricatura, muy fácil, por otra parte, sino que sonríe con simpatía y comprensión. <<

[382] Para los romanos, los infiernos se encontraban bajo tierra. De ahí el infra. <<

[383] Caronte. <<

[384] La Paz personificada. Aquí asume funciones de Ceres y de Baco. En el v. 68 aparece con los atributos propios de Ceres, según la iconografía de la época augústea: una espiga en la mano y frutas que caen de su regazo. <<

[385] Cf. Tibullo…, págs. 250-251. <<

[386] A. La Penna, a propósito de II 3, 11-32, comenta que se trata de un único exemplum mitológico desarrollado por Tibulo con gran interés, el de Apolo al servicio de Admeto. Todo el episodio está recorrido por el humor de principio a fin y dice el crítico italiano: «senza soffocare del tutto el pathos». Como ejemplo del absurdo a que lleva la esclavitud amorosa el dios se convierte en un maestro fabricando queso. A continuación copia los versos 17-20 como un auténtico cuadro cómico en el que las homofonías en u sirven para su subrayado.

O quotiens illo uitulum gestante per agros

dicitur ocurrens erubuisse soror!

O quotiens ausae, caneret dum ualle sub alta,

rumpere mugitu carmina docta boues!

(Cf. «L’elegia di Tibullo como meditazione lírica», en Atti…, págs. 94-95). <<

[387] Cf. Tibullo…, pág. 250. <<

[388] Cf. Tibullus… págs. 68-86. <<

[389] Estamos en la fiesta de los Ambarualia, cuya finalidad era la purificación de los campos y así conseguir la fertilidad de las mieses y del ganado. Se celebraban en mayo y, al comienzo de la ceremonia, todos los asistentes al acto guardaban silencio. Catón describe en su tratado De Agricultura 141, y Servio, en su comentario Ad Ecl. III 77 y V 75, hace derivar su nombre de quod arua ambiat uictima, del hecho de que la víctima recorría por completo el terreno.

Para la mención que se hace en el v. 3 de los cuernos de Baco debe recordarse que en época helenística se le representa así. La interpretación más corriente es que con ello se simboliza la fecundidad y la virilidad. <<

[390] Estos dii patrii no son los dioses de la patria, del pueblo romano, sino los dioses de sus antepasados. Patrius está relacionado con paires. La interpretación de K. F. Smith es que Tibulo alude con estos dioses a Baco y a Ceres, a los Lares y a Marte, (cf. The Elegies…, pág. 396). <<

[391] Para dar a conocer la antigüedad del vino, los romanos colocaban una inscripción o etiqueta con el nombre del cónsul del año de la cosecha. Horacio (cf. Odas I 27, 9) califica el falerno de vino fuerte, por lo que se rebajaba mezclándole vino de Quíos. Lo de fumosos Falernos se debe a que el vino se hacía envejecer artificialmente con humo. (Cf. Columela, I 6, 20, y Horacio, Odas III 8, 11). <<

[392] Tras mencionar a Baco, a Ceres, etc., es lógico que un poeta elegiaco acabe citando a Cupido. Vegetación, animales y humanos están todos sometidos a su influencia. <<

[393] Desentona del ambiente rural descrito en la fiesta de los Ambarualia la mención de la flauta de Frigia, típica en las fiestas de Cibeles, de carácter orgiástico. <<

[394] El carro y los caballos de la Noche es un topos característico, mencionado desde Esquilo hasta Virgilio. Las estrellas acompañando al carro se dan en Eurípides, lón 1150, y reaparecen en Teócrito, Idilios II 165. El sueño y los somttia, «ensueños», son tomados frecuentemente como hijos de la Noche.

Como norma, a la hora de traducir somnia lo hago por «ensueños» y cuando esta palabra aparece con alguna adjetivación de tipo negativo la traduzco por «pesadillas». Una pesadilla típica es la descrita en II 6, 36-40. Allí habla concretamente de mala somnia. <<

[395] Elegía escrita con motivo del cumpleaños de Cornuto. Natalis es el dios del nacimiento que se identifica con Genius. (Véase n. 55 del Libro I.) <<

[396] No se sabe exactamente quién es este amigo de Tibulo. Una parte de la crítica lo identifica con Cerinto, el amante de Sulpicia, protagonista de los poemas 8-18 del Libro III. (Véase la Introducción general y la del Libro III). Lo cierto es que Tibulo parece tener predilección por él, dadas las relativamente abundantes alusiones, si las comparamos con las que hace con Mésala, sin duda el que ocupa el primer puesto en su corazón. F. della Corte pasa revista a los Cornuto de las épocas preaugústea y augústea (cf. Tibullo…, pág. 247). <<

[397] Júpiter echa del cielo a Apolo por haber dado muerte a los cíclopes, que le forjaban los rayos, y tiene que servir un año a Admeto, rey de Feras en Tesalia. Admeto aparece acompañando a Jasón en la expedición de los argonautas. La versión del amor de Apolo por Admeto aparece en el Himno a Apolo, de Calímaco. Concretamente en el v. 49. <<

[398] Diana. <<

[399] Apolo y Diana eran hijos de Júpiter y Latona, por lo que la nouerca que se cita en el v. 24 es Juno. <<

[400] Se habla de los dos santuarios de Apolo más famosos: el de Delos y el de Delfos. Apolo había nacido en la isla de Delos. Pytho es una metonimia por Delfos. <<

[401] Estos viveros o piscinas marinas, verdadero alarde de ostentación y riquezas de los romanos, se citan en Varrón, Cicerón, Horacio, Plinio el Viejo, Valerio Máximo, etc. El primero fue construido por Lúculo, cerca de Nápoles. (Cf. Varrón, De Agricultura III 17, 9.) Tal vez sea Varrón quien mejor los describe. <<

[402] Alude a las copas modestas de fabricación antigua, usadas por romanos de clase media. La arcilla se modelaba sobre una mesa giratoria. Dado que Cumas estaba en la Campania y esta región era famosa por la fabricación de objetos de cerámica, es posible que deba entenderse Cumana por Campana. <<

[403] La seda de Cos era famosa y muy popular en Roma durante la época de Augusto. Horacio, Sat. I 2, 101, dice que a una mujer vestida con tejido de Cos la puedes ver como si fuera desnuda. <<

[404] Existía un estrado giratorio donde se exponían los esclavos con los pies enyesados para que el comprador los examinase. Plinio, en su Historia Natural XXXV 199, dice que en época antigua, los romanos tenían la costumbre de señalar con greda de poco precio los pies de los esclavos venidos de fuera. El colmo de la degradación de Némesis es haber caído en brazos de un antiguo esclavo, extranjero además, y vendido como mercancía inferior. <<

[405] Némesis. También es descrita como saeua puella Fóloe en I 8, 62. Después se evoca el mito de Níobe, catasterizada en roca. <<

[406] Está aludiendo a los poetas épico-didácticos. En el v. 16 hay una alusión a la épica: canenda bella. Es una recusado normal, que sigue con una conocida enumeración de tópoi didácticos, por los que se puede pensar en el De la Naturaleza de Lucrecio y en los Aratea de Cicerón. <<

[407] Después de referirse a Circe y a Medea, las más famosas magas de las literaturas clásicas, habla de Tesalia, que tenía fama por su variedad de hierbas para encantamientos. <<

[408] El hipomanes era uno de los medios de encantamiento más antiguo y popular. De él nos habla Virgilio, en Geórgicas III 280-283. Según él, es un veneno que las yeguas destilan de las ingles y que se mezcla con hierbas y «con palabras no inocentes». <<

[409] Ese sacerdote es Mesalino, el hijo mayor de Mesala, verdadero protagonista de esta elegía, recientemente nombrado quindecenviro, encargado de custodiar los libros sibilinos. El templo hacia el que camina es el de Apolo Palatino, donde se guardaban, en época augústea, estos libros. <<

[410] Apolo es el dios de la canción y dios de la profecía. Apolo cantó las hazañas de Júpiter, y Tibulo va a cantar las de Apolo. <<

[411] Los oráculos de la Sibila estaban todos escritos en hexámetros griegos. <<

[412] Dios griego correspondiente al Silvano romano, al que se le hacían ofrendas de leche. <<

[413] El Velabro era una zona situada entre las colinas Capitolina, Palatina y Aventina. En períodos de lluvias se transformaba en un pantano. <<

[414] Los dos, Eneas y Cupido, eran hijos de Venus. Se enfatiza este parentesco: los romanos son grandes «amadores». Hay que recordar el tradicional ROMA=AMOR. <<

[415] Estaba en la margen izquierda del Tiber, donde los troyanos al mando de Eneas desembarcaron por primera vez en Italia. Parece que Tibulo usa una versión previrgiliana que coincide con Livio y Dionisio de Halicamaso. Así. T. Livio, 11,4: «con su escuadra, alcanzó el territorio Laurente» (cf. A. Fontán, T. Livio, Historia de Roma I, Madrid, 1987, pág. 5); Dionisio de Halicarnaso, I 63, 3: «y atravesando el mar Tirreno, llegaron finalmente a Laurento, en la costa de los aborígenes, a mediados de verano» (cf. Dionisio de Halicarnaso, Historia Antigua de Roma I-III, introd. de D. Plácido, trad, y notas de E. Jiménez y E. Sánchez, Madrid, 1984, págs. 118-119, núm. 73 de la B.C.G.). <<

[416] El Numicio es un pequeño río del Lacio. Se creía que Eneas había perdido la vida en él, después de una victoria sobre los etruscos y los rútulos. La leyenda hace que Venus lo lleve al cielo tras ser purificado por sus aguas. Virgilio dice en Eneida VII 242: fontis uada sacra Numici. <<

[417] Tumo es el antagonista de Eneas en la segunda parte de la Eneida. Aquí parece seguir la versión virgiliana, ya que, al hablar del campamento rótulo en llamas, anuncia la muerte de Tumo (Eneida XII 950-952). <<

[418] Lavinio es una ciudad amurallada, que toma su nombre de Lavinia, hija de Latino y mujer de Eneas. Se cita a Alba Longa, la ciudad fundada por Ascanio tras abandonar Lavinio. <<

[419] Ilia era una vestal, seducida por Marte. De este amor nacerán los gemelos Rómulo y Remo. <<

[420] Es el río Océano, según la geografía de Homero. (Cf. Odisea XI 639). <<

[421] Amaltea es una de las diez sibilas que se conocen. Sibila es el nombre de una sacerdotisa de Apolo, pero llegó a generalizarse haciéndose equivalente a profetisa o adivina. Es el caso de nuestros Celestina y Lazarillo.

Como vemos, Amaltea inicia la enumeración de las sibilas y se la identifica con la de Cumas. <<

[422] Herófile es la sibila de Marpeso, esto es, de la Tróade, donde había dos santuarios de Apolo. <<

[423] Fito de Grecia era la sibila de Samos. <<

[424] La sibila de Tíbur era Albúnea, la Carmentis de Virgilio (cf. Eneida VIII336). <<

[425] Las sacerdotisas profetizan los prodigios ocurridos en Roma a la muerte de Julio César. Es creencia popular muy generalizada el ver una relación de causa-efecto entre las apariciones de cometas y las grandes catástrofes, como las guerras civiles. <<

[426] Las Palilias eran las fiestas consagradas a Pales. <<

[427] Emilio Macro fue soldado y poeta. Nació en Verona y murió en Asia Menor. Fue también amigo de Ovidio (cf. Tristes IV 10, 43-44). <<

[428] La diosa Esperanza es un caso más de personificación de abstracciones. Aquí asume en parte también funciones de la diosa Pax. <<

[429] Horacio, Epodos 14, 16, da el nombre de Frine a una cortesana. <<

[430] Cf. «La poesía individualista o personal de la época clásica», en Literatura…, págs. 324-327. <<

[431] Citado por L. Alfonsi, Albio Tibullo…, pág. 68. <<

[432] Cf. «Tibulliana», en Convivium (1937), 459-473. <<

[433] Remitimos a nuestra introducción en págs. 230 s. Ahora aludimos a las págs. 5-62 del tantas veces citado Tibullo Minore. <<

[434] F. W. Lenz, en Tibulli aliorumque carminum libri tres, Leipzig, 1937, págs. 68-84, sobre todo, ha estudiado la comunidad de fondo y forma entre la poesía de Lígdamo y de Tibulo. <<

[435] Practicamos comentarios estilísticos siguiendo la doctrina del prof. Hernández Vista. (Cf. V. E. Hernández Vista, Principios y estudios de Estilística Estructural aplicados al Latín y al Español, edición preparada por J. González Vázquez, Granada, 1982, págs. 58-62, 111-115 y 178-180). <<

[436] Puede ser esclarecedor unir a estos dos epitafios el de Propercio, II 13b, 35-36, que empieza en el v. 35 tras la pentemímera y pausa de sentido:

… QUI NVNC IACET HORRIDA PVLVIS / VNIVS HIC QVONDAM SERVVS AMORIS ERAT.

Es el más conciso de los tres, y también el más sencillo. No parece osado suponer que Propercio conoce los dos anteriores: tiene en común con el de Lígdamo la nota «romántica» amorosa y con el de Tibulo el ritmo contrastado y dos palabras: hic y iacet. <<

[437] O. Tescari, «Tibulliana…», pág. 563, es uno de los que sostienen la superioridad de la poesía de Lígdamo frente a la de Tibulo. <<

[438] De aquí la consideración de que Tibulo recibe el primer aliento para escribir poesía del propio Mesala.

La traducción de Cat. IX 15, así como la de Ciris 37-44, son nuestras. (Cf. Virgilio, Bucólicas. Geórgicas. Apéndice Virgiliano, Madrid, 1990, págs. 564 y 524-525, núm. 141 de esta colec.) <<

[438b] Cf. Storia… II, págs. 139-143. <<

[439] Cf. M. Planchont, Tibulle…, pág. 20.

Recientemente, A. La Penna parece inclinarse por la autoría de Tibulo del poema 19 haciendo notar afinidades estilísticas con el Tibullus maior. Así, «el procedimiento monológico». Le atrae descubrir en III 19 el comienzo de una dinámica muy productiva en la elegía tibuliana: el v. 17, Quid fado demens? Heu! heul mea pignora cedo…, según él, «desarrolla un pathos inesperado, cuando el proceso parece cerrado» y lo compara con el final de 14: Heu! heu! quam Marathus lento me torquet amore! (cf. «L’elegia di Tibullo come meditazione lirica», en Atti…, págs. 89-140). <<

[440] El día 1 de marzo, el primer día del año hasta la reforma del calendario efectuada por el rey Numa, se celebraban los Matronalia. El autor comenta una de las actuaciones que originaban: la recepción de regalos por parte de las amas de casa y de sus hijas. <<

[441] Está describiendo los adornos del libro que el autor envía de regalo a su amada. Hay precedentes en Catulo, 1, y un ejemplo de derivación en Ov… Tristes 11. <<

[442] Las Musas. Se entiende que esta sombra es la que dan los bosques de Castalia en el monte Parnaso, donde estaba la fuente consagrada a Apolo. Las aguas son las de la fuente Pieria, consagradas a las musas, a las que en otras ocasiones se las invoca como Piérides. (Véase el contenido de la n. 32 del Libro I.) <<

[443] Plutón. Las aguas son las de las lagunas infernales. <<

[444] Panquea, ciudad que se cree situada en la Arabia Feliz, famosa por sus hierbas aromáticas y por sus inciensos. <<

[445] De Lete, nombre de una de las lagunas infernales. De la fuente que origina esta laguna se creía que las almas de los muertos bebían para olvidar su vida terrestre. <<

[446] Se enumeran tres clases de mármol: blanco de Frigia; negro, del Ténaro —en Laconia—, y verde, de Caristo —en Eubea—. <<

[447] Costa del mar Rojo. <<

[448] Río Pactolo. <<

[449] Juno, diosa protectora del matrimonio. <<

[450] Venus. <<

[451] Las Parcas. <<

[452] Los infiernos. <<

[453] Los arúspices. La segunda forma de adivinación descrita en la n. 58 del Libro I. <<

[454] Frente a la lectura del V 9, natum maturas, que Postgate conserva entre cruces, como lectura de los manuscritos A, V (cf. Tibulli…, pág. 51), Max Planchont y Lenz incorporan natum in curas, que es la lectura del manuscrito ζ (ψ de Postgate). (Cf. Max Planchont, Tibulle…, pág. 142, y F. W. Lenz, Tibullus…, pág. 74). <<

[455] En el v. 12 he desechado la conjetura de Postgate solent (cf. Tibulli…, pág. 51) y he incorporado la lectura del manuscrito A: uolent, como hacen Max Planchont y Lenz. (Cf. Tibulle…, pág. 142, y Tibullus…, pág. 74). <<

[456] Una de las invocaciones de Juno. <<

[457] Diana, hermana gemela de Apolo, hijos de Zeus y de Latona (véase n. 11 del Libro II). Era la diosa triforme: Luna en el cielo, Diana en la tierra, Hécate o Prosérpina en los infiernos (véase la n. 12 del Libro I). <<

[458] Baco es hijo de Zeus y de Sémele. <<

[459] Apolo; se le llama Cintio por haber nacido al pie de la montaña llamada Cinto, en la isla de Delos. <<

[460] Véase la n. 9 del Libro II. <<

[461] El poeta, a la hora de enumerar lugares que engendran monstruos y referirse a estos monstruos mismos, empieza por el Océano. Sigue inmediatamente por la Quimera: hija del gigante Tifeo y de la víbora Equidna, a quien dio muerte Belerofonte, montado en Pegaso. Se la representa con cabeza de león, cuerpo de cabra y cola de dragón, echando fuego por la boca. Después describe a Cerbero, el perro guardián del Hades. Sigue Escila, monstruo marino, emboscado en el estrecho de Mesina y acompañado de una trailla de perros rabiosos. Tras una transición sigue alternando animales salvajes o monstruos con lugares fabulosos.

Las Sirtes eran dos bajos fondos en la costa norte de África, entre Cirene y Cartago. Aquí, Tibulo habla sólo de una de ellas. <<

[462] Etruria poseía abundantes estaciones termales. La de Bayas, al oeste de Nápoles, gozaba de la mayor reputación en toda Italia. <<

[463] La Prosérpina de los romanos (véase el contenido de la n. 12 del Libro I). <<

[464] La interpretación más aceptada es que se está refiriendo al año 43, en el que los cónsules Hircio y Pansa fueron asesinados en Módena (cf. Introducción general). <<

[465] Plutón. En Ilíada XV 187-195, aparece el reparto del mundo por sorteo entre los tres hermanos, Zeus, Posidón y Plutón, que reciben el cielo, el mar y el infierno, respectivamente. <<

[466] Aquí se habla de lagos, y en otros lugares, de bosques. De todas formas, los pueblos cimerios habitaban un lugar frío y brumoso, situado en la costa norte del Ponto Euxino, donde situaron los antiguos la caverna que formaba la entrada del Averno. <<

[467] Líber es uno de los sobrenombres de Baco. En el v. 38 aparece también con el de Leneo. Véase el contenido de la n. 19. <<

[468] Febo, el Sol. <<

[469] Baco. <<

[470] Alude a Penteo, despedazado por su madre Agave y por sus hermanas, a causa de su hostilidad frente al culto de Baco. Agave era hija de Cadmo. <<

[471] Ariadna, hija de Minos, rey de Creta, fue abandonada por Teseo en Naxos. El autor cita aquí el tema del poema 64 de Catulo. <<

[472] Hemos rechazado la conjetura adoptada por Postgate en el v. 46: prece. (Cf. Tibulli…, pág. 57). Adoptamos, por el contrario, la lectura de los manuscritos A V: fide, que figura en las ediciones de M. Planchont y Lenz. (Cf. Tibulle…, pág. 154, y Tibullus…, pág. 83). <<

[473] Las náyades son las ninfas de las aguas. Se impone esta aclaración: al vino (Baco) le va bien la mezcla con el agua (las náyades). <<

[474] El Agua Marcia era famosa y se llevaba a Roma a través del acueducto hecho construir por Anco Marcio. <<

[475] Apolo eligió a los cretenses de Gnoso para guardar su templo de Delfos. El Himno Homérico a Apolo 338-395, dice concretamente: «En él había muchos y valerosos hombres, cretenses, de la minoica Gnoso, que celebran los ritos en honor del Soberano y anuncian los oráculos de Febo Apolo, el del arma de oro». (Cf. Himnos homéricos. «La Batracomiomaquia», intr., trad. y notas de A. Bernabé Pajares, Madrid, 1978, pág. 123, núm. 8 de la B.C.G.) <<

[476] Ícaro de Ática dio hospitalidad a Baco y, en recompensa, le enseñó el cultivo de la vid. Erígone es hija de Ícaro, y su perra, famosa por su fidelidad, se llamaba Mera. Los tres fueron catasterizados por Zeus en los astros: Boyero, Virgen y Canícula. Así, en Higino, II 4 y 25. <<

[477] Molorco dio hospitalidad a Hércules en su humilde cabaña en Cleonas, cuando el héroe iba a combatir con el león de Nemea. Después del triunfo, Molorco y Hércules, cargado con la piel del león, ofrecen sacrificios a Zeus Salvador (cf. Apolodoro, II 5, 1). <<

[478] Se trata de una alusión al poema De la Naturaleza, de Lucrecio, y se describe la formación de los cuatro elementos: el aire, el agua, la tierra y el fuego. Recusatio semejante a la de II 4, 16 y sigs. (Véase la n. 18 del Libro II). <<

[479] Las Camenas son para los romanos las ninfas de las fuentes, luego identificadas con las Musas. <<

[480] Néstor, rey de Pilos, el más joven de los hijos de Neleo y Cloris y el único superviviente de la matanza que de ellos hizo Hércules. Llegó a una edad muy avanzada, más de tres generaciones, por gracia de Apolo. Es un famoso personaje de la Ilíada. <<

[481] Ulises, protagonista de la Odisea, nacido en Ítaca, que es una isla de la costa occidental de Grecia en el mar Jónico. <<

[482] El Sol, hijo de Titán Hiperión. <<

[483] Todo el pasaje que comprenden los versos 52-78 es un resumen de la Odisea, especialmente IX-XII y V-VI. Así, cita en primer lugar a los cicones, que es un pueblo de Tracia, donde Ulises realiza su primera escala, después de su partida de Troya. Sigue con Lotos, alusión al país de los Lotófagos, donde se producía un fruto, el loto, que causaba una total amnesia a quienes probaban de él.

Neptunius, el hijo de Neptuno, es el cíclope Polifemo, monstruo antropófago con un solo ojo en la frente, que devoró a algunos compañeros de Ulises. Ulises le cegó con una estaca ardiendo, después de emborracharlo. Al vino le llama «maroneo», porque fue un regalo a Ulises de Marón, sacerdote de Apolo.

Sigue la aventura de la llegada a la isla de Eolo, quien da a Ulises los vientos encerrados en un odre. Lo de «plácido nereo» es porque, generalmente, se considera a Nereo como un dios benéfico del mar.

Los lestrígones son antropófagos, a cuyo mando se encuentra el rey Antífates. En este territorio se hallaba la fuente Artacia, cuyas aguas bañaban el territorio.

Tras esta aventura, llega a la isla de Eea, donde vivía Circe, que convierte en cerdos a los compañeros de Ulises.

Para los cimerios véase el contenido de la n. 27. Ulises llega a este país con la intención de visitar el Hades, que es a lo que se alude a continuación.

El autor del Panegírico cuenta, después, el paso junto a la isla de las Sirenas, que son genios marinos mitad aves, mitad mujeres, y se mencionan por primera vez en la Odisea.

Para Escila véase la n. 22. Y en cuanto a Caribdis, es también un monstruo marino que absorbía agua de mar y todo lo que flotaba en él. Se situaba en una roca cerca de Mesina.

Con pascua solis (v. 76) se está refiriendo a la matanza de los bueyes del Sol que hacen los compañeros de Ulises, olvidándose de las recomendaciones de Tiresias. De esta aventura sólo se salvó el héroe, que, al fin, llega a la isla de la ninfa Calipso.

Por último, se hace mención de su aventura en la tierra de los feacios, donde encuentra a Nausícaa. <<

[484] Japidia estaba al norte de Iliria. <<

[485] Panonia es la actual Hungría. <<

[486] Estaba también en el territorio de Japidia. <<

[487] Domador es un héroe local. Han sido aceptadas las investigaciones de L. Havet, para quien una inscripción de Istria confirma la existencia de este héroe. (Cf. J. P. Postgate, Tibulli…, pág. XIII, y M. Planchont, Tibulle…, pág. 162). <<

[488] Melampo, hijo de Amitaon, célebre médico de Argos. Melampo eclipsó la fama de su padre. <<

[489] De Tera, isla del mar Egeo, en el grupo de las Cicladas. <<

[490] Coaspes, río de Persia. <<

[491] El Gindes es un río de Babilonia, donde se ahogó el caballo predilecto de Ciro. Por ello invirtió un año entero en dividir su cauce en más de trescientos canales. De ahí lo de «locura de Ciro». <<

[492] Alude al río que baña las llanuras de Babilonia. <<

[493] Támiris, reina de los masagetas. (Cf. Heródoto, 1205). <<

[494] Los padeos son un pueblo de la India Oriental. Lo de impíos banquetes se debe a que mataban y se comían a los enfermos y a los ancianos. <<

[495] Los getas y los maginos eran bañados respectivamente por los ríos Hebro y Tánais. Los getas estaban en la Tracia y los maginos estaban próximos al Ponto Euxino. El Hebro se identifica con el actual Maritza, y el Tánais, con el Don. <<

[496] G. Valgio Rufo fue cónsul el año 12 a. C., autor de elegías y amigo de Horacio (cf. Odas I 9, y Sátiras I 10, 82). Se desconoce su obra épica, que es la que aquí se menciona. <<

[497] El gran Gilipo, el de Cleándridas, es un general de los lacedemonios, vencedor de los atenienses en la guerra del Peloponeso (cf. Tucídides, VI y VII). <<

[498] Los escritos de Homero; al ser de Esmirna y estar ésta bañada por el río Meleto, se le llama «meleteo». <<

[499] Para entender esta alusión a las calendas de Marte hay que acudir a los primeros cuatro versos del poema 1 del Libro ΠΙ y a la n. 1 de este mismo libro. <<

[500] Marte corre el riesgo de enamorarse de Sulpicia. La caída de un objeto por el embeleso que produce el amor es un topos, frecuente en la poesía latina. Así, Propercio, IV 4, 21, y Ovidio, Heroidas XVI 253, y Metamorfosis XIV 349. <<

[501] Divinidad que no es más que una de tantas personificaciones de abstracciones. <<

[502] Vertumno es el dios de las estaciones del año. <<

[503] Diana. Recibe el nombre de Delia por haber nacido con su hermano Apolo en la isla de Delos. <<

[504] Apolo, como un dios de la Medicina, es capaz de curar aplicando sus manos. Esta técnica de aplicación de manos no aparece apenas citada en la literatura clásica. Sin embargo, es la usual de todos los curanderos y magos actuales. <<

[505] Véase la n. 372. <<

[506] Véase la n. 395. <<

[507] El día del aniversario del nacimiento, las mujeres sacrificaban a Juno, mientras que los hombres lo hacían al Genio. <<

[508] Venus recibía este nombre por haber nacido cerca de la isla de Citera, al S.E. de Laconia. <<

[509] Se trata del río Amo en Etruria, donde estaba Arretium (Arezzo). <<

[510] Hemos desechado la lectura de Postgate en el v. 8 sinit, siguiendo la cita de Estado (cf. Tibulli…, pág. 72), y hemos adoptado la lectura del manuscrito A: sinis, como hacen Planchont y Lenz. (Cf. Tibulle…, pág. 189, y Tibullus…, pág. 102). <<

[511] Las prostitutas no llevan la stola típica de las matronas, sino una toga. Esta cesta es la que llevaban las esclavas para transportar lana a las hilanderas. Hay una buscada gradación climática: a Sulpicia le ofende la traición de Cerinto, pero es que la traiciona con prostitutas y, además, esclavas. <<