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Y esta es, en definitiva, la historia que escribió un hombre ciego que creyó haberse perdido en el mar y naufragado frente a una isla, mientras una mujer tan ciega de amor como él, lo hacia el personaje de paje y de príncipe de todos sus cuentos, y le preguntaba cómo sería el mundo si no fuese como es…
Y ambos comenzaban todas sus historias diciendo:
—¡Escuchad! ¡Escuchad! Esta es la historia de un hombre y de una mujer.
Ella contaba cuentos y yo era un mercader en Venecia.