Los olvidados

Los olvidados

Cuando en el año 1969 el Consejo de los Psi propuso instigar el protocolo del Silencio, un protocolo que erradicaría las emociones de los psi, se enfrentaron a un problema en apariencia insalvable: la carencia de uniformidad racial.

A diferencia de los psi fríos y solitarios de hoy en día, los psi de entonces eran una parte integral y comprometida del tejido del mundo. Soñaban, lloraban y amaban. A veces, como era natural, aquellos a los que amaban no pertenecían a su misma raza.

Los psi se emparejaban con cambiantes, se casaban con humanos, engendraban hijos mestizos. Como era de esperar, aquellos psi racialmente impuros se encontraban entre los opositores más virulentos al protocolo del Silencio. Comprendían lo que llevaba a los suyos a condenar abiertamente las emociones, conocían el miedo a la cruel demencia, a perder a sus hijos en las garras de la locura que asolaba sus filas en una inexorable marea, pero también entendían que al abrazar el Silencio perderían todo y a todos a los que amaban. Para siempre.

En el año 1973 las dos facciones se encontraban en un punto muerto. Continuaron las negociaciones, pero ningún bando estaba dispuesto a comprometerse, y los psi se dividieron en dos. La mayoría optó por permanecer en la PsiNet y entregar su mente al Silencio absoluto, frío y carente de sentimientos.

El destino de la minoría, algunos de ellos mestizos, otros con parejas humanas y cambiantes, no está tan claro. La mayoría cree que fueron eliminados por sicarios del Consejo. El Silencio era demasiado importante, la última esperanza de la raza de los psi, como para correr el riesgo de que fuera desbaratado por unos pocos rebeldes.

También existe el rumor de que los rebeldes murieron en un suicidio masivo. La última teoría afirma que aquellos antiguos rebeldes fueron los primeros pacientes de la rehabilitación forzosa en el recién bautizado Centro, que se les borró la mente y se destruyó su personalidad. Dado que por aquel entonces los métodos del Centro eran experimentales, cualquier paciente superviviente habría salido de allí en estado vegetativo.

Ahora, cuando la primavera florece un siglo después, en el año 2080, solo hay una opinión generalizada: los rebeldes fueron neutralizados de manera definitiva.

El Consejo de los Psi no consiente la disensión.