Tercera Parte
PARÍS
Cuando volvamos a contar con unas cuantas buenas monografías regionales nuevas, entonces y sólo entonces, agrupando sus datos, comparándolos, confrontándolos minuciosamente, podrá proseguirse la cuestión de conjunto, hacerla dar un paso nuevo y decisivo. Obrar de otro modo, sería partir, provisto de dos o tres ideas simples y bastas, para una especie de rápida excursión. Sería pasar, en la mayoría de los casos, al lado de lo particular, de lo individual, de lo irregular, es decir en resumen, de lo más interesante.
LUCIEN FEBVRE: La tierra
y la evolución humana