Figura 11-5 (cont.):
c) Prender las dos tiras de ribetes por el derecho. d) Rematar los extremos. e) Planchar las costuras. f) Doblar los ribetes sobre la abertura. g) Unir los cantos de los ribetes con punto de escapulario. h) Coser los triángulos a los ribetes. i) Prender la pieza de fondo sobre el ribete inferior. j) Pasar un pespunte por los cantos del exterior. k) Prender la pieza de fondo sobre el ribete superior.
11. Une los cantos de los ribetes con punto de escapulario (te hablo de este tipo de punto en el capítulo 14) por el derecho de la tela; de este modo conseguirás que no se desvíen cuando cosas encima las piezas del saco. No aprietes mucho las puntadas, ya que cuando acabes la confección del bolsillo tendrás que quitarlas (figura 11-5 g). Si no sabes cómo coser el punto de escapulario, puedes descubrirlo en el capítulo 15, dedicado al acabado de los cantos.
12. Para acabar de sujetar los dos pliegues, dobla hacia dentro los triángulos que han quedado en los extremos del bolsillo y cóselos a los ribetes con un pespunte (figura 11-5 h).
13. Repasa la costura de los ribetes, ya que, como te decía en la introducción, el pespunteado del ribete tiene que ser perfecto.
14. Ya solo te falta confeccionar el saco o fondo del bolsillo. Para ello, empieza por prender una de las piezas del fondo sobre el ribete inferior; los derechos de ambas telas deben estar encarados (figura 11-5 i).
15. En esta posición, pasa un pespunte que una esta pieza del fondo y el margen de la costura del ribete inferior. Esta operación también puedes hacerla pasando el pespunte por el derecho de la tela, justo en la costura de aplicación del ribete (figura 11-5 j). Pero en este segundo caso debes tener en cuenta que el pespunte se verá por el derecho.
16. Plancha esta pieza del fondo hacia abajo.
17. Prende la otra pieza del fondo en el ribete superior con los derechos encarados (figura 11-5 k) y cósela igual que la anterior.
18. Quita los hilvanes que unen los ribetes por el revés de la prenda.
19. Coloca la pieza superior del fondo sobre la inferior y sujétalas con alfileres. Seguramente, la parte inferior te habrá quedado ligeramente más larga que la superior, por lo tanto, después de unir ambas piezas con un pespunte, recorta los bordes hasta que queden igualados. Recuerda que debes sobrehilar los cantos del fondo juntos.
20. Coloca el fondo hacia abajo y plánchalo para que quede completamente plano.
Hecho todo esto, ya solo te queda descoser el punto de escapulario que une los ribetes por el derecho para tener un hermoso bolsillo ribeteado. ¡Lo has conseguido!
Con tapeta
El bolsillo de tapeta recibe este nombre porque la abertura está cubierta por una tapeta de tela. Tanto su proceso de confección como el resultado final son muy parecidos al del bolsillo con cartera. De hecho, la diferencia entre ambos se reduce a la dimensión de la pestaña: mientras que las tapetas suelen medir, aproximadamente, ⅓ de la longitud del bolsillo, las carteras pueden llegar a cubrir hasta la mitad. Pero, en el fondo, esto no son más que indicaciones que pueden variar en función del gusto de cada cual y de la moda del momento.
La única precaución que debes tener a la hora de
confeccionar este bolsillo es evitar que la abertura asome por
debajo de la tapeta o de los cantos laterales de la
cartera.
Dicho esto, lo primero es preparar las piezas que vas a necesitar:
1. Tapeta de tela. Debes cortarla del mismo género que la prenda y con la tela doblada. Puedes usar las indicaciones que te he dado o variarlas en función de tu gusto o el de la persona para la que confecciones la prenda.
2. Dos piezas que formarán el fondo del bolsillo. El bolsillo te quedará mejor si una de las piezas es de la misma tela que la prenda y la otra de tela de forro. Al tratarse de otro tipo de bolsillo cortado, la mejor manera de decidir sus dimensiones es medirlas directamente en la prenda, como te enseñé a hacer con el bolsillo ribeteado. No olvides tampoco los márgenes, que deben ser de entre 1,5 y 2 cm.
3. Dos tiras de entretela. Una será para reforzar la abertura y la otra para reforzar la tapeta. Obviamente, la tira que reforzará la tapeta será de la misma dimensión que esta, sin márgenes de costura. La medida de la otra tira de entretela la conocerás cuando sepas dónde deberás colocarla.
En cuanto las tengas, ¡a confeccionar se ha dicho!:
1. Marca la línea de corte y la de aplicación o apoyo de la tapeta con hilvanes por el revés de la tela. De estas líneas, solo te queda por saber que la separación entre la línea de corte y la de aplicación de la tapeta deben estar separadas por el ancho final que tendrá la tapeta (figura 11-6 a).
2. Corta la segunda tira de entretela, que tendrá las dimensiones del recuadro que acabas de marcar, pero dejando un poco de margen de tela a los cuatro lados. Aplica esta tira de entretela al revés de la prenda sobre dicho recuadro.