Hago versos, señores

Hago versos señores, hago versos,

pero no me gusta que me llamen poetisa,

me gusta el vino como a los albañiles

y tengo una asistenta que habla sola.

Este mundo resulta divertido,

pasan cosas señores que no expongo,

se dan casos, aunque nunca se dan casas

a los pobres que no pueden dar traspaso.

Sigue habiendo solteras con su perro,

sigue habiendo casados con querida,

a los déspotas duros nadie les dice nada,

y leemos que hay muertos y pasamos la hoja,

y nos pisan el cuello y nadie se levanta,

y nos odia la gente y decimos: ¡la vida!

Esto pasa señores y yo debo decirlo.

(En: Todo asusta, 1958)