Tomi cae a tierra dando un grito estremecedor. El graderío enmudece. Champignon y Augusto entran corriendo al campo: han comprendido enseguida que la lesión es grave. Sara se aleja impresionada, porque el pie del capitán está torcido como el de una muñeca rota. Tomi llora y aúlla de dolor.

Armando y Lucía entran también en el campo.

Nadie presta atención a Aquiles, que estaba en el banquillo y ahora se dirige hacia el centro del campo. Se acerca al número 4 y lo tumba de un manotazo en la cara. Augusto interviene para proteger al antiguo matón de la reacción de los Velocirráptores y lo acompaña al vestuario. El árbitro expulsa tanto a Aquiles como al número 4 y logra finalmente aplacar los ánimos.

Gaston Champignon toma en brazos a Tomi y lo conduce hacia la salida, mientras Armando corre a por el coche para llevarlo a la unidad de primeros auxilios. Lucía está pálida como el yeso.

El partido se reanuda, pero es como si los Cebolletas estuvieran ausentes. Durante el resto del segundo tiempo, Nico y sus compañeros vagan por el campo pensando solo en su capitán. El resultado no cambia: 1-1.

Al regresar al vestuario, Augusto recibe una llamada telefónica de Champignon: Tomi tiene el pie roto.