álvaro menén desleal

MISIÓN CUMPLIDA

A Ray Bradbury, en Marte.

Para inaugurar la Exposición Mundial de Seattle (cuyo montaje requirió cinco laboriosos años y ochenta millones de dólares), el presidente Kennedy, quien se hallaba en Palm Beach, oprimió un manipulador telegráfico de oro. Esto activó una calculadora electrónica en Andover, Maine, la que a su vez enfocó un radiotelescopio sobre la remota estrella Casiopea A, situada a 96000 000000 000000 de kilómetros, para captar una onda que comenzó su viaje a 300000 kilómetros por segundo hace 10000 años.

Retransmitida a Seattle, la onda hizo funcionar ruidosas campanillas, encendió luces y provocó aclamaciones en el público. Un hombre lanzó 2000 globos inflados a helio, de un metro de diámetro, con letreros que decían "Seattle World's Fair 1962" y "See You in Seattle, los que se elevaron por sobre la ciudad desde las cercanías de la Aguja Espacial, iniciándose así la exposición.

10000 años (terrestres) tardó la onda en llegar de Casiopea A a la tierra. 10000 años (terrestres) después de ese día inaugural, cuando regresó la onda a su lugar de partida, alguien en Casiopea A llegó a cierta oficina y, cuadrándose respetuosamente frente a un amplío escritorio, dijo:

—Misión cumplida, señor.

El otro apenas levantó la vista de su periódico y dijo a su vez:

—¿La de hoy por la mañana?

—Sí, señor.

El del escritorio pareció satisfecho, y preguntó de nuevo:

—¿Sonaron las campanillas?

—Sonaron, señor. Y se soltaron los globos.

—¿Kennedy en Palm Beach... o como se llame?

—Sí, señor. Y la llave telegráfica de oro, como ordenó.

—¿Aclamaciones?

—Aclamaciones.

—Bien.

Luego, el señor continuó leyendo su periódico. Creyó haber olvidado algo y preguntó, con una deliciosa sonrisita picara, si había llegado a la Feria la bailarina "Little Egypt", especialista en la danza del vientre. El otro dijo que sí, dio la vuelta y se fue a su casa, para regresar por la tarde. Pero de todo esto hace ya tanto tiempo, que los ancianos de Casiopea A apenas guardan memoria de cuando lo oyeron narrar a sus abuelos.

18-VI-62.