1 En cualquier caso, cabe recoger la frase de W. FEAR (Classical Review 47 [1997], 306), en su revisión de la obra de GONZÁLEZ PONCE (cf. Descripción, Introd., n. 8), a propósito de su idea sobre la fecha del s. IV como momento de la obra: «If the OM is a composite composition of the fourth century A. D. it loses much of its value as evidence for the state of the Peninsula in early Antiquity».

2 Anterior, pues, a Hecateo, habría sido una de las primeras obras de la prosa griega. Su autor habría descrito las costas de Tartesos a Marsella, añadiendo las noticias que le habrían sido transmitidas por los tartesios sobre las costas occidentales hasta Britania. Pero, como Avieno no habría podido utilizar directamente éste, habría acudido al de otro autor posterior. De acuerdo con otras teorías (A. Blázquez), la base sería el perdido Periplo del cartaginés Himilcón (ca. 535-480, a. C.). Sobre todo ello, para más detalles del complejo proceso de fuentes y composición, y como resumen, cf. J. P. MURPHY, Rufas Festus Avienus, Ora maritima, Chicago, 1977, págs. V-VI; y MANGAS y PLÁCIDO, Avieno, T.H.A., págs. 23-24 y 35-36 (incluso desde la perspectiva arqueológica, en su n. 9). Por su parte, según analizaba GONZÁLEZ PONCE (Avieno...), Schulten confundió los géneros, mezclándolos. La producción más comparable a la de Avieno sería el Mosela de CLAUDIANO, si bien, también, de mayor calidad; «Descartado el Periplo como base única, hay que admitir que Avieno tuvo acceso a toda una variopinta gama de autores que, por medio de florilegios y antologías, le sirvieron de fuente...» (idem, «Sobre el valor histórico...», Faventia 151 [993], 59).

3 Para más datos en tomo a los Periplos, en general y en relación con la Ora, cf. la bibliografía y los datos de la nota 8 de la Introducción de la Descripción.

4 Que, según modesta confesión (Festus Avienus, Ora maritima, París, 1934, pág. 7), no encontraba placer alguno en echar abajo las teorías de Albois de Jubainville y Schulten; su idea de recoger la visión geográfica que los romanos tenían de estas regiones en lugar de la de la cartografía moderna (de ahí sus comentarios y representaciones), está en la base de estos comentarios generales nuestros (cf. aptdo. 3).

5 Cf. supra, n. 2; ésta es, también, la idea de P. Villalba y Vameda. Para otras propuestas anteriores, todas en contra de Schulten —la Ora sería una mezcla de fuentes griegas y púnicas (S. LAMBRINO, 1957); o la mezcla de fuentes, para el interior distintas de las de la costa, sí en tal caso un periplo (E. PRESCOTT VICENTE, 1967)—, cf. MANGAS y PLÁCIDO, Avieno, T.H.A., pág. 26.

6 Procónsul de África (358), y Prefecto del Pretorio (en cuatro ocasiones, entre 364 —según otras fuentes, la primera habría sido en el 368—, y 383); y cónsul con Graciano (371), firme valedor de la política de Valentiniano (muy tolerante en cuestión religiosa, pese a su propio credo) y Teodosio (al que dedicó sus poesías, y las de su padre y abuelo), aunque su actividad política no estuvo exenta de críticas, sobre todo en su tercera y más larga prefectura. Para su sugestivo retrato, cf. AMIANO, 27, 11; y para más datos sobre él y sus hijos (Anicio Hermogeniano Olibrio y A. Probinus, cónsules del 395, y A. Petronio Pr., infra, n. 8), RE I, cois. 2204-2207.

7 Los intereses de la importante gens Anida, su clan, le obligaron a sostener esta política. Cf., además, Introd. gen., n. 30.

8 A él se inclinaba A. SCHULTEN (Fontes Hispaniae Antiquae, fase. 1: Avieno, Ora maritima, Barcelona-Berlín, 1922, y Barcelona, 1955", pág. 91).

9 Sobre esto, cf. Introd. gen., n. 16.

10 Para el argumento, cf. SOUBIRAN, Les Phénoménes..., pág. 11.

11 Sobre éste, cf. supra, aptdo. 1 y n. 6; e Introd. gen., n. 30.

12 Para un comentario detallado a su primera edición, cuya introducción y comentario estaban en castellano —la versión del Poema correspondía a J. Rius Y SERRA—, pero cuya segunda (1955) ignoraba, lamentablemente, la de A. Berthelot (1934) —muy ligado a la editio princeps—, cf. MURPHY, Ora M., págs. V-VI; y M. J. PENA, «Avieno y las Costas Cataluña y Levante», Faventia 11/2 (1989), 9-10.

13 Cf. HERÓDOTO, IV 85-86.

14 Cf. PUNIÓ, Hist. Nat. XIX 3-4; ESTRABÓN, III 144.

15 Cf. HERÓDOTO, IV 85-86.

16 Cf. SUETONIO, Julio César 57.

17 Para todo ello, con más detalle, cf. las obras de CUNTZ, SCIINETZ, CHEVALLIER, FORBES, ANDRÉ y BASLEZ, HULTSCH, POMEY et alii; LEHMANN-HAUPT, y G. MENÉNDEZ PIDAL, recogidas en esta bibliografía y la de la Descripción.

18 Cf., además, las obras citadas en la Descripción, y su nota 21.

19 Aunque la editio no es clara en este giro, la lectura de Villalba y Varneda, sí.