Carta 34 El señor De Courcy a lady Susan

Hotel

Sólo escribo para despedirme. El encanto se ha roto. Ahora, la veo como es. Desde que nos despedimos ayer, una autoridad incuestionable me ha relatado una historia sobre usted que me ha convencido definitiva y dolorosamente de que he sido objeto de abuso por su parte y de la absoluta necesidad de una separación inmediata y eterna. No creo que le quepa duda sobre a qué me refiero. Langford. Langford, esa palabra es suficiente. He recibido esas informaciones en casa del señor Johnson, de boca de la misma Manwaring.

Sabe lo mucho que la he amado y puede juzgar mis sentimientos presentes, pero no soy tan débil como para caer en la indulgencia de describírselos a una mujer que se vanagloriará de haber provocado mis angustias sin haber permitido que ganaran su afecto.

R. De Courcy