Carta 13 Lady De Courcy a la señora Vernon
Parklands
Querida Catherine:
Desdichadamente, me encontraba postrada en la cama cuando llegó tu última carta. Debido a un resfriado que me afectó la vista, no pude leerla yo misma. Tampoco pude, por tanto, rechazar el ofrecimiento de tu padre para que me la leyera. Así fue como supo, para disgusto mío, de todos tus temores con relación a mi hermano. Tenía la intención de escribir a Reginald yo misma, en cuanto mis ojos me lo permitieran, advirtiéndole del peligro de una relación íntima con una mujer tan astuta como lady Susan, para un joven de su edad y sus expectativas. Quería, además, recordarle que estamos bastante solos en este momento y que le necesitamos para alegrarnos el ánimo durante las largas tardes de invierno. Si eso hubiera servido para algo, nunca lo sabremos ahora, pero me tiene muy disgustada que Sir Reginald no sepa nada de un asunto que ya temíamos iba a causarle gran desazón. Comprendió todos tus temores en cuanto hubo leído tu carta y estoy segura de que no se lo ha sacado de la cabeza desde entonces. Escribió inmediatamente a Reginald una carta larga sobre el tema, solicitando una explicación sobre qué era lo que le había dicho lady Susan para contradecir las escandalosas informaciones anteriores. Su respuesta ha llegado esta mañana y te la envío adjunta porque creo que te interesará verla. Me gustaría que fuera más satisfactoria, pero parece haber sido escrita con tanta decisión para tener en buena opinión a lady Susan que sus afirmaciones en lo tocante al matrimonio y todo eso no me tranquilizan el corazón. Hago todo lo que puedo, sin embargo, para apaciguar a tu padre y sin duda está más sosegado desde que Reginald escribió esta carta. ¡Qué fastidioso resulta, mi querida Catherine, que esta invitada inoportuna no sólo nos impida vernos en Navidad, sino que además sea causa de disgusto y conflicto! Dales un beso a los niños de mi parte.
Tu madre que te quiere,
C. De Courcy