La sustancia 2

 

Esta nueva apariencia, es lo que necesitaba en este momento.

Miro mis brazos; de un metálico material parecido al mercurio es mi piel, por dentro también he notado la transformación. Esa ampolla provoca lo que me dijeron que provocaría. Esta guerra será más fácil contando con este cuerpo futurista, medio hombre medio metal. Corro hacia el objetivo; un tanque blindado antipersona que lleva cuatro cañones apuntando en todas direcciones. Doy zancadas que son saltos largos y no percibo la mínima presión en mis articulaciones. Voy directo a por ellos, sólo son humanos dirigiendo una máquina de motor. Doy un salto, me planto encima del tanque, agarro dos cañones y los entrecruzo, como cordones de zapatillas; hago lo propio con los demás. Arranco el portón de un tirón, me meto dentro; hay cuatro hombres, presas del pánico y arrinconados en una de las paredes. Sin pensar demasiado, agarro a dos del cuello y los estampo entre sí, provocando que sus cabezas exploten como globos de agua, impregnando todo de sangre y sesos. Los otros se suicidan con sus pistolas láser. Quiero más. Busco, encuentro y destruyo; la guerra termina. La llamaron: «La guerra de los humanos metálicos».