Melanie baja al jardín vestida con el traje de novia de su madre; se desnuda y trepa al manzano. La noche es oscura y temible. Más tarde, en la juguetería mágica, hay muñecos que parecen hombres y rosas de relojería. El tío Philip arma los juguetes y tiene las manos pesadas y los ojos del color de un periódico mojado. Tía Margaret, el pelirrojo Finn y el torpe Francie tocan una música extraña a altas horas de la noche. En las misteriosas ruinas del jardín de los placeres, Finn besa a Melanie… La juguetería mágica combina elementos tradicionales, niños huérfanos, padrastros crueles, malignidades inexplicables, transformaciones mágicas, y da nueva dimensión a un tema básico e intemporal en los cuentos de hadas: la perdida de la inocencia.