IX

UN DÍA ANDÁBAMOS con el Toqui y toda la tribu, buscando algo nuevo para llevarle a la mamá para la comida, cuando de repente sentimos un crujido de hojas y un silbido. . .

El Toqui puso atención, y como no se oyó nada, seguimos caminando por la selva.

—Papelucho, ¿sabes algo de los indios?

—Ya lo creo —le contesté yo pensando en que yo soy indio todas las noches porque sueño en indio y soñar es igual que vivir. Si uno está despierto de ocho a ocho y duerme y sueña de ocho a las otras ocho vive tanto en sueño como al revés.

—Háblame de los Quichuas —me dijo.

Yo me quedé callado porque en realidad yo soy mapuche o araucano en sueños, pero a los Quichuas no los conozco ni de vista.

—¡Papelucho!

—Presente —dije.

—Te he dicho que me hables de los Quichuas —repitió.

—No puedo, señorita.

—¿Por qué no puedes?

—Porque no me gusta pelar a nadie —dije por decir algo.

—No es necesario pelarlos. Eran indios del Perú como los Araucanos son indios de Chile y aunque invadieron a Chile no por eso vas a hablar mal de ellos.

—Me cargan —dije, porque ahora me cargaban.

—Papelucho, los Quichuas eran de gran cultura —dijo ella.

—Bonita su cultura —dije yo.

—Tú no sabes nada, Papelucho.

—¿Cómo que no sé nada? —Me acaloré un poco porque me había ido bien hasta ese momento.

—Háblame de su cultura, entonces.

Pensé un ratito. ¿Qué podría decir? Más me valía hablar de su incultura.

—Los Quichuas eran peruanos ¿no? Y Ud. llama cultura que se metiera a Chile —La Srta. Carmen no es muy patriota, creo.

—Los Quichuas le enseñaron a los Araucanos a trabajar en greda y otras artes.

—¿Cómo sabe? Yo creo que fue al revés. Están descubriendo aquí cosas súper choras de antidiluvianas hechas por araucanos. . .

La Srta. Carmen se sonrió.

—Tal vez tengas razón —dijo—. En realidad el Padre Lepaige está desenterrando en el norte verdaderos tesoros de arte araucano para el Museo…

—¿Ve como fueron los araucanos los que aprendieron solos a trabajar en greda?

No es que yo sea un capo, pero tengo mis tincas…

—Eso no quita que los Quichuas fueran de gran cultura —dijo la Srta. Carmen. Es porfiada.