Paine dio un ejemplo de valor, humanidad y perseverancia a todos estos defensores de los oprimidos. Cuando se trataba de asuntos públicos, olvidaba la prudencia personal. Como suele suceder en estos casos, el mundo decidió castigarle por su falta de egoísmo; actualmente su fama no es tanta como la que habría conseguido si su carácter hubiera sido menos generoso. Es necesaria un cierta sabiduría mundana incluso para asegurarse los elogios por la falta de ella.

Bertrand Russell,

El destino de Thomas Paine