[5] Nunca pude olvidar aquella frase que me lastimó el alma cuando la escuché en boca de la maravillosa Tita Merello, quizás la mejor cantante de tangos de la his¬toria argentina.
Le preguntaban si era feliz, y Tita (¿desde el personaje o desde la persona?)» con la mano en la cintura, de medio perfil y mirando al periodista sobre su hombro desnudo, contestó:
—¿De qué me hablas, pibe? La felicidad es un mito.<<