La caza de mariposas
Me negaron la agenda garabateada de un poeta.
Me negaron los dibujos de un niño.
Ni un perro, ni una luna.
Ni una temperatura.
Ni una fruta.
Sólo caza de mariposas.
He rozado el terciopelo leve de sus alas.
Como de jardín, telares increíbles,
mosaicos de nácar.
De alas de mariposas atardeceres llenos,
hilanderas de pulpa de naranja
que cerraban los ojos al contacto del rocío.
Era una galería abandonada.
Alas de mariposa, perlas olvidadas sobre las baldosas.
Era un almacén de penumbras.
Alas de mariposa con alfileres prendidos.
Era un arrabal, pedazo de mundo.
Alas de mariposa casi enterradas, lejos de la ciudad.
Era un planeta, azul, estigma del universo.
Alas de mariposa, satélites, lobos de la atmósfera.
Lejos, lejos,
con la luz en sus vestidos,
alas de mariposa,
alas breves de mariposa.