El encogimiento del delta
Expediciones recientes, patrocinadas por la Institución Smithsoniana y la National Geographic Society bajo la dirección del oceanógrafo Daniel J. Stanley, indican que una de las zonas más fértiles de la Tierra y que ha contribuido al progreso intelectual y social durante diez milenios, se está encogiendo.
La región en cuestión es el delta del Nilo. Hace diez mil años se inventó la agricultura en las mesetas situadas entre las actuales naciones de Iraq e Irán. Al principio, la agricultura dependía del agua de lluvia, algo poco seguro, pero poco a poco los agricultores se trasladaron a las cercanías de las orillas de los ríos, donde el suministro del agua era mucho más seguro.
Puede parecer que los ríos son una fuente de agua tan obvia que los hombres no deberían haber tardado tanto en trasladarse allí, pero los ríos no ayudan a menos que se construyan diques y se abran acequias para llevar el agua a las cosechas y evitar las inundaciones. Esto requería el desarrollo de procedimientos de cooperación y se necesitó tiempo.
No obstante, después del 4000 a. C. empezaron a surgir ciudades-estado a lo largo de las orillas de los ríos Tigris y Éufrates (Irak actual) y a lo largo del río Nilo (Egipto actual). Los sumerios, que se instalaron en el curso inferior del Éufrates, inventaron el arte de la escritura hacia el 3500 a. C. y construyeron la primera gran-civilización. Los egipcios, en el Nilo, se apresuraron a copiar la idea y construyeron allí la segunda gran civilización.
Las dos fueron diferentes en un aspecto. El Tigris-Eufrates estaba abierto por ambos lados a las tribus nómadas, de manera que los sumerios no sólo luchaban entre sí, sino que tenían que defenderse de invasores como los acadios, los casitas, los arameos y otros. Sin embargo, el Nilo fluía a través de un desierto. Al este y al oeste no había prácticamente nadie y los habitantes del Nilo podían vivir en paz y lo hicieron durante miles de años, el período más largo de estabilidad que haya disfrutado cualquier pueblo antes o después.
El Nilo era una autopista perfecta, fluía de sur a norte, mientras que el viento soplaba uniformemente de norte a sur. Izando las velas, los botes podían ser conducidos hacia el sur; arriándolas, la corriente los llevaba de nuevo al norte. Además, no había tormentas y el río siempre estaba en calma. Sé fomentó el comercio y las ciudades-estado a lo largo del río se unieron para formar una «nación» que compartía una cultura y una herencia comunes. Egipto fue la primera nación de la Tierra.
Todos los años, la nieve fundida en las montañas del este de África, muy lejos al sur de Egipto, provocaba una crecida del Nilo que originaba una inundación anual y dejaba una capa de arcilla fértil en sus orillas. Puesto que se trataba de una inundación anual, los egipcios inventaron el calendario que todavía utilizamos, y la geometría para volver a trazar los lindes de los campos después de la inundación. Pocas veces padecían escasez de comida, ya que las inundaciones mantenían la tierra fértil. Según la Biblia, con ocasión de la hambruna de Canaán, los hijos de Jacob tuvieron que ir a Egipto a comprar grano, puesto que allí siempre había.
Por supuesto, la franja fértil se extendía sólo unos pocos kilómetros a cada lado del Nilo. Hacia su desembocadura, el río se abría en un triángulo con muchos cauces, formando el fértil delta del Nilo (llamado así porque tenía una forma triangular como la letra griega «delta»). En la actualidad, a todas las desembocaduras se les llama «deltas», incluso cuando su forma, como en el caso del Mississippi, difiere en absoluto de la triangular.
En la antigüedad, Egipto era la nación más rica del planeta. Durante el período entre el año 1500 a. C. y el 1200 a. C. sus ejércitos invadieron el alto Nilo y el oeste de Asia y formaron el «Imperio Egipcio». Finalmente sucumbió a los persas en el 525 a. C. y ya nunca volvió a ser realmente independiente, pero siguió floreciendo. Entre el año 300 a. C. y el 30 a. C. fue la nación más adelantada de la Tierra desde el punto de vista intelectual. Disponía de museo, la primera organización que puede considerarse una universidad, y la mayor biblioteca nunca vista antes de la invención de la imprenta. Y siguió siendo el granero del Imperio Romano.
Su importancia continuó durante el medievo como parte del mundo musulmán. Incluso hoy en día mantiene una enorme población, 50 millones de personas, agrupadas a lo largo del curso del río Nilo. La mayoría vive en el delta y lo cultiva.
Pero ahora han llegado los malos tiempos para el delta. La presa de Asuán, construida en 1964 para controlar el suministro de agua, ha reducido la cantidad de limo que llega al delta. El limo que hay se hunde poco a poco y, puesto que no llega suficiente para reemplazarlo, el mar Mediterráneo está avanzando tierra dentro.
Stanley calcula que, en los próximos cien años, el mar avanzará unos 30 kilómetros tierra adentro y quizá más si se produce un calentamiento general y sube el nivel del mar. Engullirá muchos kilómetros cuadrados de tierra fértil y será una gran catástrofe para los egipcios, a menos que tomen medidas para proteger su litoral.