[11] Para complicar el error, mucha gente pierde de vista que se compara sólo y exclusivamente con las personas que cree más felices, ya sea esta creencia ligada a una observación real o a un imaginario de la felicidad ajena. De hecho, cuanto me¬nos sabemos acerca de las personas con quienes nos comparamos, más dramática resulta la diferencia entre su presunta felicidad y la nuestra.<<