LOS NIBELUNGOS.
«Los Nibelungos» es la obra de los primitivos trovadores germánicos; conjunto de leyendas heroicas, donde se mezclan elementos históricos, fantásticos y mitológicos. Su origen se remonta a los comienzos de la Edad Media, época de las emigraciones guerreras sobre el Sur.
En su narración nos hemos atenido preferentemente a la fabulación y estilo de las «Sagas» primitivas, excepto en algunos nombres y escenas en que hemos acogido la versión dramática, más difundida entre nosotros, de Ricardo Wagner.
En las profundidades de la tierra, en el país de las tinieblas, viven los nibelungos. Son negros y enanos; suyo es todo el oro amarillo de las entrañas de la tierra, y el oro rojo del Rhin, que robaron a las ninfas. Y su rey tiene un anillo maldito, que da la muerte al que lo lleve.
En la corteza de la tierra viven los gigantes y los héroes, Fafnir, el gigante, conquistó el tesoro de los nibelungos y el mágico anillo, y, convertido en un dragón, guarda su tesoro en el brezal de Gnita. De la raza de los héroes, los welsas son los amados de los dioses. De ellos nace Sigmundo. Y Sigmundo engrendrará a Sigfrido, el más sagrado de los héroes.
Y en la región de las nubes viven los dioses. Walhalla se llama su morada. Son seres de luz, y Odín, señor de las batallas, los preside.
Los nibelungos, los héroes y los gigantes se inclinan ante el viejo Odín, cuya lanza de fresno domina el cielo y la tierra.