¡Que espesos cortinajes nos separen del mundo,
y que el tedio nos conduzca al loto del olvido!
¡Quiero extinguirme en los límites de tu cuerpo
y encontrar en tu seno el frescor de las tumbas!»
Que nos rideaux fermés nous séparent du monde,
et que la lassitude amène le repos!
Je veux m’anéantir dans ta gorge profonde
et trouver sur ton sein la fraîcheur des tombeaux!»
—¡Descended, descended, patéticas víctimas,
descended por la senda del eternal infierno!
Sumíos en el arcano final, donde los crímenes,
flageladas por un viento que no viene del cielo,
—Descendez, descendez, lamentables victimes,
descendez le chemin de l’enfer éternel!
Plongez au plus profond du gouffre, où tous les crimes,
flagellés par un vent qui ne vient pas du ciel,
bullen confundidas bajo el azote de la tormenta.
Sombras alucinadas, corred hacia el fin deseado;
nunca conseguiréis aplacar vuestros anhelos,
y esos mismos placeres os infligirán el castigo.
bouillonnent pêle-mêle avec un bruit d’orage.
Ombres folles, courez au but de vos désirs;
jamais vous ne pourrez assouvir votre rage,
et votre châtiment naîtra de vos plaisirs.
Nunca un rayo de luz alumbrará vuestras cuevas;
por el agrietado adobe de los muros febriles miasmas
reptan y se dilatan lo mismo que luminosos fanales
y traspasan vuestros cuerpos con aromas pavorosos.
Jamais un rayon frais n’éclaira vos cavernes;
par les fentes des murs des miasmes fiévrieux
filtrent en s’enflammant ainsi que des lanternes
et pénètrent vos corps de leurs parfums affreux.