Jenny, la de los piratas

Soy sirvienta, señores míos,

no paro de lavar copas todo el día;

si me dan un penique,

yo muchas gracias doy.

Y mis sucios harapos vean ustedes,

y este sórdido hotel.

¡Y no saben quién es esta muchacha!

Pero cierta noche en el puerto habrá gritos,

y preguntarán:

"¿Sabes tú qué pasará?".

Y en silencio sonreiré junto a mis copas,

y dirán:

"¿De qué se sonreirá?".

Y un navío velero

con cincuenta cañones

en el puerto está.