[1] Manuel Chaves Nogales: Crónicas de la Guerra Civil (agosto de 1936-septiembre de 1939). Sevilla, Espuela de Plata, 2011, p. 70. De su artículo «Ideas y doctrinas. Los dos lados de la barricada», publicado originalmente en La Dépeche, Toulouse, 5 y 6 de junio de 1938. <<
[2] Archives Diplomatiques (Paris), Serie Correspondence politique et commerciale, Espagne, 1930-1940, Expediente 86CPCOM/247. Información extraída del periódico La Voz de España. <<
[3] Ricardo Miralles: Juan Negrín. La República en guerra. Madrid, Temas de Hoy, 2003, p. 356. <<
[4] Archives Diplomatiques (Paris), Serie Correspondence politique et commerciale, Espagne, 1930-1940, Expediente 86CPCOM/179. <<
[5] Jacobo Fitz-James Stuart y Falcó, XVII duque de Alba, representó al régimen de Franco en Londres desde 1937 hasta 1945. Estaba vinculado a Inglaterra y a Winston Churchill, pariente lejano. En mayo de 1937 fue nombrado jefe de la delegación oficiosa del Gobierno nacional en Gran Bretaña. Año y medio después, cuando el Gobierno británico reconoció al régimen de Franco, fue nombrado embajador (8 de marzo de 1939) cargo en el que permaneció hasta octubre de 1945. <<
[6] Enrique Moradiellos: El reñidero de Europa. Las dimensiones internacionales de la guerra Civil Española. Barcelona, Península, 2001, p. 211. <<
[7] Fundación de Investigaciones Marxistas, Archivo Histórico del Partido Comunista de España, Dirigentes, Informes, caja 1, carpeta 2. «Informe de Jesús Hernández sobre los últimos días de la guerra». <<
[8] Juan-Simeón Vidarte: Todos fuimos culpables: testimonio de un socialista español. México, Fondo de Cultura Económica, 1973, pp. 855 y 857. <<
[9] Enrique Moradiellos: El reñidero de Europa. Las dimensiones internacionales de la guerra Civil Española. Barcelona, Península, 2001, pp. 199-200. <<
[10] Archivo General Militar de Ávila, C.1125,6 / 1-63. <<
[11] Archivo Histórico Nacional, Diversos, Archivo de Vicente Rojo Lluch, Caja 2/1-2, microfilm 1187. <<
[12] En mayo de 1938, en una entrevista celebrada entre Negrín y su nuevo jefe del Ejército del Centro, coronel Casado, el presidente le ofreció su versión de la disputa con Prieto: «Se ha generalizado la creencia de que el señor Prieto ha cesado como Ministro de Defensa por incompatibilidad con los camaradas soviéticos y el Partido Comunista. Y esto es rigurosamente incierto. La verdadera causa ha sido que no podía continuar al frente de la cartera de Defensa un hombre pesimista, incapaz de mantener la moral de sus subordinados» (Segismundo Casado: Así cayó Madrid. Madrid, Ediciones 99, 1977, p. 8). <<
[13] Ricardo Miralles: «Indalecio Prieto, ministro en los Gobiernos de Largo Caballero y Negrín durante la Guerra Civil», en José Luis de la Granja Sainz (coord.): Indalecio Prieto. Socialismo, democracia y autonomía. Madrid: Biblioteca Nueva, 2013, pp. 182-184. Para este autor, en la decisión de Prieto pesó la presión que hicieron los comunistas y las críticas abiertas hacia Prieto hechas por los delegados soviéticos, que pugnaron por apartarlo si no del Gobierno, sí al menos de la dirección de la guerra. <<
[14] Fundación Pablo Iglesias, Archivo Manuel Albar Catalán, AMAC 159-64. «Carta de fecha 15 de mayo de 1939 dirigida a la Comisión Ejecutiva del PSOE en París». <<
[15] Julio Aróstegui: Largo Caballero: El tesón y la quimera. Barcelona, Debate, 2013, pp. 638 y 642. <<
[16] Enrique Moradiellos: Don Juan Negrín. Barcelona, Península, 2006, p. 343. <<
[17] Archives Diplomatiques (Paris), Serie Correspondence politique et commerciale, Espagne, 1930-1940, Expediente 86CPCOM/179 (Informe de junio de 1938). Para los diplomáticos franceses, bajo la señal del anticomunismo y la paz se agrupaba una coalición lista a reemplazar a Negrín en el poder y asumir los riesgos de una mediación incierta con la España nacionalista. <<
[18] José Peirats: La CNT en la revolución española. París, Ruedo Ibérico, 1971, t. III, pp. 242-251. <<
[19] La Vanguardia, Barcelona, 10 de febrero de 1938, p. 6. Las propuestas previas de cada sindicato en Amaro del Rosal: Historia de la UGT de España: 1901-1939. Barcelona, Grijalbo, 1977, t. II, pp. 739-751. Las negociaciones comenzaron en los primeros días de febrero. Por parte de la UGT participaron Edmundo Domínguez Aragonés, Amaro del Rosal y César García Lombardía. La CNT estuvo representada por Mariano R. Vázquez, Horacio Prieto y Federica Montseny. <<
[20] Las propuestas concretas pueden verse en Pere Gabriel: Un sindicalismo de guerra, 1936-1939 (Historia de la UGT, vol. 4). Madrid, Siglo XXI, 2011, pp. 118-124; en Amaro del Rosal: Historia de la UGT de España: 1901-1939. Barcelona, Grijalbo, 1977, t. II, pp. 754-762; y en José Peirats: La CNT en la revolución española. París, Ruedo Ibérico, 1971, t. III, pp. 36-41. Para este líder anarquista, el pacto era «un acto de subordinación incondicional a la política del gobierno» (p. 104). Según su opinión, «el pacto significaba la mayor claudicación histórica, por una organización revolucionaria, a favor del Estado y a cambio de las migajas de un intervencionismo sumamente elástico o aleatorio» (p. 105). <<
[21] En él se acuerda la creación de un Comité Nacional de Enlace compuesto por tres representantes de cada una de las centrales. Pero sus funciones son prácticamente limitadas a mejorar públicamente las relaciones entre ambos sindicatos. Un claro ejemplo es la conclusión primera: «Compromiso mutuo de no agresión»: La CNT y la UGT renuncian en sus propagandas a realizar toda clase de críticas de tipo violento entre ellas. Además acuerdan respetar la libertad de sindicación de los trabajadores y no aceptar a expulsados de la otra central sindical. El texto íntegro puede verse en La Vanguardia, Barcelona, 30 de julio de 1937, p. 4. Un análisis del mismo, en Pere Gabriel: Un sindicalismo de guerra, 1936-1939 (Historia de la UGT, vol. 4). Madrid, Siglo XXI, 2011, pp. 115-117. <<
[22] La Delegación del Comité de Enlace para la zona no catalana se presentó ante la opinión pública con una nota de prensa en la que manifestaba su «adhesión inquebrantable a la política del Gobierno de Unión Nacional en todos sus aspectos», al mismo tiempo que solicitaba «un esfuerzo creciente para continuar la lucha bajo la dirección única del Gobierno de la República» (ABC, Madrid, 7 de mayo de 1938, p. 5). En días posteriores, el Comité Nacional decidió denominarla Subcomité Nacional de Enlace UGT-CNT, con jurisdicción en las zonas Centro, Sur y Levante. <<
[23] Durante la guerra civil fue nombrado por el gobierno de Largo Caballero gobernador civil de Valencia previamente al traslado del gobierno republicano a esta ciudad en noviembre de 1936. Posteriormente impulsó la organización de cooperativas agrícolas, dando origen a la Unión Central de Cooperativas Agrícolas y fundó la revista Colectivismo. Sobre la figura de Zabalza, puede consultarse la obra de Emilio Majuelo Gil: La generación del sacrificio: Ricardo Zabalza, 1898-1940. Tafalla, Nafarroa, Txalaparta, 2008. <<
[24] Centro Documental de la Memoria Histórica, Sección Político-Social, Madrid, C. 2436, leg. 4378. <<
[25] La federación más potente de la FNTT era la andaluza, que había logrado durante la Segunda República aumentar considerablemente su afiliación en este territorio dominado desde las primeras décadas del siglo XX por el anarquismo, convertido en la ideología dominante en el movimiento obrero andaluz, urbano y campesino, hasta 1936 (José Luis Gutiérrez Molina: «Andalucía y el anarquismo 1868-1936», Ayer, n.º 45, 2002, p. 175). <<
[26] Walther L. Bernecker: Colectividades y revolución social. El anarquismo en la guerra civil española, 1936-1939. Barcelona, Crítica, 1982, p. 313. <<
[27] Fundación de Investigaciones Marxistas, Archivo Histórico del Partido Comunista de España, Archivos y documentación de particulares, Documentación de José Serrano Romero, sig. AJSR, caja 495, carpeta 4. <<
[28] La «pequeña» excepción dentro del comunismo se produjo en el seno del PSUC, que tachó al gobierno de Negrín de anticatalanista e incluso se permitió no aceptar los «trece puntos», elaborando su secretario general los suyos propios. Era sólo una muestra de las diferencias entre el PCE y el PSUC que se dieron durante la guerra, y que generaba enorme preocupación en la Internacional Comunista, porque para el Partido Comunista se trataba de boicotear al Gobierno de la República desde Cataluña (Josep Puigsech Farràs: «El peso de la hoz y el martillo: La Internacional Comunista y el PCE frente al PSUC, 1936-1943», Hispania, Revista Española de Historia, n.º 232, 2009, pp. 449-476). <<
[29] Palmiro Togliatti: Escritos sobre la guerra de España. Barcelona, Crítica, 1980, p. 246. <<
[30] Alejandro Sánchez Moreno: José Díaz, una vida en lucha. Córdoba, Almuzara, 2013, pp. 259-260. <<
[31] Fernando Hernández Sánchez: Guerra o revolución. El Partido Comunista de España en la guerra civil. Barcelona, Crítica, 2010, p. 382. <<
[32] Antonio Elorza y Marta Bizcarrondo: Queridos camaradas. La Internacional comunista y España, 1919-1939. Barcelona, Planeta, 1999, p. 422. <<
[33] Daniel Kowalsky: La Unión Soviética y la guerra civil española. Barcelona, Crítica, 2003, pp. 232-240. A mediados de 1937 Stalin redujo su ayuda a la República española, en gran parte porque ya no veía clara la victoria, pero nunca se retiró por completo. Los suministros de armas fueron reducidos sustancialmente y los pilotos y conductores de carros blindados de nacionalidad rusa empezaron a ser sustituidos por soldados republicanos. Sin embargo, siguió interviniendo a favor de la República hasta casi su caída. La ayuda, desde luego, no resultó ni mucho menos desinteresada. Para este autor, el régimen soviético salió ganando desde el punto de vista financiero. Aunque no hiciera dinero con la guerra de España, al final casi logró cuadrar sus cuentas, balance no despreciable teniendo en cuenta que Moscú pudo probar su armamento en el campo de batalla y verificar de cerca el arsenal de la Alemania nazi. Además, cumplió con un programa ideológico que tenía muy poco que ver con la victoria militar. <<
[34] Carlos Barciela: «La Economía y la Guerra», Pasado y Memoria. Revista de Historia Contemporánea, n.º 8 (2009), p. 16. Sobre la venta del oro y la plata del Banco de España a Moscú, pueden verse, además de las obras citadas: Ángel Viñas: El oro español en la guerra civil. Madrid, Instituto de Estudios Fiscales, 1976; Pablo Martín Aceña: El Oro de Moscú y el Oro de Berlín. Madrid, Taurus, 2001; M.ª Ángeles Pons: «La Hacienda Pública y la financiación de la guerra», en Pablo Martín Aceña y Elena Martínez Ruiz (eds.): La Economía de la Guerra Civil. Madrid, Marcial Pons Historia, 2006, pp. 357-391; y José Ángel Sánchez Asiaín: La financiación de la Guerra Civil Española: una aproximación histórica. Barcelona, Crítica, 2012, pp. 557-649. <<
[35] Ricardo Miralles: Juan Negrín. La República en guerra. Madrid, Temas de Hoy, 2003, p. 361. Para Frank Schauff, las reticencias de franceses y británicos a colaborar con los soviéticos, y las sanguinarias purgas emprendidas por Stalin, fueron determinantes en la derrota republicana (La victoria frustrada: la Unión Soviética, la Internacional Comunista y la Guerra Civil Española. Barcelona, Debate, 2008). <<
[36] Helen Graham: El PSOE en la Guerra Civil. Poder, crisis y derrota (1936-1939). Barcelona, Debate, 2005, pp. 243-244. <<
[37] Antonio Elorza y Marta Bizcarrondo: Queridos camaradas. La Internacional comunista y España, 1919-1939. Barcelona, Planeta, 1999, p. 453. <<
[38] Santos Juliá: «República, revolución y luchas internas», en Santos Juliá (coord.): El socialismo en España. Desde la fundación del PSOE hasta 1975. Madrid, Pablo Iglesias, 1986, p. 250. <<
[39] Santos Juliá: «Sobre la formación del Frente Popular en España», Sistema, n.º 73 (1986), p. 76 y ss. Para Antonio Elorza y Marta Bizcarrondo (Queridos camaradas. La Internacional comunista y España, 1919-1939. Barcelona, Planeta, 1999, p. 450) ésta constituía «un salto adelante decisivo en el camino del PCE hacia la hegemonía política». Según Gabriel, es importante resaltar que el Frente Popular en España no surgió del acuerdo entre socialistas y comunistas, como de algún modo había sucedido en Francia, sino que aquí el punto de arranque se situó en la necesidad de un acuerdo entre socialistas y republicanos, con un claro protagonismo de éstos y, en especial, de Azaña (Pere Gabriel: Un sindicalismo de guerra, 1936-1939. Historia de la UGT, vol. 4. Madrid, Siglo XXI, 2011, p. 128). <<
[40] Ahora, Madrid, 19 de julio de 1936, p. 5, «Todos los partidos obreros frente al golpe de fuerza». <<
[41] Según la reciente y modélica investigación realizada por Manuel Aguilera Povedano, que consigue identificar a cada uno de los muertos en la ciudad de Barcelona, fueron 145 víctimas revolucionarias, 64 gubernamentales y 9 colaterales («Los hechos de mayo de 1937: efectivos y bajas de cada bando», Hispania, n.º 245, 2013, pp. 789-816). François Godicheau ha investigado la represión contra los antifascistas en Cataluña y ha concluido que entre abril de 1937 y enero de 1939 llegaron a encarcelarse 3734 militantes, el 90% de los cuales era de la CNT, el 4% del POUM, el 3% de la UGT o PSUC y el resto de filiación desconocida (François Godicheau: «Los Hechos de Mayo de 1937 y los presos antifascistas: identificación de un fenómeno represivo», Historia Social, n.º 44, 2002, pp. 39-63). <<
[42] Stepánov: Las causas de la derrota de la República Española. Informe elaborado por Stoyán Mínev, alias Stepánov y Moreno, delegado en España de la Komintern durante los años 1937-1939, para el Comité Ejecutivo de la Internacional Comunista. Moscú, abril de 1939. Madrid: Miraguano, 2003, p. 255. <<
[43] Fundación de Investigaciones Marxistas, Archivo Histórico del Partido Comunista de España, Microfilm 17 (214). <<
[44] Centro Documental de la Memoria Histórica, Sección Político-Social, Madrid, Leg. 2376, Carpeta 88. <<
[45] Centro Documental de la Memoria Histórica, Sección Político-Social, Madrid, Leg. 2376, Carpeta 93. <<
[46] Centro Documental de la Memoria Histórica, Sección Político-Social, Madrid, Leg. 2376, Carpeta 94. <<
[47] Centro Documental de la Memoria Histórica, Sección Político-Social, Madrid, Leg. 2376, Carpeta 95. <<
[48] Fernando Hernández Sánchez: Guerra o revolución. El Partido Comunista de España en la guerra civil. Barcelona, Crítica, 2010. <<
[49] Avance (Ciudad Real), 15 de abril de 1937, n.º 40, p. 2, «Del pasado Congreso Comunista». <<
[50] Francisco Alía Miranda: La Guerra Civil en retaguardia. Conflicto y revolución en la provincia de Ciudad Real (1936-1939). Ciudad Real, Diputación Provincial, 2005, p. 123. <<
[51] Rafael Cruz: En el nombre del pueblo. República, rebelión y guerra en la España de 1936. Madrid, Siglo XXI, 2006, p. 304. <<
[52] Fundación Pablo Iglesias, Archivo Ramón Lamoneda Fernández, 166-44, «Acuerdos PSOE, C. N., VIII-1938». <<
[53] Helen Graham: El PSOE en la Guerra Civil. Poder, crisis y derrota (1936-1939). Barcelona, Debate, 2005, p. 296. <<
[54] Pere Gabriel: Un sindicalismo de guerra, 1936-1939 (Historia de la UGT, vol. 4). Madrid, Siglo XXI, 2011, p. 141. <<
[55] Antonio Elorza y Marta Bizcarrondo: Queridos camaradas. La Internacional comunista y España, 1919-1939. Barcelona, Planeta, 1999, p. 425. <<
[56] Enrique Moradiellos: «La dimensión internacional de la Guerra Civil Española», en Julián Casanova y Paul Preston (coords.): La Guerra Civil Española. Madrid, Editorial Pablo Iglesias, 2008, pp. 93-99. <<
[57] The National Archives, FO 173/20522. <<
[58] The National Archives, FO 173/20523. <<
[59] The National Archives, FO 173/20525. <<
[60] Ángel Viñas: La soledad de la República. El abandono de las democracias y el viraje hacia la Unión Soviética. Barcelona, Crítica, 2006, p. 19. <<
[61] Enrique Moradiellos: Neutralidad benévola. El Gobierno británico y la insurrección militar española de 1936. Oviedo: Pentalfa, 1990; y Enrique Moradiellos: La perfidia de Albión. El Gobierno británico y la guerra civil española. Madrid, Siglo XXI de España, 1996, p. 48. <<
[62] Ángel Viñas: La soledad de la República. El abandono de las democracias y el viraje hacia la Unión Soviética. Barcelona, Crítica, 2006, p. 438. <<
[63] Ángel Viñas: La soledad de la República. El abandono de las democracias y el viraje hacia la Unión Soviética. Barcelona, Crítica, 2006, p. 18. <<
[64] Isidoro Monje Gil: Francia ante el estallido de la Guerra Civil Española. Badajoz, Diputación, 2012, p. 229. <<
[65] Manuel Azaña: Apuntes de memoria. Valencia, Pre-Textos, 1990, p. 207. <<
[66] Daniel Kowalsky: La Unión Soviética y la guerra civil española. Barcelona, Crítica, 2003, pp. 24-27. <<
[67] Ricardo Miralles: «La política exterior de la República Española hacia Francia durante la Guerra Civil», Historia Contemporánea, n.º 10 (1993), p. 37. <<
[68] Juan Avilés Farré: Las grandes potencias ante la guerra de España. Madrid, Arco Libros, 1998, pp. 25-26. Desde abril de 1937 los comunistas franceses comenzaron a jugar un papel destacado en el suministro marítimo de armas a España mediante la creación de una compañía naviera controlada en la sombra por su partido, France-Navigation. El sindicato de marina de la CGT fue encargado de proporcionarle tripulaciones seguras. Las actividades de esta compañía «no podrían haberse realizado sin la benevolencia del gobierno francés» (p. 49). <<
[69] Ricardo Miralles: «La política exterior de la República Española hacia Francia durante la Guerra Civil», Historia Contemporánea, n.º 10 (1993), p. 37. <<
[70] Archives Prefecture de Police (Paris). Serie B. Cabinet du Prefect. Serie Espagne, BA 2154. <<
[71] Juan Avilés: «La misión del duque de Alba en Londres, 1937-1945», en Antonio César Moreno Cantano (coord.): Propagandistas y diplomáticos al servicio de Franco (1936-1939). Gijón, Trea, 2012, pp. 56, 60-61 y 65. <<
[72] Juan Avilés: «La misión del duque de Alba en Londres, 1937-1945», en Antonio César Moreno Cantano (coord.): Propagandistas y diplomáticos al servicio de Franco (1936-1939). Gijón, Trea, 2012, p. 62. <<
[73] Archives Diplomatiques (Paris), Serie Correspondence politique et commerciale, Espagne, 1930-1940, Expediente 86CPCOM/179. El embajador francés en Londres ya advertía a su ministro en abril de 1938, basándose en opiniones del corresponsal del periódico The Times en Burgos. <<
[74] Stanley Baldwin, hombre de indiscutible e indiscutido prestigio, en una conversación con el duque de Alba, le confesó que para él no había más enemigo en el mundo que el bolchevismo, a lo que Alba se apresuró a replicar que ese era el enemigo contra el que se combatía en España (Juan Avilés: «La misión del duque de Alba en Londres, 1937-1945», en Antonio César Moreno Cantano, coord.: Propagandistas y diplomáticos al servicio de Franco 1936-1939. Gijón, Trea, 2012, pp. 57-58). <<
[75] Archives Diplomatiques (Paris), Serie Correspondence politique et commerciale, Espagne, 1930-1940, Expediente 86CPCOM/215. El 9 de abril el embajador francés en Londres comunica a su ministro la nota que le ha enviado el 30 de marzo el agente del general Franco en Londres al gobierno británico. <<
[76] Enrique Moradiellos: El reñidero de Europa. Las dimensiones internacionales de la guerra Civil Española. Barcelona, Península, 2001, p. 231. <<
[77] Archives Diplomatiques (Paris), Serie Correspondence politique et commerciale, Espagne, 1930-1940, Expediente 86CPCOM/215 (Telegrama de 9 de octubre de 1938). <<
[78] Archives Diplomatiques (Paris), Serie Correspondence politique et commerciale, Espagne, 1930-1940, Expediente 86CPCOM/190. <<
[79] Fundación Nacional Francisco Franco, Documento n.º 6306. <<
[80] Fundación Nacional Francisco Franco, Documento n.º 26963. <<
[81] Juan Negrín: Salud, amigos de España. Madrid, Comisariado del Grupo de Ejércitos de la Región Central, 1938. <<
[82] Archivo General del Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación, Archivo particular Negrín, Caja RE.150, Carpeta 13. <<
[83] Archives Prefecture de Police (Paris). Serie B. Cabinet du Prefect. Serie Espagne, BA 1665, 2159 y 2160 y 1665. <<
[84] Archives Diplomatiques (Paris), Serie Correspondence politique et commerciale, Espagne, 1930-1940, Expediente 86CPCOM/148. <<
[85] Archives Diplomatiques (Paris), Serie Relations commerciales, Espagne, 1920-1940, Expedientes 44RC/53, 54, 55 y 58. <<
[86] Archives Diplomatiques (Paris), Serie Relations commerciales, Espagne, 1920-1940, Expediente 44RC/54 (estudio sobre el comercio franco-español, enviado por el consejero comercial de la embajada de Francia en España al subdirector de Relaciones Comerciales del Ministerio de Asuntos Extranjeros, París, 31 de enero de 1939). <<
[87] La primera red de espionaje e información estaba financiada por el antiguo líder de la Lliga Regionalista, el catalanista conservador Francesc Cambó, que a primeros de agosto de 1936 puso a disposición del servicio creado por Quiñones, hombre de gran popularidad y relaciones en Francia, nada más y nada menos que 10 000 libras esterlinas, equivalentes a 500 000 pesetas de la época. Cambó tenía como objetivo básico dar mayor impulso a la campaña de propaganda nacional en la capital francesa, para lo que creó una agencia de prensa y propaganda, sumamente activa en París. «Para el astuto catalanista, aquella doble participación, en el espionaje y la propaganda, podía ser también una manera de asegurar la influencia del conservadurismo catalán en el Nuevo Estado de los nacionales, una vez obtenida la victoria» (Morten Heiberg y Manuel Ros Agudo: La trama oculta de la Guerra Civil. Los servicios secretos de Franco, 1936-1945. Barcelona, Crítica, 2006, pp. 50-51). <<
[88] Archives Prefecture de Police (Paris). Serie B. Cabinet du Prefect. Serie Espagne, BA 2155. <<
[89] Archives Prefecture de Police (Paris). Serie B. Cabinet du Prefect. Serie Espagne, BA 2016. Para Morten Heiberg y Manuel Ros Agudo (La trama oculta de la Guerra Civil. Los servicios secretos de Franco, 1936-1945. Barcelona, Crítica, 2006, p. 51), financió las primeras compras de armas y contribuyó económicamente a sufragar la red de inteligencia montada por Mola en Francia, instalado por entonces en Biarritz, en la costa vasco-francesa. Para un análisis riguroso de las actividades de March, Mercedes Cabrera: Juan March (1880-1962). Madrid, Marcial Pons Ediciones, 2011. También: José Ángel Sánchez Asiaín: La financiación de la Guerra Civil Española: una aproximación histórica. Barcelona, Crítica, 2013, pp. 167-225. <<