1 Comienzo ritual con un himno a Júpiter (= el Sol), que condensa todo un programa de doctrina estoica: la providencia divina vela por el hombre y su mundo. Avieno, más que traducir aquí los dieciocho versos del «himno» de Arato, los parafrasea, amplificándolos a setenta y seis; cf. también la invocación ritual de la Descripción del Orbe Terrestre (vv. 5 ss.).
2 En HOMERO aparece ya el cielo como mansión divina (II. XV 192), pero el estoicismo va más allá: propugna una identificación Júpiter = cielo y éter.
3 Concepto metafisico del «primer motor» (cf. ARISTÓTELES, Física VII y VIII), de tan gran desarrollo posterior.
4 El rayo no es ya un simple instrumento de Júpiter, es él mismo: nueva identificación dios = universo (cf. SÉNECA, Cuestiones naturales II 45).
5 Los elementos origen de todo, básicos en la física antigua, eran cuatro: la tierra, el agua, el fuego y el aire; de ellos el fuego (bajo la forma del rayo, calor, estrellas, luz) era primordial en la cosmología estoica (cf. CICERÓN, Sobre la naturaleza de los dioses II 23-28, 30-31).
6 Referencia a la teoría pitagórica y platónica sobre el «número» en el cosmos y la armonía de las esferas (cf. PLATÓN, Timeo).
7 El alma es el pneuma-espíritu estoico, concepto diferente de la primitiva concepción cosmológica de los cuatro elementos vistos.
8 EMPÉDOCLES (S. V a. C.) formuló que todos los elementos que componen el universo tienden a unirse mediante el Amor (Philótēs) y a separarse o disgregarse por la Discordia (Neîkos).
9 Se refiere a la esfericidad del universo, que se repliega y se apoya uniformemente sobre sí mismo o bien a los dos hemisferios que descansan uno sobre otro.
10 Júpiter es el «Demiurgo», el dios creador que ordena el Caos primitivo del cosmos: otra idea estoica de origen platónico.
11 Júpiter como «Demiurgo», es a la vez macho y hembra, esto es, reproducción sexuada del universo (cf. el «Himno órfico a Zeus», en APULFYO, Sobre el mundo 37, 372).
12 Igualmente como «Demiurgo», Júpiter es el tiempo mismo: pasado y futuro, representado en «Jano Bifronte», de doble faz.
13 Personificación o deificación de las Tinieblas Infernales.
14 Cada uno de los dos puntos opuestos en que la órbita de un astro corta la eclíptica; aquí podría referirse a la oblicuidad de ésta, siendo el nodo la intersección del ecuador y la eclíptica; o a la precesión de los equinoccios, al desplazamiento anual del nodo o, en fin, a la inclinación del eje del mundo.
15 Quizá aluda al reparto primitivo del universo: el cielo para Zeus, el mar para Posidón, el mundo subterráneo para Hades.
16 Las Estaciones, divinidades identificadas con las «Horas», hijas de Zeus y Temis, se llamaban Eunomía («Buen gobierno»), Dice («Justicia») e Irene («Paz»),
17 Avieno añade un desarrollo sobre el concepto del alma platónico y estoico que no figura en Arato (cf. PLATÓN, República, X 13-16: mito de ultratumba del armenio Er sobre el destino del alma; CICERÓN, República VI 3: «Sueño de Escipión»; VIRGILIO, Eneida VI 713-751: discurso de Anquises).
18 Después de estos versos, inspirados en la idea del progreso de la humanidad mediante el cultivo de la inteligencia (cf. LUCRECIO, V 925-1457; y MANILIO, I 25-117), Avieno cita a Eudoxo.
19 En su recorrido por el zodíaco o eclíptica el sol llega a Cáncer en el solsticio de verano, entonces deja de ascender hacia el norte y comienza a bajar, empleando el verano (cf. GERMÁNICO, Aratea 5-8; MANILIO, I 99-103).
20 Hiperión, hijo de Urano («el Cielo») y Gea («la Tierra»), que acabará identificándose con el Sol.
21 O esfera celeste.
22 Nereida utilizada aquí, por metonimia, como deificación del mar, igual que su hermana Anfitrite (cf. v. 1399).
23 Fue Eudoxo el que demostró la rotación del cielo en tomo a un eje oblicuo; los astros errantes son los planetas, diferenciados así de los astros fijos.
24 Arato de Solos, que compuso sus Fenómenos bajo la inspiración de Júpiter (cf. Des., 1040).
25 La mención del macizo de los montes Tauros (cf. Des. 839 ss.), en Cilicia (sudeste de Asia Menor; capital, Tarso), con el puerto de Solos, es un homenaje a Arato. De las Musas, que nacen en Pieria (Tracia, de ahí «Piérides») y residían en el Helicón, Urania (= «La Celeste») es la que presidía la Astronomía (cf. Des. 5 ss.).
26 Campos cecropios o atenienses porque Cécrope, uno de los primeros hombres, «autóctono» o nacido directamente de la tierra del Ática (que por ello pasó a llamarse Cecropea), fundó Atenas y la estirpe ateniense, siendo su primer rey. Los aonios o beocios aluden a Hesíodo.
27 Sobrenombre de Dioniso (cf. Des. 757).
28 Cf. Des. 599.
29 Ninfas de las fuentes, netamente romanas. Se asimilaron más tarde a las Musas (cf. Des. 6-10).
30 Cirra o Crisa (= «Áurea»): ciudad de Fócide (Grecia central), que era el puerto de Delfos, donde había un oráculo de Apolo que inspiraba la creación poética; de ahí esta cita (cf. Des. 7).
31 Monte de Beocia consagrado a Apolo, en donde habitaban de ordinario las Musas (llamadas por ello «Heliconias»); alude, como antes, a la inspiración poética (cf. Des. 8).
32 Avieno (no Arato) hace hincapié en que hay un número infinito de estrellas y que las agrupadas bajo las formas de las constelaciones conocidas son sólo las más importantes o brillantes, para volver sobre esto en vv. 807-822 («Estrellas anónimas»).
33 Dis o Dite es el «Padre de las Riquezas», dios romano del mundo subterráneo.
34 El noto es el viento del Sur, equivalente al latino austro, viento del Mediodía; el aquilón es el viento del norte y equivale al bóreas griego.
35 La armonía de la fábrica del mundo, de la máquina del universo, es musical: la música de las esferas, nueva idea pitagórica.
36 Hija de Urano y Gea, es una de las Titánides y personifica la fecundidad femenina del mar.
37 No fue Eudoxo el que dio tal nombre a esta constelación; aparece ya en HOMERO, que sólo conocía la Mayor (Il. XVIII 487).
38 En palabras o lengua ausonia, esto es, en latín. Ausonia era el nombre primitivo de Italia, y sus habitantes, los ausonios.
39 Los Carros, en plural, se refieren a las dos Osas; el Carro, en singular, sólo a la Mayor.
40 Mito etiológico de Calisto (= «Hermosísima»), ninfa del grupo de Ártemis (cf. el santuario de Diana en Des. 992), de la que se enamoró Zeus.
41 Monte de Arcadia, en el Peloponeso, consagrado a Pan, dios de los pastores y rebaños.
42 Calisto.
43 Cf. Des. 130 y 673 ss.
44 Cauro o coro, viento latino del noroeste.
45 Pueblo legendario de Etolia, de donde fueron expulsados; o bien habrían sido unos genios que acompañaron la infancia de Zeus en Creta, más tarde identificados con los sacerdotes de Cibeles (Coribantes).
46 Del monte Dicte, al este de Creta, que a veces se confundía con el Ida, también en Creta.
47 El cuerpo de la Osa Mayor está formado por un trapecio integrado por las estrellas Alpha Ursae Maioris (magnitud 1,81), Beta (2,37), Gamma (2,44) y Delta (3,3); más luego, en línea, Epsilon, la más brillante (1,79), Zeta (2,06) y la azulada Eta (1,87). En total siete estrellas principales. La Menor contiene también otras tantas principales: cuatro forman el cuadrilátero del cuerpo: Beta Ursae Minoris, anaranjada (2.a mag.), Gamma (3.a mag.), Zeta (4.a mag.) y Eta (5.a mag.); y otras tres en línea: la amarilla Epsilon (4.a mag.), Delta (4.a mag.) y Alpha Polaris, una variable (mags, 1,99-2,1), que es la más próxima al polo norte celeste.
48 O Arcadias, por Licaón, rey de Arcadia.
49 Debido a la precesión de los equinoccios, el polo celeste se hallaba entre las dos Osas, no en la cola de la Menor.
50 Ninfas del monte Ida, en Creta, que criaron a Zeus.
51 El Sol o Helio, hijo del titán Hiperión y la titánide Tia.
52 Falta aquí un verso en la tradición manuscrita.
53 Es decir, el poniente, occidente o el crepúsculo. Para Tarteso, la capital del enigmático imperio tartésico, cf. Costas 269-274, y Des. 480 y 613.
54 La Osa Mayor.
55 La lanza del carro se refiere a la primitiva imagen del «Carro» asociada a las Osas.
56 El miedo al mar era una constante en la literatura latina.
57 Ciudad fenicia (cf. Des. 167 y 1071).
58 El Dragón que guarda las manzanas de oro. Es un asterismo circumpolar compuesto por quince estrellas. Forman la cabeza: Gamma Draconis (2.a mag.), anaranjada; Beta (3.a), una doble amarilla; My (4.a); Xi (4.a), etc.; en la cola: Lambda (3.a), considerada también la polar en la Antigüedad.
59 El coro Licaonio o «danza de las Osas» alude metafóricamente al «Baile» celeste que implica el movimiento de las constelaciones en el espacio.
60 Es decir, se acaba.
61 La Osa Menor.
62 La Osa Mayor.
63 Porque no es una sola estrella sino varias las que realzan la cabeza.
64 En las sienes se sitúan Gamma y Xi Draconis.
65 En los ojos Beta y Ny Draconis.
66 En la barbilla My Draconis.
67 Los dos «límites altemos» o sucesivos, son la salida y puesta de los astros, que vienen a ser como dos mojones o puntos de referencia sobre la línea del horizonte marino y que un astro atraviesa alternativamente.
68 Avieno dice estrictamente «se hincha», «resalta», porque está considerando el trazado de este círculo (el trópico de Cáncer) sobre un globo celeste.
69 Después de ser relacionada esta figura con distintos personajes mitológicos, quedó identificada con Hércules (const. Hercules), en el momento de acabar con el dragón que custodiaba el jardín de las Hespérides.
70 Cf. ARATO, Fen. 63 ss.
71 Paníasis de Halicamaso (capital de Caria, en Asia Menor), hacia la primer mitad del s. v a. C.; tío del historiador Heródoto, escribió una epopeya llamada Heraclea.
72 El tirano es Euristeo; Anfitrión es el padre mortal de Hércules (el real, Zeus).
73 Las Hespérides o «Las Occidentales» son las ninfas del ocaso, hijas de la Noche.
74 Es la diosa Hera (Juno), que había puesto como custodia de esas manzanas de oro a un dragón monstruoso: Ladón.
75 Delinean la pierna arrodillada Sigma, Tau, Phi, Chi Herculis (todas de 4.a mag.).
76 Heracles (Hércules), porque su abuelo Alceo había sido rey de Tilinto (en la Argólida).
77 En la mano derecha se halla Gamma Herculis (4.a mag.) y en el pie derecho Iota Her. (4.a).
78 La figura de Hércules aparecía vuelta de espaldas en los globos celestes. Por otra parte, al contemplar la esfera celeste representada en un globo, el punto de vista del observador varia del interior, desde donde se contempla en realidad la bóveda celeste, al exterior.
79 Es decir, el resplandor de la constelación Corona Borealis, porque Cnoso era la capital de Creta y residencia de Minos, cuya hija Ariadna había apoyado a Teseo.
80 Se trata de la corona forjada por Vulcano, que Afrodita y las Horas —o bien Teseo— regalaron a Ariadna.
81 No son exactamente nueve estrellas, sino ocho las que dibujan la Corona: destaca Alpha Coronae Borealis (mag. 0,1).
82 Se refiere a la Serpiente de Ofiuco (const. Ophiucus).
83 En rigor el Dragón está separado de la Corona por las piernas del Arrodillado (Hércules).
84 Se identifica Ofiuco (Serpentario) con Asclepio (Esculapio), héroe y dios de la Medicina.
85 Hijo de Teseo y la amazona Antíope (Melanipe o Hipólita), que murió joven a consecuencia de una trama urdida por Afrodita.
86 Porque se trataba de un mortal.
87 Divinidades del destino, se llamaban Parcas en Roma (con tres estatuas en el Foro: las «Tres Hadas») y Moiras en Grecia.
88 Febo era el padre de Asclepio.
89 La descripción estelar de Ofiuco se halla hiperbolizada.
90 La Serpiente se divide por una parte en Caput Serpentis, la cabeza, formada por el triángulo estelar Iota, la amarilla Gamma (4.a mag.), y Beta Serpentis (3.a), orientada hacia la Corona; por otra, Cauda Serpentis, delineada por estrellas muy débiles.
91 La estrella más brillante de la cabeza es la ya vista Beta Serpentis.
92 Se refiere a la constelación Libra o a Escorpión.
93 El monstruo o figura de Quíos es la const, del Escorpión (cf. vv. 1166 ss.).
94 Citada aquí porque la ninfa Calisto y Zeus son los padres de Área-de (epónimo de Arcadia).
95 Texto ilegible en la tradición manuscrita.
96 Licaón, que era célebre por su impiedad; puesto a prueba por Zeus, descuartizó a su propio nieto, Árcade.
97 La posición de la figura aquí descrita se inspira de nuevo en un globo celeste. ARATO (Fen. 94-95) situaba a Arcturo bajo la cintura de Boyero.
98 El zodíaco, que se representaba en los globos celestes no como una línea, a la manera del resto de los círculos, sino como una franja ancha donde se insertaban las figuras de los astros (doce secciones de 30°. Cf. vv. 1014 ss.).
99 El desarrollo que aquí se hace de esta constelación, particularmente extenso, amplifica mucho a ARATO (cf. Fen. 96 ss).
100 La titánide Temis («La Ley»), hija de Urano y Gea, diosa de las leyes eternas.
101 Astreo, según un mito etimológico, es el padre de las constelaciones y de los cuatro vientos/puntos cardinales.
102 Isis, diosa egipcia del cielo, fundadora de las leyes y el derecho, era protectora de la navegación.
103 Anubis, dios también egipcio, con cabeza de chacal o perro, y cuerpo de hombre.
104 Ceres, diosa romana de la tierra, hija de Crono y Rea (cf. Des. 701 y 919; Costas 241 ss., nota 74).
105 Se trata de Alpha Virginis, llamada Spica, la Espiga, ya identificada en la carta celeste babilónica (de mag. 1,2; a 220 años luz del sol).
106 La estrella principal de la const, del Can Mayor (cf. vv. 724-746).
107 Interpretación de la Virgen como la diosa Fortuna.
108 El mito de las edades de la Flumanidad —véase Introducción— tiene una larga tradición en la literatura grecolatina (cf. en especial Hi:sío-DO, Trabajos 109-201).
109 Nereo es uno de los «Ancianos del Mar» o el «Viejo del Mar», hijo de Ponto («El Mar») y Gea («La Tierra).
110 Diosa romana de la guerra (cf. Des. 1362).
111 Piloto de la nave Argo (cf. APOLODORO, Bibl. 1IX 16).
112 Descendiente de Zeus, hijo de Posidón y Libia, era rey de Fenicia. En Tiro y Sidón se comercializaba la púrpura, por tanto se refiere a los fenicios.
113 Menos brillante que la Espiga es Epsilon Virginis, llamada Vindemiatrix o «Anunciadora de la vendimia» (mag. 3,0).
114 Astros próximos al Carro de la Osa Mayor, que posteriormente fueron incluidos en esa constelación.
115 El firmamento septentrional.
116 Los Gemelos (en lat. Gemini), Dioscuros o Tindáridas, son Cástor (hijo de Tindáreo y Leda) y Pólux (o Polideuces, hijo de Zeus y Leda).
117 Zeus o Júpiter; en rigor sólo era hijo suyo Pólux.
118 Pólux.
119 La expresión es ambigua, porque recoge varias tradiciones; Zeus les concedió que cada uno permaneciese entre los dioses en días altemos: es decir, que cada uno estuviera un día en el cielo y otro en la tierra; o un día en la tierra y otro en el infierno, entre los muertos; un día vivos los dos, otro muertos ambos; al final les concedió la inmortalidad a los dos.
120 Cuando el hijo de Alceo, Heracles, luchó contra la hidra del pantano de Lema, un cangrejo le mordió el talón; el héroe lo aplastó y Hera, en compensación, lo transformó en la constelación de Cáncer; abarca dos cúmulos: M-44 (el Pesebre o los Asnos) y M-67.
121 A su vez el cúmulo estelar de los Asnos o del Pesebre se relaciona con Baco (o Leneo = «El de los lagares», cf. Des. 757).
122 El cúmulo M-44 Cancri (cf. supra, n. 120).
123 Se trata del monstruoso león de Nemea, el primer trabajo de Hércules.
124 Cuando el sol pasa por el León, de mitad de julio a mitad de agosto, es cuando se dan los días más calurosos, de intenso color azulado en la cuenca mediterránea, si bien el solsticio de verano corresponde a su paso por Cáncer.
125 Los vientos etesios (vientos del norte, que soplan durante el verano en el Mediterráneo oriental).
126 El asterismo del Auriga («Conductor, Cochero, el que lleva las riendas») es el mítico rey autóctono de Atenas, Erictonio.
127 Se refiere a Amaltea, la cabra que amamantó a Zeus de pequeño.
128 Los Cabritos, crías de la Cabra, contienen tres estrellas: Epsilon, Zeta y Eta Aurigae, que anuncian las tempestades equinocciales, tanto al salir como al ponerse, a la altura de diciembre.
129 Esta constelación lleva el nombre del toro blanco resplandeciente en que se transformó Zeus para raptar a Europa.
130 Las Híades (= «Las Lluviosas») es un cúmulo de estrellas diseminadas en forma de V, que conforman la testuz del Toro.
131 Viento griego del norte, equivalente al latino aquilón o septentrión (cf. Des. 585).
132 La Beta Tauri (mag. 1,65), una semigigante azul.
133 Descendiente lejano de Yaso (rey de Argos y padre de lo, la amada de Zeus), casado con Casiopea.
134 La Osa Mayor.
135 Reina de Arabia, Etiopía o sur de Egipto, que, engreída por su belleza, se atrevió a desafiar a las Nereidas o a la propia Hera.
136 No es correcta esta observación. Se trata de una constelación en forma de W o M, de las más resplandecientes.
137 Porque la disposición de las estrellas sugería a los observadores antiguos una cerradura, una llave o los batientes que atrancaban una puerta. Caria es una región del Asia Menor, al sur de Lidia (cf. Des. 994).
138 Transformada en astro con la postura que tenía al ser atada a una roca como presa para el Monstruo. En realidad, es mucho menos resplan-dceciente de lo que se dice aquí.
139 Alpha Andromedae (2.a mag.).
140 Delta y Epsilon Andromedae (3.a y 4.a mag.).
141 Gamma Andr. (2.a mag.), una estrella doble.
142 Beta Andr. (2.a mag.), de color rojo intenso, y de las débiles My y Ny Andr. (4.a mag.), blancas.
143 La galaxia M-31 Andr. (mag. 5,0).
144 Constelación de probable procedencia babilónica. Recibió el nombre de Caballo, luego Pegaso, que es como se la conoce hoy (Pegasus).
145 Alpha Andromedae (mag. 2,5), que se incluye en el trazado del Caballo.
146 Dibujan el flanco: Gamma Pegasi (mag. 2,84), azulada; el hombro: Beta Peg. (mag. variable 2,4-2,7), una gigante rojiza; el cuello: Alpha Peg. (2,5), blanca.
147 La blanca Theta Peg. (3.a mag.).
148 Zeta y Xi Peg. (3.a y 4.a mag.), blancas también.
149 Epsilon Peg., anaranjada (mag. 2,3).
150 El par Eta Peg. (mag. 2,95), amarilla, y Pi Peg. (4.a mag.), blanca; y el par Iota Peg.- Kappa Peg. (4.a mag. ambas).
151 Monstruo fabuloso nacido de Tifón y Equidna (= «Víbora»), que asolaba el país de Yóbates, rey de Licia; entonces éste encargó a Belerofonte que lo matara, cosa que logró con su astucia y la ayuda de Pegaso.
152 Es el camero del vellocino de oro desollado por Frixo, en la leyenda de Jasón y los Argonautas.
153 La Osa Mayor describe un círculo pequeño en tomo al polo de veinticuatro horas, lo mismo que la Mayor, aunque ésta parezca ir más lenta (cf. const, de las Osas, vv. 99-137).
154 Las estrellas Alpha Arietis, anaranjada (mag. 2,0), la blanca Beta Ar. (2,7) y la doble Gamma Ar. (4,2 y 4,4).
155 La Luna, como divinidad, que representaba a Diana, se correspondía con Febo (Apolo/el Sol).
156 Cf. v. 464.
157 El ecuador celeste (cf. más adelante, vv. 992-1013).
158 Por su semejanza con la letra delta y por ser también la inicial del nombre de Zeus (en el genitivo griego).
159 El vértice es Alpha Trianguli, de brillo amarillo intenso (mag. 3,45). La base, Beta Trianguli y Delta Triang.
160 Es decir, la ordenación general de la máquina celeste del universo.
161 Los Peces son descendientes del Pez Austral, también llamado Grande, Nodo, Del Sur o Bambicio, porque vivían en una laguna próxima a Bámbice o Hirópolis, ciudad siria a orillas del Éufrates (cf. vv. 823-6).
162 El ecuador celeste.
163 El Caballo aparece representado con alas en el globo Famesio, no en el desarrollo del asterismo.
164 En los globos celestes se representaba a Aries (el Lanífero) moviéndose en la dirección de la rotación celeste y volviendo la cabeza hacia el Toro, que se desplaza vuelto por el lomo.
165 El Pez Boreal se halla dibujado por las estrellas Phi, Ypsilort y Tau Piscium (4.a mag.), blancas; está cercano a Andrómeda.
166 Este segundo pez, próximo al jarro de Acuario (el «efebo troyano» o Ganimedes), está delineado por las estrellas Omega, Lambda, Gamma —amarilla—, Beta —azulada— y Theta Piscium (todas de la 4.a mag.).
167 Cita enfática y honorífica por parte de Avieno, que repite a lo largo del poema.
168 Se llama así la cinta celeste que enlaza a los Peces.
169 El Pez Boreal.
170 Hijo de Zeus y Dánae, transformado en constelación por sus hazañas.
171 La Vía Láctea.
172 Son siete hermanas, hijas del gigante Atlas y de Pléyone, perseguidas por Orión, que se había enamorado de ellas.
173 Quizá Alpha Tauri, una gigante anaranjada, ya vista.
174 O Atlas, el gigante fabuloso (cf. Des. 20; Cosías, notas 110 y 114).
175 Cf. Costas 599-600.
176 Porque la ninfa Maya fue madre de Hermes.
177 Autor que habría compuesto un poema didáctico titulado también Fenómenos, hoy perdido, anterior probablemente a Arato.
178 Por el monte Ida, al lado de Troya (cf. Des. 868 y 985).
179 Descripción de los cometas exagerada; Avieno se siente especialmente atraído por ellos.
180 De modo que las Pléyades determinaban el calendario con sus salidas y puestas helíacas.
181 Las Pléyades señalan con su salida heliaca el comienzo del verano, entre el 5 y el 27 de mayo, época ya segura para la navegación.
182 Con su puesta señalan el comienzo del invierno, hacia el 11 de noviembre y el cierre de la navegación.
183 Es la lira que Hermes construyó en la montaña de Cilene, en Arcadia (cf. v. 1116), y regaló a Apolo.
184 Cf. v. 71.
185 Monte situado entre Tracia y Macedonia, que recibió nombre del héroe tracio Pangeo, hijo de Ares y Critobule. Se cita aquí porque Orfeo era de origen tracio.
186 El Ave o Cisne, que es la figura tomada por Zeus para unirse con Némesis («La Venganza»), la cual se había transformado a su vez en oca; de esta unión nacieron Helena y los Dioscuros. Ascendió al cielo metamorfoseado aún en cisne.
187 El Arrodillado o Hércules.
188 No es exacto que esta especie de cruz celeste (también llamada Cruz del Norte) sea poco brillante, puesto que presenta en la cola a Alpha Cygni, Deneb, una de las estrellas más destacadas del firmamento (mag. 1,26).
189 Forman el ala derecha Della Cygni (3.a mag.) y las poco brillantes Theta, Iota y Kappa Cyg. (4.a mag.).
190 Dibujan el ala izquierda Epsilon Cyg. (2.a mag.), anaranjada; Zeta (3.a mag.) y My Cyg. (4.a mag.).
191 Ganimedes, hijo de Tros o Laomedonte, que fue raptado por Zeus y transportado al cielo para escanciar néctar a los dioses.
192 El zodíaco (cf. vv. 274 y 1014 ss.).
193 Es decir, hacia el Sur.
194 Hijo de Egipán y la Cabra (cf. vv. 405 ss.), que ayudó a Zeus en su lucha contra los Titanes, tenía figura híbrida: la parte anterior era de cabra, con sus cuernos, y la posterior de pez.
195 Es frecuente en la literatura latina el topos de las referencias a la peligrosidad del mar, lo que revelaba cierto reparo ante la navegación.
196 El Sagitario o Arquero, Sagittarius, es un asterismo con antecedentes ya en la esfera babilónica.
197 Porque la constelación de Sagitario no es visible, al hallarse el sol en ese signo.
198 Dibujan la flecha o dardo de Escorpión: Epsilon Scorpii (mag. 2,28), anaranjada; My, doble; Eta (3.a); Theta (2.a); iota (3.a); Kappa (2.a); y en la punta Lambda, azul (2.a).
199 Se trata de la flecha con que Apolo ejecutó a los Cíclopes para vengar la muerte de su hijo Asclepio.
200 Es el águila que arrebató a Ganímedes para llevarlo a los cielos.
201 Regula o suaviza el fuego del éter, porque se halla en el área de la Vía Láctea, que ilumina fuertemente el fondo del firmamento.
202 En diciembre.
203 El delfín que transportó a Anfitrite para Posidón, que se casó con ella. En recompensa lo transformó en la constelación de Delphinus.
204 Atlas (cf. v. 573 ss.).
205 Exageración retórica, porque las estrellas de esta constelación no destacan tanto.
206 Es decir, las constelaciones que se encuentran al norte del zodíaco, llamadas boreales.
207 Austro, viento del sur enl latín, se corresponde con el noto griego: metafóricamente indican el punto cardinal sur. Se refiere ahora a los asterismos australes.
208 Gigante cazador, hijo de Posidón y Euríale.
209 Considerado el asterismo más bello e importante, por la riqueza de los objetos celestes que abarca. Dibujan el tahalí: Zeta Orionis (2.a mag.); Epsilon (2.a), una supergigante azul; y Delta (2.a), azul, llamada «Los tres Reyes»; en la cabeza: Lambda (3.a); hombros: Alpha, Beltegeuse, una variable roja (1.a); y Gamma Bellatrix, azulada (2.a). La espada: Iota (3.a); Theta y Ny (4.a); en el pie: Beta Orionis, Rigel, una supergigante azul (0,08); abarca también la Gran Nebulosa de Orión, M-42.
210 ARATO dice aquí (Fen. 326-7): «De guardia bajo el dorso de Orión, en el momento de elevarse este asterismo, así aparece el perro, alzado sobre sus dos patas...».
211 También conocido como el Perro, Sirio, Canícula («La Perrita») o Can Mayor, Canis Mayor.
212 Aunque se exagera aquí la expresión, es la estrella más brillante del universo; situada en la garganta, Alpha Canis Maioris, llamada Sirius (que en griego significa «fuertemente brillante, resplandeciente o flameante»), aparece ya en HFSÍODO, Trab. 609).
213 No es esto exacto, porque e! sol pasa por debajo de Sirius, que tiene su salida heliaca o matinal en julio, anunciando los días calurosos de la «canícula».
214 La parte trasera queda delineada por Delta Canis Maioris, amarilla (2.a mag.); Eta, azul (2.a), y Epsilon, también azul (1.a), entre otras; el lomo por Omicron (3.a) y Pi (4.a), que son efectivamente débiles; la pata delantera, ievantada, por la blanca Beta (2.a).
215 Se trata de la Liebre que escapaba al Perro (Can Mayor) de Orión y que fue transformada en la constelación Lepus por Hermes.
216 Es una constelación de origen egipcio: la barca de Osiris, transmutada en la nave Argo de los Argonautas, que no aparece entera, sino tan sólo por la parte posterior (del mástil al timón).
217 De las veintiséis estrellas que forman este asterismo destaca Alpha Carinae o Canopus, una amarilla (1.a mag.), la más brillante en el hemisferio austral después de Sirius.
218 Para vengar el desafío que Casiopea hizo a las Nereidas, Posidón envió un Monstruo Marino con el fin de que asolara el reino de Cefeo y devorara a Andrómeda, ofrecida como víctima expiatoria.
219 Los navegantes antiguos ya percibían que el viento bóreas y el noto tomaban la mar amenazadoramente fosca y provocaban lluvias (cf. Des. 834).
220 Asterismo que representa al Erídano, río mítico, hijo de Océano y Tetis, situado hacia occidente y en el que habría caído, ya fulminado, Faetonte.
221 Hijo de Helio y la oceánide Clímene, pidió a su padre conducir la cuadriga del Sol; ya en plena ruta por la bóveda celeste se vio incapaz de controlar los caballos, se espantó por la altura y las figuras de animales del zodíaco y, en consecuencia, se salió de la ruta obligada, por lo que Zeus lo fulminó y cayó en el Erídano.
222 Son las Helíades, hijas de Helio y Clímene: Mérope, Helia, Febe, Eteria y Dioxipe (o Lampetia); fueron metamorfoseadas en álamos o alisos a orillas del Erídano, de ahí «endurecidas» (cf. Des. 426).
223 Sobre el Nilo, cf. Des. 334-351.
224 Alpha Piscium (cf. vv. 55-6).
225 Avn¡NO ya había anotado (vv. 79-83) que no todas las estrellas eran encasillables según el sistema de las figuras; sobre ello, en cambio, ARATO hace un desarrollo más amplio (cf. Fen. 357-385), que fue comentado por Hiparco.
226 La constelación del Piscis Austrinus, Pez Grande o del Sur, es de origen babilónico.
227 El Monstruo Marino o Ballena (cf. vv. 769 ss.).
228 Se trata de un grupo de astros de luz débil: la const, de Sculptor.
229 Ganimedes, representado en esta constelación de Acuario (cf. vv. 645 ss.).
230 En el conjunto de la constelación de Acuario se diferenciaban la figura de Ganimedes (Aquarius), el Jarro (Urna) y el Agua derramada (Aqua), que se consideraba un asterismo independiente.
231 La Corona Australis o del sur, de estrellas poco brillantes (4.a mag.).
232 No es seguro que este asterismo represente un Altar, Ara o Ara Centauri, o, como indican los primeros datos, un Incensiario (turibolo o quemaperfumes).
233 Viento del Oeste.
234 ARATO (cf. Fen. 408-430) ofrece una descripción más viva y extensa de la peligrosidad del mar.
235 Quirón, el más famoso y justo de los centauros, hijo de Crono y Fílira, que murió a consecuencia de la herida que le causó una flecha de Hércules (el Alcida).
236 El euro es el viento del este o sudeste, un viento fuerte. El valor de pronóstico metereológico de esta constelación se relacionaba con el del Altar.
237 Quirón había sido un modelo de vida sabia, prudente y justa; en acción de gracias, como correponde a su piedad, ofrenda en el Altar una víctima, la Fiera o Bestia, representada por un exiguo número de estrellas (3.a y 4.a mag.); es hoy la constelación del Lobo, Lupus.
238 Constelación de origen babilónico, en la que se reúnen tres asterismos diferentes.
239 La Copa fue relacionada por la leyenda también con Baco e ícaro.
240 Corvus presenta cuatro estrellas que rebasan la mag. 3,1: Gamma, blanca; Beta, amarilla; Delta, blanca; y Epsilon, anaranjada; incluye también Alpha Corvi, amarilla (4.a).
241 Proción o «Precursor del Perro», porque, al ser una constelación boreal, salía antes en la aurora y anunciaba la salida de Sirius.
242 Cinco eran los planetas (= «Astros o Estrellas Errantes») conocidos por los antiguos: Mercurio, Venus, Marte, Júpiter y Saturno.
243 Los planetas presentan un movimiento peculiar: por un lado son arrastrados con el conjunto de la esfera celeste en dirección este-oeste (en rigor, un movimiento aparente, fruto de la rotación de la tierra oesteeste); por otro, cada uno tiene su ritmo, más lento, dirección Oeste-Este.
244 Cuatro círculos geométricos imaginarios, trazados en la bóveda celeste: el trópico de Cáncer y el de Capricornio, dispuestos en paralelo entre sí y con respecto al ecuador, que es el tercer círculo; el cuarto es la ecliptica o zodíaco, en posición oblicua, que corta tangente al ecuador en dos puntos opuestos diametralmente, lo mismo que a los trópicos.
245 El ecuador celeste y la eclíptica.
246 Es decir, con luna llena, cosa que ocurría a mitad del mes en el calendario lunar, pero no en el romano, cuyos meses no se regulaban ya por las fases de la luna.
247 Hércules, para alcanzar la inmortalidad durante su infancia, debía mamar de Hera; Hermes le acercó el niño mientras ella dormía, momento en que la diosa se despertó, dándole un empujón y derramándose la leche, que dejó una estela en el cielo: la Vía Láctea, Círculo o Camino de Leche.
248 Al ecuador y a la eclíptica.
249 Los dos trópicos son más pequeños, pero no mucho más.
250 El trópico de Cáncer, que se halla en la zona de la Osa Mayor (Calisto, hija de Licaón, por ello también llamada Licaonia, cf. v. 118).
251 Una de las identificaciones de Virgo (la Virgen, cf. vv. 273 ss.).
252 Porque Erígone, al descubrir a su padre muerto, se colgó con su cinto de un árbol.
253 Aplanado o allanado porque el Cangrejo (Cáncer) se está viendo desde arriba, en planta, no de perfil como el León.
254 El trópico pasa por medio de esta constelación, de la que recibe nombre; «por debajo» porque así se representaba en los globos celestes.
255 En propiedad el sol no retrocede nunca; aumenta su declinación celeste de 0“ a +23° 30'; del equinoccio al solsticio; luego desciende por la eclíptica o círculo del zodíaco, que corta al trópico de Cáncer en dos puntos de intersección, los coluros de los solsticios y equinoccios.
256 No está claro el significado de «... hasta Cáncer»; ya es oscuro el sentido también en ARATO (cf. Fen. 500).
257 Observación que no figura en ARATO (cf. Fen. 500: «este círculo está fijado al septentrión y en tomo a Cáncer»),
258 Cuando el sol se halla en Capricornio es invierno.
259 Acuario o Ganímedes, que había sido raptado por Zeus en el monte Ida, cerda de Troya (cf. v. 585).
260 La del Cetáceo o Ballena.
261 Del Escorpión.
262 Sagitario.
263 El sol.
264 La Vía Láctea.
265 Al contrario que Cáncer.
266 Puesto que el sol corta al ecuador celeste en los equinoccios de otoño (v. 999) y de primavera (v. 1000), las horas del día son iguales a las nocturnas, es decir, son las horas equinocciales, que son las actuales.
267 La Hidra (cf. v. 891).
268 Puede referirse también a la suavidad del brillo.
269 El eje es perpendicular a todos estos círculos, paralelos entre sí, a los que corta en ángulo recto, salvo a la eclíptica o al zodíaco.
270 El zodíaco es un círculo imaginario que recorre la esfera celeste a 8° 30° a cada lado de la eclíptica. Se divide en doce secciones de 30°, llamadas signos, con el nombre y el símbolo de la constelación que estuvo encuadrada en cada segmento.
271 Avieno habla de estos círculos como si tuvieran una realidad material, para hacerlo más comprensible.
272 Es decir, el trópico de Cáncer en el hemisferio boreal y el de Capricornio en el austral.
273 En realidad estos anillos no imprimen al sol ningún movimiento.
274 La eclíptica, que está inclinada respecto al ecuador 23° 27', corta al ecuador por los puntos de intersección o equinocciales, siendo uno Aries, en el que el sol pasa a tener declinación positiva, encontrándose aquí el 21 de marzo (comienzo de la primavera); y otro Libra, en que cobra declinación negativa y donde se encuentra el 23 de septiembre (comienzo del otoño).
275 Aquí ARATO dice (cf. Fen. 529-531): «Pues un varón instruido en las artes de Atenea no habría ensamblado de otra manera estos círculos rotatorios, tales y tan grandes, girando todos esféricamente».
276 Calpe, la actual Gibraltar, representa el ocaso o poniente, el extremo occidental del mundo terrestre (cf. v. 1622 y Costas 341-349).
277 Titono estaba casado con Eos o la Aurora: se refiere al oriente.
278 Siendo los tres anillos paralelos, los dos trópicos y el ecuador, y atravesados perpendicularmente por el eje del universo en ángulo recto, y por tanto de declinación fija, los astros salen y se ponen en el mismo punto del horizonte.
279 Cf. ARATO (Fen. 537-540): «En cambio, el círculo oblicuo bordea tanta extensión de agua, cuanta el océano hace rodar desde que Capricornio asciende al punto máximo hasta que Cáncer sale. En total, al salir abarca el mismo segmento que al ponerse en el otro extremo.»
280 Según ARATO (Fen. 541-3): «Cuanto el ojo abarca cuando lanza el resplandeciente rayo de la mirada, otro tanto recorrería por la eclíptica, pero multiplicado por seis, y cada porción, de igual medida, conforma un segmento de este anillo que incluye dos signos zodiacales».
281 Falta aquí un verso.
282 Desde este punto hasta el final de los Fenómenos (vv. 1060-1325), se describe la bóveda celeste en movimiento y los sincronismos de las doce figuras que van apareciendo sucesivamente.
283 El Sol, hermano de Eos y Selene, hijos del titán Hiperión y la titá- nide Tía.
284 Reminiscencias del concepto primitivo de la Tierra, como puede apreciarse, por ejemplo, en el mapa de Hecateo (cf. Des., notas 309-311).
285 Esto es, Oriente y Occidente.
286 Porque fue regalada a la hija de Minos, Ariadna. Es la Corona Borealis (cf. vv. 194-203).
287 El Pez Austral (cf. v. 826).
288 La constelación de Hercules, el Arrodillado o el Tirintio (cf. vv. 169-193).
289 De Ofíuco o Serpentario.
290 Alpha Bootis o Arcturus, la estrella principal de Boyero, que, por sinécdoque, se refiere a toda la constelación (cf. vv. 254-272).
291 El Águila (cf. vv. 694-699).
292 La Virgen (cf. vv. 694-699).
293 Montaña de Arcadia (cf. Des. 491).
294 Pegaso o el Caballo (cf. vv. 470-507).
295 La Titánide, esto es, el mar (cf. v. 100).
296 La const, del Can Mayor (cf. vv. 285 y 724-746).
297 El Escorpión (cf. más adelante, vv. 1166-1193).
298 Otra vez el Escorpión.
299 Boreal o de Ariadna.
300 El «Azote del mar» o la Ballena («Monstruo», cf. vv. 769-779), que se vuelve hacia el Río o Erídano (cf. vv. 780-806).
301 El Erídano (cf. v. 780 y Des. 425).
302 Ártemis, hija de Leto y Zeus, y hermana de Apolo (cf. la const, de Orión, vv. 718-723).
303 La edad de hierro o bronce (cf. vv. 331 ss.).
304 Enopión (= «El Bebedor de vino») era el rey de la isla de Quíos (cf. Des. 714), ante el cual se había presentado Orión, para ofrecerse a cazar las fieras que agobiaban la isla.
305 El pico más alto de la isla de Quíos, el monte Pelinnaion (1.267 m. de altura).
306 En propiedad, lo peligroso de un escorpión es el aguijón, no las pinzas.
307 Espíritu moralizante de Avieno, netamente romano, que no se halla en Arato.
308 De Andrómeda (cf. vv. 458-469).
309 Dónde, madre de las Nereidas, y Pánope, una de sus cincuenta hijas, son los personajes mitológicos a los que Casiopea se atrevió a desafiar en belleza.
310 Boreal.
311 La actual constelación del Lobo (cf. infra, v. 887).
312 Del Serpentario u Ofíuco (cf. v. 1220).
313 Del Arrodillado.
314 La const, de la Lira (cf. vv. 618-635).
315 Plural poético para referirse simplemente a la Osa Mayor (en realidad se trata de la Menor).
316 La const, de Lepus (cf. vv. 747-755).
317 La const, de la Hidra (cf. vv. 891-901).
318 El Pez del Sur o Austral (cf. vv. 823-826).
319 Frixo, hijo de Atamante y Néfele, escapó de Orcómeno a lomos de un carnero prodigioso, volador, de vellocino de oro, rumbo a la Cólquide, donde se estableció; se trata, pues, de la constelación de Aries (cf. vv. 508-526).
320 Del auriga o Cochero (cf. vv. 405-416).
321 Taurus, Gemini, Cancer y Leo.
322 Dibujada por las estrellas circumpolares Lambda. Theta y Kappa Bootis, de brillo débil (cf. vv. 265 ss.), cercanas a la azulada Eta Ursae Maioris, en la cola de la Osa Mayor (cf. vv. 115 ss.).
323 El ya visto Erídano o const, del Río (cf. vv. 780 ss. y 1169).
324 La observación correcta de los astros era de suma importancia, sobre todo para la navegación, que efectuaba así sus derrotas con la mayor seguridad posible, como ya se ha visto.
325 A partir de aquí se analizan los fenómenos metereológicos que afectaban a la vida cotidiana y sobre todo al calendario primitivo, para el cual era determinante la observación de las fases de la luna.
326 La luna deificada, también llamada Febe o Selene. Recibe nombre del monte Cinto de Delos, donde habían nacido Apolo y Ártemis.
327 Frente al carro de fuego del Sol (Apolo), una cuadriga tirada por cuatro caballos, la Luna guiaba una biga, carro tirado por dos novillos o toros.
328 El Sol (cf. v. 127).
329 Famoso legislador ateniense y poeta elegiaco del s. vi a. C., uno de los siete sabios de Grecia.
330 Hacia el s. v a. C.
331 Astrónomo ateniense, que propuso su reforma el 432 a. C.; para ajustar el calendario lunar más exactamente estableció un ciclo de 19 años (235 meses, siete intercalares y 6.940 días).
332 Es decir, ateniense (cf. v. 66).
333 Una de las Nereidas, hija de Nereo y Dónde; como Tetis (cf. v. 61), era reina del mar. Aquí, por metonimia, equivale a «mar» (cf. v. 702).
334 Sobre el carro de la Luna, cf. v. 1350.
335 Esto es, desde el sur (cf. v. 1724).
336 Eje imaginario, de nuevo, no material, como parece dar a entender Avieno aquí, quien, en realidad, sólo hiperboliza.
337 Sobrenombre de Marte.
338 Lucifer o Fósforo (cf. v. 1634).
339 Avieno compone ahora prácticamente un himno al Sol (cf. el «Proemio», vv. 1 ss.), cuyo culto estaba todavía vigente en la Roma de su época.
340 El predominio del Sol sobre los demás astros es formulación pitagórica y estoica, que no aparece como tal en ARATO (cf. Fen. 819 ss.).
341 El poniente (cf. v. 1024).
342 Descripción de un eclipse de sol.
343 Lucífero (= «portador de la luz», «que trae la luz»); en griego, Fósforo o Heósforo. Es el mismo que Héspero (Vesper, en latín), el Lucero Vespertino o de la Tarde (cf. v. 1759).
344 Así se conoce, junto con el nombre de «Asnos» o «Asnillos», el cúmulo abierto M-44 de Cáncer, un grupo de más de trescientas estrellas entre magnitud 6 y 12 (cf. vv. 379 ss.).
345 Es decir, desde el Sur.
346 Desde el norte, simbolizado por los montes Rifeos (cf. Des. 451).
347 ARATO (cf. Fen. 913) se refiere al airón o garza real.
348 El texto original de ARATO (cf. Feri. 916) se refiere a los petreles, no al estornino.
349 Esto es, la pelusa blanca que desprenden algunas plantas al marchitarse y hacerse «viejas», como la vellosilla o el cardo (cf. ARATO, Fen. 921).
350 Las estrellas fugaces.
351 Es decir, septentrional, porque Bistonia, o Tracia, se hallaba al nordeste de Grecia, y simbolizaba el Norte en general (cf. Des. 756).
352 Los cirros (nubes altas, formadas a base de cristales de hielo, blancas con un brillo sedoso, como cabellos) anuncian lluvias.
353 Hija de Taumante y Electra, era hermana de las Harpías
354 Por metonimia, el fuego.
355 Desde el Sur, desde África.
356 Del Estrimón, rio de Tracia, a la que servía de frontera con Macedonia; hoy el Struma.
357 O Véspero, el Lucero de la Tarde (cf. n. 343).
358 O áticas, del Himeto, monte ateniense famoso por la calidad de su miel (cf. v. 66).
359 Avieno, de nuevo, carga más las tintas moralizantes que ARATO (cf. Fen. 1101 s.).
360 Es decir, la providencia.
361 Porque el lobo, o loba, estaban consagrados a Marte.
362 Se trata de meses lunares puros (cf. vv. 1326 ss.).