EPÍLOGO
La búsqueda de los elementos está a punto de completarse, excepto, posiblemente, algunas trazas volátiles de sustancias más allá del laurencio, y que el hombre puede aún conseguir preparar. Pero Tales sigue aguardando respuesta a su pregunta: ¿De qué está hecho el Universo?
Al parecer, los elementos están hechos de protones, neutrones y electrones. Hace una generación esto fue lo ofrecido como última respuesta a Tales. Pero, en los últimos treinta años, esta clara y nítida solución se ha evaporado como delgada voluta de humo. Los físicos, al investigar los protones, neutrones y electrones, en una forma que incluye algunas operaciones un tanto violentas, han dejado escapar una asombrosa y desconcertante multitud de más partículas. Hasta hoy, se han descubierto unas treinta partículas subatómicas diferentes, y han sido etiquetadas con nombres de toda especie, como mesón, neutrino, K, lambda, sigma y xi. Así que los científicos continúan luchando heroicamente con la misma antigua pregunta, pero de una nueva forma:
¿De qué están hechas las partículas subatómicas?
Los misterios del Universo y las preguntas que los científicos se han esforzado por responder, están tocando a su final. Debemos estar agradecidos por todo ello. Un Universo en el que no existiesen misterios para que los hombres curiosos pudiesen reflexionar acerca de ellos, sería, en realidad, un Universo muy insulso.