Los agradecimientos de esta novela no van a ser muy extensos, pues su creación fue bastante silenciosa. Pocos sabían de este proyecto, por lo que sorprendió a muchos el anuncio de su publicación.
Es por eso que, en primer lugar, les agradezco a Emi Adán y Ruth Cervera, mis queridas E.R. Dark, que hayan sido un pilar para mí en estos meses, desde que surgió la historia de Teuthras y Aglaya en mi mente hasta terminar viendo la luz. Vosotras me animasteis a publicar esta historia desde el primer momento. Gracias por nuestras charlas, la complicidad, porque se puede ser amigas y buenas compañeras en este mundo tan complicado. Os quiero, preciosas.
A Romina Martí Cost, Naitora McLine, Gemma Riancho, Manoli Madroño, Almudena Azogue y Elena García, que hicieron las veces de lectoras cero. Chicas, significa mucho para mí vuestro apoyo, el tiempo que me habéis dedicado, vuestras palabras de aliento animándome también a publicar la novela y, sobre todo, el cariño. ¡Es mutuo!
Elena García, además, merece un agradecimiento especial. Dicen que la perfección no existe, pero ella ha conseguido que el texto de esta novela se acerque mucho más de lo que lo habría hecho yo por mi cuenta. Mil gracias, de corazón. Mi inseguridad ya no es tanta al saber que la novela ha pasado por tus manos. Eres maravillosa y te adoro.
A Adane, por tu arte y tu paciencia hasta conseguir esa portada que me tiene enamorada. Eres fantástica.
A pesar de que ellas no sabían de este proyecto, no puedo dejar fuera a mis princesas y mis ángeles, quienes me siguen fielmente y han aceptado convertirse en mi grupo de musas. Mil gracias por seguir ahí, por no dejar que este sueño muera. Escribo por y para vosotras, y lo seguiré haciendo mientras así lo queráis. Os quiero.
Por último, gracias infinitas a quienes le han dado una oportunidad a esta novela. Espero que haya sido de vuestro agrado.