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Fragmentos de las enseñanzas yoguis

Vamos a indicar tres modalidades de respiración, muy usuales entre los yoguis. La primera es la conocidísima respiración purificadora, a la que se atribuye particularmente la gran resistencia pulmonar poseída por los yoguis.

Habitualmente terminan cada ejercicio de respiración con esta respiración purificadora, y hemos seguido el mismo plan en este libro.

Señalamos también el ejercido vitalizador de los nervios, transmitido durante siglos de generación en generación de yoguis sin que jamás lo hayan logrado perfeccionar los profesores occidentales de cultura física, aun cuando algunos de ellos lo hayan tomado prestado de los instructores de Yoga.

Terminaremos el capítulo con la respiración vocal, a la que deben en gran parte su melodiosa, vibrante y hermosa voz los yoguis orientales.

Estamos convencidos de que aun cuando este libro no contuviese nada más que estos tres ejercicios, sería de incalculable valor para el estudiante occidental.

Aceptadlos como un don de vuestros hermanos de Oriente y ponedlos en práctica.

Respiración purificadora

Los yoguis tienen un peculiar procedimiento de respirar que practican cuando necesitan ventilar y limpiar los pulmones,

Terminan muchos de sus otros ejercicios respiratorios con esta respiración, y, como hemos dicho, nosotros seguimos la misma norma en este libro.

La respiración purificadora ventila y limpia los pulmones, estimula las células, tonifica los órganos respiratorios y contribuye a mantener un buen estado general de salud, y refrigera además todo el sistema entero.

Los oradores, cantantes y cuantos por su profesión hayan de usar mucho de la voz podrán valerse de este procedimiento respiratorio para descanso de sus fatigados órganos respiratorios.

1º Inhalar una respiración completa.

2º Retener el aire unos cuantos segundos.

3º Poner los labios en actitud de silbar (pero sin hinchar las mejillas) y exhalar con vigor considerable un poco de aire a través de la abertura labial.

Retener un momento el restante aire almacenado y exhalarlo en cortas porciones hasta que se exhale completamente.

Debe recordarse que se ha de exhalar el aire con bastante fuerza.

Se notará que esta respiración es muy reparadora cuando se está cansado o abrumado por la fatiga y un ensayo convencerá al estudiante de su eficacia.

Como este ejercicio se efectúa al terminar muchos otros de los que señalamos en esta obra, se ha de comprender y practicar perfectamente hasta realizarlo fácilmente y con naturalidad.

Respiración vitalizadora de los nervios

En mucha estima tienen este ejercicio los yoguis y entre los conocidos por el hombre lo consideran como uno de los que más poderosamente estimulan y vigorizan los nervios.

Su objeto es tonificar el sistema nervioso, desarrollar su fuerza, energía y vitalidad.

Este ejercicio estimula importantes centros nerviosos, que a su vez influyen en todo el sistema nervioso y acrecientan su energía de suerte que transmiten mayor cantidad de flujo nervioso a todas las partes del cuerpo.

1° De pie y con el cuerpo erguido.

2° Inhalar una respiración completa y retenerla.

3° Extender los brazos hacia adelante, algo flojos, con sólo la fuerza necesaria para mantenerlos en tal posición.

4° Acercar lentamente las manos a los hombros, contrayendo gradualmente los músculos y comunicándoles fuerza, de manera que cuando los puños lleguen a los hombros estén tan fuertemente cerrados como para producir un movimiento de trepidación.

5º Conservando los músculos rígidos, volver los puños lentamente a la posición anterior, y manteniendo el estado de tensión atráiganse rápidamente, repitiendo los movimientos varías veces.

6° Exhalar vigorosamente por la boca.

7° Practicar la respiración purificadora.

La eficacia de este ejercicio depende principalmente de la rapidez en retirar los puños, de la tensión de los músculos y sobre todo de que la inhalación sea completa.

Es necesario ensayar este ejercicio para poderlo apreciar.

Es un vigorizador sin igual.

Respiración vocal

Los yoguis emplean una modalidad de respiración para el desarrollo de la voz.

Se distinguen por su voz admirable, fuerte, suave, clara y de gran potencia.

Han practicado esta particular modalidad de ejercicio respiratorio y obtenido por resultado que su voz sea suave, magnífica y flexible, comunicándole su indescriptible cualidad flotante y de gran poder.

El ejercicio que a continuación describimos dará con el tiempo las propiedades que acabamos de mencionar o sea la voz yogui al estudiante y a todo aquel que perseverantemente lo practique.

Se comprende naturalmente que esta modalidad de respiración debe emplearse como ejercicio ocasional y no como método regular de respiración.

1º Inhalar una respiración completa muy lenta y continua por las fosas nasales, durante el mayor tiempo posible.

2º Retener la inhalación unos cuantos segundos.

3° Expeler el aire con un vigoroso soplo por la boca.

4º Dar descanso a los pulmones por medio de la respiración purificadora.

Sin profundizar en las teorías yoguis acerca de la producción del sonido vocal, diremos que la experiencia enseña que el timbre, calidad y potencia de la voz no sólo dependen de los órganos vocales de la garganta, sino también de los músculos faciales.

Hay hombres de anchuroso pecho cuya voz es débil, mientras que otros de pecho relativamente estrecho emiten tonos de una fuerza y calidad sorprendentes.

He aquí un experimento interesante que merece la pena probarse:

Colocaos frente a un espejo, con los labios en posición de silbar; silbad y observad la forma de vuestra boca y la expresión general del semblante.

Luego cantad o hablad como lo hacéis habitualmente y ved la diferencia. Entonces, volved a silbar por algunos segundos; y sin cambiar la posición de vuestros labios y semblantes cantad unas pocas notas y apreciaréis cuán vibrante, sonoro, claro y hermoso es el tono de la voz.